Partida Rol por web

Expedición al Castillo Ravenloft

Día 2.- La muerte desaparecida

Cargando editor
07/01/2017, 18:21
Narrador

Tras unos cuantos golpes de Ely, a los que se unió Ashlyn, la puerta cedió y terminó destrozada en el suelo. Al caer, una gran nube de polvo pareció cubrirles los ojos. Pero, por suerte para todos, sólo era polvo. Y el polvo hace toser, no mata a nadie. De momento.

El interior de la casa es el de una vivienda paupérrima y desatendida desde hace mucho tiempo. Los muebles eran escasos, pero todos cubiertos por una gran cantidad de polvo. Las habitaciones del piso inferior estaban casi desiertas, sin nada a destacar.

La sorpresa llegó en una habitación de la planta superior. El dormitorio estaba pintado de un brillante color rosa y adornado con algodonosas nubes blancas. Un gran sol amarillo de rostro sonriente observaba todo desde el techo. Un gran castillo de cuento de hadas, con radiantes ventanas de cristal, adornaba una de las paredes, lleno de bellas damas, unicornios y apuestos nobles pintados en sus balcones y patios. Una pequeña cama con dosel ocupaba una de las esquinas del cuarto, hecha con esmero. Muñecas, coronas de juguete y muchos otros juguetes de niña llenaban las estantería. En el centro de la habitación, lloraba una mujer abatida.

Cargando editor
07/01/2017, 18:33
Gato

Notas de juego

El cinturón de Broc es un cinturón curativo (Compendio de Objetos Mägicos, página 104)

- Obtienes un +2 a Sanar.

- Tiene 3 cargas que se renuevan cada día al amanecer. Gastar 1 o más de estas te permite canalizar energía positiva y curar daño con un contacto.

* 1 carga: Curas 2d8 puntos de daño

* 2 cargas: Curas 3d8 puntos de daño

* 3 cargas: Curas 4d8 puntos de daño
 

De momento, a no ser que pase algo, estarás sin post hasta que los demás regresen. Si decides seguirles, es cuestión de que me lo indiques

Cargando editor
08/01/2017, 12:34
Elyzabeth Ildemar

-Las personas que más necesitan ayuda, a menudo son las que menos la piden- Respondió a sus compañeros entre porrazo y porrazo a la puerta.

-Otras veces, te sueltan cualquier cosa extraña- Añadió en tono enigmático. Aquello se podía aplicar desde los refranes del tepestaní como a ella misma.

Cuando al fin lograron entrar, Ely sospechó del contraste de decoración entre ambas plantas, pero cuando hallaron a la mujer, la pálida joven se acercó junto a ella. Elyzabeth bien podía no mostrar misericordia alguna con los seres vivos, como empatizar con ellos hasta lo patológico si la muerte estaba de por medio.

-¿Cómo se llamaba tu niña?- Susurró a la mujer en voz baja como temiendo interrumpir su duelo. La clérigo acarició las nubes de algodón antes de sentarse cerca del dosel. -Me llamo Ely- Sonrió empleando su diminutivo para quitar hierro a su aspecto acorazado. Se apoyó en su lanza a modo de báculo y trató de consolar a aquella desdichada. -Hemos venido a ayudar-.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Aunque Ely se acerca con las mejores intenciones, La ciudad está llena de zombis y nigromantes desquiciados, así que mantiene la cautela:

Tiro Averiguar intenciones para saber si la mujer oculta algo. Avistar y escuchar  para estar atenta a cualquier amenaza.

Cargando editor
08/01/2017, 15:53
Walterly Wallace

El tepestaní se quedó a un lado, en el pasillo, sin atreverse a entrar. Era un dormitorio que hacía daño a la vista. Si desde el pasillo no había nada con olor a muerto viviente, no había motivo para que el cazador de muertos entrase. Aún así, trató de dar consuelo hablando desde la distancia...

Vamos, mujer... no hay que ponerse así. Mire lo que le digo, es cierto que la decoración es horrible, pero nada que no se pueda arreglar con un poco de pintura. Como decimos en mi tierra: "no hay mal que cien leotardos dure". No se ponga a llorar por una habitación, no merece la pena.

Walt miró a Ashlyn y se encogió de hombros. Aquella era una tarea más propia de la paladina, ya que en la vida Walt había aprendido a consolar a una mujer.

Por cierto... algún desalmado le ha roto la puerta... Pero... pero... pero no tiene de qué preocuparse: la plaga zombi ha terminado, y ya puede salir a la calle e ir a la carpintería para que encargar una puerta nueva.

