Partida Rol por web

Oz observa las múltiples reacciones, todas con gesto complacido, sobre todo la de Michael, al que dedica un repaso completo con los ojos, una media sonrisa y un asentimiento.
A Madison le palmea el hombro un par de veces para que se relaje, sin soltar a la temblorosa Dale del hombro.
Miraba a Mortymer extrañado cuando Donovan habló por fin, y sonrió.

- Disculpa, muchacho... Puede que hayamos secuestrado a tu hermana y a tu padre, pero lo cierto es que quienes han intentado matarles son tan enemigos nuestros como tuyos: Gentuza de Sloan, entre los cuáles está vuestro compañero, el lituano tirado... Quien precisamente, según vimos en las grabaciones de seguridad de tu padre, fué el que quería ver enterrados a tus antepasados. No hacemos daño a los humanos, jovencito... Todo lo contrario - esa era la filosofía, y Lantana la repetía como un loro amaestrado que se mofara de ella. Resultaba claro que no eran los motivos que le habían hecho formar parte de Gelus Virica - De momento te llamaré "niño bonito"*, hasta que comprendas la importancia de buscarte un nombre - le palmeó la cara cariñosamente - Y sí que te plegarás a mis deseos y exigencias, porque... Te contaré un secreto - se acercó hasta su oreja y, emulando un susurro lo bastante alto para que le oyeran todos, dijo - : Te estás pudriendo por dentro, y no olvides que tenemos a tu madre.

Dale tiró del brazo de su hermano, enrabietada:

- ¿¡Qué más te da, joder!? ¡Lo ha entendido y punto! ¿¡Porqué tienes que ser tan jodidamente ególatra!? ¡Ellos me tienen a mí, no jodas! Como decidan cambiarme por la madre... ¿Qué coño harías?

- No aceptaría - dice tranquilamente el hombre. Dale lo mira con los ojos teñidos de horror, de sincera decepción y tristeza - Lo siento, nena... Hay cosas más grandes que la familia o que tú y yo... Y con todo, padre, hermano y yo seríamos los únicos que lloraríamos tu pérdida, si te consuela - sonrió a los presentes, como disculpándose de la actitud de su hermana - Bien: Volta, Kamau, Loki... - de nuevo una profunda mirada - Y Pretty boy... - fué al ordenador y escribió dichos nombres - Decidme vuestros nombres reales y qué sabéis hacer cada uno...

Michael congraciándose, por lo menos es el que parece más distendido, vaya cuadro tenemos que formar los demás… y Donovan, demasiado está aguantando, demasiado. Me cruzo de brazos, que desesperación, que situación tan desagradable.

Me acaba de confirmar de nuevo que son hermanos y que es un… un cabrón. Sí. Ea, me tiene que tocar, me pone mala este hombre. No voy a decirte mi nombre de verdad... y si es una trampa, ¿Cómo me localizaron si no sabe mi nombre? ¿Qué hago? Cara o cruz. No, no voy a jugarme a mi familia a una moneda. Si hasta llevamos guantes para no dejar rastro, mucho menos mis datos en ese ordenador, ¿No?

No tengo ni idea de cómo se trata a alguien así, ni quiero poner en peligro a la familia Dryden, pero es que mis padres… ellos no tienen nada que ver en esto. Has sido la primera que ha nombrado, contesta. Yo, soy capaz de hacer descargas eléctricas. Lo miro a los ojos, sería, mientras lo digo, después bajo la mirada. No puedo, no me sale la voz, decir como me llamo e implicarlos…. No puedo.

Se removió un poco cuando Oz lo miró extrañado, le ponía nervioso ese hombre, y en el sentido de que le imponía demasiado. Suspiró mientras oía como iba atacando a Donovan incluso parecía que trataba de humillarlo... ¿Envidia? a saber...

Ante la pregunta de nombre y que sabían hacer... Miró a Dale un segundo pero Madison se le adelanto... - yo pego.. fuerte - dijo como siempre

Me acerco un poco mientras hablo, tratando de parecer confiado y en absoluto nervioso

Yo puedo hacer que la gente me haga caso durante un tiempo no demasiado largo, no sabria darle un nombre, ¿Tiene algun nombre en concreto el poder hacer eso? pregunto, con un toque de curiosidad mientras me acerco un pelo mas

No se, hay algo mas que pueda decir sobre ello

Mientras hablo y parezco curioso y con ganas de colaborar echo un par de leves miradas al ordenador, fijandome fundamentalmente en si tiene las luces de alguna conexion de red encendidas y en el tipo de sistema que es

Compruebas que el ordenador debe estar enviando los datos a alguna terminal...

