Partida Rol por web

Al apartar la gran roca, un olor a cerrado y a humedad os inunda el olfato. Ante vuestros ojos aparece una galería de 10' de ancho y bastante alta. La brillante luz de la luna os ayuda a ver su interior, junto al aura de los dos fantasmas que se encuentran parados en medio de un largo pasadizo.

El fantasma del elfo súbitamente se da la vuelta hacia vosotros y se lleva la mano al pecho. Cae al suelo entre convulsiones y despacio, poco a poco, su imagen se va desvaneciendo hasta desaparecer por completo. El fantasma del niño permanece quieto, observando la escena. Tras la desaparición, el niño os mira con ojos llenos de dolor e inundados por lágrimas. Levanta la mano hacia vosotros, como pidiendo ayuda.

entro en el pasillo y veo como el elfo desaparece.

-Necesitas ayuda pequeño?, a donde ha ido tu padre, que es este sitio. Me giro hacia el enano, espero que esto no haya pasado por abrir esta especie de tumba a la fuerza.

Cuando por fin conseguimos abrir la puerta me quedo atrás cojo el arco y lo monto para estar preparado, entonces veo al elfo desaparecer y al niño que nos pide ayuda.

-Dudo mucho que nuestra acción haya probocado la desaparición del fantasma, no es tan fácil acabar con ellos, como mucho habríamos probocado su ira. Y si así fuese no creo que el niño nos pidiese ayuda. Parece más bien que algo tiene atrapados aquí a estos seres y no encuentran la paz.

Al ver la escena de los fantasmas, con el padre como muriendo mientras desaparece y el hijo nos mira, reparando en nosotros no como su padre, mirándonos con tristeza, llorando como implorando ayuda. Me quedo descolocado sin saber bien que hacer, y respondo al clérigo:

-Yo no se mucho de fantasmas, pero no creo que mover una simple roca, por muy pesada que fuera, haga esto a los fantasmas -digo susurrando para no molestar al fantasma del niño, mientras echo una ojeada a la estancia mirando las posibles salidas que puede haber, y si hay alguna que me llame la atención, esperando que el fantasma conteste al clérigo y podamos ver que ocurre aquí.

Observo "morir" al fanstasma del elfo y observo al nuevo fantasma, que no recuerdo de antes, el cual es un niño y parece mirarnos mientras llora y nos tiende una mano, pidiendo ayuda.

-¿Qu-qué podemos hacer? - pregunto, sin esperar respuesta.

Al abrirse la puerta, veo a los dos fantasmas, pero el fantasma del elfo se desvanece de una forma agónica, y el del niño parece estar buscando ayuda, al parecer las ideas de Bardum que tienen problemas para descanzar en paz no son tan descabelladas.

Me acerco al niño y le digo, buenas tardes, perdona por haber entrado así, pero cualquier cosa que esté a nuestro alcance para ayudarte la haremos. Trato de no asustarlo lo último que queremos es volver a correr atras de un fantasma.

El pequeño miró a Bardum y luego a Gerbo, quienes le habían preguntado. Empezó a hablar, sus palabra sonaban como un lamento sobrehumano que os provocaba una profunda melancolía.

Recuerdo que yo vivía en un pueblecito cercano a un lago, con mi papa y mi mama, en una casa grande y bonita. No sé cuando, me parece que fue hace poco, mi papa comenzó a realizar viajes hacia las colinas. Todos los días mi papa iba cargado con mochilas y otros cosas, hasta perderse por las colinas, y me dejaba solo, yo quería ir con él. - el niño se frotó las lagrimas de los ojos para seguir hablando - Un día lo seguí, quería saber donde iba mi papa. A escondidas, fui tras de él por el sendero, hasta llegar a la gran cueva. Él no me vio, se muy bien esconderme, soy pequeño y hago poco ruido. Me colé detrás de él hasta el interior. Caminé por esta galería un rato hasta llegar a la puerta de broma. Toque donde mi papa lo hacía y pude pasar. Pero aquello no me gustó, estaba tan oscuro, me daba mucho miedo y no veía a papa...

El niño se arrodillo, escondiendo la cabeza entre los brazos, sollozando, parecía que le costaba seguir hablando.

En cuanto el niño termina el relato me acerco a él y me agacho.

- Hola pequeño, estamos aquí para ayudarte, me llamo Aust, estos son Kylon, Bardum, Tejón y Ulkus ¿cómo te llamas? ¿y cómo se llaman tus padres?

Asiento mientras el mago habla, tratando de hacerlo entrar en confianza, cuando el termina le digo podemos parecer un grupo extraño, pero podremos ayudarte.

El niño fantasma empieza a responder las palabras de Bardum, y del gnomo. Al parecer se perdió en esta gruta oscura siguiendo a su padre. El elfo y el gnomo siguieron hablándole, yo no tengo mucha mano con los niños aún así ver este niño  desamparado aunque fuera un fantasma me hacía tener una desagradable sensación. Después de escuchar las respuestas que le da a Aust y a Gerbo, añado:

Tranquilo muchacho, tranquilo. Ahora estamos aquí y nada va a pasar, por favor enséñanos donde está esa puerta de broma, y como se puede abrir. Nosotros encontraremos a tu papá. - digo la manera más reconfortante que puedo , ese debe ser el pasadizo para encontrar el secreto de todo esto, pensaba al decir las palabras.

