Partida Rol por web

Firefly: El Vuelo del Orfeo

Chap. 2.b: ...Corazón que no siente.

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04/01/2011, 00:42
Eileen Blackwell

Todo había salido mejor de lo que había comenzado. Había conseguido salir airosa del interrogatorio de los Feds (con piruleta incluida), pero tampoco podía ser de otra forma, ¿no? Al fin y al cabo ¿que podía saber una niña que pudiese interesarles? Nada. Absolutamente nada.

Aprovechando que Cassia se encontraba ocupada, salió de la nave para poder sentir nuevamente la libertad. Aún recordaba con cierta angustia las acusaciones que el médico de la nave había vertido sobre ella. Estaba claro que no podía fiarse de él, en cuanto se descuidara le daría una puñalada trapera y los pondría a todos contra ella...

Pero eso eran cosas que mejor se dejaban para más tarde. Merodeando al rededor de La Orpeheus, a la pequeña Eileen le llamó la atención un anciano que se encontraba mirando el cartel que vendía los servicios de la misma nave en la que ella se encontraba, ni corta ni perezosa se acercó a él y comenzó a tironear de su abrigo.

- Yo soy Eileen -Contesto alegremente tras hacer lo que a ella le pareció un esfuerzo sobrehumano al tratar de pronunciar el nombre tan enrevesado del señor.- Y esa es la nave en la que yo viajo -Añadió aún más eufóricamente mientras señalaba el cartel que se hallaba enfrente de ambos.- En la nave ya tengo hermanos, ahora me falta un abuelito... -Finalizó acompañando la frase con unos adorables ojos de súplica.

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04/01/2011, 14:11
Cassia Ren-Shen

Había dado la vuelta completa a la nave sin detenerme, llamando a Eileen sin obtener respuesta alguna. Esta niña...podía entender que la libertad tras lo que había estado viviendo podía tenerla algo emocionada, pero había momentos (como éste) en que no era agradable tenerla correteando y moviéndose por ahí.

Tras los nulos resultados de mi búsqueda en la nave decido salir al embarcadero, esperando que no le hubiera dado por perderse en la skyplex. Veo que hoy no dormiré; meditaré ocho horas y luego me replantearé lo que estoy haciendo con mi vida. 31 años, acompañante ambulante en una nave de segunda mano (sino de tercera) y persiguiendo a una chiquilla.
...Está claro que la conversación mantenida con el coronel Lorence me ha dejado descolocada totalmente; ya dije que no me hacía ninguna gracia que me interrogaran.

Así estaba de preocupada que el suspiro de alivio que suelto al ver la cabellera rubia de la pequeña Eileen al lado de la Orpheus debe haberse oído por todo el embarcadero.

-¡Ahí estás!-exclamo, yendo enseguida hacia ella, fijándome en que estaba hablando con un hombre mayor frente a la pantalla de información.-Dui bu qi, señor.-me disculpo con el hombre, inclinándome un poco.-Espero que la chica no le estuviera molestando.-luego vuelvo la atención a Eileen.-¿Por qué me das estos sustos, señorita? Si hubieras esperado un poquito te hubiera propuesto que fuéramos a mirar tiendas y así te compraba algo de ropa para que tengas con qué cambiarte, pero claro, me he girado y ya no estabas.-bufo, cubriéndome la cara con la mano. Hoy no gano para sustos.

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04/01/2011, 17:30
Steve Carson

Un vestido corto, unos capatos bonitos y la promesa de alcohol de gorra es todo lo que ha necesitado Ivy LeFay para convencencerme. No le ha costado mucho, al parecer. Será que no tengo fuerza de voluntad cuando escucho la palabra "gratis".

Pero la cuestión es que algo ha tenido que poner de su parte, y es que el Dragón Azul no es de mi estilo. Llamadme rara, pero no me gustan los sitios pijos. Donde se ponga un tugurio o un antro de alguna colonia, que se quite todo lo demás; no hay punto de comparación entre los obreros de cualquier planeta minero o en terraformación y esta Skyplex de mierda llena de feds. Y no sólo de feds, no: LLENO DE VIRUS QUE ME PUEDEN CONTAMINAR. Ese tal coronel Lorence ha hecho que me cague con eso de la agresividad. Al fin y al cabo, todo el mundo dice suelo ser una jodida kamikaze, y eso no tranquiliza para nada. El que ande por ahí una tía con pinta de yonki que va matando colonos como si de chasquear los dedos se tratara tampoco mola. Joder.

