Partida Rol por web

 La situación se había acelerado. El cabrón del Fed me había disparado. Por un pelo lo había esquivado pero la maldita bala había impactado contra Dariel, quien había caído al suelo como un saco de patatas. El charco de sangre que lentamente se expandía alrededor suyo no parecía presagiar nada bueno.

  De todas maneras, no había tiempo para eso. El tipo que estaba al lado del grandote me había disparado a mí. Gracioso. El tipo no había escuchado nada de lo que había dicho. O era idiota o había permitido que sus sentimientos le afectaran en una lucha y he intentaba  solucionar todo esto, matándome. Muy gracioso.

 Sin pensarlo, me lanzo hacía donde se encuentra el Fed. Milagrosamente, la bala a bocajarro no me ha impactado. Choco contra la pared al lado del cabronazo y le miro rápidamente. Bien, parece que al fin ha decidido dejar de dar guerra y quedarse inconsciente.  Solo queda parar la situación antes que nos matemos.  Sin pensarlo mucho, le grito:

-         - Para ya!!!.

 Y disparo contra el arma de mi atacante para desarmarle sin tener que acabar con su vida.  Sin embargo, en cuanto aprieto el gatillo se  que la bala no me va a hacer caso…..

Ashton mira con condescendencia a Angel antes de abrir de nuevo la boca.

-Pues entonces no critiques lo que hacemos los demás si tu misma no eres capaz de hacerlo mejor- empieza éste.  Luego se lo piensa mejor y en vez de continuar "castigando" a la chica, se queda silencioso unos segundos, como si estuviera pensando.

-Pero en nuestra nave hay un médico que sí puede salvarle la pierna. Así que señoras y señores hagan el favor de moverse e ir hacia el embarcadero 2- finalmente dice éste, siguiendo a Helena, que aunque le sigue no gustando, parece que es capaz de desviar a la gente y crear una esfera de seguridad y espacio alrededor suyo.

-Al menos podrías ayudarme a llevarle hasta allí no? Ya que no puedes curarle, al menos carga peso- su mirada de indignación y reprobación es muy elevada y toda dirigida hacia Drake. Parece como si no quisiera perdonarle algo, una ofensa evidente que ésta desconoce.

Todo pasa demasiado deprisa. Ya está el fed sano y "salvo" y mi trabajo realizado, pero el fed tiene la fuerza suficiente como para disparar, fallar y darle a Dariel. Ya estoy de pie y dirigiéndome a él antes de que Julian me grite hacerlo, por lo que gruño ante su impertinencia. Ni que no supiera cuál es mi trabajo, joder.

Me arrodillo ante el piloto tan rápido que incluso noto el pinchazo de dolor al golpear mis rodillas en el suelo. Abro el maletín de nuevo, buscando en el interior las utilidades necesarias para curarle. Mierda.

- Tranquilo Dariel, estoy aquí -Le digo, mientras procedo a rasgarle la camiseta y le quito la armilla, vertiendo cantidades ingentes de desinfectante en la herida, aplicándole una gasa estéril y apretándola contra la herida con vendas. Por el momento servirá-. Rápido, tenemos que llevarle a la Orpheus, donde podré curarle mejor -Hablo para todos mientras sigo trabajando, a contrareloj-. Ya está estable, pero hay que extraerle la bala y aquí no puedo sin correr el riesgo de cortarle una arteria. Vamos.

Me levanto y les doy las indicaciones necesarias.

- Kratos y Julian, cargad vosotros con él. Cuidado con el balanceo, id con mucha precaución pero sin deteneros. Tenemos que llegar a la nave ya. Tú, Miller, ayúdame a cargar a éste -Señalo al calvo de los guantes azules. Deberemos dejar atrás al otro-, aún le necesitamos. Y tú, chaval, más te vale que huyas de aquí cagando leches.

Cómo se ha complicado todo en un momento, ¿no?

