Albius terminó de recargar su bólter pesado y se levantó para seguir adelante, detrás de aquel que le había cubierto con la escopeta. - Vamos Celonius, que no nos dejen atrás, no quiero perderme la diversión. -
Salió andando de entre los escombros, haciendo un asentimiento de cabeza al compañero - Creo que se llama Fedor. - pensó.
Le devolvería el favor si le era posible.
Dm, en mi último post declaré (narrativamente) que lo siguiente que iba a hacer era recargar porque mi bólter pesado estaba vacío.
Ésta semana he ido de cráneo en el curro y no he podido entrar casi, por lo que no he podido postear dentro del turno.
Dado que lo iba a gastar (entero) recargando...¿me permites haberlo gastado en eso y éste turno andar hacia el taller? Si lo permites, tengo el bolter pesado recargado y gasto éste turno en andar y andar detrás de Fedor.
Comenzando a tomar cada vez más fuerza el silencio de las armas y detonaciones, Korlo se daba cuenta de que ya no había muchas más opciones y enemigos en la zona, aunque aún se distinguía claramente la figura de aquel golem de metal combatiendo a las masas de infectados. Era repugnante imaginarse tal cantidad de restos que estaba generando la lucha constante cerca del caballero, tendrían que prenderle fuego a un gran área de lo que antes era la urbe para conseguir evitar la propagación del mal y ni que decir tiene que la propia máquina debería pasar por eficientes y repetitivos ritos de purificación para conseguir librarse de tal escoria.
Entonces fue cuando vio acercase al soldado que estaba por delante suyo. Se movía al otro edificio con buen paso, pero no huyendo de lo que hubiera visto en el otro lado. ¿que debería hacer, unir fuerzas o conseguir llegar al almacén?. LO mejor sería estar de parte de lo conocido. Además debía averiguar donde estaba la partida con los que empezó la caminata hasta aquel lugar.
-¿Algo llamativo cerca del almacén? preguntó a aquel soldado desaliñado.
me acerco a la posición de Arthur
¡VAMOS MUCHACHOS! ¡QUE VUESTRAS MADRES SE SIENTAN ORGULLOSAS! - gritó mientras él mismo abría fuego contra la horda que quedaba a su vista, animando a los milicianos hasta que se fijo de que el tronar del bolter pesado no se estaba dando - ¡¿DONDE ESTA LA DULCE CANCIÓN DE ESE MARAVILLOSO BOLTER PESADO?! - gritó nuevamente sin dejar de disparar su mierda de arma comparada con la de los extramundanos.
Motivo: a por ellos
Tirada: 1d100
Dificultad: 51-
Resultado: 29 (Exito)
Motivo: disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 92-
Resultado: 76 (Exito)
Motivo: daños
Tirada: 2d10
Resultado: 9, 10 (Suma: 19)
Motivo: furia
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Frente a mí parecía que todo estaba despejado, así que seguí corriendo en dirección al taller, aun quedaba un trecho pero ya podía vislumbrarlo en la lejanía y aunque no necesitaba motivación alguna para cumplir las órdenes, ver mi objetivo siempre era un hecho que inspiraba a seguir adelante.
Sigo corriendo hacia el taller.
Avanzo al encuentro de la horda de enemigos, para que los disparos sean limpios y nada se ponga entre los enemigos de la humanidad y la justicia del Emperador. Entonces escucho la voz del sargento, preguntando por qué no escucha el bólter pesado. Sonrío y me detengo,
- "¡A la orden, Sargento! ¡Canción en progreso!"
Acto seguido, aprieto el gatillo a fondo, apuntando hacia la horda de no-muertos y lanzando una poderosa salva de disparos mientras Titus me acompaña y hace lo propio. Varios cuerpos son destrozados por la munición explosiva y la felicidad de saber que estoy realizando el sagrado combate me llena. No son muchos ya los enemigos que quedan y sé que he hecho mi parte para que sea así.
Motivo: Fuego automático
Tirada: 1d100
Dificultad: 84-
Resultado: 12 (Exito)
Motivo: Daño Fuego automático
Tirada: 12d10
Resultado: 5, 2, 5, 9, 9, 9, 6, 5, 2, 9, 10, 7 (Suma: 78)
Motivo: Furia Virtuosa
Tirada: 1d100
Dificultad: 84-
Resultado: 67 (Exito)
Motivo: Daño Furia Virtuosa
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Media Acción: Mi movimiento al oeste.
Media Acción: Fuego Automático contra la Horda del oeste con mi bólter pesado: 49 HP +10 Corto Alcance +5 Salva -10 Fuego Automático +30 Tamaño = 84: Éxito con 7 grados de éxito, por lo que impacto mis 6 balas. Los daños son 13, 17, 17, 14, 17 y 21 con Penetración 5.