Observo la mesa llena de gente jugando al poker. Un chino, uno jovencito, una a la que invitaría sin duda a la Firefly y otro al que me tiraría ahí mismo. Mmm, sería genial cotillear un poco, pero me da que esta gente tan rancia no me dejará ni acercarme a la mesa aunque sea para animar, así que me siento en uno de los taburetes que hay frente a la barra, el que hay al lado de Ivy. La cabrona es de gustos caros, sí, pero oye, hay que aprovechar.

- ¿Cómo que si tiene edad para beber alcohol? ¿Me estás tomando el pelo? -digo, poniendo cara seria. Me giro hacia Ivy- Oye, ¿no me dijiste que este sitio era el mejor que había en la Skyplex? Ya verás cuando le digamos a papá que ni whisky nos sirven; seguro que se lo dice al señor Lorence. 

Chasqueo la lengua y niego con la cabeza. Normalmente el truquito del padre rico amigo del jefazo funciona, así que supongo que esta no será una excepción. Y, si no lo hace, no tengo ningún problema en sacar mi identificación y hacerle un gran bazinga a ese camarerucho de tres al cuarto.

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04/01/2011, 19:57
Ian Green

Los dos soldados miran con frialdad a Ian pero no responden a sus intentos de picarles ni a sus órdenes. No hablan con enfermos mentales. Tienen sus órdenes y piensan cumplirlas. A los pocos minutos de oirse el estruendo ocasionado por Ian se vuelve a abrir la puerta metálica automática y entra la Dra. Oletta. Mira a Ian y luego la pantalla rota tirada en el suelo.
- Algo más que añadir a la factura de su familia, el gobierno no va a pagar por sus actos de vandalismo, Dr. Green...- responde ésta, con su voz suave y melodiosa-. Está preparado para recuperar su vida y su salud?

Ian: Me dirijo hacia la mesa y me siento en ella, realmente cabreado. ¡Jodidos hijos de puta! ¿Pero qué coño pasa con todos ellos? Subo un pie a la mesa, de manera que me puedo abrazar a mi pierna y apoyar el mentón en la rodilla, sin dejar de mirar hacia la puerta. Cuando la Psicóloga entra y me cuenta lo de la factura, me limito a murmurar un tranquilo "vete al infierno", sin apartar la vista de donde la tengo fijada.

- ¿¡Cómo!? -Salto de la mesa y me dirijo hacia la Dra. Oletta-. ¿Cómo tienes la poca vergüenza de llamarte a ti misma Psicóloga? -Me la quedo mirando con incredulidad-. ¿Dónde obtuviste la licencia? ¿A quién diablos le chupaste la polla para poder trabajar, "Doctora" Oletta?

Niego con la cabeza y me aparto, bastante cabreado.

- No sé cómo puedes dormir por las noches llamándote a ti misma doctora, cuando ni siquiera eres capaz de ver algo como lo que está pasando aquí. ¿Quieres que recupere mi vida y mi salud? Dejadme ir de aquí y no me encerréis -La vuelvo a mirar-. ¿Eres tan estúpida como para creer que estoy secuestrado y no ver cómo es mi vida con mi padre? Un maldito infierno. Éso es lo que es. ¿Quieres encerrarme para volver a vivir ese tipo de vida? Bien, hazlo. Pero apúntate en tu consciencia, si es que tienes, ésto: antes muerto.

Dr. Amanda Oletta: Suspira resignada. Típica reacción agresiva de la fase de negación. Ladea la cabeza y mira a Ian sin perder la compostura en ningún momento.
-No eres tú quien está hablando, te han programado para decir esas cosas. Tu familia te quiere y es allí donde debes volver, ser una persona de provecho, equilibrado...- dice ésta. No era la primera vez que sus pacientes la insultaban y le decían de todo, pero ya estaba acostumbrada, es un de las mejores psicólogas especializadas en víctimas de secuestros y violencia física y mental, no iba a engañarla con ese discursito tan consabido... -Pero pronto entenderás que esto sólo es una farsa.

Ian: Me quedo con la boca levemente abierta, habiéndome sentado de nuevo en la misma posición que antes. La pierna izquierda me colgaba y así estaba ahora. Incrédulo, esbozo una leve sonrisa a la vez que digo, para mí mismo:

- Ésto no puede estar pasando. No, debe ser algún tipo de broma de mal gusto, porque no creo que nadie pueda ser psicólogo siendo tan estúpido.

Miro a mi alrededor, buscando la cámara. Aunque claro, no sería oculta si la viera a simple vista, por supuesto.

- Vete al infierno -Repito-, mala puta. Llamarte doctora es un insulto para todos los que sí queremos ayudar a la gente -La miro directamente a los ojos-. Ojalá ardas en el infierno por ésto.