Ni siquiera he sido consciente de que una bala ha entrado por mi pecho, sólo he sentido como algo me golpeaba y me tiraba al suelo, dejándome aturdido. Todo pasa lentamente y oigo las voces y los ruidos amortiguados, como si no fueran conmigo. Noto como mi cuerpo está algo mojado, como si me hubieran tirado un líquido espeso y caliente sobre el pecho.

"Es tu sangre, idiota, te han dado y de la forma más estúpida y ahora que será de Ivy? quien la protegerá en la Negrura cuando Ellos lleguen?"

Trato de respirar pero me cuesta demasiado, como si tuviera a 3 Kratos encima mío, tirados como una enorme y gruesa manta, bloqueándome el paso. Giro la cara para mirar frontalmente hacia el que me está hablando. Es Ian. Apenas percibo sus palabras, parece ocupado y estressado. Debería decirle algo pero tengo la gargante cerrada, así que no sale nada por mis labios.

Y entonces viene el dolor, el horrible dolor de la herida, quemándome como 100 soles, perforándome horriblemente. Toso, tratando de respirar y soportar el dolor, y unas gotas de sangre salen por mi boca. Caigo en un estado de semi-inconsciencia, con los ojos entreabiertos, sin estar aquí pero tampoco traspasando al otro lado del Velo.

Todo sucede a cámara lenta. El sonido del arma, el niño esquivando el tiro, noto el suelo por mi espalda mientras ruedo, el dolor en mi hombro y el sonido sordo del impacto de la bala. Por instinto pienso que la bala habrá impactado en la pared. Entonces escucho el ruido de Dariel cayendo a plomo al suelo. Y el crío del demonio sigue haciendo de las suyas.

- Se acabó.

Dejo caer mi arma al suelo. En ese momento, el jefe de seguridad Kratos ha desaparecido. Ha vuelto Kratos, el minero. Los disparos, las advertencias, todo había desaparecido. Sólo éramos Thornfinn y yo. Todo lo demás había desaparecido. No importaba lo que pasase con Julian, no importaba que Dariel hubiese caído al suelo, no importaban las palabras de Ian. Sólo importaba hundir en el suelo la cara de aquel saco de problemas. Había vuelto el ansia de sangre, el deseo de sentir en mis manos los golpes, el placer del momento antes de escuchar el sonido de los huesos al romperse. Como un animal, Kratos había empezado a actuar por instinto. Como un rinoceronte a la carga me lanzo hacia el causante de todo, dispuesto a poner fin a la situación.

Al ver que Kratos pasa de mis indicaciones, dejo caer las piernas del guantes azules, a la mierda, y me dirijo hacia Dariel de nuevo. Es una verdadera pena tener que desprenderse con unas potenciales averigüaciones médicas, pero la vida del piloto es mucho mas valiosa que las posibles víctimas de unos tíos con varillas. Al fin y al cabo, conservo el arma... aún puedo descubrir cómo se impide, aunque sería mucho más fácil con uno de ellos en nuestra posesión. Bastaría con abrirle la cabeza, extraer lo que tienen implantado y estudiarlo. Fijo que es algún inhibidor que impide que el impulso producido por su arma dañe sus cerebros.

- Joder, Julian, ayúdame -Gruño, acluquillándome enfrente de las piernas de Dariel-. Cuidado al moverlo, ¿eh?

Me fastidia el hecho de que Kratos va a destrozar al pobre muchacho, casi seguro, pero en éstos momentos es mejor irnos y curar cuanto antes ésa herida de bala.

- Aguanta, ¿eh, Dariel? El dolor te mantiene vivo -Lo que menos necesita es un calmante-, así que agárrate al dolor.

Noah se giró para no ver nada de lo que pasaba. No quería involucrarse. Era su particular forma de lavarse las manos, aquello que no veías no existía, sobre todo si tenías la capacidad de abstraerte pensando en cosas más importantes. Como eran por ejemplo las matemáticas; en como resolver esa maldita constante que llevaba mortificándole los últimos dos días o algo más mecánico como era la forma de implementar un sistema automático a un revolver antiguo de acción simple.

