Partida Rol por web

Habeis descansado unas horas para renovar vuestras fuerzas, ante vosotros esta una gran compuerta, aunque este cerrada no es nada que no pueda abrirse a golpes.

Sabeis que sea lo que sea que tengais delante estais un paso mas cerca de llegar a Incanthus, solo teneis que encontrar el laberinto que os indicó el bárbaro.

Weilyn sabía que poco a poco se iban acercando a su objetivo, pero aun así, seguramente también tendrían otros enemigos antes de llegar a su objetivo, la sierpe llamada Incanthus.

Llegaron a una gran compuerta, la cual les impedía el paso. No parecía muy resistente, pero prefería evitar abrirla haciendo ruido.

- Compañeros, deberíamos intentar buscar algún mecanismo que habrá esta compuerta, y como última opción derribarla si no la podemos abrir de otra manera. - Y acordándose de la trampa que consiguieron detectar y desactivar añadió - Antes de acercarnos a la compuerta echaré un vistazo por el suelo, las paredes y el techo en busca de algo fuera de lo normal -

Weilyn empezó observando la zona por donde estaban, pero no encontró nada que supusiese ningún obstáculo, así que siguió hasta llegar a la compuerta y se puso a mirar por la zona de alrededor en busca de algún mecanismo.

- No estaría de más que todos nos pusiésemos a buscar algo que pudiese abrir esta puerta sin hacer ruido -

Una gran compuerta impedía el paso del grupo. Y tal y como había ocurrido antes, Weylin estaba en lo cierto. Era mejor buscar algún mecanismo que nos permitiese entrar a través de dicha compuerta a tener que derribarla y hacer un ruído que alertase a indeseables compañías como los elementales que anteriormente habían combatido. Descansar junto a esas moles no había sido cómodo, pero tampoco tenían demasiadas opciones. Además, cada minuto que pasaba era un minuto menos para salvar a la ciudad de la destrucción.

Kieran se acercó a su compañero para decidir un método de búsqueda conjunto y se puso a mirar por su cuenta, de manera que ambos, de forma independiente, repasasen cada lugar y pudiesen encontrar algo.

Un poco dolorida aún, me levanto y me dirijo hasta donde está la compuerta, la estudio un poco, ya que es bien sabido que los de mi raza son excelentes con las cosas mecánicas, y trato de encontrarle la forma de hacerla funcionar.  

Camino de un lado al otro, miro para arriba, para abajo, camino un par de pasos al costado para ver la compuerta desde otra perspectiva, voy al otro costado y la vuelvo a ver, mis ojos brillan, cosa rara ya que nunca fui muy dada a este tipo de cosas, pero uno aprende hasta sin querer en su ciudad y la gente que me rodeó durante tanto tiempo.

A ver si logro ver como funciona esto. Comento a mis compañeros.

Weylin logra descubrir el mecanismo de apertura de la puerta, le lleva un buen tiempo, pues es muy complejo, puede ver que hay tres circulos concentricos en el hueco de la llave. No tiene la llave y aunque la tuviera la puerta solo se abriria ante una combinación concreta de los tres círculos concentricos. Tras una hora de esfuerzo de ganzua y probar distintas combinaciones (y no, las pistas visuales de la combinación correcta para abrir la puerta solo salen en las peliculas) logra abrir la cerradura, se oye un rac,rac,rac y se abre la compuerta haciendo ruido, pero no tanto como si lo hubieras abierto a golpes, hay unas escaleras que llevan a un portón que no tiene ni cerradura.

Caronte tras el anterior combate reposta su energía, había lanzado muchos rayos seguidos y tras eso sus reservas quedaron exhaustas, entrando en un breve letargo que sus compañeros utilizaron para abrir la puerta.

La puerta se abre y yo miro al causal de ello con cara fruncida, que alguien supere la habilidad de un gnomo no era algo que me gustase demasiado.

Pero así y todo lo acepto y comienzo a caminar por la escalera, solo para toparme con otra puerta, la cual no tiene absolutamente nada como para abrirla. Así que me pongo a ver que se puede hacer para abrirla. 

Kieran se acerca a Weylin y le da un manotazo cariñoso en la espalda a modo de felicitación. Lo cierto era que la puerta se había resistido durante una buena hora, pero ese tiempo había dado tiempo al grupo a descansar lo suficiente para estar listo para cualquier desafío.

La ciudad dependía de ellos y el mercenario no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de demostrar su valía y de vengar a sus seres queridos.

Selena se da cuenta de que la puerta es facil de abrir, de hecho, la abre nada más apoyarse en la misma.

Hay tres personas reunidas en la mesa que se alzan al veros, entre ellos Torgeis reconoce a Mhoga, lider del Colmillo roto, por simple deduccion podeis asurmir que los los lideres de las tres facciones que apoyan a Incanthus. A parte del enorme barbaro con un hacha a dos manos que es Mhoga, podeis ver a un guerrero de aspecto temible con una espada en el cinto, el cual os da una sensacion de calor nada mas verlo. Finalmente esta una mujer orca con ropas de chaman, que se apoya en un bastón con una calavera.

Cuando Selena abre la puerta, ante ellos aparecen nuevos enemigos. Ni uno, ni dos, ni tres, sino tres enemigos nuevos.

Weylin empieza a moverse para salir del pasillo en el que se encuentran. "Siempre es mejor luchar en un espacio abierto donde puedes moverte o esquivar sin peligro de que te arrinconen tan facilmente." Desde la posición donde estaba Weylin solo visualizaba a los dos guerreros, pero al poco de avanzar por el pasillo distingue también a una mujer orca. Por el aspecto deduce que será una chaman, y rápidamente cambia su objetivo de ataque.

"Con un chaman que se nos escape en nuestra misión tengo suficiente"

Mientras Weylin vá a la carrera saca el arco y empieza a apuntar, esta vez sin pararse y concentrandose en su objetivo. Ya saben que han llegado, así que todo segundo a nuestro favor cuenta.

La mote de Weylin aparece a 5 pies de él y 10 de la chaman orca, justo en el momento en el que Weylin suelta la flecha.
 

La chaman es sorprendida por el rapido ataque de Weylin, recibiendo una dolorsa flecha en el costado. El combate empieza bastante bien.