Dr. Oletta: Lanza una mirada reprobatoria a Ian y se cruza de brazos.
-Siendo desagradable e insultadome no va a lograr nada, Sr. Green, he tratado con pacientes mucho peores que usted, así que no trate de ponerme a prueba, por favor. Su campo es el cuerpo humano, el mío la mente, déjeme hacer mi trabajo y todo será mucho más fácil para usted- sus facciones aparecen algo más endurecidas.

Ian:
- ¿Ahá? ¿Más fácil? ¿Te refieres a la parte de tenerme todo el día drogado con pastillas que me dejarán sin pensamientos? ¿O te refieres al hecho de que me vais a encerrar y luego me devolveréis a un lugar donde no quiero ir ni muerto, la casa de mis padres? -Me río entre dientes y salto de la mesa, para comenzar a andar por la sala-. ¿Sabes? Yo creía que iban a recibir tratamiento todos aquellos que QUIEREN ser tratados. O aquellos que son violentos y realmente inestables. ¿Tengo yo, acaso, algún expediente? No. Le diré yo lo que pasa: ni tienen motivos para encerrarme ni lo van a hacer. ¿Sabes por qué? Porque me suicidaré antes de pasar un sólo día ahí encerrado. ¿Quiere tener éso sobre su consciencia? Por mi de acuerdo, me dás tanto asco que si no te he escupido o golpeado es por el simple hecho de que no quiero daros motivos para que encima penséis que me hacéis un favor.

Dra. Oletta: Vuelve a ladear la cabeza pero hacia el otro lado y mira con fijeza a Ian mientras no para de despotricar e insultar, especialmente a ella y su profesionalidad.
-Insultarme no le va a ayudar a salir de esta, Sr. Ian, sólo reafirma mi diagnóstico. Debe ser tratado de inmediato, especialmente de ese "calambre" en la pierna. Se droga usted, Sr. Ian? Porque si no fuera porque es médico, juraría que está sufriendo el primer de los síntomas del síndrome de abstinencia...- vuelve a sonreír, pero esta vez más fríamente.

Ian: Suspiro, veo que nada funciona. Ésa mujer no es una psicóloga. Es una marioneta, nada más. Incluso puede que le dé placer el hacerlo. Camino por el fondo de la sala, como un animal viéndose enjaulado. Me siento en el suelo, tras apoyar mi espalda en la pared y me dejo caer, como si estuviera de fumadas. "Qué más da".
- Se lo advertí -Anticipo, mirando a ningún sitio al sentirme derrotado. Recuerdo cuando me bañé en verano en el Gran Lago, con los colegas. Estaba realmente drogado, hasta las trancas. Sexo, alcohol, marihuana, música... era un desenfreno total.

- Tiradas (4)

Tirada: 1d8
Motivo: Convencer a Psicóloga
Resultado: 1

Tirada: 1d4
Motivo: Convencer a Psicóloga
Resultado: 4

Tirada: 1d10
Motivo: ¿?
Resultado: 6

Tirada: 1d6
Motivo: ¿?
Resultado: 3

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04/01/2011, 22:15
Noah Gordon

Sin lugar a dudas, aquellos dos hombres eran más de lo que aparentaban en un principio. El que aquel hombre amante de la artillería pesada, conociera los grillos y los "efectos secundarios" de los consiguientes modelos, era en si una peculiaridad bastante curiosa. Y como no, Noah no podía evitar comentar sobre esos incidentes.

- Tienes un buen ojo, estas armas no son demasiado conocidas. Tras esos incidentes quedaron demasiadas pocas. El problema fue cuando se intentó convertir el arma en algo más extendido. Para que las balas pudiesen ser introducidas sin tener que desmontar el arma cambiaron algunas de las piezas y otras las movieron de sitio. Por eso solamente alguien con paciencia y con buen gusto puede apreciar el usar una de estas preciosidades.

Después ocurrió lo mismo con Dariel y sus palabras. ¿Con que una Henry Deringer? Y además calificar a aquellos revólveres por su autentico adjetivo, bellos. Estaba claro, estos hombres no eran simples matones.

- Su hermana tiene suerte, se lleva como su compañero ha dicho, una pieza de historia.

Vio como Kratos volvía a montar la UZI tras su inspección. Se veía que estaba entrenado en el manejo, incluso era probable que fuera mucho más rápido desmontando, limpiando y volviendo a montar el arma que él mismo. Con una sonrisa, cogió el arma y la volvió a meter debajo del mostrador.

