Partida Rol por web

Arthur empeora por momentos... Y a Donovan le recorre un escalofrío por la espalda. Ese chico es un aviso de lo que se les viene encima a todos... Y no es demasiada buena la perspectiva. Una cosa era buscar información por Internet... Otra muy distinta ver los efectos del virus en directo. Donovan se lleva una mano a la boca, horrorizado...
Pero algo sucede. El anfitrión parece sufrir una especie de desvanecimiento mientras que Arthur mejora sensiblemente.
Al momento Donovan se acerca hasta Balaguer y le pasa un brazo por detrás de la espalda para ayudarle a incorporarse. No ha estudiado primeros auxilios, así que no sabe muy bien que hacer. Busca con la mirada a maría y cuando la localiza, le hace gestos para que se acerque mientras le pide en Francés
[Fr]María... acércate por favor... Mira a ver si puedes hacer algo por este hombre... parece sofocado y cansado... Y no entiendo nada de nada de medicina[Fr]
Tuerce la boca en un gesto de concentración mientras sigue sujetando por la espalda al hombre.
Si era la cura... o por lo menos un alivio, ya que los síntomas no habían desaparecido, sino solo remitido, había que cuidar de Balaguer.

Por un momento, y agradecida, me giro para empezar una agradable conversación con Michael, pero el grito de Jolene me hace girarme hacia ella con los ojos abiertos y expectante a lo que pueda decir.... la cura?

Lex, que se situaba cerca del grupo que rodeaba a Arthur, tras flipar con la reacción de éste deja a un lado las vendas e inmediatamente acude a sujetar a Balaguer:

- No lo levantes del todo, Donovan - le dice a éste, cogiendo a Balaguer por el otro lado - Es más, ayúdame a tumbarlo en el sofá. No os acerquéis demasiado que - siendo como es - se agobia... Muévelo con cuidado - le pide al rubio, se fija en si lleva algo que le agobie el cuello, aflojándole la ropa para evitarle la sensación de agobio - Dadle un poco de agua. Puede marearse y dejarse los piños en el suelo...

¿Éste hombre es la cura...? ¿Todo este viaje ha sido por él...?

Me quedo un poco en el suelo, sintiendome como si me hubiese pasado un camion por encima.
Al oir a Jolene me emparanoio de la ostia...
Ostia, a ver si es verdad que lo que quieren es que sea yo la cura? Y un capullo, me muero si tengo que curar a tanta gentuza, esto es a costa de mi vida y desde luego la mia vale mas que la de bastantes de ellos, ademas, me moriria o se moriria alguno antes de que los pudiese curar a todos. Pero a ella no le puedo mentir...
Le respondo a Jolene.
- Puede ser...
El hermano me ayuda a levantarme
- Gracias... [ES]Ostia que mareo...[ES] Que alguien le ponga un bozal al de las ordenes porque si me haceis curar a otro me muero... Y si me tengo que morir que sea por gente que merezca la pena...
Nunca habia tenido que gastarme tanto la vida, no habia curado a una persona antes que a Arthur.
- Mañana mas.... ¿Me sientas en el sofa, por favor?

Arthur contempla anonadado a Balaguer. No sabía ni quien era, pero sabía que le había salvado la vida, al menos temporalmente...

Miró a Jolene y a Amber, luego su entorno, reconociendo el lugar... Después la mano por la que había fluído la vida del español hasta él...

- Voy a tener que frecuentar España más a menudo... La gente es... - parecía emocionado - De puta madre.

Tragó saliva y escuchó a Balaguer.

- ¿Qué ordenes? Joder... ¿Qué me he perdido...?

Alice observa a Balaguer de arriba a abajo, una y otra vez. Después mira de la misma forma a Arthur... Es increible la mejoría que se evidencia en el muchacho, pero parece a costa de la salud del otro...es curioso. Corre rápida a la cocina, pero cuidando no manchar demasiado. Busca hasta encontrar los vasos. Coge uno y lo llena de agua. Le dirige una mirada al gato y corre hasta donde lex está atendiendo a Balaguer - Toma - Le tiende el vaso de agua.

Con la mano derecha enfundada bajo la manga del jersey, Taylor entra en la cabaña.

Su paso, a pesar de las evidentes muestras de fatiga, malestar y vergüenza, es decidido. Cualquiera diría que conoce la casa, que ha estado antes allí.

No tiene maletas que dejar, no tiene amigos por los que preocuparse, no tiene ni las más perra gana de interesarse por el tipo que casi destroza sus costillas.

Deberían reventarle todas esas erupciones a la vez...

Mientras camina, sólo es capaz de mirar a Jolene. La bella Jolene. Su Diosa...