Cargando editor
09/01/2017, 13:20
Zack "El Oscuro"

En cuanto Walt se puso a decir barbaridades, Zack se acercó a él y le tapó la boca con una expresión en su rostro de enfado. Cállate la boca. Le susurró al tespestaní. Deja de decir tonterías o nos meterás en un buen lío. Luego miró a Ely, que a pesar de sus diferencias la noche anterior, sabía que ella era la más adecuada para hablar con la mujer. Walt era una especie de hombre cuya empatía brillaba por su ausencia, a Zack en general le desagradaban las personas y más si estas estaban llorando, y Reluë, bueno él se había quedado fuera protegiéndoles. Quizá Ashlyn hubiera sido la mejor opción, pero estaba aún tan traumatizada por la pérdida de sus dos amigos, que seguramente de sus palabras saldría más rabia que consuelo. Así que con una mirada de desaprobación dirigida hacia Walt, confió en que éste comprendiese que era mejor permanecer callado y no decir barbaridades. ¿Qué tal si te vas con el mago? No vaya a ser que una horda de muertos vivientes o de barovianos enfurecidos le acusen de allanamiento de morada y le ataquen.

Cargando editor
11/01/2017, 16:05
Reluë Dranohel

Agradecido de estar un rato solo y tranquilo, sin ir de aquí para allá practicando el deporte favorito de algunos -la escabechina de zombis- arrastro el saco con las armas y armaduras hasta el lado de la puerta y me siento en el suelo, con la espalda pegada a la pared de la casa. Con una parte de mi atención puesta en si se escucha algún grito sospechoso por el boquete que han hecho al derrumbar la entrada, espero a que vuelvan, a la vez que intento buscar distracción en lo que veo alrededor.

Pues nada; lo que veo a mi alrededor es muy monótono, sin un alma viviente que deambule por las calles a estas horas de la mañana, en este triste lugar. Abro mi petate en busca de algo para pasar el rato y encuentro los objetos de Broc de los que casi me había olvidado. Reviso los brazales y me convenzo de que no van a serme de ninguna utilidad. Sin embargo, quizás, el cinturón...

Pues tampoco. El conjuro de identificación me indica que es igual al que Ely me regaló y que ya llevo puesto, así que, resignado, decido que lo mejor será que los añada al saco de cosas para vender o que se los brinde al resto de compañeros cuando vuelvan de sus investigaciones.

Los vuelvo a meter en el petate y sigo rebuscando. Saco el Liber Blaspheme y me pongo a leerlo para entretenerme. Visto su contenido con detalle, será mejor que siga llevándolo yo, no le vaya a dar ideas a Ely.

Notas de juego

De momento, a no ser que pase algo, estarás sin post hasta que los demás regresen. Si decides seguirles, es cuestión de que me lo indiques

Ok. Aquí me quedo esperando, que es lo que ha decidido Reluë. Sigo activo para lo que gustes mandar.

Cargando editor
13/01/2017, 10:47
Walterly Wallace

Mmmh... mmmh...-asintió, aún con la boca tapada.

Desde luego que un elfo extranjero al lado de una puerta reventada y junto a un saco abultado podría resultar algo sospechoso para una mente perspicaz. Ahí la diplomacia de Walt era más útil, aunque fuese noqueando indignados de una masa furibunda. "Cuando veas la turba alborotar, pon tus antorchas a remojar", que quiere decir que si ves la turba y no formas parte de ella, tal vez vengan a por ti. No vayas de entusiasmado, encendiendo tus propias antorchas y corriendo despreocupado para unirte a la turba, porque te van a dar.

El bueno de Wallace se apartó de la palidez del Oscuro y empezó a bajar las escaleras para reunirse con Reluë si es que no se había fugado ya con el botín.

Cargando editor
13/01/2017, 19:19
Narrador

La mujer alzó la mirada al escuchar hablar a Ely. No se había percatado de su presencia hasta que se paseó por la habitación y se sentó. El labio inferior temblaba a gran velocidad, tanto que parecía que toda la mandíbula se la iba a desencajar.

Ger... Ger... ¡Gertruda, oh, dónde estás! volvió a llorar desconsoladamente ¡La mantuve aquí, en esta habitación durante toda su vida! Aquí estaba segura, ¡Segura! ¿Por qué, oh por qué? sus lágrimas recorrían su cara a gran velocidad, perdiéndose por el cuello de su túnica. Había llorado tanto que había calado en sus ropas.

