Partida Rol por web

Dragoon activa las contramedidas del campo de entrenamiento y notáis como empiezan a ponerse interesante la situación. Nubes de humo negro empiezan a brotar, lo que es bueno para los soldados que tras recibir las indicaciones se movilizan hacia esa zona corriendo a todo lo que dan sus piernas.

Granadas de flash empiezan a destellar y podéis ver a lo lejos a soldados caer al suelo cegados y jurar en arameo. Los tanques y obuses empiezan a moverse para colocarse y bombardear la zona para acabar con vosotras, se ve que los militares no se andan con chiquitas.

Asentí cuando Dragoon me dijo por donde salir y justo cuando iba a preguntarle que qué había en esas defensas ella misma me respondió antes de que yo abriera la boca.

- Bien.

Ya estaba todo dicho me parecía, así que lo mejor era salir de allí cagando leches.

- Yo te llevo, ven.

Me acerqué a la rubia y la cogí en brazos como si fuera a cruzar con ella el umbral de alguna puerta.

- Si te agarro así puedo maniobrar sin miedo a perderte. - Total, para que fuera una cuestión de peso tenía que llevarme algo bastante más pesado que a una persona.

Así, directamente comencé a volar bajo hacia la zona que me había indicado la otra tecnificada.

Por el peso no debes preocuparte ya que Inezumi pesa apenas cincuenta kilos. Levantarla es como levantar una pluma debido a tu superfuerza.

Tras cogerla sales volando maniobrando al principio con cierta dificultad, pero en cuanto coges velocidad ya no hay forma de pararte. En poco tiempo sales de la zona de peligro y aumentas la velocidad. A tu lado aparece Dragoon que tampoco ha tenido problemas para escapar de la zona. Los soldados todavía estaban preocupados por las contramedidas y no os prestan demasiada atención, aunque alguno intenta dispararos pero sin éxito.

La mansión Montalbo no está a demasiada distancia así que en casi un abrir y cerrar de ojos estáis en la zona. No hay ninguna luz en la zona, lo que hace que nadie pueda ver como aterrizáis en los terrenos cerca de donde está el acceso a la base subterránea. Dragoon activa la entrada por radiofrecuencia y la puerta se abre con cierto esfuerzo.

Accedéis a la base que está iluminada vagamente por un generador de gasóleo por el olor y el ruido que desprende que es audible a pesar de estar en otra planta.

- Ya estamos a salvo...por lo menor por ahora. - dice María, mientras se quita el casco de la tecnoarmadura. - ...mi centro de operaciones está a un treinta por ciento, la verdad es que todavía no he podido dedicarle todo el tiempo necesario. El generador tiene combustible para varios días, y aún tengo gasóleo en el garaje si fuera necesario. Pero las defensas que protegen el perímetro no están todas activas y en caso de que alguien llegue puede que no tardemos en detectarlo, no funcionan ni cámaras ni los sensores de movimiento...pero mi querido mayordomo ha preparado una serie de cables trampa que accionan bengalas, por lo que si intentan acercarse lo detectaremos...o esa es la idea claro... 

Conseguimos salir del lugar sin el más mínimo problema y sin tardar demasiado llegamos a la casa de María, quien estaba algo preocupada por no tener su casa protegida al cien por cien.

- Yo puedo hacer guardia si es necesario.

La verdad era que no me importaba demasiado hacerla.

- Podemos hablar por el comunicador sin problemas.

Quería decir que aunque estaba claro que teníamos que hablar de lo que estaba sucediendo, podíamos hacerlo a distancia. Nadie iba a poder acceder a las comunicaciones que llevaba implantadas.

Al pensar en los implantes recordé a mi hermano.

- ¿Sabes por dónde anda Abra?

Lo habíamos dejado allí, aunque conociéndolo, tendría la cabeza metida en algún invento.

Al principio no hay señal de tu hermano, hasta que escucháis ruido en el segundo piso de la mansión. Parece que Abraham se encontraba descansando en una de las habitaciones o revisando lo que encontraba por la casa para satisfacer su curiosidad. Cuando os escucha decide bajar a saludaros aunque con cautela por si no fuerais vosotras.

- Hola hermanita, señorita Montalbo... - mira a Inezumi y se queda un poco cortado. -  y hola desconocida. Soy Abraham Valle...

Inezumi se presenta y sonríe para luego sentarse donde puede, le tiemblan las piernas por el vuelo. Debe haber sido su primera experiencia de volar con una tecnificada y no dentro de un avión o helicóptero. En su cara podéis ver que tiene frío también. Luego mira a las dos tecnificadas y pregunta:

- ¿Cómo os fue? En la radio ahora se escucha mucho movimiento de militares, parece que están movilizando a todas las tropas, es como si un golpe de estado estuviera sucediendo...la Acorazada Brunete y la Maestrazgo están ya en marcha...en Colmenar Viejo están aterrizando helicópteros con tropas para asegurar Madrid.

Iba a contestar a Ata, pero al final su hermano termina por aparecer por las escaleras. Espero que no se haya asustado por nada de lo que haya podido ver.