Y absorto en pensamientos que harían palidecer a Rocco Sifredi, se dirige a "su despacho", perdiéndose de vista.

"For the Zoo"...

La cabaña ha quedado marcada a fuego en la mente de Taylor desde aquella visión. Cada rincón que pudo ver, cada habitación, cada detalle, está aún fresco en su memoria.

Necesita una ducha. Vale, puede que no sea el tipo más pulcro de Estocolmo,...pero tiene que quitarse esa mierda de encima: la "física" y la "psicológica".

Pensando en cómo demonios ocurrió el episodio del "embrujo", Taylor va directamente al baño, se desviste e intenta conseguir una temperatura que alivie el frío, pero que no despierte al calor.

Después, ya habrá tiempo de comerse esa manzana verde tan cojonuda.

Una persona se acerca en el camino... Parece vestir igual que Falken, de hecho lleva el pelo igual, negro y largo incluso... Al llegar ante tí, te observa, destapándose la cara bajo la lluvia... Te mira con los ojos desencajados por la desesperación...

- ¿Es ésta la cabaña de Balaguer...? Tú...

Su rostro no está tan dañado como el de Falken, pero parece un muchacho de no más de dieciocho años, su piel está abierta y en carne viva, y también tiene moretones, más que posiblemente fruto de una pelea...

- Tú debes de ser John Rewell... Quizás te suene extraño... Pero tengo que entrar ahí con vosotros... Sé que sois veintiuno... Tenemos que llegar a treinta... Me llamo Leo... Leonard Thais...

El !!!, el puede curar a mama !!! no puedo evitar mirar sorprendido a Balaguer, y la anterior mirada que había sido mas de desprecio que de otra cosa, pasa ahora a ser de admiración, tiro de la manga de María y la miro sonriente, señalando al hombre... en mi rostro hay una sonrisa... Al mirarla afirmo moviendo la cabeza

El te curará... todo va a salir bien y cuando lo haga podremos volver a casa y seguir nuestra vida como antes los dos solos... aunque miro a Jolene... Ella estará enferma?... me gustaría que viniera con nosotros... Seguramente este sea uno de los momentos mas felices del viaje hasta ahora... parece que realmente si que se podrá curar...

Donovan ayuda a Balaguer a sentarse en un hueco del sofá - ignorando a Lex, aunque le cuesta un mundo hacerlo- y le dedica una sonrisa servicial... No por nada, sino porque acababa de devolver a Arthur su aspecto humano, y Donovan no era amigo de las pústulas y los dolores.
Si necesitas cualquier cosa, la pides... Bueno antes me dice donde localizarla, pero en cuanto me lo digas, lo traigo...
Alza las cejas para enfatizar su ofrecimiento y pasea la mirada por toda la casa, cosa que no había hecho hasta entonces.
Por cierto... Bonita casa...

[esp]-Vale, esta decidido.[esp]- Dije mientras sacaba algunos instrumentos de cocina e ingredientes de la nevera.-[esp] Tal vez mis artes sean mediocres comparado con los chefs de alta calidad, pero te aseguro de que voy a prepararte un plato que te devolvera esas energias perdidas, que has usado en curar a nuestro amigo.[esp]- Me llevo la mano, en un acto pensativo o dudoso.- [esp] Eso creo...[esp]

Sin decir nada mas, me pongo manos a la obra, no sin antes limpiarme las manos, y creo una especie de plato que sean suficientes para todas las personas y gata de la cabaña, que sepa bien y devuelva energias. "Madre mia, ni en los pedidos cumpleaños de la pizzeria me sentia tan presionado que ahora."

Derepente, sin comerlo ni beberlo Mortymer recupera la compostura y lo que es mas importante, la cordura. Todo justo cuando Balaguer hace lo que hace con su primo, por un momento ni Jolene ni Alex ni mierdas... ¡ARTHUR! Sus ojos brillan de la emocion, y una sonrisa de oreja a oreja se le dibuja - ¡Arthur! - se acerca corriendo poniendose muy cerca de el, sonriendo sin parar, se le ve muy alegre, por fin un respiro y un alivio. Al minuto mira al anfitrion - gracias... muchisimas gracias, gracias gracias - le repite realmetne agradecido al buen samaritano y se queda ahi, cerca de su primo mirandolo feliz

Miro asombrado a Alejandro

Increible, eso sies una habilidad asombrosa

Pero no me creo que sea el la solucion, o el que ha organizado todo esto es un autentico capullo o tendria que aparecer pronto y contarnos de que va todo y que cojones quiere

Donovan pasea la mirada por todos y cada uno de los presentes en la sala. Parece tararear una melodía y al final fija la vista en Lex.
En su mente suena una canción española que una vez le tradujo un compañero de teatro.