No iba a ser mala venta, el grillo, los dos revólveres y algo de material. Cada vez le quedaba menos mercancía; como no encontrase una nave pronto, tendría que acabar dedicándose a negocios más turbios.

- No hace falta que lo envuelva en regalo, tengo algo perfecto. Las cajas originales de cuando se manufacturaron las armas.

Noah se agachó durante unos segundos detrás del mostrador. Se oían sonidos de arrastrar cajas y de herramientas chocando unas con otras. Se levantó con tres cajas, bastantes dispares.

Metió el grillo en una caja metálica pequeña. El interior era de terciopelo rojo y había un hueco con la forma del arma; además tenía dos pequeños surcos, donde Noah encajó dos balas brillantes. En letras doradas había bordadas unas letras, Grillet. Levantó la caja para que sus clientes pudiesen ver el aspecto final. La dejó sin cerrar encima de la mesa.

Las otras dos cajas, pertenecientes a los revólveres eran de madera y algo más grandes. Metió el revólver de barrilete de 6 balas en una caja de madera de nogal que tenía tallada la palabra Taurus en la cubierta. Y el arma más pesada en un pequeño baúl de haya, con goznes plateados, en el frente se podía leer Nagant.

Entró por la pequeña puerta que había a su espalda y al rato volvió con los utensilios que Kratos le había pedido.

Sin saber por qué había decidido confiar en ellos, quizás por sus refinados gustos armamentísticos o por una simple corazonada, decidió relatarles la posición en la que estaba.

- No, no, si problemas de dinero no tengo, simplemente quiero avanzar. Llevo tres años aquí y me gustaría dirigirme hacia el Rim. No puedo llevarme toda la mercancía, por ello prefiero vender las armas a precios bajos a gente que sé que aprecia su calidad. Y casualmente Whitefall es el destino al que quiero dirigirme- Se dio la vuelta y miró las únicas armas que le quedaban, aquellos phasers que tanto odiaba pero que tan de moda estaban.

El momento había llegado, antes de cerrar la venta quería saber qué posibilidades había de escapar de aquella chatarra volante. -¿Vuestra nave acepta pasajeros?

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05/01/2011, 09:28
Kratos Syn

Cojo el kit de limpieza y lo observo. Sí, parece lo que necesito. Luego miro las cajas con las armas. Vaya, parece que Dariel ha decidido comprar toda la tienda. Esbozo una pequeña sonrisa. Cómo quiere este hombre a su hermana. ¿Y me voy a ir yo sin un arma nueva? ¡Esto no puede ser!

- ¿Cuánto por esos phasers? ¿Y por el kit este?

Escucho la pregunta de Noah y echo cuentas. Vaya, demasiado espacio no va a haber. Luego me acuerdo de Kaplan y de cierta cuenta pendiente que tengo con él.

- Sí, la Orpheus transporta pasajeros, y por el espacio no se preocupe. Si hace falta, se hace hueco. - Me imagino la cara de Kaplan amoratada y su cuerpo acurrucado en un rincón, tembloroso. No puedo evitar sonreír con cierto sadismo. Intentar timarme a mi, Wong Ba Duhn.

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05/01/2011, 18:35
Director

Prudence la croupier cuenta las fichas con la mirada para asegurarse de que todos han apostado para entrar. Con un gesto afirmativo de cabeza confirma que todos han apostado correctamente.

-Señores y señora, procedan a su segundo y último descarte en esta mano- pide ésta, preparándose para recoger las cartas que no quieren cada uno de los jugadores y darles a cambio a cada uno las que le faltan para completar el juego de 5 naipes.

Candy y Sandy, las dos chicas que rodean a Rousseau empiezan a contonearse y darse besos y acaricias entre ellas, en un claro acto de desafio a la concentración de los participantes del torneo... juguetean y sonrien pícaramente y lanzan miradas de lascivia tanto a Jack como a Víctor, esperando que se sientan tentados de seguirlas a un rincón más oscuro y tentador.

La expectación en la sala va en aumento, ya que en breves empezará el turno de apostar, que es lo que todo el mundo está esperando con cierta ansiedad y emoción. Los camareros no dan abasto llevando copas para arriba y para abajo, la gente tiene más sed si está distraída, nerviosa y con la calefacción a tope. Bueno, eso y los cacahuetes sintéticos que sirven gratis en todas las mesas, claro.

Mientras, algo más alejadas, en la barra, una Ivy una Steve son cuestionadas por el bar-man, que claramente les ve cara de crías.

-Entonces no tendrá ningún problema en enseñarme su identificación, Srta y yo encantado le serviré la bebida que quieran- dice éste, de forma educada pero tajante.

