Partida Rol por web

Podría ser una ilusión -sugiere Nekrach. Al recabar las miradas de todos se explica-. Algunos comandos guerrilleros en mi tierra natal utilizan este tipo de camuflajes. Sitúan sus refugios en grutas naturales, y colocan una ilusión de una pared rocosa en la abertura. Desde fuera no se distingue del resto, y evidentemente, tampoco se puede tocar porque se traspasa.

El titánico dracónido se encogió de hombros.

Es hablar por hablar, no lo sabremos hasta que estemos en el sitio. Quizá encontremos una pista.

- Mmmmm, es un buen pasatiempo, pero espero que podamos resolverlo, pero debemos tener cuidado no se trate de una trampa de un viejo borracho.

No puedo evitar mirar a Gueldar y pensar que su plan puede ser perfecto, llevar escoltas para el viaje de ida por los peligros que pueda haber y una vuelta mas íntima una vez conoces el terreno, mmmm, habrá que tener cuidado.

-Una entrada que no se puede ver ni tocar... Entonces se puede escuchar?- Escucho atentamente si hay una cascada cerca.

Ireth no se molesta en emitir una risa cantarina ante la multitud de ideas que surgen enseguida entre sus compañeros ante el posible "enigma", más animada con la idea de estar cerca de su objetivo sin haber sufrido demasiados daños que lamentar.

-Si tiene que ver con cualquier uso de la magia, es probable que Dardo consiga detectarla- mira un momento al mago con una sonrisa, haciendo caso omiso de cualquier respuesta mordaz que pueda darle. Sabe que en el fondo no lo dice en serio -O quizá tenga razón Mushu... pero de todas formas primero hay que llegar a ése "hachazo". Quizá se trate de un cañón...- murmura esto último algo más bajo y pensativa, ladeando un poco la cabeza mientras sigue avanzando a buen ritmo junto a la terca mula.

Hmmmmrrrrf...

Mira a la elfa y emite un solitario gruñido de queja cuando oye la palabra "Dardo", manteniéndose en silencio durante la conversación sobre que podría ser la entrada que buscaban. Podría ser una ilusión o no, pero eso ya tendría tiempo de pensarlo cuando estuvieran allí, de momento ya tenía suficiente tratando de no tropezar con algún pedrusco y vigilando los alrededores.

Observo como Darth hace de nuevo gala de su buen humor, este humano no deja de sorprenderme, acaban de decir que si es cosa de magia nos mostrará el camino y no puede sentirse feliz ni siquiera en ese momento, es cierto que lo de Dardo no es que le encante, rio para mis adentros.

-Bueno, como dice Ireth, habrá que llegar al lugar antes de especular con teorias.- comento mientras incito a seguir el camino.

A lo largo del camino me acerco siguilosamente a Mushu y le susurro

- Amigo Mushu, creo debemos vigilar a Gueldar, no creo que nos reserve un final feliz. ¿estás de acuerdo?

-Si, no es mala idea vigilarlo....ya lo tenía pensado.- Contesto a Voiran susurrando tambien, finalizo con una sonrisa.

Con alegría pero el rostro dubitativo, Gueldar sonríe y gruñe levemente esperando que realmente así sea.

- Esperemos Mushu, desde luego el viejo marinero no comentó nada sobre que no se escucharía.

Mientras habláis acerca de lo que os espera, habéis avanzado a través de las cada vez más yermas tierras hasta dejar atrás cualquier tipo de árboles, hierbas o ríos. Apenas habéis parado para descansar y tomar un tentempié antes de proseguir la marcha. Tras pasar el mediodía, llegáis a un enorme cañón que se cruza en vuestro camino. Irëth sonríe entonces y el resto os preguntáis a qué se debe, cuando explica que habéis llegado a vuestro destino. Levantando ambos brazos y señalando todo el largo y ancho del cañón se explica.

- Observar, ese cañón tiene la forma de haber sido golpeada por un hacha de tamaño gigantesco. - comenta sonriendo pícaramente.

El resto incluído Gueldar permanecéis un instante en silencio mientras observáis la forma a la vez que asentís la cabeza para vosotros mismos. Os acercáis al borde y al asomaros distinguís cerca del centro del gran cañón un pequeño lago rodeado de varios árboles muy secos y unas cuantas bestias tomando el sol y bebiendo del lago tranquilamente. Una ojeada más detenida os revela que se trata de una manda de hienas, unas ocho en total. También véis entre las paredes del cañón varias pequeñas grutas abiertas con el paso del tiempo. El lado en el que os encontráis desciende en una pendiente, llena de grava y pequeñas piedras por la que podéis bajar, aunque con Llamaradas habría que tener cuidado.

Gueldar ladea la cabeza en silencio y aleja a Llamaradas un poco del borde para no atraer la atención de los animales.
- Será complicado bajar a Llamaradas por ahí sin que esas hienas se percaten de nosotros.

