Partida Rol por web

El caos era completo, no podiamos hacer nada por toda aquella gente, encima el pasillo estaba a reventar de gente, así que retrocedí hasta nuestra puerta.

---Esperad, tengo una idea, seguidme- digo entrando en el balcón, una vez alli cierro los ojos y me concentro durante un momento llamando al eon, el cual aparece casi al instante- Podemos viajar por los balcones montados en Valefor- digo acercandome a la criatura y acariciando su cabeza- Lo único malo es que solo puedo llevar a tres personas como maximo, así que habrá que hacer dos viajes pero sin duda será infinitamente más rapido que tratar de atravesar todo el caos

El plan de Khenta era buena idea salvo porque tendrían que separarse, aunque fuera por poco tiempo. Pero cuando vi a Valefor acudira a la llamada de Khenta, se disiparon todas mis dudas. No era la primera vez que veía un eón, para empezar habíamos tenido que luchar contra él en el templo de Besaid, y además en Bevelle los invocadores que estaban de paso solían hacer exhibiciones para animar a la gente de la ciudad. Pero ver a una criatura tan solemne aparecer desde el cielo en medio del caos y la confusión era una imagen que calmaba el espíritu. 

  -Muy bien, vamos allá- dije volviendo la vista hacia el resto de guardianes y pensando como debíamos hacer los turnos       -Creo que Dynamo y Urumi pesan menos que Azazel y yo. Podemos ir primero Dynamo y yo, y después vosotros dos ¿De acuerdo?

Al ver al niño asustado me preocupé.

-Los ayudaremos,pero esta zona no es segura, procuren salir del estadio- dije señalando las salidas.

Khenta invocó a Valefor y ofreció un viaje en él.

-La verdad creo que los más rápidos a pie deberíamos quedarnos para registrar los balcones y ayudar a las personas a salir, al menos se que seré más útil así que volando ya que yo no puedo arrojar nada de lejos en caso de algún combate-

Tenemos que decidirnos ya, en vez de gastar tiempo, yo no conozco a la tal Darla, así que si no voy con vosotros no la reconocería.

Azazel miró por la ventana rota para ver si podía ver algo, a parte del eon, que le daba algo de respeto.

En la inmensidad del cielo surge un extraño símbolo y, rompiendolo en mil pedazos, aparece el Eon Valefor, el cual acorta la distancia que os separa y se acerca al invocador, esperando las ordenes pertinentes.

Sin embargo, al mismo tiempo que aparece, algo lo acompaña...

En cuanto el Eon se acerca al grupo, el hacha de Azazel comienza a vibrar unos segundos, tras los cuales se comienza a acumular aire a su alrededor.

En apenas un segundo, a los pies del guardián aparece un círculo de aire mientras que, una bola de aire, se forma en la cabeza de su hacha.

Sonrio al ver aparecer a mi primer eon, avanzo hasta situarme cerca de él y lo acaricio.

---Gracias por acudir a mi llamada- le digo mientras lo acaricio pensativo- Tenemos que encontrar a Darla, que suban primero Dynamo y Urumi y yo los llevaré al otro balcón, mientras volamos podremos ver los otros balcones y luego volvere a por Juami y Az....- me callo a ver lo que está ocurriendo con el arma de Azazel-¿ Que está pasando,Azazel?

Pues... no lo se, pero parece que mi arma reacciona con Valefor, puedo acompañaros volando, esto es nuevo para mí así que igual soy un poco torpe, pero ya practicaré.

No sabía como lo sabía, pero era así, volar le daba miedo y le excitaba a la vez, su arma tal vez estuviera diseñada para ser de un guardian o un invocador.

Miré extrañado el efecto que ocurría con el hacha de Azazel, pero al parecer sería algo bueno.

-Si puedes volar entonces creo que podremos ir todos, que Jumai tome mi lugar en el lomo de Valefor, yo puedo levitar y en cualquier caso me agarraré de la cola del eon para no perder velocidad, pero debemos actuar ya!-

Khenta había tenido una maravillosa idea al llamar a Valefor. No solo nos ayudaría, sino que su descenso desde los cielos podía dar esperanzas a las gentes y cualquier pequeño símbolo en medio del caos calmaría los corazones y evitaría que las víctimas aumentaran sin control. 