Notas de juego

No os quejareis, os he puesto hasta fotitos de las dos mujerzuelas xD espero que os gusten al menos xD

Idem: indicad para sólo director qué cartas os quedais y cuantas cogeis ^^

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05/01/2011, 18:49
Joseph "Pinky" Rousseau

Me doy cuanta de que Candy y Sandy empiezan su juego, doy un trago a mi whisky y luego separo dos cartas de mi mano

-dos-

sin expresión alguna observo a mis rivales

Notas de juego

¿que si me gustan? ¿que hago yo jugando con esas dos detrás?

as si, que hay que pagarlas ¬¬

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05/01/2011, 18:52
Joseph "Pinky" Rousseau
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d12
Motivo: mano definitiva
Resultados: 9, 12

Notas de juego

me quito el 5 y el 6

me quedo 9,9 y 7

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05/01/2011, 18:52
Dariel M. Lefay

Miro como el dependiente revuelve en la trastienda y debajo del mostrador para buscar algo con lo que "envolver" las armas que pensaba llevarme. Una vez termina de recolocarlo todo en cajas, la verdad es que el efecto está genial y Badger esta vez no se quejará ni muerto! Y si no le gustan me las quedaré yo, que cojones! Las cajas son magnificas y el detalle de que cada una tenga su propio nombre engarzado en esta es si más no, matador.

"Definitivamente tengo que llevarmelas!" pienso, algo hipnotizado mientras miro cada detalle de las cajas y su interior.

Escucho los comentarios de ambos acerca de viajar a Whitefall y hacerle un hueco en la nave.

-Podemos arreglar el precio, no se preocupe- afirmo con la cabeza -Siempre nos puede pagar en especias, seguro que podemos darle asilo en nuestra nave, a usted y a sus armas sobrantes- sonrío felizmente. Desde luego, aún nos quedaban unos cuantos recovecos ocultos para llevar armas de pequeño tamaño y el hangar apenas está lleno, son sólo 6 cajas de tamaño mediano... El problema es más de cama- Si no recuerdo mal nos quedó un pasaje libre, en Persephone sólo recogimos a 4 pasajeros y tenemos cabida para 5. Si no tarda en empaquetar y está dispuesto a hacer el trato, le llevamos encantados!

Me quedo un segundo en silencio.

-Pero está seguro que quiere "avanzar" hacia Whitefall?- me lo quedo mirando, algo extrañado de que alguien con semejante talento quiera ir a esa luna, tan cerca de... bueno, de "Eso".

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05/01/2011, 19:05
Julian Crautchin

Dejo de pelearme cuando el Coronel ya no está presente, al fin y al cabo estos dos tios tan solo me sueltan en el calabozo, quitándome las esposas antes de dejarme allí encerrado.

Me quedo de pie un momento y le meto una patada a la puerta con todas las ganas que tengo ahora mismo, haciéndola temblar en el sitio un momento. Luego me giro en mi estancia oscura y me apoyo en la pared para dejarme caer hasta quedarme sentado en el suelo.
Doblo las piernas y apoyo el codo de un brazo en una rodilla, sujetando después mi cabeza con esa misma mano.

Detenido... Para una puta vez que parecía que las cosas iban bien. Vale que de lo de Eileen tengo parte de culpa, porque la tengo por hacerle caso y dejarme liar por la Embajadora.
Pero ¿el mierdas del doctor secuestrado? ¿De qué coño iba eso? ¡Si prácticamente era él el desesperado por escapar de los brazos de su querido papi! Ya sabía yo que no debí haber cedido una vez le eché... Maldita Ivy.
Y luego lo de Kaplan. A ese mas le valía ser el amo del escondite porque iba a matarle en cuando le pillara... Bueno, si es que salgo de aquí, claro.

Yo solo quería hacer mi trabajo, obtener mi dinero y seguir buscando cómo ganarme la vida pero no... Para alguien como yo parecía que aquello, que a mi personalmente me parecía poco, era algo totalmente imposible.

Bufo cerrando un momento los ojos y pensando insconscientemente que espero que Cassia pueda hacer algo antes de que alguno de mis chicos lo intente, porque entonces sí puede liarse y gorda. Y ahí ya me veo en este calabozo toda la puta vida.

La mano que no sujeta mi cabeza baja al suelo encontrándose con el polvillo acumulado y comienza a dibujar con el dedo índice de manera inconsciente.

