Partida Rol por web

Tras rebuscar en esa caverna, decidisteis que lo mejor era continuar por el corto tunel del norte.

Esta cueva tiene un olor horrible, y su suelo y paredes están casi completamente cubiertos por una espesa capa de guano*. Un esqueleto semienterrado que sostiene una espada es visible asomando entre el guano. Hacia el este hay un saliente de roca, seguramnte utilizado como zona de vigilanzia por los anteriores habitantes.

En la pared de la cueva que queda tras el esqueleto (que no está oscurecida por el guano) que muestra un mapa, seguramente de Zhar, con varias indicaciones.

Estamos metidos en la mierda literalmente. Digo tratando de caminar en esa porqueria. Y yo que me habia bañado hace una semana. ¿ven el esqueleto?... tiene algo...ashhh.... digo haciendo cara de asco. Espero que el pago por esta misión valga la pena, o por lo menos encuentre que robar que valga la pena - pienso- me quedo un poco atrás prefiero que alguno de mis compañeros más intelectuales tome el mapa.

Chapoteando sobre los excrementos que inundan el suelo de la nueva caverna, me acerco a la pared que más llama la atención, la que tiene el mapa, para echarle un vistazo.

- Cuando salgamos de aquí, con el dinero de la misión podrás pagar para que te bañen, Lordo.  Piensa en alguna linda mujer mediana enjabonándote la espalda, y caminar sobre toda esta mierda se te hará más llevadero. -comento jocosamente para que el ánimo no decaiga.

Celion avanzó por la nauseabunda cueva con tiento para evitar resbalar a causa de la capa de excrementos que cubría el suelo.  Tras poco tiempo, algo les llamó atención en medio de aquel estercolero natural. Un esqueleto del que se ocupó Lordo y, quizás el detalle más llamativo, un mapa grabado en la pared de la cueva. 

-Mirad esto.- Dijo el druida a sus compañeros al ver que ninguno parecía percatarse del dibujo realizado en la fría piedra. -Quizás tenga que ver con el motivo principal de nuestra misión.- Conjeturó mientras pasaba una mano por las líneas horadadas en la superficie de la pared tratando de entender su significado y el motivo de las indicaciones que allí aparecían.

Pfff.... digo cuando nombran la escritura... No cuentes conmigo hermano, no sé de esas cosas...

Una risotada se escapó de la boca del semiorco cuando Reluë propuso una idea de como sobrellevar el caminar por toda esa porquería- si piensas algo así, todo se hace más llevadero -añadió antes de que el elfo hablara.

Escuchó lo que decía del mapa de la pared- ¿alguno tiene tinta o carbón y un papiro o pergamino? Podríamos copiarlo, solo por si acaso -propuso ante la idea de que pudiera indicar algo interesante o que fuera algo importante para la misión actual.

Al empezar a vadear por el guano, un silencio casi sobrenatural inunda la sala. Antes de que os pudierais dar cuenta de algo más, incluso antes de llegar al mapa, un gemido terrible asola la habitación.

Un sinfin de murciélagos, dormidos seguramente hasta ese momento, comienzan a revolotear sobre vuestras cabezas, emitiendo ese chirrido desquiciante y rodeándoos a aquellos que no son suficientemente rápidos para evitarlos.

Una capa larga y negra cuelga de la pared de la caverna. De repente, la capa se descuelga de la pared y aprovecha una corriente de aire para moverse a través de la caverna. Entonces se despliega, convirtiéndose en unas alas negras y en una cola huesuda con forma de lático que se desenrolla estirándose detrás. La criatura vuela hacia delante, revelando unas fauces llenas de dientes y unos penetrantes ojos rojos que destacan de entre la profundidad de las sombras del cuerpo parecido al de una mantarraya.

Thokk escuchó ese maldito gemido, pero apretó los dientes y consiguió aguantar para enfrentarse a ese ser, sin embargo un montón de murciélagos le pasaron, y el instinto pudo más que la mente y comenzó a manotear para apartar todo eso que se le lanzaba encima, pero cuando terminaran podría lanzarse al combate una vez más.

