Partida Rol por web

En busca del Corazón Negro

1- El recuerdo de una madre

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13/10/2011, 18:34
Tery Fisher

Percibes una cierta tensión en Tery cuando nombras a tu madre. Por un instante queda inmóvil, pensativa, como abstraida en algún pensamiento lejano, como si lo que has dicho hubiera significado algo para ella. Después continúa moviendo papeles, distraída, quizás excesivamente. Quizás disimuladamente.

Creía que habías dicho que conocías bien a tus padres... -Dice entre dientes.

La Bastet se queda un instante esperando una respuesta, aunque te das cuenta de que evita tu mirada. En cambio, saca de un bolsillo un pequeño teléfono móvil para apuntar tu número.

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13/10/2011, 23:13
Arthur Stern

Tery sigue tensa pero no da su brazo a torcer  para reconocer lo que me contaron.

Eso pensaba yo... pero las cosas no son lo que parecen. Comento. Algunas son más escurridizas de lo que aparentan. Puedes llamarme cuando quieras para hablar de lo que quieras... Le digo cuando apunta el número. Creo que eso es todo si no añades nada más... así que mejor salir de aquí.

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16/10/2011, 16:26
Tery Fisher

No, las cosas no suelen ser lo que parecen... Ni como deberían ser...

Notas cierta amargura en las palabras de Tery, y la sensación de que no van dirigidas a ti en concreto, sino a si misma o al mundo en general. Parece una reflexión dolorosa, lo que se refleja en su rostro por momentos entristecido y quejumbroso. Sus ojos parecen perder el brillo de la juventud y, por primera vez, sientes la gran diferencia de edad que os separa.

Te dispones a marcharte, convencido de que la conversación ha terminado y de que no obtendrás nada más de ella, cuando su voz te detiene de nuevo.

Espera. -Te giras para mirarla, y ves que está sacando algo de un bolsillo. Parece un colgante, un sencillo y rudimentario cordón de cuero con algunas cuentas brillantes ensartadas y un atillo con una pluma de color gris plata. Tras desenrollar el cordel y estirarlo un poco, se acerca para ponértelo al cuello- Es un regalo, una simple baratija sin importancia, pero igual te resulta útil allá donde vas. Tiene un espíritu dolor en su interior, sabrás como usarlo cuando logres ponerte en comunión con él. Se que no es mucho, hij... chaval, pero es lo que puedo ofrecerte... de momento.

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16/10/2011, 20:01
Arthur Stern

Se nota amargura en las palabras de Tery, sonrio levemente ante el pequño "desliz" que comete pero no hago referencia a él. Agarro el cordón que me da.

Estoy seguro que tienes más que ofrecerme... pero esperaré a que estes preparada. Por ahora cuidaré bien de este regalo.  Le sonrio Hasta la proxima... Digo dejando la palabra mama en el aire.

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03/11/2011, 12:56
Director

Abandonas el despacho dejando a tu madre sola con sus pensamientos. Sales al exterior por donde has entrado, preguntándote si has sacado algo en claro de todo esto. Llegas al lugar del que partiste, el edificio desde el que observabas el edificio antes de entrar. Juguetes un instante con el colgante que te ha regalado, cuando te das cuenta de que en las oficinas hay movimiento. Ves luces moviéndose, linternas a la carrera, fogonazos seguidos por el ruido de disparos. ¡¡La han descubierto!! Las luces vienen y van, corriendo, un par de cristales se hacen añicos. De repente saltan chispas por el lugar, las luces vuelven a irse -incluidas las de las linternas-. Se hace el silencio.

Y las oficinas explotan en una llamarada anaranjada que te hace dar un salto hacia atrás. Las llamas atraviesan todos los cristales rotos e iluminan la noche, un fuego abrasador que tarda segundos en expandirse hasta consumirlo todo.

Te quedas desconcertado, observando el destrozo. Ella estaba dentro, no ha tenido tiempo de salir. Piensas en todo lo que podías haberle dicho, lo que podías haber preguntado. El corazón te palpita a toda velocidad, amenazando con hacerte estallar. Estás a punto de derrumbarte.

Pero entonces miras hacia la esquina de la calle. Una silueta femenina se pone un sombrero vaquero y hace un gesto de despedida con la mano, en tu dirección, antes de desaparecer.

Tardas un rato en tranquilizarte, y aún un poco más en borrar esa estúpida sonrisa de tu boca.

Notas de juego

El colgante es un Fetiche de N3, puedes bautizarle con el nombre que quieras. Tiene Gnosis 8, y si se activa permite hacer un uso del Don "Espada del Hechicero". Tan solo hay que deslizar suavemente la pluma por la superficie del arma a encantar mientras esta se acuna con la otra mano. Anótalo todo en tu ficha.

Esta escena termina aquí, abriré otra en la que ya estéis Alma y tú.