Media Acción del pardillo: Salva contra la horda del sur.
Cargador de Bolter Pesado (2/2): 12/60
Cargador de Escopeta de Combate (4/4): 17/18
Puntos de Destino: 0/1
La horda enemiga se acercaba hacia nosotros por las calles de la ciudad, tanto el sargento como los milicianos abrían fuego contra ellos haciendo un gran trabajo acabando con la vida de los infectados. Ahora bien con mi incapacidad para hacer blanco a grandes distancias y las pocas balas que tenía, mas me valía esperar a que se acercaran para solo pensar en abrir fuego.
- Vamos muchachos, seguid así.
Saco el revolver de la funda y apunto a uno de esos tambaleantes seres que se acercan hacia nosotros. No haría mucho daño al conjunto, pero al menos haría algo.
Acción completa: Apuntar hacia la horda (si puedo). Sino avanzo y apunto.
Resoplando por el esfuerzo, Paul continuó corriendo atravesando otra calle desierta. Varios componentes del grupo de voluntarios se encontraban delante de él. Aún más lejos se encontraba el almacén y los compañeros a los que en teoría habían venido a socorrer. Pero parecía que estaban aguantando bien. La zona estaba plagada de cadáveres...
Sigo corriendo hacia el oeste, sin salir de las ruinas del edificio. Intento quedarme cerca de Arthur y Korlo, pero a cubierto.
Fedor observó a cómo las escuadras iban avanzando, disparando contra reanimados enemigos. Él Liudmila, por su parte, se vieron obligados a avanzar sin poder disparar en el proceso debido a las diversas paredes y accidentes que impedían una línea de visión adecuada y al hecho de que su arma no tenía un alcance muy largo.
Fedor mueve a U25 y apunta desde la esquina de la pared.
El esfuerzo y la carrera estaba siendo titánica, siguió al rebufo de Paul, a cubierto, de edificio en edificio, pues en cualquier momento podía surgir una nueva amenaza. Cada vez estaban más cerca del taller, si eran capaces de ayudar a los que estaban allí y juntarse todos, podrían formar una gran fuerza de combate.
Hacia el oeste, a resguardo.
El avance estaba siendo firme y decidido, y sin duda pronto se alzarían con la victoria. Sin embargo, de pronto, algo muy extraño ocurrió.
Los cadáveres que quedaban en pie, llenos de energías impías y un ansia vil por la carne de los vivos, no tardaron ni un segundo en desplomarse, todos a la vez, volviendo al estado que la naturaleza y el Divino Emperador había decretado para ellos. Aquello podría haberse considerado terriblemente extraño, de no ser por lo extraño de toda la situación. ¿Quizás aquello era normal? Nadie lo sabía, y nadie debería querer saberlo, pues ahondar demasiado en los secretos del Enemigo suele implicar la corrupción del alma inmortal.
Sin embargo, algo más ocurrió.
Nadie fue consciente de ello, pero el soldado de la milicia Allen Stone se había quedado atrás. Muy atrás. Quizás aquello le recordaba demasiado a su hogar, puede incluso que de hecho hubiera sido su hogar, el caso es de que pronto parecía haberse "roto", siendo dejado atrás por un compañero fezzornita que no le dio mayor importancia, así como por el resto de los suyos. Su camarada no parecía ser capaz de hacerle entrar en razón. Debían moverse, debían seguir. Había que liberar Sélica.
Quizás si hubiera tenido más tiempo, o más formación y experiencia tratando con aquellos que la guerra ha roto, podría haber logrado ponerle en marcha. Quizás aquello les habría salvado a ambos. Pero allí estaban, solos, sin nadie que les prestara atención. Aunque eso tampoco era del todo correcto, pues algo sí había reparado en ellos. De repente, a ambos les echaron un lazo. Aunque este lazo estaba formado por unos intestinos putrefactos y que aún seguían unidos a sus dueños, que tiraban de ellos con fuerza impía y sobrehumana.
Los alaridos mientras eran arrastrados intentando liberarse sí llamaron la atención de aquellos más cercanos, que solo alcanzaron a ver como eran remolcados por el suelo, quedando ocultos. Y, de repente, desde todos lados y ninguno a la vez, resonó una carcajada.
Estaba cargada de maldad y vileza, hasta puntos enfermizos. Y tras eso, silencio. Allen y su auxiliar no gritaban, no había sonido de arrastre, nada. Solo una paz inquietante.
Pasamos a narrativo, al menos hasta nueva orden. Felicidades por haber sobrevivido, pronto empezará el reparto de px.
Ah, tiradme voluntad +10. Si falláis, tirad también 1d4.
Tras recargar el bólter pesado, salió de entre las ruínas y comenzó a avanzar de nuevo hacia el éste, siguiendo a Fedor por aquella calle, con el Sargento Mundano que había organizado todo aquello muy cerca.
