Partida Rol por web

Sientes que te encuentras en una cama de agua, sientes que se mueve que te arrulla... en algún momento sientes como si la cama estuviera encima de una montaña rusa, subes, y bajas. Los sonidos se vuelven opacos y tus parpados te pesan, mucho, es como si tuvieras bolsas que no te dejaran ver....

La oscuridad te envuelve, y el silencio.

Estás encerrado en un cubo de sombras, miras las esquinas, y solo vez oscuridad.

Escuchas la niña gritando  mientras los otros tremere la agarran antes de que tu pusieras fin a su vida.

Todo de repente suena como si estuvieran dentro de una campana, pero pronto esos sonidos se hacen más apagados, y lo que escuchas es esto:

-¡SAQUENME DE AQUI! –Alguien grita- ¡NO QUIERO ESTAR AQUI! ¡NO NECESITO ESTAR AQUI!... ¡DEJENME SALIR!

Abres los ojos, sientes un mareo, espantoso, como si alguien te mantuviera en la cama  pegado con cinta pegante.

Alguien grita y no te deja dormir, quieres dormir...

Por un momento no sabes donde estas, todo te da vueltas.

 Con el grito de la niña aún en mis oídos, abro los ojos. Tengo que esforzarme un rato antes de recordar que estoy en el manicomio, y que llegue ayer, creo. La cabeza me da vueltas, pero logro notar un detalle: No desperté en medio de una pesadilla violenta. Y no soy capaz de moverme, así que no he intentado nada en medio del día. No se que hora es, no se si he dormido un dia o una semana, pero si sé que es el primer día relativamente tranquilo que tengo. Esa droga sabe horrible pero funciona. Y quiero seguir disfrutándolo.

Así que me acuesto e intento ignorar el grito y seguir durmiendo. 

Sin embargo los gritos no se calman, lo que te causa, un gran dolor de cabeza, de manera torpe te tapas los oidos, "esto es peor que una resaca" piensas, por mala suerte tienes de vecina a una tipa escandalosa. Algo que odias, es el escandalo,  bien recuerdas el porque, en un tiempo cuando tenias una bonita casa, le pediste  el cuarto que arrendabas a un hombre de la costa que no te dejaba dormir poniendo esa desagradable música mientras dormias. !quieres hacerla callar!

Poco a poco  usas la almohada para cubrir tus oidos (aunque la acomodas de manera torpe) parece funcionar...

Nuevamente comienzas a escuchar.

Nooooo, nooo,  ayudaaa, ayudaaa, auxilioo, no me hagan daño....

Ese ruego que no escuchaste.

En ese momento sientes que alguien abre la puerta y se acerca a tí, y eso te hace tener una reacción de ansiedad.

Observo al hombre mientras duerme, definitivamente no controla mucho su cuerpo mientras esta en ese estado, esta temblando mientras duerme y su suduración aumentó. De repente abre los ojos con ansiedad. No se preocupe, soy yo. Miro a la enfermera. ¿cómo ha dormido?

Lo vigile durante el día, y se mueve mucho doctor y saca ruidos como si tratara de gritar. Digo observando a mi paciente de mi turno diurno. Parece ser muy sensible al ruido.

Me acerco un poco y le pregunto: Diego, ¿cómo se siente?

 Entreabro los ojos y miro a mis acompañantes con una expresion de sorpresa atontada, estaba soñando de nuevo, y de nuevo tenía pesadillas, pero muchísimo más atenuadas. Intento hablar, pero mi voz es un susurro.

No quiero soñar...quiero dormir...necesito mas de lo que sea, no tuve pesadillas...muchas...¿Donde estoy? ¿Cuanto llevo?

Muevo los ojos alrededor de la habitación, reconozco al doctor, y la enfermera...pues es una enfermera. Miro al techo y vuelvo a cerrar los ojos, intentando dormir.

No quiero soñar...jamás...esa niña siempre esta ahi y yo no voy a poder dormir en paz...no quiero soñar nunca más.

Me concentro en dormir otra vez, pienso aprovechar este descanso de las pesadillas y dormir lo que no he podido en 2 años largos.