"...dudo que una mujer de su categoria quiera nada de un buhonero"
"Estaba claro que no estaba en esa nave por la calidad de vida…"
"Hágale un favor, y déjela ir de ese bodrio"

Llevo las manos a frotar mi cara y, cuando las separo, es que veo lo que he escrito con el polvillo. Lo borro con la mano rápidamente antes de volver a levantarme del suelo y pegar la frente en la pared.

Por eso me gusta el lío que hay siempre en mi nave... Porque me impide darle vueltas a la cabeza.

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05/01/2011, 23:21
Jack Wolf

Jack les dedica apenas una breve mirada a las dos Jien Huo, a visto muchas formas de intentar distraer a los jugadores, pero esta es una de las más burdas que ha visto nunca, si bien no puede dejar de reconocer su belleza, se ve a varias millas de distancia que son profesionales.

Vuelve a echar una mirada rápida a su alrededor, últimamente le ha cogido gusto a controlar de vez en cuando lo que ocurre a su alrededor, sonríe de nuevo a la croupier y tras dar otro breve sorbo a su vaso de whisky, empuja con delicadeza una de sus cartas hacia el centro de la mesa.

- Una por favor. - Después vuelve a concentrarse en su whisky, haciéndolo girar en el vaso, quedándose ensimismado en las evoluciones del mismo.

Notas de juego

Vale, Jack es un jugador profesional y no fija mucho en las "mujerzuelas", pero... jodo con Candy y Sandy... XD

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06/01/2011, 11:36
Noah Gordon

Pensaba que les iban las cosas buenas, sin embargo el gigantón parecía dispuesto a llevarse algunos de los phasers. Esas armas eran el inicio de todo mal, desarrollada en los laboratorios de la alianza y distribuida por todo el verso, más destructivas que las antiguas metralletas y casi igual de dañinas que granadas de mano de doble potencia. Un único haz era capaz de atravesar a un hombre e impactar en la estructura de una nave en el espacio. Odiaba los phasers, estaban en su lista de armas que nunca usaría, pero sabía que como buen armero que era, era su obligación también llevar ese negocio, al fin y al cabo, era la última moda.

- Los phasers a 15 por pieza, y el Kit gratuito, estáis haciendo una gran compra.-Extrañamente esta vez Noah no permitió que su mente hablara, pues su opinión sobre ese tipo de armas era exclusivamente personal.

En lo referente a viajar, había tenido suerte.

- Jing tsai!- no sabía qué nave llevarían, lo peor que pudiese ocurrir es que se encontrase con una antigualla al servicio de un mecánico de dudosa habilidad, peor igualmente, por fin podría acercarse al sistema del Sol Azul. -No hay más de qué hablar, lo que hay encima de la mesa es vuestro.- Sacó el Uzi debajo del mostrador y un par de granadas de mano. -Esto también. Lamentablemente no me queda más mercancía aparte de los phasers, el resto son piezas y herramientas, en Whitefall podré encontrar material con el que crear más revólveres.

- También, si tenéis armamento que queráis que revise, podré hacerlo- De hecho, prefería ser él el que se encargase de revisar cada una de las armas de la nave, no le gustaba volar con gente que podía reventarse la cabeza por la mala combustión de una bala en la recámara o que le explotase una mano por una granada caducada. No podía aportar mucho más a la nave, si era cuestión de dinero, no tenía mucho en ese momento. Sus riquezas se habían quedado en Verbena.

Escuchó la incrédula pregunta de Dariel, había dado en el clavo...

- Si, estoy buscando algo y se que allí encontraré respuestas- Fácil hubiera sido relatar su historia, explicar su situación y defender su idea de que tal vez su hermano siguiera vivo, pero no era el momento...

No tardaría mucho en ponerse en marcha. Tenía todas sus pertenencias ya empacadas. La munición, phasers sobrantes y herramientas y material básico cabían perfectamente en dos cajas de tamaño mediano. Se dedicó a desmontar la terminal personal de acceso al Codex que tenía apagada e instalada en una de las paredes del local.

- Ah, se me ha olvidado presentarme. Me llamo Noah Gordon.- dijo mientras extendía la mano a ambos hombres. - Y Sheh-sheh por la posibilidad de viajar a bordo de vuestra nave.

 

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06/01/2011, 12:34
Kratos Syn

Cuando veo aparecer las dos granadas sobre la mesa, sonrío de felicidad.

- ¡Ah, sabía que tenía que haber algo más! - Las cojo con cuidado y las acaricio como si fuesen animalitos. - Mis pequeñitas, venid con papá.

Me guardo las dos granadas en el chaleco para que vayan a mano pero ocultas a la vista.