"A veces me conformaría con que te callaras
A veces daría dinero por que te callaras
A veces daría mi vida por que te callaras
A veces decapiraría por un minuto de silencio"

Le dedica una sonrisa preciosa a Lex y se tiende de nuevo sobre la toalla que colocó en el suelo para no manchar la casa de Balaguer.

"En la vida hay que hacer cosas idiotas
Por ejemplo, una
Hablar con idiotas
O sonreír... a idiotas"

Sigue tarareando mientras mueve el pie al compás de la música que escucha en su cabeza.

Pero... pero... ?es permanente¿, osea, curas y PLAF! adiós virus para siempre, ¿sin problema de "recaída"? - Pregunto insistentemente, sorprendida ante tal "milagro".

Al final el borde va a servir de algo - Miro a Arthur sin creer todavía que haya sido tan fácil.

- Gracias, guapa... - le guiña un ojo a la inglesa, cómplice, pasándole el vaso a Alejandro. Era curioso ver como iba cambiando su opinión sobre los acompañantes de su viaje... - Pppffff... - suspira, echándose el pelo hacia atrás con una mano y apartándose del sofá.

Permanece un momento pensativa mirando al suelo, masajeándose la nuca, antes de acercarse hasta una de sus maletas para abrirla y prepararse la muda, además de echarle un vistazo a lo que se ha traído consigo...

María, por un momento, se quedó paralizada y confusa, más que nunca, durante la sanación inmediata de Arthur gracias a Balaguer. Menudo poder. Incréible, no le había dado ni tiempo a reaccionar a la petición de Donovan cuando él ya estaba ayudando.

Qué cielo... - pensaba, mirando al rubio de la sonrisa de cine. Sonrió, encandilada. Pasaban muchas cosas a su alrededor dignas de reconocimiento, pero estando ahí Donovan y Balaguer, era como saber que todo iba bien. Marcos se le pegaba abrazándole cual lapa, y eso le hizo reaccionar y ver que Hugo cocinaba... Era una persona muy atenta, un hombre digno, desde luego... Y lo que cocinaba olía a vida y gloria.
Le pasó la mano por la espalda a Marcos cariñosamente mientras estiraba el cuello para ver que había en la olla de Seras. Cuando éste habla, ella sonríe.

- [esp]Fíate de él[esp] - le dice a Balaguer, para devolverle la vista a Hugo, sonriendo - [esp]... Merece mucho la pena.[esp]

Parece que las cosas se van calmando. La acción de Balaguer ha resultado particularmente tranquilizadora... Observa el panorama general, desde luego hasta parece que comerán y dormirán, lo cual ya era motivo de sobra para ponerse optimista... No obstante, sus pensamientos y su mundo en general volvían a ensombrecerse cuando Donovan Dryden la sorprendía tarareando una canción que conocía perfectamente (no en vano era una forofa del rock nacional de su tierra...)
Se habría puesto tristísima de no haber reconocido la cancioncilla cuando sonrió a Lex, pero en lugar de eso, se parte de risa, tremendamente impresionada, mirando boquiabierta a Donovan. Qué bella era la vida: Cura cercana, giro total de su vida y encima el chico perfecto se sabía una canción que le gustaba y la había llamado "encanto"...

- [FR]¿Cómo puedes saberte esa canción...? Eres una caja de sorpresas, no me lo habría esperado ni en mil años, ¡pero me encanta...![FR] - sigue riéndose, tapándose la boca, como si no debiera - [FR]Eres de lo peor, ¿eh?[FR] - niega con la cabeza, sin dejar de reírse.

Cuando Donovan sonríe con su perfecto gesto a su novia, Herkus no lo aguanta más y se levanta de encima de su maleta hecho una furia. Con otro es más que posible que no lo hubiese hecho así, pero Donovan ya lo había tomado por poca cosa lo bastante, y le pareció peligroso desde el primer momento. Dispuso un soberbio puntapié en dirección a Donovan...

Jolene se percata, pero no le da tiempo a reaccionar, quizás porque no de crédito a lo que estaba a punto de ocurrir.

Renka no podía hacer nada, ya que tenía en brazos a Amber, y Arthur tampoco pudo por tener a su primo delante y estar aún aturdido. Sven tenía delante a demasiada gente, pero se quedó perplejo...

Antti simplemente se debatía entre dejar desahogarse a su amigo o impedir que éste le partiera la boca al hermano de su nueva ídolo sexual, no llegando, por consiguiente, a reaccionar. De todos modos la patada no iba muy bien encaminada...