Me acerco. Sigue murmurando lo mismo, por lo menos ha descansado algo, aunque dormir bien, no solucionara su problema, no es tan fácil, es la espuma de la cerveza.

Bueno, puede dormir por dos horas más, y luego mejor que se despierte, luego le darán una medicina no tan fuerte... no planeo tenerlo dopado siempre, pero la medicina suele tener un efecto fuerte al principio...

Lo miro, en realidad su cuerpo necesita eso. Este hombre necesita mimos... aunque no se sí aprecie el cariño que le han dado en el pasado.

Diego, descanse... trate de ignorar el ruido.

Continuamos así con él  Chin... digo mientras salgo de la habitación directo a la siguiente en mi ronda de las primeras horas de la noche...

Escuchas que los pasos del doctor se alejan y cierras los ojos. Comienzas a sentir una caricia en tu frente, abres los ojos y ves a tu madre preocupada poniéndote paños de agua fría en la frente. Sus manos  tibias te consienten  el pecho mientras murmura. Calma mi Diego, es fiebre, el médico dijo que vos te alentarías, el sarampión te pasará...!eh ave maría, sí vos sos muy fuerte!, cierra tus ojitos mi sol, vos sos todo para mí.  Sientes como te consciente, y sonríes.

Entras en un sueño como si te hamacaran. Es agradable. Estas en la oscuridad de todo, y de repente,  volteas, detrás de mí hay un remolino, sientes que te adsorbe, tratas de agarraste de cualquier parte para no caer, pero no lo logras, y  sientes como ese hueco oscuro te aspira....

Sientes un golpe seco en tu cuerpo que te duele.

Abres los ojos, estas lleno de pánico. No sabes donde estas,  estas confundido. Pones tus manos detrás de ti, y ese mareo te embarga, pasa un minuto y todo se vuelve más real, estas al lado de tu cama sobre el piso, al parecer te caíste del mueble donde dormias.

Te sientes algo ridiculo y más cuando te das cuenta que alguien te esta observando desde el pasillo.

 Asustado y desorientado, me incorporo con tanta rapidez como me es posible, mientras miro a todos lados tratando de determinar donde estoy. Pronto logro recordar donde estoy y cual es mi situación. Ah, mierda, estaba soñando otra vez...se me pasó el efecto maldita sea. 

Entonces, veo que alguien está observandome desde el pasillo. No logro saber quien es. Algo irritado, me dirijo a la puerta y la cierro. ¿Cómo carajos es que llega cualquiera y abre la puerta de mi habitación? Si así es la seguridad, no me imagino cómo ha logrado mantenerse a flote el sitio. Me devuelvo a la cama y me acuesto otra vez, pero ahora pensando. 

Yo cuanto hace que no me soñaba con mi mamá...fue hasta bonito mientras tanto. Oiga, y a todas estas, a mi me dió sarampión cuando tenía 10 años si no estoy mal...que recuerdo más viejo. Mi mamá, mi Dios la tenga en su santa gloria, estaba muy preocupada por mi esa vez...a ella se le murio un hermano de eso, si no estoy mal. Ojalá este bien...aunque si me hubiera muerto esa vez todo esto no habria pasado. 

Cierro los ojos e intento dormir otro poco.

Tratas de dormir, pero el sueño ya se ha ido, y lo que hace ese tiempo a solas es que comiences a pensar, cosa que no deseas, se te vienen imágenes y preocupaciones a la cabeza, te invaden de manera recurrente. Comienzas a sentirte realmente ansioso.

 Mientras estoy en la cama, empiezo a recordar. Mi mamá me estaba cuidando esa vez...si viera cómo me dejaron el cuerpo, algo le daría a la viejita...ay mamá, ¿porqué no me morí esa vez? Me habría ahorrado tanto sufrimiento. Si esa bala me hubiera pegado un poquito mas a la derecha, me habria muerto de inmediato. Y no estaría jodido como estoy ahora. 

De inmediato, y a mi pesar, mi mente se devuelve a la noche que entré a la capilla. Las miradas de los aprendices, que no sabian si gritar, huir o que. Se creía que era un poderoso infernalista...paso lo que paso cuando los niños juegan al telefono roto. Del informe de un accidente en una capilla, termine convertido en un enemigo peor que los renegados del clan y los Tzimisce juntos. Y el hechizo que lanzaron sobre la capilla era sólo un indicador. 