Las palabras de Miller le devuelven a la realidad. El embarcadero 2, no sería difícil llegar. Afirma con la cabeza ante sus palabras, no tenía la menor intención de entrar en ese hervidero.

- Conseguisteis llegar antes que nosotros, así que parece que ese aparatito va más rápido que esto- dice indicando su cabeza - Parece ser que el acceso principal esta bloqueado, quizás deberíamos ir despejando el camino. Además, no quiero dejar mi material en el Skyplex, necesito algo de tiempo para que mis chicos suban todo a bordo - Tenía claro que saldrían de allí. Había decidido confiar en las posibilidades, poco podía empeorar el asunto...

Miller escucha a Noah hasta que da un respingo al oír el tercer disparo y luego los gritos de Ian pidiendo que le ayude a transportar a alguien. Balbucea algo incoherente y se recoloca las gafas algo nervioso. No le gusta la idea de acercarse a la zona del tiroteo. Vuelve a mirar a Noah cuando éste empieza a hablar, tras un largo silencio.

-Bueno, en realidad es sólo una cuestión de física elemental, la lanzadera puede alcanzar una mayor velocidad de desplazamiento, no creo que haya ningún problema con su cerebro, Sr. Gordon- dice éste algo tímidamente. Frunce levemente el entrecejo al oír lo del acceso principal bloqueado, así que se concentra un momento en su PDA para buscar a qué se está refiriendo ya que se había dedicado exclusivamente a controlar la lanzadera y luego conectar los servidores, dejando de lado el resto de la estación.

-Uhm... ya veo, es un caos completo...- mira la pantalla con detenimiento -Creo que necesitan nuestra ayuda, parece que han disparado al piloto...

Repentinamente una voz femenina procedente de la PDA emite un mensaje en bucle de 15 segundos entre cada tanda.

“Atención por favor, ante la situación de emergencia, desde este momento se declara la ley marcial en la skyplex Andromedes. Se ruega a pasajeros, habitantes y viajeros que mantengan la calma y permanezcan quietos donde están. Nuestros agentes les indicarán en breves qué deben hacer y a donde deben dirigirse.  Repito: Manténganse quietos donde están hasta que un agente Federal llegue hasta ustedes y les indique lo que han de hacer. Toda persona que no cumpla con el ordenamiento será bajo su responsabilidad y se considerará como un acto de rebeldía y por tanto podrá ser arrestado por amotinamiento.”

Miller carraspea tras oír el mensaje y le da a un botón que pausa el mensaje.

-Ehm... creo que vamos a tener más problemas que ese...- se pasa un par de minutos más trasteando hasta que encuentra lo que busca y se lo enseña a Noah: es una imagen de video del Centro de Información del Embarcadero, donde se puede ver un tumulto de gente peleándose entre sí e intentando huir, histérica y la llegada de un grupo numeroso de feds. En un lado del tumulto se ve a una chica pelirroja, acompañada de un tipo esquelético y alto, que sostienen a un hombre de unos 40 años, a un joven asiático trajeado que discute con una paramédico con un parche y una chica de cabellos oscuros que está revisando algo en los bajos del tipo cuarentón. Miller se pone rojo como un tomate al ver la escena y da media vuelta para volver hacia la zona de las celdas de detención, aunque al entrar en la sala de los servidores camina pegado al lateral, a los muebles, por si las balas continúan volando por el sitio, no se fía mucho.
 

Asintió con la cabeza ante las palabras y la actitud de Cassia, el registro parecía algo
rutinario, así que de momento no se preocuparía por eso, archivándolo en la
buena memoria que todavía poseía.