El niño se calmo un poco, levantó la cabeza para mirar a Aust.

Carnaby... me llamo Carnaby. ¿Porque mi papa no puede verme señor? - sollozó de nuevo - Mi papa me gritó en esa oscura cueva, no quería que cruzase el puente, pero no le hice caso, se enfado mucho. Ya no recuerdo más, todo se volvió raro. - se miró la manos translucidas - Siempre intento hablar con mi papa, pero no me contesta ni me mira. No he hecho nada malo.

Las lagrimas corren por sus mejillas mientras lentamente desaparece, musitando lastimosamente - Ayudadme a que mi papa perdone, por favor.... - hasta desaparecer completamente.

La galería se quedó solo iluminada por la luz de la luna que se colaba por la puerta.

Veo como el pequeño niño desaparece frente a mis ojos, mientras lo ve desvanecerse el corazón del gnomo se apiada de la pobre alma, el pobre no debe tener idea de que está muerto (si es un fantasma y no otra cosa), y debe estar condenado a perseguir a su padre eternamente por estos pasillos.

Al parecer el niño tuvo problemas con su padre, y debemos encontrarlo y hacerlo entrar en razón, el problema es que si no le dirige palabra a su propio hijo dudo que nos la dirija a nosotros. El gnomo se queda pensando. También habló sobre un puente, si entendí bien el mismo debe ser siguiendo este pasillo, lo que va a hacer la cueva mucho más grande de lo que parece a simple vista. Miro a todos lados pensativo. Podríamos usar la rama que agarró Ulkus para abrir la puerta como antorcha, o sino... Miro al mago. ¿Aust tu conoces algún tipo de hechizo que nos pueda iluminar mientras caminamos?

- Conozco alguno, pero por desgracia no lo tengo preparado para hoy. La magia es un recurso limitado y debe utilzarse con sentido. Si podemos utilizar antorchas no debemos malgastar un conjuro. Además las antorchas pueden apaqgarse a voluntad para evitar que el enemigo nos localice de ser necesario. Las luces mágicas en estos casos complican el pasar desapercibidos.

-Este tema es complicado, ¿saben quién es su padre? - pregunto, mirando al niño con tristeza, ya que apenas he superado la muerte mi familia.

Rebusco en mi mochila hasta que al final la encuentro.

- Ajá aquí estás, bien maese Tejón por suerte me acordé de echar una antorcha antes de partir. - digo mientras la enciendo- Ahora vayamos por la cueva hasta encontrar esa puerta de "broma" de la que hablaba el niño. Allí encontraremos las respuestas que andamos buscando.

El pasadizo continuó adentrándose en el interior de la colina, tenía una leve inclinación por lo que deducíais que se internaba bajo tierra. Se volvió totalmente oscuro a los pocos pasos de dejar la entrada atrás, pero gracias a la visión de los enanos y a la antorcha de Ulkus, llegasteis a una ampliación rocosa.

Había una luz azulada al final de la galería natural, ensanchada en su extremo final. Allí, un muro de piedra de lado a lado y de suelo a techo se erguía ante vosotros. En el centro del muro, una puerta de madera gruesa, revestida con planchas de acero y con un tirador del mismo metal en su centro. Sobre ella, en el centro del muro, incrustada entre las profusas decoraciones, una piedra de luz que ilumina la puerta. A ambos lados de la puerta pueden adivinarse unas inscripciones en medio de antiguos símbolos decorativos.

En el suelo, al lado de la puerta se encuentra los restos de un cuerpo, y un segundo cuerpo a pocos pasos, en el lado derecho de la puerta.

Camino con el arco en la mano y el bastón a la espalda en el último lugar ya que cuerpo a cuerpo poco puedo hacer. El túnel parace que va descendiendo y cuanto más desciende más aumenta mi desasosiego. No me gusta estár bajo tierra. De repente veo que nos detenemos delante de una puerta y dos cuerpos.

- Debemos tener cuidado, no quiero acabar como estos.

La luz de la puerta muestra la puerta en todo su explendor, también revela unas inscripciones.

- Aquí pone algo, voy intentar leerlo.

La Inscripción de la Derecha.

Está escrita en élfico y encuadrada. El marco que la rodea está decorado con gran variedad de runas antiguas. La inscripción dice así:

Ningún elfo es bienvenido a la morada de Alyridian.

Vuelve sobre tus pasos o tu muerte será temprana y tu

espíritu vagará por siempre por el mundo de los vivos.

Ya has sido advertido, sólo el portador de la espada de luna

y la armadura de plata podrá flanquear la entrada élfica.

La Inscripción de la Izquierda

Está escrita en común y encuadrada con runas variadas. La inscripción reza:

Si tu corazón es puro como la plata que buscas

entra sin miedo demostrando tu humanidad.

Si es tu corrupto espíritu el que te impulsa a buscar la plata,

prueba otra puerta o, mejor, vuelve atrás

pues de otro modo tu muerte se adelantará

a menos que seas el portador del anillo de la gran luna.