Ohhhh. me toco la cabeza mientras caigo. Mi cabeza..... ahhh

Celion se afanaba por interpretar las líneas y espacios que representaba el mapa grabado en la fría pared de piedra de aquella apestosa cueva. Las yemas de sus dedos repasaban la superficie rugosa en busca de cualquier detalle que se escapase a la aguda vista del elfo. Pero poco pudo averiguar pues estaba claro que las criaturas de un solo ojo que mataron antes no eran los únicos anfitriones en esta gruta. Y no cabía duda de que ellos eran unos invitados indeseados en esta casa.

Huine se percató de la amenaza un segundo antes de que un chillido ensordecedor llenase el lugar. El pelaje del lobo se erizó a la vez que el animal se agazapaba en una pose agresiva. Celion se llevó las manos a los oídos instintivamente mientras se giraba para buscar con los ojos al culpable de tan desagradable sonido, pero una bandada de murciélagos volaba espantada hacia ellos. Huine reaccionó lanzando dentelladas al aire tratando inútilmente de abatir a alguno, pero Celion rodó a un lado para evitar a los molestos voladores. Con precisos movimientos, el elfo prepara su arco a la vez que localiza a su objetivo para liberar una flecha ante la criatura que los ataca.

Tras el grito estremecedor que casi me deja aturdido, tengo que reaccionar rápido para no verme rodeado de un montón de murciélagos espantadizos y me aparto dando un salto hacia un lado buscando el refugio de la pared de la cueva, como hace mi compañero elfo.

Le imito también sacando con presteza mi arco y localizando al causante de tremendo alboroto: una gigantesca criatura alada que nos muestra sus fauces y mira con gesto amenazante.

Mi flecha vuela junto con la de Celion en busca de su objetivo.

Los murciélagos cayeron sobre vosotros, mientras Lordo caía aturdido por el gemido del manto. Los murciélagos volaron para y se quedaron enredados en el cuerpo de Huine y en el de Thokk, dejando a Reluë y a Celion con cierta libertad.

El manto se acercó hasta Celion y descargó su poderoso coletazo contra él, por poco no le partió la mandíbula. Aunque Celion era fuerta y, dando un paso atrás, lanzó un flechazo, acompañado con el de Reluë. Sólo el de este último quedó clavado sobre el cuerpo del manto, que esta vez gimió de dolor.

Thokk se sentía cubierto por esos malditos murcielagos, pero cuando desaparecieron no lo dudó ni un segundo. Se lanzó corriendo contra el manto mientras gritaba con ferocidad y lanzaba otra tremenda descarga con su mandoble. Con suerte seguiría la tradición y caería, si no tendría que caer ante otro golpe.

Escucho gritos y movimientos pero practicamente no se que pasa a mi alrededor. ¿sobrevivire?... !qué dolor de cabeza!

Animado por el primer tiro certero y por la salvaje carga de Thokk, cargo presto la segunda flecha, apunto con ojo de halcón y...

Esta vez el ataque del manto no dio en su objetivo. Celion consiguió apartarse en el último segundo, provocando el coletazo se estampara contra el guano, levantándolo por el golpe y pringándoos a todos de las heces de murciélago. Por suerte, hizo que la bandada de murciélagos huyera de allí, dejando la visiblidad completa a los combatientes.

El ojo de halcón de Relüe pasaría a la historia, indudablemente. Apuntó con precisión al manto, pero no se sabía si era al manto que estaba atacando a su compañero o a otro que sólo él podía ver. La flecha salió disparada contra la pared del techo y, aunque lo lógico es que se hubiera quedado clavada o se hubiera roto con el impacto, no fue así. La flecha volvió hacia su dueño y se le clavó en la pierna.

Thokk afinó más. Corriendo como pudo entre todo el guano, lanzó una estocada formidable, pero con poca fuerza. El manto recibió un tajo que no parecía ir más que un simple arañazo, pero provocó en el otro grito de furia. Si seguían así, necesitarían algo más que otro golpe.

Thokk estaba algo cabreado, pues ese ser había aguantado ya un golpe suyo y seguía vivo- Maldito bicho asqueroso -dijo mientras aprovechaba la inercia del golpe anterior para lanzar otro ataque contra ese maldito bicho con la esperanza de matarlo de una vez por todas.

Atontado  y viendo el sufrimiento de mis compañeros, trato de recuperar mis fuerzas y disparo contra esa cosa horrenda.... por los dioses... solo murmuro