-Tenemos que abrir las puertas para permitir que entren
algunos de los heridos, sino las forzaran y nos veremos peor parados- confiaba
en que no le reconocieran, pero no podía hacer otra cosa que eso, confiar –
pero tenemos que dejarles claro, que si quieren que los saquemos de este lugar,
vamos a necesitar a la tripulación de la nave, puesto que nosotros somos
incapaces de manejarla- pidió confirmación  a ambas de que le seguían, esperaba que fueran
los propios Feds quienes les ayudaran – y los Feds son los únicos que ahora
mismo pueden hacer que personas del interior de la estación lleguen hasta la
nave-

Se dio media vuelta e hizo un gesto con la mano para que lo
siguieran, debían regresar y no poner nerviosos a los de la puerta, no vaya a
ser que adelantaran acontecimientos, pero continuó hablando

-Para que todo cuadre, si nos preguntan, diremos que yo
tenía pactado el pasaje con vuestra nave desde hace tiempo, a través de ti Cassia, puesto que no conozco al
capitán ni ellos me conocen a mí, eso explicaría porque estábamos los tres
solos en la nave- Wladimir no quería
problemas de última hora, y sobre todo, no quería quedarse en aquel maldito
lugar – aunque no creo que les importe demasiado, es mejor que estemos de
acuerdo con una versión, así que piensa un lugar y una época donde pudimos
conocernos ­se giró hacia Cassia una
sonrisa ­ yo he estado en casi cualquier lado- la necesitaba concentrada y
despierta, por eso intentaba darle algo que hacer

-Ah, y recordad que van a subir a mucha gente desconocida a
la nave, si queréis cerrar algunos lugares de la misma para que no puedan
acceder, este es el momento, y debemos decidir cuál es el mejor lugar para ir
colocándolos, yo no conozco la nave-

Seguí a Wladimir ante su gesto, acercándome a Eileen para peinarla un poco y relajarme, escuchándole con atención. Por educación, espero a que termine con todo para hablar, aunque como alcanzamos la pasarela de la bahía de carga para entonces aprovecho a correr hacia mi lanzadera para cerrar las puertas.

-¿Y si los federales deciden tomar el control de la nave en lugar de esperar a la tripulación? Estamos en ley marcial; podrían hacerlo-le planteo la posibilidad al regresar con él. Mientras hablaba ya había decidido cómo justificar nuestra relación ante los federales, pero de todas formas también se lo comentaré.-Si ellos ven necesario profundizar en el cómo contactamos, si les dejo caer que he trabajado para usted tendrán que dejarme callar por política del gremio.

Política del gremio,
lo había olvidado

Es curioso el exhaustivo trabajo de defensa que a veces la
mente realiza, y es que todos nuestros instintos nos llevan a la ausencia del
dolor y la búsqueda del placer, y sin embargo, nosotros, nos empeñamos
continuamente en intentar recordar lo que nos hacía sufrir.

-Es una posibilidad- concedió Zeev- pero no creo que eso suceda – alzó un dedo que dejó
suspendido en el aire – esta nave necesita por lo menos cuatro tripulante para
que vuele con seguridad, y dado el caos que imagino hay organizado en la
estación, dudo mucho que los Feds tengan personal suficiente para ponerse a
tripular todas las naves cuyos capitanes se encuentren medio borrachos en
alguno de los antros del lugar –ladeó ligeramente el rostro, mirándola- no digo
que sea el caso del capitán de la Orpheus, pero es lo que suelen pensar los
militares, siempre se ponen en lo peor, créame – conforme hablaba parecía cada más
tranquilo y calmado – conozco los protocolos para estas situaciones, y para
ellos será mucho más fácil hacer que vengan hasta aquí los tripulantes.

Se detuvo antes de llegar a la pantalla donde esperaban una
contestación positiva respecto al tema de la apertura de puertas, echando un
vistazo a su alrededor – necesito que me digas, tanto a mí como a ellos, las
personas a las que deben avisar para que esto se ponga en marcha, y recuerde
que si son muchas, desconfiaran, yo te aconsejo que nombres sólo a los cuatro
que consideres necesarios para despegar, así te tomarán en serio – por supuesto
que todo eran suposiciones, pero  las
cosas en el ejercito cambiaban muy lentas, y la mentalidad de su personal aún
más.