-Si no tuviéramos que llevar a Llamaradas...- la elfa se cruzó de brazos, pensativa, observando el acusado descenso y las hienas a lo lejos. Ya estaban cerca de su objetivo, teóricamente el lugar podía encontrarse en el fondo de ese extraño cañón.

-Podrías quedarte aquí con la mula y nosotros bajar a liquidar o espantar esas hienas lo suficiente para que podáis bajar sin que se os lancen a la yugular...- respondió finalmente a Gueldar sin muchas más ideas al respecto, dejando que él mismo reflexionara al respecto. Quizá a sus compañeros se les ocurriera algo mejor...

Mientras esperaba la decisión definitiva, descolgó su mochila y sacó de su interior una larga cuerda con una sonrisa de satisfacción, mirando alrededor para comprobar si había algún tronco o roca suficientemente robusto para atarla y descender sin peligro. Al menos el mínimo posible.

Observa el lugar desde lo alto secando su rostro sudoroso con la manga, resoplando al ver el escarpado descenso y resoplando de nuevo al ver a la manada de hienas.

¿Espantarlas? Hay que exterminarlas..o nos la jugaran más adelante cuando durmamos.

Se quedó de brazos cruzados evaluando si sus conjuros llegarían con precisión a esa distancia pero pronto salió de sus cálculos al ver a Ireth preparar una cuerda.

No creo que tengas cuerda suficiente para todo el descenso, lo mejor sera que nos atemos los unos a los otros. Y en cuanto a la mula.. bueno, la mula va a ser un problema. Que vaya la última con Gueldar y Voiran, primero tenemos que asegurar el terreno que pisará.

Como tu pesas poco y eres más escurridiza será mejor que vayas la primera.

Escucho a mis compañeros y observo a las hienas desde las alturas, eso me lleva a pensar, mmmmmm

- Ireth, ¿podrías alcanzar con tu arco a esas bestias desde algún punto en las alturas?. Puede que de esa forma podamos terminar con todas sin arriesgar nuestro pellejo. Ireth, ¿puedes hacerlo?

Miro a Ireth esperando que su respuesta sea afirmativa.

-Amigo Vorian, quizás con nuestras hondas llegemos...date cuenta que las tiramos hacia abajo, la gravedad hará el resto. solo hay que apuntar bien. Y de munición andamos sobrados.- digo señalando el suelo de grava con una sonrisa.

- Está bien, descenderé el último. Llamaradas es necesaria para transportar el oro, no podemos abandonarla ahora que estamos en el tramo final del viaje, no crees ? - dice Gueldar entre sonriente y avispado.

Gueldar ayuda a Irëth a colocar bien la cuerda y asegurarse de que resulta bien amarrada. Cuando la elfa observa el énfasis del semielfo al amarrar la cuerda, este la mira sonriente con sus enormes ojos rasgados.
- No quisiera que Llamaradas se rompiera una pierna, quedaría inservible !

-Jodida garvilla...como munición de la honda esta genial, pero para andar en sigilo...- comento mientras bajo.

Una vez está todo preparado Dardh comienza a bajar siguiendo a Mushu con suma cautela y cuidado, esforzandose en que no caiga ni una pizca de gravilla. Esfuerzo que se ve malgastado en vano cuando el elfo comienza a dejarla caer alegremente. Resopla susurrando hacia delante.

¿Quieres mirar donde pisas!!!?? Menudo escándalo estas armando! Y tanto que decían de los elfos y su agilidad..

¡¡Hasta llamaradas haría menos ruido!!!

-Ya claro...Tú ponme a andar con el suelo lleno de cristales y no hago ruido, pero con estas piedras...- Maldigo mi mala suerte, porque tiene razón, jodia gravilla...

Ireth parpadea algo aturdida por la sonrisa de Gueldar, pero se limita a devolvérsela asintiendo con la cabeza para darle la razón, dejando que sus compañeros tomen la iniciativa de empezar a descender antes de decidirse ella, aunque Nekrach y Llamaradas deberán esperar algo más para que la cuerda no acabe cediendo ante el exceso de peso.

Observa sus desgastadas botas de piel intentando mantener cuidado en cómo posiciona los pies para no resbalar ni efectuar demasiado escándalo, aunque esto último parece un poco inútil teniendo en cuenta las piedras que desprende Mushu a su paso.
Ireth arquea una ceja, extrañada. La presión a veces juega mala pasadas y ésta debe de ser una de ellas, por eso golpea el hombro de Dardh para llamar su atención y que deje de burlarse.

-Ya queda poco, concentraos y preparad vuestras armas...- dice aferrando su arco con fuerza en la mano derecha. Probablemente tengan un "comité" de bievenida.

Comienzo a bajar por la pendiente mientras Darth empieza a recriminar a Mushu por estar moviendo simplemente un poco de arenilla.......

¿quien podría darse cuenta de eso?, en ese momento y por estar mas atento a lo que no debo mis pies comienzan a resbalar, algo no funciona, tenía que haberme concentrado en lo mio.......