Algo más adelante había otro montón de muertos dando zancadas hacia ellos, y los disparos de sus compañeros derribaron a decenas de aquellos cuerpos animados por energías que él no alcanzaba a comprender, ni quería. Sólo sabía que el inmaterium le había quitado el buen nombre a su regimiento, y que ellos se esforzaban por recuperarlo con acciones de combate.
Unos gritos a lo lejos lo sacaron de sus pensamientos. - ¿Qué cojones...? - pensó, mirando hacia el lugar de los gritos. Guardó el bólter pesado en el anclaje que llevaba en la espalda a tal efecto y sacó su siempre fiable escopeta de combate. - Celonius, atento, cualquier cosa rara que veas, dispara. -
Siguió avanzando sin alejarse demasiado del resto.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d100
Dificultad: 47-
Resultado: 29 (Exito)
Tiro. Éxito. Sigo avanzando cerca del resto, hacia los almacenes.
¡TRES HURRAS POR SÉLICA! - grito a pleno pulmón antes de conducir a sus hombres y a los que le siguieron hacía el taller. Pasado parte del jolgorio, trató de dar con algún canal para comunicarse con el piloto del caballero imperial, pero sus conocimientos sobre tecnología eran manifiestamente limitados - eres un puto inútil - le espetó a su ayudante y se giró al resto - ¡Directos al taller! ¡Tenemos que asegurar los blindados! ¡Paaaaaaaaaaso ligero! - gritó y emprendió la marcha hacía el parque móvil.
Mientras avanzaba, contactó con el sargento que lideró la resistencia - Aquí el sargento Primero Anthony de la milicia, la ciudad esta despejada, repito, ciudad despejada... nos dirigimos hacía su posición.
Motivo: vol
Tirada: 1d100
Resultado: 90(+44)=134
Motivo: locura? corrupcion?
Tirada: 1d4
Resultado: 1
Motivo: comp tech?
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 53 (Fracaso)
muy bien puesto todo xD
Fedor llegó a tiempo para apuntar, ir a apretar el gatillo y ver cómo los reanimados terminaban por caer, como una morioneta a la que le cortan los hilos. Se escucharon ciertos vítores por ser ese el último grupo enemigo a la vista, pero también escuchó un grito desgarrador no muy cercano, pero tampoco lejano. No el del moribundo mutilado, desangrándose y gritando con dolor. Era alguien gritando desde el alma ante un dolor y terror al unísono. Y luego el repentino silencio.
Fue una sensación que recorrió su espinazo, con un escalofrío. No le era ajena ni desconocida. Por contra le era familiar, pues la había sentido cuando vio aquella cosa aterradora, durante la batalla en campo abierto. Miró a los lados, como buscando a aquella criatura que hizo huir a medio ejército, pero no la halló. Escupió con rabia al suelo, hizo la marca del Emperador en su pecho, se echó la recortada a la espalda y cogió a Olga entre sus manos.
- Atenta, Liud - le dijo a su auxiliar mientras le hizo un gesto con el mentón a la caja con los "pepino". Ella comprendió y asintió, teniendo la caja a mano por si acaso. Miró al resto de compañeros por si alguno había sentido aquello y se encontró con la mirada del artillero del 13º junto a él. No hizo falta decir palabras para entenderse entre ellos, pues sentían y pensaban lo mismo. Asintieron a la par, poniéndose en guardia, y avanzaron hacia el hangar de vehículos, atentos a cualquier "cosa" que se ponía a tiro.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d100
Dificultad: 46-
Resultado: 20 (Exito)
Cuando todo parecía tranquilo, Paul escuchó aquel grito que helaba la sangre. Alarmado, se giró, apuntando su arma en la dirección de aquel horrible sonido...
Tenía que calmarse. Su notable sentido de alerta, que había hecho un gran trabajo manteniéndole vivo hasta ahora, estaba jugándole ya malas pasadas. Había escuchado de excelentes soldados que habían perdido los nervios y a los que había que acabar retirando del frente cuando comenzaban a desarrollar extrañas fobias y comportamientos.
Salgamos de aquí y avancemos hacia el garaje. No me gusta este lugar.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 62 (Fracaso)
Motivo: Locura
Tirada: 1d4
Resultado: 2
No existe Voluntad de Hierro o algo en este juego? Estas tiradas no son mi especialidad...
Mi bólter pesado escupe una última carga de munición, cuando veo como cae el enemigo. Detengo el disparo, no porque el enemigo haya sido derrotado, sino porque todos los enemigos, todos los zombies incluso los más alejados del punto de impacto de mi munición, caen al unísono.
No es natural. ¡Joder! ¡Nada de toda esta puta mierda lo es! ¡Pero no ves a los muertos levantarse y luchar por horas solo para verlos caer nuevamente de un momento a otro!