Cargando editor
13/01/2017, 19:22
Narrador

No notas nada raro en ella, es una madre desconsolada por haber perdido a su hija

Cargando editor
13/01/2017, 19:23
Narrador

Los pasos provenientes del interior de la casa hicieron que el mago, sentado en el suelo al lado del saco de los tesoros, alzara la cabeza. Contempló la puerta de la casa hasta que el hombre tatuado apareció por ella y se quedó allí plantado.

Notas de juego

Recordad marcaros a vosotros dos solamente

Cargando editor
13/01/2017, 19:40
Zack "El Oscuro"

Zack se mantuvo escuchando la conversación de la mujer y Elyzabeth. No tenía mucho más que decir, ni nada más que intervenir. Tampoco comprendían muy bien qué hacían allí y si se alargaba mucho, en vista de que la anciana estaba bien, lo mejor sería marcharse e ir adelantando todo lo que tenían que hacer.

Cargando editor
13/01/2017, 19:44
Reluë Dranohel

- Hombre, Walt. ¿Ya de vuelta? -le pregunto, sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared de la casa, cerrando el libro que estaba leyendo distraidamente para pasar el rato. - ¿Solucionado lo de la puerta?

Supongo que, aclarado el tema importante que era pedir disculpas por su rotura, después me me aclarará también otros más anecdóticos, como el origen de los sollozos.

Cargando editor
13/01/2017, 21:19
Walterly Wallace

Walterly se rascó tras la nuca, cavilante.

Mira lo que te digo... pues no lo sé. No me quedó muy claro en qué quedaba la cosa. El Oscuro me echó de allí, así que supongo que él se encargará de aclarar lo de la puerta. Sin embargo, no se me va de la cabeza la intuición de que lo que Zack buscaba era quedarse solo con esas tres mujeres. Elyzabeth, Ashlyn y la plañidera. Pero no se me ocurre ningún motivo por el que un hombre se quiera quedar en un dormitorio con tres mujeres. ¿Para qué las querrá?

El tepestaní se encogió de hombros y zapateó el suelo, aburrido. Aquí abajo parecía que las cosas estaban en calma. Ni había muertos vivientes que degollar ni lugareños a los que romper la nariz. Entonces se percató en que el elfo le miraba, como esperando a que le contaran más detalles.

Pues al final, en la casa solo vimos a una persona. Bueno, ya la has oído. Era la que lloraba. Una humana. Estaba en una habitación horrible de la planta de arriba, decorada de modo grotesco y recargado. Una pesadilla. Te juro que pensé que aquella habitación era una puerta a los infiernos. Hacía daño a los ojos. En Tepest tenemos un dicho: "enano arquitecto, madriguera de insecto". Tal cual.

Cuando me vine, Ashlyn estaba tratando de calmar a la pobre mujer. A ver qué tal, y si no mete la pata. A veces a esa chiquilla le falta un poco de tacto...

Cargando editor
15/01/2017, 11:36
Reluë Dranohel

- No tengo ni idea... -respondo a la duda del bárbaro acerca de cuáles podrían ser las intenciones de Zack para quedarse con las tres mujeres.- Pero son ganas de meterse en problemas. -le sonrío.

Después me cuenta lo de la grotesca habitación de la dueña de la casa.

- ¿Y no sabes qué le ocurre a esa mujer, para llorar tan escandalosamente? Ya lloraba antes de que le rompiésemos la puerta, y supongo que, por muy horroroso que sea su dormitorio, lo tendrá decorado a su gusto. Así que por eso no debe ser.

Espero la respuesta de Walt y, como le veo intranquilo por la presente inactividad, le propongo:

- Si crees que va para largo que consuelen a la mujer, ¿quieres que vayamos a vender los trastos esos, entre tanto? Así nos damos una vuelta; por hacer algo, digo.  -o si no, pues aquí que nos quedaremos, que tampoco es que tengamos ninguna prisa.

Cargando editor
15/01/2017, 19:04
Elyzabeth Ildemar

¿Qué tal si te vas con el mago? No vaya a ser que una horda de muertos vivientes o de barovianos enfurecidos le acusen de allanamiento de morada y le ataquen.

La clérigo se volvió hacia Zack y apoyó su sugerencia al bárbaro asintiendo con la cabeza.

Al comprobar que la mujer no era más que una pobre madre afligida, se quitó los guanteletes, tomó sus manos entre las suyas y siguió escuchándola.

Ger... Ger... ¡Gertruda, oh, dónde estás!¡La mantuve aquí, en esta habitación durante toda su vida! Aquí estaba segura, ¡Segura! ¿Por qué, oh por qué?

