Partida Rol por web

Tener cuidado,  digo con mi antorcha en mano y yendo de primero. Puede haber trampas... el que puso esas bestias seguro no quiere que nadie avance más de lo necesario.

- Id vosotros delante, yo me encargo de vigilar la retaguardia. Puede que todavía haya más criaturas de esas acechando... - mantengo mi arco listo listo en todo momento mientras avanzamos poco a poco.

Esta cueva es incluso más fríaque la deabajo; además, es húmeda y huele a hongos y vegetación descompuestos. Hay dos salidas en estahabitación: un corto túnelal norte, y una rampa que asciende en la esquina sureste.

Los mismos agujeros que estaban en el techo de la caverna inferior están en el suelo de ésta.

El gesto de Celion denotaba preocupación mientras estudiaba el cadáver del reptil. -No veo ninguna señal de enfermedad... Debe ser algo externo lo que ha alterado el comportamiento de estos reptiles. Lo cual no supone nada bueno para nosotros.- Concluye el druida mientras levanta la mirada a ningún punto en concreto en el fondo de la cueva. 

Con un movimiento ágil, el elfo se pone en pie. Huine le dedica una mirada a su compañero druida y se coloca a su lado para caminar junto a él. -Será mejor que nos andemos con más cuidado del que ya deberíamos.- Dice a modo de consejo obvio y, sin guardar su arco, se dispone a continuar con el viaje.

Aprieto el paso hasta alcanzar de nuevo al grupo que ya se ha internado en la nueva sala de la caverna, tras haberme retrasado unos momentos observando unos curiosos agujeros del techo y leyendo un viejo trozo de pergamino que encontré por un rincón.

Al llegar, observo que hay ese mismo tipo de agujeros en el suelo de la nueva estancia. Parecen algún tipo de nido o algo por el estilo.

- Fijaos en esos agujeros. -les señalo- ¿Podrían ser las madrigueras de los lagartos que nos dieron la bienvenida? -le pregunto al druida, que parece saber sobre la vida y costumbres de esos animales.

Me acerco cuidadosamente a uno de ellos, para observarlo más de cerca.

El semiorco avanzaba en la vanguardia del grupo mientras éstos se preguntaban qué pasaba y qué había podido pasar... complicaciones, según el guerrero, que aún mantenía un paso tranquilo y el espadón en guardia- No sé -comentó a Reluë- puede que sí o puede que no, me parece que no importa.

El pergamino es un pergamino de estallar*

En apariencia normales, esos agujeros no parecen ocultar nada. Pero un vistazo mucho más detallado te hace ver algún tipo de criaturas, aunque no consigues definir qué son.

Este sector de aqui no parece tener trampas. Digo a los demás. ¿Vamos todos juntos o nos separamos?

Me adentro en la cueva en último lugar, atenta a todo cuanto nos rodea. Arrugo la nariz debido al olor de hongos y putrefacción, bastante desagradable. 

- No me parece buena idea separarnos - respondo a la sugerencia del mediano - Si estos lagartos, que por naturaleza son asustadizos, nos han atacado, no quiero imaginar qué otros peligros habrá por aquí. Sigamos por alguna de esas dos salidas - comento señalando la rampa que sube y el túnel al norte de la cueva - este lugar me da escalofríos.

- En estos agujeros hay algo que se mueve, aunque no distingo qué tipo de criatura puede ser. -informo tras un vistazo más detallado. Me mantengo en guardia, por si algo aparece por sorpresa.

Si no, será cuestión de seguir avanzando. Intuyo que el camino principal es el que sigue subiendo, aunque no puedo estar seguro. Es precisamente por eso que me pica la curiosidad el saber a dónde lleva el otro túnel.

- ¿Miramos a dónde lleva eso? -pregunto, señalando a la salida norte.
 

Pues venimos acá no para quedarnos en la entrada... sigamos, esto me acojona, pero  espero que haya muchas cosas  con valor en este lugar ...

uno nunca sabe a quien puede robar- pienso

Tomando la salida del norte, os aventuráis en un corto tunel. Al salir, os encontráis en una habitación que, al igual que la anteiror, está repleta de agujeros, tanto en el suelo como en las paredes. Además, la pared occidental se abre al exterior, donde una plataforma lisa de roca proporciona una buena vista del territorio que se habre hacia el oeste. Hay manchas de sangre en la plataforma, y huesos y otros restos de humanoides se encuentran esparcidos cerca de la entrada de la caverna.

Dos esqueletos de lobos yacen justo en el interior de esta habitación, cerca del saliente.

Con pasos ligeros y mirada atenta, Celion avanzaba por los túneles con el resto del grupo. Huine se anticipó a los sentidos del druida y gruñó ligeramente al notar el olor de la sangre derramada. El elfo hizo un gesto a su compañero animal y este respondió calmándose visiblemente, aunque su pelaje gris se mantenía erizado a la altura de su lomo.

Celion entornó los ojos para observar con más atención al panorama de la plataforma que daba al exterior. -Puede que desde ese lugar podamos entender mejor el terreno y guiarnos mejor por estos túneles.- Dijo con voz serena. -Y puede que conozcamos un poco más de lo que ocurre en este lugar si investigamos esa pequeña matanza...- Añadió sin dejar de mirar en dirección al truculento escenario. Y, lentamente y con su lobo al lado, el druida se acercó hasta el umbral para poder ver y escuchar mejor. Sus pasos se tornaron cautelosos ante la posibilidad de que los causantes de tanta muerte todavía rondasen el lugar.

El paisaje era tranquilo y relajante, respirándose la normalidad. Amplio y lleno de árboles, no parecía indicar que ningún tipo de maldad morara alrededor, pero la muerte en su interior parecía indicar lo contrario.

Tus afinados oídos de elfo te avisaron de algo extraño, que no pudiste identificar. En el interior, allí donde estaban los esqueletos, parecía escucharse algo, pero, por muy raro que fuera, no veías de que se trataba. ¿Algún tipo de trampa? ¿Sería alguna criatura atrapada?

- Parece que el camino se acaba aquí... -comento al ver que no hay más salida que la abertura que da al exterior.- Tendremos que dar media vuelta y probar la otra salida.

Otra vez los dichosos agujeros, esta vez acompañados de rastros de una matanza. Camino con cuidado, siguiendo al druida y a su lobo en dirección a la plataforma, a ver si se vé algo de interés.

Celion estaba concentrado en reunir la información que sus afinados sentidos le pudiesen proporcionar desde el umbral del acceso a la plataforma. Respiró profundamente disfrutando del fresco aroma de los árboles y de la leve brisa que se formaba en la entrada. Pero ello no era suficiente para ignorar el perturbador hedor de la muerte que impregnaba el lugar.

Entonces algo llamó su atención. Un sonido que no logró identificar pero que sin duda despertó la curiosidad del elfo. -Allí, donde descansan los esqueletos, ¿alguno más lo oye?- Informó de una manera un tanto enigmática a sus compañeros a la vez que señalaba. -No estoy seguro de lo que es, pero sin duda es algo que deberíamos comprobar.- Dijo para compartir sus preocupaciones. Debían averiguar todo lo posible para evitar sorpresas y peligros desconocidos en lo que les quedaba de viaje. De modo que, con sumo cuidado, se acercó hacia la fuente del sonido para investigar su origen.