"¿Habremos ganado? ¿Será el fin de la lucha?"
Pero un par de los nuestros desaparece en la lejanía entre terribles gritos y luego esa risa, dejando en claro que solo hemos terminado uno de los actos de esta macabra obra pero que el director de la misma nos sigue reservando mucha más locura y depravación. Niego con la cabeza pues es una pérdida para nuestras fuerzas y de seguro, munición para las armas del enemigo. No debemos separarnos y debemos seguir avanzando, más juntos para no caer en esas trampas rastreras de este enemigo impío y cobarde.
Ah, tiradme voluntad +10. Si falláis, tirad también 1d4.
¿También yo o estoy exento?
Acción de asalto completo: Todo mi movimiento hacia los almacenes.
Arthur se rascó la cabeza y se quitó el casco, que pasó a Pipeboy. ¿Eso era todo? Esos tios quizá hubieran hecho guarradas con Moopsie, pero no tenían ni media hostia, ¡Se morían solos! Así no había quien hiciera méritos. Al menos habían llegado al taller sin más problemas. Algo era algo. Y habrían ahorrado más munición de no haberla estado desperdiciando por ahí, pero no iba a ser él quien lo señalara, si querían buscarse problemas allá los demás.
El grito agónico de uno de los rezagados al res arrastrado y una carcajada brutal le helaron los huesos. Otra víctima de Moopsie, pobre desgraciado. Se encogió de hombros, a él eso le daba puto igual. Que esa zorra dramaqueen hiciera lo que quisiera, si así esperaba llamar su atención lo llevaba claro. Era un hombre nuevo y mejorado, no necesitaba a nadie, sólo munición para su rifle de fusión y algo a lo que disparar.
- Que te den, puta- setenció.
Motivo: voluntad +10
Tirada: 1d100
Dificultad: 42-
Resultado: 2 (Exito)
Marchaba a buen ritmo, con un ojo en el suelo y otro en el frente, atenta a lo que pudiera encontrarme delante mientras movía el rifle de lado a lado; pero los pocos enemigos que quedaban en la lejanía terminaron con sus agónicos gritos como si hubieran perdido las ansias por seguir llenando este mundo de vileza. Me detuve para mirar hacia el sur, apenas pude ver algo, pero si escuché un silencio que acabó terminando con los gritos de júbilo de los soldados del Emperador. Habíamos cumplido con una parte de nuestro deber, al menos yo, puesto que aun me quedaba hacer el recuento de los supervivientes.
Tras la pequeña pausa, tomé aire a través de la máscara y emprendí mi camino hacia el taller, y mi paso no se ralentizó por la ausencia de enemigos, cada misión era fundamental y aunque a veces había que esperar, este simplemente no era el caso.
Entonces una risa resonó a través del campo de batalla y creo que nadie tuvo ninguna duda de que simplemente estábamos disfrutando de una breve pausa antes de tener que imponer la Paz del Emperador, algo que todos haríamos con placer, de eso no tenía ninguna duda.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 2 (Exito)
Y la nada continuó allí tras aquel último despunte de maldad sobrenatural. Poco a poco, todos se fueron dando cuenta de las implicaciones que aquella nada tenía: los combates habían terminado. Era el momento de calibrar los daños y organizarse, a la espera de instrucciones, pero parecía que el asalto del enemigo había terminado.
Motivo: Voluntad Marcus
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 93 (Fracaso)
Motivo: Locura Marcus
Tirada: 1d4
Resultado: 3
Sí Marcus, tú también (las dudas, si no van en la escena personal, rara vez las veo a tiempo, tiro por ti).
Los que habéis fallado, os sumáis locura igual al resultado de ese 1d4.
Con los combates finalizados, el caballero se yergue en toda su estatura, mirando a un lado y otro, y reparando en los soldados que hay a su alrededor, a los que parece estudiar algunos segundos. Casi da la impresión de estar apuntando o pasando un auspex por ellos, y todo ese proceso se resuelve con una pregunta.
-¿11000010 10111111 01001100 01100101 01100001 01101100 01100101 01110011 00111111?
Los últimos disparos resuenan por la calles, el sordo rumor que ocasionaban los infectados desaparece al mismo tiempo que sus cuerpos caen desmadejados al suelo ... son unos segundos de alegría contenida, una alegría que resuena por las calles de la población al descubrir que no solo habíamos sobrevivido, sino que también habíamos ganado esta batalla.
- Si señor, lo hemos logrado. Palmeo el flanco de la bestia que monto y sigo al resto de mi "unidad". - Sargento Primero Anthony, señor ... esto huele a trampa, ha sido demasiado fácil.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d100
Dificultad: 31-
Resultado: 4 (Exito)
Sigo al bastardo.