Ely sacudió la cabeza despacio, lamentando su pérdida. Extrajo un pequeño pañuelo para secar las mejillas de la madre y pasó su mano por el hombro.

Al levantar el brazo, su compañero vió unas cicatrices en una de las muñecas de Ely que el guantelete había tapado hasta el momento.

Ely parecía sentir el dolor de aquella mujer como propio y trató de consolarla.

-Poco podemos hacer los mortales contra el destino.- Dijo para descargar a la madre de su sensación de culpabilidad.

-He venido con unos amigos- Continuó despacio. -Algunos vienen de muy lejos y son capaces de hacer frente a "ese destino"- Dijo tratando de arrojar algo de esperanza en la mujer, pero sin prometer nada que no pudiera cumplir. -Buscaremos a Gertruda y si la encontramos, te la traeremos de vuelta- Se ofreció midiendo sus palabras.

-Dinos: ¿Cómo desapareció tu pequeña y cómo podemos reconocerla?-

Trató de que la mujer describiese alguna prenda u objeto que llevase en el momento de su desaparición por si podía ejecutar algún conjuro que les ayudase a rastrearla y después le pidió una prenda que la niña hubiera usado para usar un sabueso, si la magia fracasaba.

Cargando editor
16/01/2017, 11:27
Walterly Wallace

¿Y el motivo de su llanto no es la decoración, dices...? Uhm... Lloraba sin hacer pausas. Ni siquiera habló, en los breves instantes en los que estuve en la planta de arriba. Los demás sabrán decirnos más cuando bajen.

Lo que sí no me parece bien es ir a vender las pertenencias sin estar ellos presentes. No sé... Si yo bajase y no encontrase al elfo, al tepestaní y a un saco de objetos, algunos de ellos mágicos, pensaría mal. Que se han fugado, o algo. Y aunque luego nos presentásemos, no tendrían porqué fiarse de que el precio por el que vendimos todos, es el que es, y no hemos dicho una cifra menor para quedarnos con mayor proporción del dinero. No quiero malos rollos con la gente...

Walt miró al saco y al flacucho elfo. Era probable que si no se había llevado el saco ya, se debía solamente a que Reluë era demasiado flojo como para arrastrarlo.

Mira... En Tepest tenemos un dicho: "en los temas de dinero, sabe más la mujer, el gnomo y el joyero". Seguro que Ashlyn y Elyzabeth saben regatear y esas cosas, y prefieren pasarse por las tiendas. Las cosas que tengo pertenecieron a un tipo, y no tengo la menor idea de precios y tasaciones. Si hablo yo seguro que me timan, no sé tú.

Pero podemos preguntarles...

El guerrero celta metió sus dedos índice y pulgar en la boca, y silvó con fuerza.

Cargando editor
16/01/2017, 11:44
Walterly Wallace

¡¡¡FIUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!

El silbido se escuchó desde la calle, y cualquiera que se asomase a la ventana podría ver y hablar con Walt y Reluë...

Cargando editor
16/01/2017, 19:02
Reluë Dranohel

Escucho las objeciones planteadas por el barbaro, quien ha resultado ser de una honradez intachable. Desconfiado, pero honrado. Noto cómo me mira y puedo notar sus recelos, así que me apresuro a decir:

- Sin problemas, Walt. Era más por dar un paseo y no estar aquí esperando que por otra cosa, pero si crees que pueden desconfiar de nosotros... no había pensado en eso. No me gustaría que nadie me tomase por lo que no soy.

Y, tras su silbido ensordecedor que se ha tenido que oír en la otra punta de Barovia, espero a ver si se asoma alguien por el balcón de la casa de la plañidera. O de cualquier otra del vecindario, que también podría ser.

Cargando editor
17/01/2017, 10:29
Elyzabeth Ildemar

¡¡¡FIUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!

Ely se levantó con mas brusquedad de la que convenía en aquella delicada situación.

-Disculpanos- Dijo mientras se acercaba a la ventana.

Abrió los postigos, se inclinó sobre el poyete para mirar e hizo una señal al bárbaro para que la viese.

Cargando editor
18/01/2017, 10:14
Walterly Wallace

Mira una cosita... Esa señal que me has hecho no es propia de una señorita. Pero a lo que iba... ¿Tenéis para mucho allá arriba? Porque si no, vamos vendiendo las cosas... Una pieza de cobre por tus pensamientos, y tal. Si a alguien le gusta el regateo y esas chuminadas, que baje y se venga. ¿O esperamos y vamos todos juntos?