-No os preocupéis por mí, me encargaré de los heridos. No seas imprudente., Khenta.- Inmediatamente me dispuse a salir corriendo, escaleras abajo donde se encontrarían la mayoría de los espectadores, los que más ayuda necesitarían. Iría ayudando a evacuar las salidas y así no perdería de vista a Válefor. Además, no descartaba que hubiese más intrusos que pretendiesen entrar o salir usando los accesos principales entre todo el alboroto.

-Hmm, qué efecto tan curioso- digo observando el hacha de Azazel resonando con el eón. Me pararía a pensar en ello, pero no es el lugar ni el momento. Si es algo positivo, bienvenido sea -Hagámoslo entonces, a los balcones. Urumi estará bien, nos tendrá a la vista desde abajo. 

Está claro a quién se referían con el mestizo y la niña mimada, pero ¿La ladrona? ¿El sádico? ¿El ratón de biblioteca? No era la situación más preferible, pero al menos iban a ver al resto de invocadores en primera persona.

Mientras el grupo se disponía a subir en Valefor para ir a buscar a darla de pronto...

El suelo a sus pies comienza a desquebrajarse y, de este, comienzan a salir disparadas fragmentos de roca, azulejo y metal procedentes del suelo que van directos hacia el grupo.

La parte inferior de donde se encuentran comienza a ceder y, de entre los cascotes, veis un rostro conocido.

- ¿Me echabais de menos?

El suelo comienza a desmoronarse mientras Velfire, se eleva suavemente esquivando todos los cascotes, como si fuera él quien los controlara.

Sin embargo, la presión que ejerce sobre ellos parece desaparecer y, los fragmentos de roca en los que os encontráis, comienzan a caer. 

Era aquel tipo, el que "llamó" al brote de Shin...al parecer habia vuelto para deleitarse del caos y de tanta muerte...

---!Tú de nuevo¡ ¿Por que haceis esto?- pregunto asustado junto a Valefor-¿Que sentido tenia matar a toda esa gente?

Permanezco alerta por posibles ataques futuros ademas de preparado para dar una orden a Valefor si se diese el caso y espero a ver su respuesta

¿A un chalado egocentrico como tú? ¡Nunca! 

El suelo cede entre mis pies y a través del hueco puedo ver una inconfundible melena roja ascender. -¡¡¡¡¡VELFIRE!!!!!- Grito con toda mi ira. Mis manos se calientan hasta envolverse en fuego y la furia hacer arder mi pecho. 

El suelo se rompe de golpe, justo cuándo íbamos a comenzar la búsqueda de Darla.

Al ver todos aquellos escombros salir contra nosotros doy un salto y procuro ir evitándolos, revotando entre ellos al tiempo que esquivaba los que venían con mayor potencia.

La cabellera roja de Velfire fue inconfundible y pude ver como la ira de mis compañeros estallaba.

Ni lento ni perezoso saqué mis dagas y giré una con el filo hacía abajo mientras manifestaba mi Ki y me rodeaba con el mismo para luego lanzarme al ataque, arrojando dos cortes en horizontal contra el pecho de aquel sujeto.

Demasiado tarde, no hemos salido del palco a tiempo. Veo que empieza a ceder el suelo y los escombros vuelan por todas partes, y yo intento detenerlos como puedo con el escudo mágico y mantenerme en suelo firme. Entre todo el caos escucho una voz familiar que me da escalofríos, y antes de que pueda darme la vuelta y ver cara a cara a nuestro atacante oigo la voz de Urumi pronunciar ese maldito nombre. 

Al volverme le veo una vez más, flotando sobre nosotros y esquivando la lluvia de rocas -No se qué buscáis con todo esto, pero no lo conseguiréis ¡Esta vez no escaparás!

Los cascotes salen disparados hacia arriba golpeando al grupo.

Urumi golpea con sus puños los fragmentos haciendo que estos estallen rodeando a la joven de polvo de roca. Jumai, por su parte, coloca el escudo justo delante de él y consigue bloquear todos los ataque.

