Partida Rol por web

En busca del Corazón Negro

10- Sangre y lágrimas

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26/05/2012, 12:44
Persigue-sombras

Un atisbo de desconcierto se superpone momentáneamente a la sosegada mirada de Persigue-sombras. Lanza un silencioso escrutinio a su compañera, que parece impaciente, y le hace un gesto indescifrable.

No me has comprendido, Simba -Dice con voz calmada y dulce- Nosotras no vamos a acudir a esa Asamblea. Se nos ha encomendado patrullar un gran territorio en ausencia de una parte de los nuestros, los que acuden a ella. Con gran pesar, asumimos nuestros deberes, aunque nada nos gustaría más que poder asistir a la Asamblea y ofrecer nuestra fuerza a los argumentos que se deben presentar. Por eso me agradaría tanto que vosotros acudierais, ya que nosotras no podemos.

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29/05/2012, 23:44
Yip Yip Nube-de-tormenta

Yip Yib se incorpora y clava una mirada triste en Mwembe, jadeando. Poco a poco asienta cada pata y estira cada músculo de su cuerpo. Las imágenes en su cabeza se desvanencen y en su corazón queda un vacío insondable que ahonda en lo más profundo de su alma. Sólo unas palabras resuenan en su cabeza: ¿Por qué?

- Estoy bien - sus ojos apagados se clavan en los del cambiante - ¿por qué han hecho esto a mi rebaño?

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30/05/2012, 00:31
Mwembe Colmillo-Blanco

Miro el compungido gesto de la perra salvaje y le paso la palma por la nuca mientras pronuncia sus ladridos.

- ¿Quién sabe? Los motivos de estos humanos son pocos y muchas veces equivocad...

- No me has comprendido, Simba -su compañera parece impacientarse- Nosotras no vamos a acudir a esa Asamblea. Se nos ha encomendado patrullar un gran territorio en ausencia de una parte de los nuestros, los que acuden a ella. Con gran pesar, asumimos nuestros deberes, aunque nada nos gustaría más que poder asistir a la Asamblea y ofrecer nuestra fuerza a los argumentos que se deben presentar. Por eso me agradaría tanto que vosotros acudierais, ya que nosotras no podemos.

- Ya veo. Cierto es que cada uno de nosotros cumple su función para su tribu. Si la vigilancia de las tierras se os ha sido encomendada, puedo estar seguro de que lo que he visto es la mayor prueba de confianza. Mi función entonces será acudir -me acerco a ella y poso con cuidado mi mano sobre su hombro-. Llevaré tus palabras conmigo y tus oídos a los de nuestros hermanos. Gracias por todo.

Le diría que tuviera cuidado con los humanos, pero creo que se las apañan bastante bien ya. Comienzo a caminar hacia el lugar donde me señalaron, hacia el norte, no sin antes esperar a la pequeña perra, pendiente de qué hará o si me necesitará.

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30/05/2012, 13:21
Yip Yip Nube-de-tormenta

¿A dónde vas? ¿Cómo te llama? ¿Simba?

No tengo a donde ir, sola sin ningún rebaño que cuidar. Sólo había conocido esos monos y me siento a gusto con ellos. La indecisión está devorándome por dentro, ¿qué puedo hacer?. ¿Debería ir a buscar a los supervivientes o aquello era ajeno a su voluntad y era el momento del cambio?. Quizás otro cometido en mi vida me espera. Está claro que las circunstancias habían cambiado. ¿Qué futuro me depara a partir de ese momento? ¿Mi vida está interconectada de alguna manera con ese tigre albino de un solo ojo?

- ¿Puedo acompañarte? ¿Asamblea? No entiendo.

La confusión me hace temblar. Ese ser que de la cicatriz se marcha y parece esperarle. No entendía nada de los sucedido y tengo la sensación de que todo aquello me viene grande.

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06/06/2012, 11:13
Director

Persigue-sombras no dice nada más, solo sonríe afablemente ante la respuesta de Colmillo-blanco y se gira, adoptando velozmente la forma de una grácil hembra de guepardo mientras comienza a correr a largas zancadas tras su compañera, quien permanece en su forma crinos mientras ambas desaparecen entre la maleza de la espesa jungla.

Se abre ante vosotros un largo sendero, uno lleno de decisiones y tareas en las que centrar vuestros esfuerzos. La aldea parece desierta, aunque sabéis que no es así. Aún hay gente por aquí, pobres víctimas de los desalmados que yacen muertos sobre la seca tierra, con sus ropas manchadas y sus armas de trueno, con ese vehículo de metal en que pensaban llevárselos. Es algo que combatir, algo que no es natural.