-Con respecto a nuestra anterior relación me parece una idea
excelente- sonrió despreocupadamente – y debemos pensar en que lugar de la nave
colocar a los heridos, mientras menos cosas tengan que pensar los Feds, más nos
lo agradecerán.

En sí tiene razón; con el caos de la skyplex no creo que tuvieran suficiente personal para tripular todas las naves necesarias. Intentaré centrarme más en hacerles ver que necesitamos a nuestra tripulación si quieren llevar a los heridos a tierra. No es sólo una cuestión de recuperarles; si realmente las cosas están mal, no sería ético negar el transporte de heridos.

-No, claro que no...-musité sin querer cuando el señor Mehêtabêl hizo el comentario sobre los capitanes medio borrachos en un antro. Al pensarlo me imaginé a Julian bebiendo en una barra con Dariel y Kratos, y me pareció legítimo hasta que mi boca pronunció esas palabras. No sé si porque quería creerme que no sería el caso de Julian (al menos) o porque realmente lo creía.

Con él llegamos frente a la pantalla. Hay que dar una respuesta antes de que nos vuelen las compuertas. No he podido localizar a nadie; me dije a mí misma que abriría las puertas tras intentarlo al menos. Es un deber. Y la idea del Wladimir no me parece mala.

-La nave tiene una enfermería disponible, además de las habitaciones. Creo que con eso les bastará.-le comento, deduciendo inmediatamente que debería venir también el doctor Green. Entonces, Julian, Dariel, Ivy y el doctor. Me coloco frente a la pantalla, inspiro para recuperar fuerzas y no volver a derrumbarme, y restablezco la anterior comunicación con los federales.

Dado que Helena parece ponerse en marcha, y tomar la delantera, Jack la deja pasar y se aparta esperando a que todos los demás se empiecen a mover, no sabe a donde se dirigen ni que se pueden encontrar allí, pero cuando se avanza siempre hay que cubrir tanto el frente como la retaguardia, y dejar el centro para los heridos, por lo que tras guardar la petaca, mete las dos manos en los bolsillos, para poder empuñar la pistola con tranquilidad.

Cuando el larguilucho regaña a la chica nerviosa, Jack lo mira con curiosidad, ya que parece haber encontrado una fuerza que antes no tenía. Se encoje de hombros y espera a que los demás lo superen para empezar a andar, no sin antes echar una última ojeada a su alrededor, por si se ve algo raro o algo llama su atención.

Mientras continuemos avanzando, cada cierto tiempo, a intervalos aleatorios, Jack echa una mirada atrás, para ver si alguien los sigue, y si es así, para ver quien es y que pinta lleva.

 Poco puedo hacer ahora mismo aparte de dejarme llevar. La pierna herida se esta convirtiendo en un peso muerto rígido y en general me noto bastante débil, creo que mas por la perdida de sangre que por la herida en si

"espero que ese médico sea bueno, y que este cerca, y que tenga material para una transfusión"

Demasiados y, esta empieza a ser una apuesta arriesgada

Ni siquiera me molesté en comprobar si la bala había impactado en el crío o no, no me importaba. Tampoco me importa el cabreo de Kratos, porque sé muy bien que nada de lo que le diga hará que se centre. Ahora mismo solo me importa que mi piloto, mi amigo, mi hermano, está muriéndose por aquella bala en el pecho.

- Dar... - digo agachándome junto a él e Ian - Dar colega, no puedes hacerme esto - escucho el mensaje Fed un poco por alto, pero tampoco me importa. Tengo que llegar a mi nave con Dariel y ya que allí Ian pueda su trabajo con el equipo. Porque aquí no tiene lo necesario - ¡Kratos! - le llamo gritando - Nos largamos de aquí, ya. Y es una orden así que ayúdame a mover a Dariel.