Yo entré a la capilla y casi de inmediato, una estaca cruzo mi pecho, y golpeó mi corazón. El corazón con el que me engañaron para terminar metido en un problema enorme, prófugo de aquellos en quienes había puesto mi fe. Yo me largué para evitar deshonrar a la Casa, y harto lo notaron. Hay que ser Regente por poquito para que medio le paren bolas a uno. 

Caí al suelo, y vi aproximarse a los guardianes. La suerte estaba echada. Ya no volvería a salir de la capilla, o eso creía. Me llevaron a los calabozos, me dejaron en una sala de interrogatorios. De tortura, a decir verdad. Al poco rato llegaron los alastores...y la gárgola. Con sus terribles garras...

Aún antes de preguntarme, de hablarme, soltaron a la gárgola. Recuerdo que no podía moverme, y veía que se aproximaba y se aproximaba...se acercaba...las alas correosas, la piel pétrea, el rostro terrible, las garras, las garras, y una sola orden. Mátalo. 

Abro los ojos. ¿Estaba soñando? No creo, era muy vívido...estoy respirando de nuevo. Las manos me tiemblan. Siento en mi piel las garras de la criatura. En mi nariz esta el olor, en mis ojos el extraño tono de la piel y las alas. Mi cuarto se cierra sobre mi, me siento atrapado. Las sombras se me antojan mis captores, riendose cruelmente mientras la criatura se cebaba sobre mí...

Me levanto muy acelerado y empiezo a caminar nervioso por la habitación. La falta de ventanas me hace sentir atrapado, de vuelta en mi celda. Tengo que salir de aquí, ¡tengo que salir ya maldita sea!

Me dirijo a la puerta casi corriendo y la abro, salgo al pasillo, necesito llegar a otra parte, necesito salir. 

Corres por el pasillo, ves una puerta al final. Debes salir, debes hacerlo, te mataran, te torturaran. Cuando corres,  casi atropellas a un hombre de frente, cuando te das cuenta, es que casi atropellas al doctor Linus.  Ves una puerta cerrada,  hay un hombre de seguridad cerca. Tienes pánico. “Abra esa puerta, Abra!”

Señor,  corro detrás del hombre que señalo el médico en jefe, calmece... calmece

 Me acerco a la puerta e intento abrirla. No hermano, usted no entiende, yo necesito salir, yo tengo que salir de aquí ya, por favor, necesito aire, necesito salir. Si me quedo aca...hermano, no le puedo decir, pero necesito salir ya, por favor, ¡tengo que salir ya!

Con desespero, camino alrededor de la puerta, y busco la forma de abrirla. Busco también desesperado ventanas, alguna forma de salir, la que sea.

El enfermero que iba detrás tuyo se te acerca. Por favor señor tranquilo

¿Diego?. digo con total tranquilidad.  Por mas que golpees esa puerta no se rompera, te puedo ayudar a salir, pero contesta mis preguntas. le hablo con calma, puedo sentir su pánico, ¿donde estas?

 En la capilla, maldita sea, si no salgo de aquí me van a...

De repente, recuerdo donde estoy. Me detengo extrañado y miro a todas partes. Ay jueputa, esta vaina ya no es solo de los sueños...¿Que paso doctor? Yo estaba en el cuarto hasta tranquilo y ahora aparezco aca...Yo empiece a acordarme de lo que pasó, yo...doctor, que pena con usted. 

Me pongo las manos en la cabeza y cabizbajo, me alejo de todos. Esta vaina se me salio de las manos, como que ahora si me acabe de volver loco. La tristeza me inunda el alma, y siento ganas de encerrarme en mi cuarto y llorar.

Caminas hacia la habitación asignada a paso lento y meditabundo, no puedes evitar que las lágrimas se te escurran mientras caminas, “estas cada vez peor”, es en lo que piensas, estar dopado significa que dormirás más y que también tendrás más pesadillas, no sabes que es peor sí la cura o la enfermedad. Te sientas en el borde de la cama y te tapas la cara no sin antes cerrar la puerta.

Se abre entonces la puerta y el psiquiatra se sienta a tu lado.