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11/06/2012, 10:01
Mwembe Colmillo-Blanco

- Soy Mwembe, el Colmillo Blanco del Zaire, Killi maldito de la camada de los Hombres-León Mayi, fiel servidor de Nala, a la que tu pueblo llama Gaia. Coge mi mano y marchemos en búsqueda del Ahadi. Si mañana la guerra contra Cahlash fuera ganada, no sería sino por la cooperación de todos nuestros hermanos, los guerreros de Nala, el Ahadi es tal milagro. Coge mi mano y marchemos en búsqueda de ellos... y lucha con nosotros para que desgracias como las que te rodean dejen de existir.

Le extiendo mi mano cuando de repente huelo en el aire. Esta niña pequeña no ha sido la única superviviente. Está claro que antes de marchar debemos cuidar del equilibrio y la vida, es la voluntad de Nala.

Notas de juego

Perdón, perdón, perdón... no me acordaba que me tocaba a mí :S

Mi intención a partir de ahora (a expensas de lo que haga YipYip) será asegurarme de que todo en esta pequeña aldea queda en orden. Todos los humanos puestos a salvo, todas las heridas mortales curadas... construir una pequeña plataforma para que se restablezca el poco equilibrio que esté en nuestras manos. Una vez hecho esto, tirando en búsqueda del Ahadi.

Esa es mi intención para los próximos turnos. Si hay algo importante o hace falta interpretarlo, ningún problema, sólo lo digo para ir un poco más rápido si no hay nada más que suponga la necesidad de actuar.

 

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11/06/2012, 11:14
Yip Yip Nube-de-tormenta

Me llamo Yip Yip Nube-de-tormenta, licaón africano y fiel servidora de Gaia, la que tu pueblo llama Nala - saludo con curiosidad - desconozco quien o qué es Cahlash, ni sé de la guerra que mencionas, pero si hay que luchar junto a los guerreros de gaia, es mi deber estar junto a ellos - con un gesto señalo la aldea  - ya no tengo rebaño del que cuidar y son pocos los que han sobrevivido.  Así pues, en cuanto me asegure que los sobrevivientes estén bien, marcharé contigo para ayudar en esta guerra.

Notas de juego

En cuanto regenere mis niveles de salud cambio a mi forma lupus y sigo a Mwembe

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19/06/2012, 13:33
Director

Os lleva un día entero recomponer la aldea hasta un estado admisible. Adoptando vuestras formas homínidas para no causar más temor entre los humanos, atendéis a los heridos, trasladándolos a las chozas y tendiéndolos sobre los camastros de paja. Mwembe trata las heridas de los más graves lo mejor que puede, consciente de que sus reservas espirituales no son lo bastante amplias para todo cuanto ha de hacerse. En sus ratos de descanso, trata de meditar y descansar para regenerar parte de esas reservas, pero cada vez se le hace más y más costoso. Yip Yip dedica gran parte de su tiempo a cavar tumbas donde enterrar a los caídos del poblado, y una fosa común para los cuerpos corrompidos de los hombres que asaltaron la aldea. Esta la excava a cierta distancia del pueblo, para que los espíritus de esos hombres no ronden a sus víctimas. El vehículo de metal se hace desaparecer en la selva, empujándolo hacia la espesura y enterrándolo en un mar de ramas y zarzas.

A la mañana siguiente, los dos cambiaformas deciden que ya no pueden hacer más por la aldea. No desde ahí. Han dado su palabra de acudir a solicitar la ayuda de quienes tienen más poder que ellos, y es lo que harán. Es un camino largo, pero es un sacrificio necesario.

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21/06/2012, 11:55
Yip Yip Nube-de-tormenta

Yip Yip observa la aldea a distancia en su forma de raza. Ya nada se podía hacer por ellos, en su corazón nace una especie de sentimiento de libertad, siente que los lycaones ya no eran asunto suyo. Parecía que Gaia le reclama para otro cometido, uno mucho más elevado que cuidar de unos simples monos. Era otro paso más allá, ya no volvería más.

Yip-yip se vuelve hacia su compañero. Sus ojos ya no están vidriosos y esa horrible opresión ha desaparecido. Desvía su atención hacia Mwembe.

- Ya hemos acabado, ¿a dónde vamos?

El tigre albino le mira con ojos de afecto. La pequeña lupus está ajena a todo, no sabe de guerra alguna, ni siquiera entiende las palabras que su compañero había mantenido con aquella otra criatura cambiaformas. No sabe nada de asambleas. Sólo quería ir a dónde el viento le empujaba y si había que librar una batalla allí estaría para hacerlo, pero quiere huir de ese lugar porque siente que no es su sitio. Sopla un viento de ráfaga que arrastra algunas ojas secas.