-Ha habido una traicion y nos ha pillado en medio, la ventaja que no saben quien esta debajo de esta armadura pero no podemos perder la vista de nada. 

Inezumi, hare que te preparen una habitacion y recemos por que los demas esten bien. Yo voy a dejar la armadura abajo y a intentar que volvamos a tener tecnologia de este siglo.

Mis pensamientos van a Roberto ¿donde estara? si no lo se no podre ir a salvarle si esta en peligro. 

Sonreí al ver a mi hermano de una pieza, pues la verdad es que si a alguien le debía el seguir viva había sido a su terquedad y a ese cerebro suyo que no paraba nunca de dar vueltas a todo.

- Hola... - Di un toque en el hombro a mi hermano a modo de saludo, sin usar demasiada fuerza, que cuando aún no me controlaba ya habíamos tenido un par de accidentes y de golpes serios.

Al decir aquello de la desconocida miré a la cara de la mujer que había traído en brazos y me di cuenta de que era probable que el vuelo no la hubiera sentado muy bien.

- ¿Estás bien? - Busqué una manta y se la tendí. - Perdona, mi cuerpo adapta la temperatura para el vuelo...

María respondió a Abraham, pues estaba claro que a mí sí que me reconocerían pues yo no llevaba armadura, a parte del casco que más que nada llevaba por todos los sistemas que incorporaba y tampoco lo llevaba siempre.

- Pues mi matrícula me da que ya se la saben...

Me paro y la miro, luego a su hermano

-¿Crees que podemos modificarla lo suficiente para que no parezca ella? - pregunta tonta que con dos genios aqui es mas que posible.

-Ocupemosno de eso, creo que es importante y tengo un par de sitios de donde podemos sacar cosas sin que nadie se de cuenta. 

- Sí, es posible. Y no es necesaria realmente mucho cambio. Hay que tener en cuenta que no deben tener muchas imágenes de ella, y menos cuando los sistemas están tocados por los impulsos IEM del ataque. - comienza a caminar a través de la estancia pensando - ...podemos teñirle el pelo, cambiar su ropa...el color de sus ojos es posible configurarlo ya que depende de los sistemas que tenga activos en ese momento y posee un distorsionador de voz en el casco que podría implementarlo sin necesidad de el para que su voz sea diferente... - mira para su hermana Elvira y le pregunta - ¿Qué te parece si te convertimos en pelirroja o en rubia? Así si ponen alguna foto no te reconocerían de inmediato, para el vuelo he pesado en instalarte un anulador de radar para evitar que te detecten...eso sí afectaría a tu módulo de comunicaciones avanzadas que perdería efectividad y sólo tendría un alcance de 100 kilómetros como mucho pero es algo que te vendrá bien...¿qué opinas?

- Gracias. - responde Inezumi ante la entrega de la manta por parte de Atta - ...yo puedo ayudar con el cambio estético, con maquillaje podría hacer que su color de piel cambiara lo suficiente...y darle otro aire que no te reconocería ni tu hermano. Pero lo importante es no llamar la atención, si ponemos el foco en nosotros da igual los disfraces o lo que seamos capaces de inventar...nos cazarán... - hace una pausa - y debemos contactar con Parkour y el resto...ellos también estarán en peligro y son los únicos que pueden ayudarnos ahora...

Dicho esto se sienta y espera a ver qué decidís hacer. María parece que quiere volver a tener tecnología del siglo XXI y eso estaría genial ya que podríais intentar contactar con el resto del equipo que ahora debe estar disperso.

Es en este momento cuando sentís las tres una pequeña presión en vuestro cerebro y como una voz que reconocéis al menos dos de vosotras [Adele] os pregunta 

- ¿Dónde estáis? Debemos reunirnos, es urgente. 

Puse cara de circunstancia cuando me convertí en el centro de atención de todos, pues era algo que odiaba, sobretodo, después de haber pasado por "las manos" de un montón de ingenieros biomecánicos y otras variedades de ciencia a lo largo de mi vida. 

- Esto de sentirme como una cobaya ya lo he vivido... - Incluso achiné los ojos al pensar en aquello. 

De todas maneras, por poco que me gustara tener que cambiar mi aspecto, no tenía mucha opción, la verdad. 

- Si puedo elegir que sea pelirrojo y corto. - Si iba a tener que cambiar que fuera por algo que ya había pensado alguna vez en hacerme pero que no me había hecho nunca por no perder tiempo en esas cosas. Total, para qué iba a molestar en arreglarme si por mucho que lo hiciera... 

Miré a ambos y me quité las gafas dejando ver aquello que siempre hacía que la gente se incomodara viéndome.* 

- ¿De verdad creéis que cambiarme el color de ojos va a servir de algo contra esto? Decidme el truco e igual me apunto a una página de citas a ver si así consigo echar un polvo... 

Puse una sonrisa inocente después de decir aquello, aunque me duró poco, pues escuché aquella voz en mi cabeza. 