La pantalla de Cortex que transmite el bucle de advertencia deja de mostrar a la mujer fed para, a la orden de Cassia, entrar en comunicación directa con el fed al mando que hay afuera, en el embarcadero. Un chico joven, uniformado, de cabello de color castaño, bien peinado hacia atrás, responde.  Su pose facial es seria, con unos labios finos en un rictus algo rígido. Su mirada, a pesar de la distancia y el uso de una pantalla digital, refleja algo de nerviosismo contenido.

-Han decidido ya qué van a hacer?- dice éste, con una voz voz seria y marcial. De fondo, tanto Wladimir con Cassia pueden ver gente hacinada, contenido por unos cuantos agentes feds armados. El caos ha aumentado desde la última vez que supieron ambos al respecto.

Eileen, por prudencia y porque es una niña, no dice nada, sólo sigue a ambos como una cabritilla a su madre, asustada, en silencio. Tampoco sabe qué decir, es cosa de los adultos solucionar eso, no de ella. Coge con ambas manos los dedos de la mano izquierda de Cassia y los aferra, tratando de darle calor y apoyo para lo que esta formidable mujer está a punto de hacer.

El grupo liderado por Jack y Helena avanza con relativa rapidez ahora que todos parecen haberse puesto de acuerdo. Y aunque cargar con Rousseau y su pierna herida supone una desventaja ya que aminora la marcha, pronto consiguen alcanzar el embarcadero 3 ya que esta vez van todos a favor de la corriente y no en contra. Jack, Angel y Helena se percatan de que se ha formado una segunda marea de gente que en el lado derecho está cambiando de dirección y parece ir hacia otro punto de la estación, tal vez hacia el embarcadero 4 ó 5. Algo está cambiando, aunque no saben ninguno de los tres muy bien porqué, pero ya no parece que todos se dirijan exclusivamente hacia el embarcadero 2 y 3, que es hacia donde van aquel grupo improvisado de refugiados.

Ashton, sin venir a cuento, parece acordarse repentinamente de algo y rebusca, con la mano que no usa para sujetar a Rousseau, entre los bolsillos de su ropa hasta encontrar algo. Lo saca de un bolsillo de su pantalón. Es un pequeño objeto cuadrado negro, que Ivy reconoce en seguida como uno de los comunicadores de la Orpheus.

-Me llevé esto, Srta. LeFay, sólo por si acaso, porque claro, tras dejar el traje y Miller pinchar las cámaras no sabía si les encontraríamos a tiempo y me lo llevé por si volvían a la nave y teníamos que comunicarnos con algunos de ustedes- dice atropelladamente y se lo brinda a ésta.

-Henry fue a por el capitán quizás ya hayan vuelto y puedan ayudarnos a entrar en la nave, con toda esta gente..- hace un gesto con la cara de dolor, como si con cada metro que avanzaran su cabeza le fuera a estallar como una granada de mano -No podremos entrar sin más.

Miro un momento a Eileen para sonreirle levemente; la verdad es que su contacto con mi mano me ha venido bastante bien, y me anima a hablar de golpe y sin trabas con el fed del otro lado.

-En ningún momento pretendíamos dejarles fuera o negarles la ayuda para transportar heridos, agente; dui bu qi.-me disculpo con una inclinación de cabeza.-Ocurre que ninguno de los que estamos aquí en este instante no somos más que mero pasaje. He intentado ponerme en contacto con la tripulación para que regresara y poder ponernos a su servicio con el transporte, pero no he tenido suerte.-aprieto los labios.-Necesitaríamos al menos a cuatro de ellos para poder poner la nave en marcha.

Allá voy. Tiro dos d8... Lo de el +d2 por la ventaja no sé bien cómo va así q yo tiro y ya me dices xD

Joer xD