Partida Rol por web

Una galopada sin ningún problema hasta el lugar.

Algunos de sus compañeros se aburrían de la charla. Él por su parte, la escuchó toda sin problemas y hasta con un punto de ilusión. Era turmita de sangre, aunque no hubiera visto su tierra hace años, y llevaba escrito en su núcleo de costumbres escuchar con arrobo las noticias que trajera una caravana de comerciantes desde lugares remotos. Además, siempre era bueno saber de tierras lejanas y por dónde estaban antes de embarcarse de nuevo a lo desconocido... si había aprendido algo en todos esos años es que la romántica estampa del caballero errante depende de cosas tan mundanas y desechables como alimentarte a tí y a tu caballo.

-Sin problemas -dijo mientras volvía a su comida. Guisado caliente que conforta el estómago y el corazón... mucho mejor que pan, higos secos y carne en salazón- Puedes llamarme Duncan, si lo prefieres.

Pero no esperó a ver si había respuesta; podía oler ciertas cosas en el ambiente. Simplemente lo dejó caer y siguió comiendo mientras inspeccionaba duisimuladamente la zona. Cuando terminara, se encargaría de dar de beber y cenar a Garañón, y examinar si había habido algún problema en el camino.

Os pareció oir un bufido cuando Cyrus le preguntó sobre el estilo de lucha. Pero al escuchar al bárbaro fue Diana la que habló.-Es muy buena con la espada bastarda que lleva a la espalda, sabes? y también utiliza un escudo que lleva en el carro mi padre.-

- ¡Cómo me vuelvas a llamar Gnomo te arranco la cabeza de un mordisco y me hago un casco con ella! - dijo Gerbo en voz baja, realmente no quería que Praixa le escuchara, pero profundamente enfadado.- No será tan buena si necesitan contratar más mercenarios... - volvió a decir en voz muy baja y eso le alegró un poco el semblante.- ¡Bueno, mis valientes! ¡A sus puestos que nos vamos ya!

Agarró las riendas para conducir el carro y antes de partir echó un pequeño vistazo a la parte trasera de la caravana, por saber lo que tenía que transportar mayormente.

Cuando el camino comenzó a hacerse mas estrecho, y los árboles cada vez eran mas numerosos, a un lado del camino una gran roca de forma cóncaba, podía cobijar sin problemas a la caravana y el saliente, hacía las veces de puesto de vigilancia.

Eolsen se apartó del camino dirigiendo hacia allí su carro.-Aunque todavía no ha anochecido, es mejor parar aquí. Es un refugio natural y nos proporciona cobertura de posibles ataques.-  

Tras instalar el campamento y encender una hoguera, Diana comenzó a preparar mucha mas comida de la necesaria. El olor del guiso hacía despertar el apetito.

-Mañana saldremos al amanecer y no pararemos hasta el anochecer. Comeremos mientras marchamos, es lo mas seguro.-Eolsen explicaba lo tortuoso del camino de subida y el tiempo que se retrasarían si no había inconvenientes mas graves. Solo así conseguirían llegar hasta un claro natural donde se habían dispuesto unas rocas a modo de barrera para defensa de las caravanas. 

Tras llegar al saliente Eolsen detiene la caravana para cobijarnos, por lo que sea a mi no me acaba de convencer pues creo haber visto algo, quizas deberiamos seguir.

De acuerdo paremos, pero a la menor seña de peligro preparaos para combatir- Digo mientras pongo el escudo empentando en la pared de la roca cerca mio por si hay que usar las armas, mientras me caliento en el fuego.

Ademas, creo haber visto unas figuras borrosas por esta zona, no sabria decir si son meros animales salvajes o no, por si acaso estad preparados para lo peor.

- Parece un buen lugar para montar el campamento y poder defenderlo en caso de ataque - opino Xiombarg mientras descargaba sus enseres y ayudaba a montar el campamento. Despues examino la zona para conocer bien el terreno en caso de que hubiera problemas - ¿Tenemos madera para el fuego o mejor no lo encendemos para no llamar la atención? -

Cenais mientras el sol baja por el horizonte y la primera guardia comienza. Gerbo y Cyrus pasean por alrrededor y de vez en cuando se encaraman a un peñasco de dos metros para ver un poco mas lejos.
La cena caliente y el viaje desde la primera hora del alba, os cierran los ojos antes siquiera de que os deis cuenta.  

El tiempo transcurre sin incidentes y la noche no es mala para hacer guardia.
De pronto un sonido del roce de un arbusto cercano os pone alerta.

El gnomo estaba bostezando cuando escuchó aquel sospechoso movimiento entre los matorrales. Enseguida se pusó de pie sobre la gran roca y se fijó en que Cyrus había percibido lo mismo que él.

- He oido algo en esos matorrales - susurró Gerbo mientras oteaba el lugar.- Prepárate para avisar al resto, puede que sea un ataque.

Mientras estaba calentándome al fuego oí el chasquido e instintivamente mire hacia Gerbo y vi que el me la devolvía y entendí que el también se había dado cuenta.

Lose, ahora cállate y estate atento. - Le digo entre susurros, mientras materializo mi cuchilla mental y me acerco el escudo mientras oteo la zona del ruido.

Una flecha pasa volando cerca de vuestra posición y unas sombras salen de unos matorrales corriendo y gritando. No podeis verlos con claridad ni saber cuántos son pero la distancia desde la roca a los matorrales mas cercanos os concede suficiente tiempo como para reaccionar. Parece que no fue tan mala idea acampar aquí.

- ¡ZZZZZZZ! ¡ROORR! - roncaba Xiombarg mientras soñaba con las heladas cumbres de su tierra y las rubias y poderosas mujeres que calentaban los frios lechos de las cabañas de madera. Con un escalofrio se tapo un poco mas con su manta - ¡Gggggg! -

Buena cena, comida casera y el mismo descanso de siempre, pero con gente que velase por él para sentirse tranquilo.

"Podría acostumbrarme a esto..."

Y en efecto, se durmió no muy lejos de su caballo, que estaba atado. Tenía que tener confianza en el animal para no esperar que si se le espantaba le aplastase la cabeza con esas grandes pezuñas, como si fuera un melón maduro. Y dormía contra la espalda de un árbol, semisentado, con las manos a la cintura, como quien tiene que pasar mucho tiempo en los caminos y poder echar buena mano rápido al hierro.