Partida Rol por web

Estáis cómodamente alojados en la posada: Viento en popa, de la bonita población de Ashenport.

Unas dos horas antes del amanecer.

Lenta, gradualmente, un nuevo sonido penetra el repiqueteante ruido de la lluvia y el aullido del viento. Apenas audible al principio, se acaba resolviendo en un aullido de tono alto, y que parece ajeno a este mundo. Resuena con la pesadumbre de la pérdida, con tristeza; es como el lamento de una madre que ha perdido a sus hijos, o del marinero a la deriva lejos de su hogar. Rebota sobre las olas y no para de aumentar de volumen hasta que el ruido de la tormenta pasa a un segundo plano. Llena vuestros oídos, se insinúa en vuestra mente y en vuestra alma, hasta que os resulta casi imposible pensar en nada más. No es bello, no es reconfortante. Y sin embargo, os veis invadidos por una irresistible compulsión a seguirlo.

Bueno, pues tenemos que el ataque tiene éxito contra Rolen, Sariel y Keyleth.

Os sentís obligados a dirigiros inmediatamente hacia el mar por el camino más corto, a la velocidad de movimiento normal, sin desviaros, pudiendo superar obstáculos que haya en vuestro camino (tipo puertas). No lucharéis para defenderos, pero intentaréis rodear a cualquiera que os impida llegar al océano.

Cuando el extraño sonido por fin termina, Rolen se levanta de la cama como un resorte y sin ninguna palabra, ni mirada a nadie comienza a caminar hacia la puerta de la habitacion.

Sólo por saber ¿El camino más corto es por la puerta o por la ventana?

Me levanto lentamente, me acerco a la puerta y empiezo a empujar la cama que habíamos puesto para trabar la puerta. En silencio y sin prestarle atención a nada ni a nadie.

No hay asaltos, no es encuentro de combate, pero podéis actuar todos libremente.

Sariel se acerca a Keyleth y empieza a zarandearla: Despierta, venga...

 Cuando la semielfa es interrumpida, Rolen la sustituye en su tarea de apartar la cama de delante de la puerta. Actua sin prisas pero de forma constante.