Dynamo, salta, gira e intenta esquivar los fragmentos, pero estos le golpean aunque estos son superficiales y solo su ropa recibe algunos rasguños.

Khenta y Azazel, por su parte, no logran interponer sus armas a tiempo y los fragmentos les golpean de lleno, sin embargo la energía corporal de ambos logra bloquear el daño.

Sin embargo, el suelo a sus pies no logra aguantar y comienza a desmoronarse...

Khenta salta a un lado y clava su lanza en el muro de la pared, para así coger impulso y colocarse en el balcón de al lado, en la misma tercera planta.

Dynamo y Urumi también saltan, giran e intentan mantener su posición, sin embargo, como los cascotes van cayendo más rápido que ellos, no logran estabilizarse, hasta que llegan al segundo piso y se detienen allí.

Azazel y Jumai son los que peor terminan, ya que simplemente saltan sobre una roca y se dejan caer hasta el primer piso.

- ¿Quién ha dicho que queramos escapar?

En ese momento, de varios puntos del estadio comienzan a surgir diferentes monstruos, primeros cubiertos con una especie de caparazón que, al abrirse, dejan ver el monstruo en si.

Al mismo tiempo, alrededor de una docena de una especie de tentáculos, surgen también por el estadio, comenzando a moverse y a atacar a los asistentes. Vosotros tenéis tres de estos tentáculos que se encuentran a vuestro alcance.

- Hemos venido a divertirnos...

En ese momento una explosión de fuego estalla en uno de los laterales y de ella sale un Eon.

Del interior sale rapidamente una mujer de tez azulada y largas coletas. A su alrededor comienzan a salir esquirlas de hielo que congelan en un instante la explosión. Sin embargo, comienza a saltar esquivando bolas de fuego que estallan al impactar.

En otro lado, veis como un grupo de personas luchan con algunos de aquellos monstruos y sus tentáculos, aunque estáis demasiado lejos para ver quien son. 

Por otro lado hay gente de la legión, intentando sacar a la gente, pero parece que están encontrando resistencia. 

Por el aire también veis acercarse a varios monstruos voladores...

Mientras que en otro lado más explosiones y desprendimientos del estadio os llaman la atención.

- Veamos qué habéis aprendido... - Dice Velfire elevandose y permaneciendo a unos veinte metros del suelo.

Dynamo es el primero en actuar, preparandose para la batalla. Sin embargo, debido a la distancia con su enemigo, aunque se eleva en el aire unos metros, no logra acercarse a Velfire.

Jumai, analizando primero la situación, comienza a acumular magia por lo que pueda pasar... Al igual que Khenta, que parece ser prudente y esperar a ver qué ocurre.El eon, por su parte, parece estar esperando las indicaciones de su invocador. 

Urumi también prefiere esperar a ver qué hace Velfire, mientras que Azazel se lanza al ataque sin pensárselo. Acorta la distancia que le separa envuelto en una corriente de aire e intenta golpearle. 

Tanto Dynamo como Azazel veis como las matrices que rodean a Velfire intentan colocarse delante de él, pero no es suficientemente rápido y el hacha le golpea en un muslo, haciendo que varias un reguero de sangre comience a cubrirle la pierna.

- Vaya vaya... - Dice el pelirrojo. - Y yo que no sabía si vendríais a por mí... O iríais a proteger a los inocentes... - Os mira y sonríe. - Parece que uno de tus guardianes ha escogido... 

Veis como los monstruos y los tentáculos comienzan a moverse...

Aquello era terrible, habia monstruos por todas partes y todavia habia gente en medio, habia que protegerlos como sea...

---¡¡¡Valefor!!! ¡¡¡Protege a la gente!!! Acaba con los enemigos para que puedan escapar- ordeno a mi eon mientras yo con mi lanza me lanzo sobre uno de los enemigos voladores más cercanos, tenian que acabar con esa maramunda antes de que fuera demasiado tarde y se cobrase más victimas, mis guardianes podian encargarse de Velfire....

Azazel se encogió de hombros antes de responder, tanto con palabras como con su filo:

Bueno, tu eres el perro, y si quieres acabar con la rabia...