Partida Rol por web

Escuchaba desconfiado la discusion de todos, me preocupaba que lo dicho por el grandote fuera cierto y despertaramos algun muerto, ¿tantas abominaciones que existen y lo que nos faltaba era muertos vivientes?.... los nicromantes eran los expertos en esos oficios oscuros, llenos de muerte, almas, huesos y carne podrida.... no había nada más horrendo que esos magos oscuros de la muerte, lo que me preguntaba era si no habiamos caido en una trampa de estos oscuros sujetos.

Algo nervioso  digo para tratar de saber que hacer frente al particular.

Relue, pero dado que tu sabes de magia sera mejor que explores, yo  de esto no sé mucho, si se levanta algo de esa cosa sera pa que me mee.... no sea que haya un nicromante en este sector.

Inquieto por la situación, respondo a Lordo:

- Poco más hay que pueda hacer. Detecto magia en el interior, pero no puedo decirte si tiene que ver con la necromancia...

¿Creéis que esto es el final del camino? -les pregunto, dejando el tema de la magia por un instante.- ¿O quizás pueda haber alguna otra puerta secreta oculta tras esos grabados de la pared? -me pregunto si el mediano verá lo suficiente como para poderlas examinar.

Espero a ver si los demás encuentran alguna prueba tangible de nuestra visita a la tumba que podamos llevarle a Negroalciervo como souvenir, mientras me fijo en el martillo que reposa sobre la tapa del sarcófago y una loca idea cruza por mi cabeza.

Tiene Magia al interior... fantastico...¿y si le ponemos una trampa a lo que vaya a salir antes de que nos ataque?- digo asustado, no sabia que iba a salir del ataud ese, pero no queria imaginarselo, en esta misión ya habia comido mucha m...

Si alguien se atreveria a abrir esa cosa, no sería él... no señor

No me gusta nada de nada...

En la sala sólo estaba la tumba, no había nada más.
 

- ¿Qué hacemos entonces? -pregunto al ver que nadie encuentra nada de interés.- ¿Volvemos a contarle lo que hemos visto a Negroalciervo o...?

Me acerco despacito nuevamente a la tumba, temeroso de que un movimiento brusco provoque una molestia en el descanso de los huesos que debe haber dentro. Me fijo en el martillo de nuevo, sin atreverme a tocarlo. ¿Sería posible, con mucho cuidado, levantarlo de donde reposa, y tomarlo 'prestado'?

Mejor prueba que ésa de que hemos encontrado la tumba de Vórbyx dudo que podamos encontrar.

Me dispuse a rodiar la tumba en busqueda de algo que me llamara la atención pero posiblemente por la oscuridad no vi nada.

Lo único que conseguiste es clavarte un pico de la tumba en la cabeza. La oscuridad era demasiado para tí, apenas podías ver más allá de tu nariz.
 

El conocimiento antiguo vino a tu mente y te susurró unas palabas.

Has encontrado un mapa, has encontrado una tumba. Si no ves lo que hay en su interior, ¿cómo sabes que es aquello que has estado buscando?

Muchachos no veo nada, ¿¿¿alguien de ustedes no ve mejor en la oscuridad?????

Digo tras tratar  de explorar

Celion se mantenía pensativo mientras Huine rodeaba suspicaz el sarcófago que tantos quebraderos de cabeza les estaba dando. Sin nada más allí que esclarecer, tan solo les quedaba volver y esperar que su palabra fuese suficiente para calmar la curiosidad de Ulblyn o si debían calmar la suya misma inspeccionando el interior de la tumba. -Sin duda es una cuestión espinosa...- Respondió a su compañero elfo. -Está claro que aquí se esconde algo. La pregunta es si nos corresponde a nosotros averiguar qué.- Añadió sin dejar de mirar lo que se había convertido en el centro de atención.

Por su parte, el mediano se apresuró a inspeccionar el ataúd pero con poco éxito. -A ver si yo tengo mejor suerte.- Le dijo a Lordo al tiempo que el mismo druida inspeccionaba con minuciosidad el sarcófago comenzando por el martillo que descansaba sobre su superficie atrayendo toda la atención de quien posase su mirada en el conjunto. 

Mientras acabo de convencerme de que el martillo realmente forma parte de la ornamentación del ataud y no creo que se despegue de él, algo en mi interior me dice que no podemos dejar esto sin finalizar y volvernos sobre nuestros pasos a contarle a nuestro patrón que hemos estado al lado de una tumba siguiendo las indicaciones de un mapa y que no hemos tenido lo que hay que tener para ver qué había dentro y cerciorarnos de que es realmente el sitio donde reposa Vorbyx.

Autoconvencido por ello y porque soy de natural curioso, acerco mis manos al ataud.

- Voy a intentar coger el martillo. -les anuncio.- Aunque, no sé por qué, pero sospecho que está anclado a la tapa del ataud, así que es posible que ésta se levante... un poco.

