Partida Rol por web

Aunque ominosas, estas estatuas no parecen representar ninguna amenaza. La habitación, además, parece estar vacía.

Aunque ominosas, estas estatuas no parecen representar ninguna amenaza. La habitación, además, parece estar vacía.

Había algo extraño en la siguiente habitación. No se veía, pero nada. Absolutamente nada. Como si la oscuridad se hubiese hecho material, y pudieras tocarla con la mano.
 

No hay trampas, por lo que veo.... La habitación parece estar vacia. Digo confundido, debe haber otra puerta hacia otro lugar...

Camino de un lugar a otro y doy media vuelta pensativo

No entendia mucho... entramos a un salon cerrado, pero debe haber otra puerta.

¿decia el escrito algo sobre estas estatuas?

- No parece haber nada extraño en estas estatuas. -comento mientras le doy unas palmaditas cariñosas en la cara al diablo barbado- Ni recuerdo que en el mosaico dijera nada sobre ellas. -respondo a Lordo.-

- ¿Hay algo ahí que nos impida bajar? -le pregunto a Celion- ¿Se ve algo? -me despido de la estatua dándole un simbólico tirón de barba y me acerco a donde está mi congénere.

Celion tardó unos segundos en responder a la pregunta de Reluë, prendado todavía por aquella oscuridad absoluta que los esperaba más allá de la puerta. -No, no se ve nada. Y eso es lo que más me preocupa.- Responde con seriedad. Su raza podía ver más allá que los ojos de un humano aunque nunca en una ausencia total de luz. Aunque en este caso bien podía ocurrir que la iluminación no fuese suficiente... No obstante, era algo que debían averiguar antes de arriesgarse a caminar hacia una oscuridad contra la que no se podía luchar.

Con paciencia pero diligencia, Celion buscó algún canto o piedra pequeña a su alrededor para cogerla en su mano. Buscó en una bolsita de cuero que llevaba atada al cinto hasta sacar un pellizco de musgo fluorescente. Lo desmenuzó entre sus dedos encima de la pequeña piedra. -Calaccë.- Susurró mientras realizaba el simple ritual. La piedra comenzó a brillar hasta alcanzar un brillo considerable. Entonces Celion la arrojó procurando que cayese al fondo de las escaleras para ver si así podía disipar parte de la oscuridad que no le dejaba ver. 

El trozo de piedra que Celion conjura y lanza cae al suelo de esa oscuridad tan extraña. Y allí se queda, brillando. Pero no consigue alumbrar nada de la zona. Sólo es un punto luminoso, pero la oscuridad es tan densa que no le deja ir más allá.

Al ver la oscuridad de la zona que intentaba iluminar el druida, Thokk chasqueó la lengua y se adelantó- Yo veo mejor que vosotros en la oscuridad, así que iré delante, y si me ataca algo, pues ya sabéis -y sin más comenzó a bajar por las escaleras con cuidado, no fuera que un escalon se rompiera o algo así.

Sigo al grandotote diciendo que le seguia, la verdad no me llamaba mucho la atención estar en este horrendo sitio oscuro. Pero marcho detrás de él. Mirando al rededor, y tratando de escuchar si hay peligros al frente. Esto parece un templo. Pienso... es muy raro...todavía estoy pensando si valio la pena traer mi tracero a estos lugares.

Me acerco a la puerta, miro hacia abajo y veo la profunda oscuridad que ha descrito Celion, solamente rota por el minúsculo brillo de la piedra hechizada que ha dejado caer.

Pues sí que está oscuro, sí. No sé si hará mucho pues es posible que esta oscuridad sea fruto de algún encantamiento de protección o algo similar, pero aún con todo enciendo una de mis antorchas. Me hago a un lado para que pase el grandullón y me dispongo a cerrar la fila a ver si la luz de la antorcha es capaz de iluminar a dos palmos de mis narices.

Celion detuvo, por un instante, el avance del semiorco. -Sé de la habilidad de los tuyos para ver en la oscuridad, compañero, pero esta negrura no es algo natural.- Le dijo con seriedad a Thokk. -Ya has visto que la luz que convoqué no ha hecho nada por iluminar el camino y dudo mucho que una antorcha pueda ayudarnos más que para indicar nuestra posición si estamos lo suficientemente cerca.- Tras compartir sus pensamientos, el druida adoptó un semblante pensativo, tratando de pensar en una manera de combatir la oscuridad.

-Reluë, ¿serías capaz de intentar disipar esta magia? Mi poder no es el adecuado para esta tarea.- Preguntó al otro elfo. -Si no es así, no sé cómo de acertado será internarse en esta oscuridad tan densa... De todos modos, ¿qué otra alternativa nos queda?- Planteó con un atisbo de duda en su voz. Si se topaban con alguna amenaza en la siguiente sala y ni siquiera Thokk era capaz de advertirla, sería sin duda presa fácil. Además, tampoco tenían la certeza de que hubiese una salida y, de haberla, que estuviese iluminada.

Es perfectamente normal que Celion haya podido pensar que tengo el suficiente poder como para hacer lo que me pide. Es evidente para cualquiera que tengo unas claras aptitudes y una alta capacidad para el arte de la magia, pero todo lleva su tiempo.

- Uhm, quizás amigo Celion. Quizás pueda hacer algo al respecto... -digo con tono misterioso mientras pongo cara de concentración, cierro los ojos y me llevo los índices a las sienes. Musito unas palabras para mí mientras me concentro en detectar cualquier foco mágico que provenga de la profunda oscuridad primero, o de la fila de estatuas después.

No es exactamente lo que podríamos llamar 'disipar la magia' pero quizás así obtenga información sobre el encantamiento que nos ayude a contrarrestarlo.

Obviamente, la oscuridad era mágica. Pero había dos auras mágicas más, aunque no conseguías determinar qué eran. Una de ellas parecía traer un viento sacrílego del interior de la tumba. La otra... Mucho que hubieses conseguido definirla como algo mágico

- Sí..., ejem... -a ver cómo digo un par de obviedades de forma que suenen como un descubrimiento importante.- Efectivamente... este lugar está rodeado por una serie de auras mágicas.

Una de ellas es, sin duda, esa impenetrable oscuridad. He... ejem... he tratado de disipar el hechizo, -mentira- pero la fuerza es demasiado poderosa. Me temo que no voy a poder hacer nada.

Por otro lado, detecto dos auras más, aunque no consigo determinar qué son.

Realmente no es mucho. Bueno, mejor dicho, no es nada, pues nos deja con la misma duda que teníamos antes: ¿Nos arriesgamos a bajar las escaleras o seguimos aquí plantados, admirando las estatuas?

Miro a los demás con toda la dignidad de la que puedo hacer acopio, siendo consciente de que mis poderes mágicos no han ayudado mucho, a ver si a alguien se le ocurre qué hacer.

Camino hacia adelante tratando de hacer silencio y escuchar eso de las auras que dice el mago, las auras para mi son presencias, seres, personas o no que estas en este lugar y posiblemente más cerca de lo que pienso, por tanto mientras avanzo trato de escuchar si más adelante hay enemigos.