- Joder... qué mal rollo me da esto. Es Adele - dije llevándome la mano a la sien después de colorcarme las gafas de nuevo. - dice que tenemos que hablar de manera urgente. 

- La imagen que ellos tendrán es la actual, cuando intentan cambiarla con un ordenador los colores de cabello y ojos no quedan creíbles. No tienen en cuenta las facciones, los matices de color, el tipo de corte de pelo y un largo etcétera... - te explica Inezumi - ...al principio cuando salía a patrullar iba a cara descubierta y casi me atrapan un par de veces, en una ocasión perdí la cartera y tuve que ir a comisaría a recuperarla pero cambié de look y el policía no me reconoció y eso que fuera él quién casi me atrapa...por eso no creo que tengas problemas en pasar desapercibida. El problema será si nos ven a todos juntos, ahí llamaremos la atención fijo...

Las palabras de la rubia me hicieron ver que sabía de lo que estaba hablando, así que simplemente suspiré y me encogí de hombros. 

- Vale, haced lo que queráis... - Me di por vencida, porque sino no iba a poder salir sin tener problemas y la verdad, es que en estos momentos no me parecía lo más acertado. Además tenía que partirle las piernas a algún que otro militar porque quedarse con todos los activos de la empresa de mi hermano. 

- ¡Joder...! - Me volví a mirar a mi hermano. - ¿En cuánto armamento estabas trabajando? - Con ello me refería a la empresa. - Porque ahora podrían freírnos con él.

Aquello era poco alentador, porque los inventos de mi hermano siempre escocían. 

- No en demasiados proyectos, sobre todo en VTs para el ejército de tierra...pero están en las primeras fases así que ese proyecto no me preocupa... - hace un resumen mental de los proyectos en activos - ...me preocupan más los drones de reconocimiento para INTA...esos estaban ya en fase final y podrían usarse para vigilar los cielos y buscar objetivos...

Los drones son peligrosos mientras seáis fugitivos. 

- Por el resto no hay que preocuparse, son proyectos sobre el papel aunque no sé si podrán usarlos para algo malo...pero bueno en cuanto esté delante de un ordenador que funcione bien me encargaré de dejarles un par de regalitos en los servidores externos de la empresa...

Mira a María y le pregunta:

- ¿Tu empresa trabajaba en algún proyecto militar?

Asentí con las palabras de mi hermano, pues me tranquilizaba un poco el hecho de que cabía la posibilidad de que no nos volatirizasen al instante. 

- Bien. - Respondí de manera escueta. Vamos, como solía hacer siempre. 

Eso sí, luego mi hermano le preguntó a María sobre sus proyectos y guardé silencio. 

La verdad es que la cosa se había puesto bastante fea de repente y no sabía cómo iba a terminar aquello. El problema eran esos jodidos militares. 

- Por si no me llegaban los alemanes subnormales... 

-Como te han dicho con un poco de imaginacion se pueden hacer milagros. Creo que en mi cuarto tengo un par de pelucas y podemos conseguir alguna, conozco un par de tiendas que si estan abiertas nos conseguirian alguna. Teñirte no es tampoco problema pero luego tendras que seguir tiñiendote para que no se te vean las raices y no lo aconsejo

Me siento en una de las sillas, mientras sopeso todo lo que podria tener ahora en produccion y lo que no, tambien lo que podria estar en los servidores o en otros lugares.

-Teniamos un prototipo para mandar a montaje, pero los planos no estaban en el ordenador central sino en el mio personal. Ademas de los planos de lo que estuviera trabajando I+D y los mios pero esos estan a buen recaudo.

Los planos y modificaciones de la armadura no estan nada mas que en un ordenador, se necesita mi codigo personal con biometria. 

Me froto las sienes, me esta empezando a doler la cabeza, necesito centrarme y la voz de Adele no me ha ayudado mucho.

-El ordenador que hay debajo de la casa funciona, lo malo que no se si tiene una buena conexion con el exterior. Sino hay que volar fuera y eso sera peligroso para todos. 

"Adele ¿que ocurre? estamos en mi casa intentando hacer  un cambio en Atta"

- Si, puede que tú tengas una buena imaginación, pero no me voy a poner una peluca. - Pasaba como que mucho de hacer eso. Además, que con la mata de pelo que tenía eso podía ser como llevar una estufa en la cabeza. - Ya me seguiré tiñendo el pelo. 

Nada, ya me había gustado la idea de cortarme el pelo y teñírmelo de rojo a lo punk. Como bien me había parecido antes, de tener que cambiar al menos que me gustara la idea. 

Por lo demás, parecía que la cosa ya iba entre mi hermano y María, aunque aún estaba la cosa de que la chica que se te metía en la cabeza nos estaba hablando, pero por el momento guardaba silencio. 

- ¿Estás por ahí? - No sabía cómo funcionaba aquello, la verdad. - Voy a tener que pedirte instrucciones de uso para esto. 

Me sentía un poco estúpida por hablar internamente como si alguien pudiera oírme.