- ¿Te importa si las llevo yo? Me gusta sentirme un chico explosivo. - Suelto una carcajada con mi propio chiste, aunque sea pésimo.

Saco 30 créditos y se los dejo encima de la mesa al tipo. Parece que tenemos un nuevo tripulante.

- Encantado Noah, yo soy Kratos. - Antes de decirle mi apellido recuerdo que no conozco a este tipo lo bastante para fiarme. - Un placer conocerte. - Le estrecho la mano y entonces me acuerdo. ¡Virus! - Por cierto, me recomendaron que visitara a un médico que si no recuerdo mal estaba por aquí... ¿Doctor Quing o algo parecido? - Luego miro a Dariel. - Si tenemos un momento, me gustaría hacerle una visita rápida.

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06/01/2011, 13:11
Dariel M. Lefay

Miro detenidamente a Noah mientras trata de justificar apenas ese supuesto viaje a Whitefall. "Está claro que es algo más que un armero...". Me huelo a gato encerrado o tal vez sólo sea mi paranoia habitual, pero algo pasa con este tipo y pienso averiguarlo antes de que nos explote en la cara.

-No hay problema, Noah- sonrío encantadoramente -Estoy seguro de que todos encontraremos lo que buscamos en Whitefall y si nó, bueno, un armero siempre va bien en una nave como la nuestra, somos muy viajeros y el Verso no está precisamente exento de peligros- respondo -Dariel LeFay, piloto de la Orpheus- me presento, finalmente, aceptando su entrechocar de mano.

Miro de reojo cómo Kratos se hace con las granadas, adelantándoseme. "Con lo que me gustan a mí las granadas, maldita sea!" lloriqueo mentalmente.

-Nos llevaremos todo, no hay que dejar nada a las ratas espaciales- añado mientras me apropio de la UZI. Los phasers se los dejo todos a Kratos, a mi no me gustan particularmente, aunque son útiles en determinadas situaciones, no lo voy a negar, pero para eso siempre hay algún fed suicida al que robárselas.

-K estás seguro de que quieres llevarlas encima? Y porque quieres ir a un doctor, se te ha partido una muela o algo así?- bromeo -Será mejor que recogamos todo y visites a ese matasanos lo antes posible, Jules nos acabará matando como le hagamos esperar mucho. Quieres que te ayude a llevar alguno de sus fardos?- ofrezco mi ayuda al nuevo pasajero.

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07/01/2011, 17:46
Wladimir Mehêtabêl Zeev

 

Se había equivocado con su primera impresión, y eso le disgustaba, aquella muchachita no era tan niña como aparentaba a pesar de que sus comentarios y actitud la colocaban por la edad que había calculado. Lo cual hizo que desconfiara de inmediato, sobre todo cuando le dijo que aquella nave era en la que ella viajaba.

-A mi no se me da nada bien el hacer de abuelito señorita Eileen- mantuvo la sonrisa, conocía perfectamente los matices de las actitud de la jovencita, y se incorporó con mucha más facilidad de la que se había inclinado. Aventurarse en una nave desconocida siempre era un riesgo, sobre todo cuando parecía que el capitán necesitaba de usar ganchos para completar su pasaje. Por lo menos parecía que la cosa funcionaba, ya que había conseguido llamar la atención de una más que probable carterista.

Desvió la mirada de los bonitos ojos de la chica para encontrar otros que nada tenían que envidiarle, a pesar de reflejar esa mezcla de alivio y enfado que era tan difícil de interpretar, por lo que dedujo que por lo menos tenía una parte de verdad.

Se descubrió la cabeza y sostuvo su sombrero de estrecha ala, del mismo color que su traje, en su mano izquierda antes de dirigirse a la atractiva mujer que se había presentado ante la improvisada pareja.

-Por supuesto que no me estaba molestando – relajó el gesto y suavizó la sonrisa, que dotó a su rostro de una sencilla amabilidad – todo lo contrario, puesto que me estaba ayudando con las pantalla donde se anunciaban los vuelos – señaló la misma que había indicado a la niña con anterioridad – y le estoy muy agradecido por ello, es más, me ha hecho saber que ella viaja en esa nave, ¿no conocerá usted por casualidad al capitán de la misma?-

Si conocía la jovencita era probable que ella viajara también en la misma nave, y conocer a su capitán era siempre buena cosa antes de decidir si embarcar o no.

 

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07/01/2011, 18:02
Cassia Ren-Shen

"¿Por qué tengo la impresión de que todo el mundo me pregunta a mí por Julian?" pienso para mí, con los ojos en blanco un momento, gesto que disimulo después con una amable sonrisa mientras coloco a Eileen a mi lado y la mantengo controlada rodeada con mi brazo. Sólo faltaría que se me volviera a escapar.