Miro a mi alrededor. Si ninguno de mis compañeros me lo impide, intentaré coger el martillo, más que nada por sopesarlo y ver si es posible abrir la tapa sin mucho esfuerzo o si necesitaría la colaboración de todos.

-No lo hagas -dijo el semiorco- ¿cuantas historias comienzan por retirar un objeto que custodiaba un gran mal? -se acercó al elfo y puso su manaza sobre el martillo para evitar que lo quitara- lo hemos encontrado, nos vamos, informamos y los estudiosos sean los que causen el apocalipsis si hay.

Es increible la capacidad de convencimiento que tienen unas palabras coherentes, diáfanamente expuestas por una mole con una musculatura que hace tragar saliva.

- De acuerdo, amigo. -el grandullón es de buena pasta, pero no me gustaría verle irritado.- No hay problema, nos vamos. Pero sería una pena que ahí dentro hubiese algo realmente valioso y que lo dejemos atrás por temor a despertar a un fantasma.

No puedo impedir que mi curiosidad se ponga tozuda, pero desde luego no pienso discutir la decisión que el semiorco ha tomado, así que me separo del ataud dispuesto a volver a las escaleras de salida.

-No temo despertar un fantasma, temo despertar algo que arrase partes del mundo antes de ser parado -explicó el mestizo mientras retiraba la mano del martillo- Yo no soy alguien codicioso, solo quiero algo para poder seguir viviendo y como no puedo asentarme en una aldea y tener una vida normal por mi aspecto, pues entonces realizo estos encargos, y no quiero ser el causante de dolor ni sufrimiento en gente que no se lo merezca.

En esa sala no hay nada, y estás totalmente convencido. Si hay algo, valioso o no, está dentro del ataúd.

Mentalmente, sufres un debate. La sensated te avisa de que es mejor retirarse. Habéis encontrado un ataud, podéis suponer que es lo que andábais buscando. Pero una parte de tu cerebro, quizá la coherencia, o la locura disfrazada de tal, te avisa. Es sólo un ataud. ¿Cómo vais a asegurar que es lo que estábais buscando? ¿Por una ornamentación? ¿Por un mapa? Quizá la única forma de cerciorarse sería abriendo y viendo los huesos que descansan.
 

Celion se mantenía callado y pensativo. El breve estudio del ataúd no había revelado nada nuevo y mucho menos determinante para dar su búsqueda por concluida. Lo que habían encontrado no era suficiente. Se mirase por donde se mirase y por mucho que el druida haya intentado convencerse de ello, no lo era. -Me temo que nuestra misión no estará completa hasta que averigüemos lo que hay aquí dentro.- Dijo finalmente intercalando miradas entre el reticente semiorco, el curioso elfo y al enérgico mediano. Huine, por su parte, emitió un leve gimoteo como advirtiéndole de lo que estaba sugiriendo pero el druida enseguida le acarició la cabeza indicándole que todo estaba bien.

-Nuestra misión es volver con una prueba y en esta sala no hay ninguna.- Aquel hecho era irrefutable. -Tan solo nos queda mirar dentro del sepulcro.- Dijo a continuación con tono serio. -Al igual que vosotros, tengo reparos en hacerlo. Pero hemos aceptado esta misión.- Realmente aquello no era un argumento de peso pues cada uno era libre de obrar a su antojo, pero el druida tenía una deuda personal con Ulblyn y quizás así terminase por saldarla. ​-Hasta que no lo hagamos no sabremos si este es nuestro verdadero objetivo o tan solo una construcción posterior en honor a una leyenda.- Sentenció finalmente. Debían escoger un camino a seguir y el momento era ahora. 

Da gusto tener congéneres a los que no les amedrentan las palabras de peso expuestas por un semiorco, así que en cuanto oigo su exposición, detengo mi marcha hacia fuera de la sala y, desde donde estoy -a cubierto del posible enfado de Thokk- apoyo la moción de Celion.

- Sí, es cierto. Sería muy lamentable decirle a Negroalciervo que estuvimos junto a lo que 'podía ser' el sepulcro de Vorbyx pero que no nos atrevimos a cerciorarnos.

Y no tiene nada que ver con la codicia, Thokk. -le aclaro- Por 'valioso' no me refiero a joyas ni tesoros, no creo que haya nada de eso ahí dentro. -espero que esto no eche para atrás al mediano, así que corrijo.- Aunque, quién sabe...

Es la magia lo que busco; esa magia que noto emanar de su interior y que no logro identificar. No puedo irme de aquí sin saber de qué o de quién proviene.

Es sencillo. Quienes quieran irse, que se vayan. Aunque me gustaría terminar esto todos juntos.

Ale, ya está el órdago lanzado, a ver cómo acaba esto.

Hagan lo que tengan que hacer rápido y salgamos de este puto lugar, entre más pruebas tengamos más rápido nos pagan. Digo molesto....

No me molestaba despertar a los muertos pero me molestaba más no ganar un duro de toda esta maldita situación