-Le conozco; yo también viajo en esta nave.-asiento con la cabeza e indico un momento la firefly con mi mano libre. Tengo la impresión de que me tocará otra vez hacer de relaciones públicas, y esta vez sin que me lo digan. Nunca me ha molestado, porque ha sido en ocasiones en las que yo no tenía trabajo, pero sigue siendo extraño para mí.-De hecho, si está interesado en viajar con nosotros, no tenga reparo en preguntarme.-le ofrezco, llevándome la mano al pecho.-Ahora mismo la tripulación está algo dispersa por la skyplex,-"o detenida; debería asegurarme de ello."-así que tendrá que conformarse conmigo. Puede llamarme Cassia.-me presento, aumentando mi sonrisa.

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07/01/2011, 23:41
Noah Gordon

Así que el piloto... Estaba claro que las primeras impresiones estaban infundadas. Eso no quitaba que además tuviese un segundo empleo, pero ya que iba a ser él el que manejase la nave que le llevara a Whitefell, tendría que confiar en él.

- ¿Orpheus? No me suena, ¿qué tipo de nave es?- decía mientras conseguía terminar de desmontar el soporte del terminal.

Al entrar en el almacén vio algo que quizás pudiese gustar a Kratos. Una caja de madera de 1 metro de largo por 0,60 de ancho y 0,60 de profundo. Se lo habían enviado hacía tiempo en un carguero para que reparase lo que hubiese ahí dentro, pero como ya tenía intenciones de abandonar el negocio, no llegó a abrir la caja, no sabía lo que podía contener. Si hubiera sido un paranoico de las conspiraciones podría haber pensado que había un cadáver, pero no, sabía que debía ser algún arma.

- Algo de ayuda me vendría bien, pero no os preocupéis, cuando hayáis acabado con lo que tengáis que hacer en Andromedes pasaros. Prefiero dejar mis cosas aquí, donde sé que respetan mis mercancías.

Cogió las cajas de las pistolas que acababa de vender y las metió debajo del mostrador, era mejor no dejarlo a la vista. Ya cogería Dariel sus nuevas pertenencias más tarde. Recogió los 30 créditos y se los metió en el bolsillo. Les había dicho que aquello era gratuito, para así pagar el peaje; pero no era tan tonto como para no coger el dinero que le daban.

-Bueno, os acompaño a ver al Dr. Qing, esta aquí al lado y es posible que pueda colaros.

Además, pretendía dejarle al viejo aquel local para que ampliase su consulta, había sido buena compañía en aquellos 3 años.

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08/01/2011, 14:51
Eileen Blackwell

Iba a abrir la boca para replicar ante la respuesta tan borde que le había dado, según ella. Pero fue entonces cuando Cassia apareció. Eileen se giró para mirarla y sonrió igual que si hubiese visto a su madre después de mucho tiempo separadas.

- Lo siento, no quería ser mala... pero en cuanto vi que podía salir al exterior no pude evitar hacerlo, me empezaba a agobiar... -Musitó mientras se abrazaba al cuerpo de Cassia- Lo siento -Volvió a mirar a Wladimir con ojitos de cordero degollado- Es solo que pensé que estaría bien tener a alguien mayor entre nosotros. Nunca viene mal la sabiduría de alguien que ha recorrido más camino en la vida que nosotros... -Continuó diciendo dulcemente, mientras sonreía de forma melancólica.- Me encantaría que viniese con nosotros, sinceramente.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Tirada: 1d10
Motivo: Persuasion
Resultado: 1

Tirada oculta

Tirada: 1d4
Motivo: Bonificación encanto
Resultado: 4

Notas de juego

Gica, tira Fuerza de voluntad.

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08/01/2011, 16:36
Sophie Sweethoney

Sophie parpadea unos segundos al ver a las dos atractivas chicas montando su numerito pero no dice nada, intentando concentrarse en qué cartas debe desechar y cuales no. Al final separa una sola carta y la lanza al centro de la mesa para que sea recogida por la croupier.

-1 y con gracia, querida!- sonríe ésta. Mientras espera a que la nueva carta se deslice hacia su dirección, vacía su vaso y llama a uno de los camareros.

-Ponme otra, ricura!- le guiña el ojo al camarero joven que se acerca.

Notas de juego

haced vuestros descartes y tiradas plis ^^ al final sólo haremos una ronda y ya, que si nó se eternizará la partida de póker xD así que preparaos para empezar a apostar xD