Los hay que están peor que yo, maldito bastardo... Los hay que están muertos por dentro... ¡Y NO VAS A JUGAR CON MI FAMILIA CABRÓN!
Eso es lo que quería gritarle al "mago" mientras le golpeaba su cara de prepotente. Esa es la escena que se reproducía en su cabeza, desde varios ángulos diferentes, mientras, en el exterior, Donovan le obsequiaba con media sonrisa torcida.
Ya sabes lo que se hacer. No creo que sea necesario que te lo recuerde. Eres el que manda aquí ¿no? No quisiera socavar tu autoridad haciendole ver a tus secuaces que no tienes tanta información sobre nosotros como parece.
Pero lo estaba haciendo. Donovan y su maldita lengua. Y aún así, se estaba moderando para no sonar insultante, sino amistoso incluso. Ventajas de ser actor, quizá.

Le había cabreado la falta de preocupación que ese bastardo sentía por el destino de su hermana menor. El actor se había dado cuenta, gracias a los cambios sufridos en su vida, que no había nada mas importante que la familia.
Pero se mordió la lengua, mantuvo la media sonrisa, y no dijo nada mas al respecto.

Oz cogió a Dale del fino cuello y le levantó la cara para que le mirase.

- ¿Cómo se llaman tus amigos en sus documentos de identidad, querida?

Dale cerró los ojos y apretó los dientes.

- Donovan Dryden...

- Ese podías haberlo saltado.

- ...Manfred Audric... - comenzó, señalando a Mortymer, angustiada y asustada - Bernard DuPond - a Michael - ...y Shannon McDowell...

- Veamos si mientes... - se giró hacia ellos - Me imagino que tendrán ustedes su identificación... ¿Serían tan amables? - soltó a Dale en un empujón, haciéndola caer al barro. Se levantó y se colocó unos pasos más atrás.

Sinceramente... dudo mucho que lleven su documentación encima... Mas que nada porque ni siquiera llevan puesta su propia ropa.
Encoje un hombro, intentando cubrir a Dale ganando un poco de tiempo para que esta piense algo y tratando de distraer al mago de la cuestión principal: La identidad de sus compañeros.
¿No has visto que solo llevan marcas de primera calidad? Y si te fijas... ni siquiera les queda bien lo que llevan puesto... Todos estos modelos... bueno, los pantalones de él no...
Señala los que lleva puesto Mortymer, los mas normales de todos.
Los compré hace algunos meses, cuando pasé unas vacaciones aquí antes del rodaje de Noches de Cristal. Y está claro, por lo apretadita que va ella, que la ropa que lleva puesta es de mi hermana.
Modulaba la voz para lanzar ondas de persuasión a través del espacio que separa a los dos mutantes, con el fin de que el segundo, el mago, considerara que era mas que suficiente con lo que le había dicho Dale y no necesitara indagar mas al respecto.
Y después de eso, se acercó hasta Dale y le tendió una mano para ayudarla a levantarse, mientras trataba de descifrar en la mirada de ella algo que le indicara al rubio de oro que camino seguir a la hora de tratar con su hermano.

No es problema Don, suelo preocuparme de llevar los papeles Digo sacando el pasaporte y tendiendoselo a Oz

Y tampoco creo que me quede tan mal, no?, vamos, yo diria que me quedan bastante bien, esta claro que no tenemos los mismos gustos para los cuellos de camisa y que cada cual elige siempre lo que le queda mejor

Hablo tranquilo, quitandole importancia a la situacion, a fin de cuentas, venimos a trabajar con ellos, ¿no?

Y ademas, Volta va perfecta con esa ropa añado guiñandole un ojo

Tranquilo tranquilo - dijo dando un pequeño paso hacía delante sin ser para nada una muestra de hostilidad. Empezó a rebuscarse entre los pantalones y la ropa en busca de ese pasaporte mientras los demás iban hablando... Al final después de que Michael sacará el suyo Mortymer sacó el que tenía con aquel nombre tan raro. Estiró el brazo y se lo acercó a Oz para que no tuviera que moverse - tenga

Estoy empezando a ponerme nerviosa, ninguno hemos dicho lo que quiere saber, y Oz no es tonto….. Miro a Dale, intentando parecer serena, no es el momento de decirle lo aliviada que me siento tras sus palabras, Shannon McDowell, ¡es verdad! Que extraño es todo, si hubiese dicho mi verdadero nombre, no habría podido demostrarlo…

Cuando se vuelve hacia nosotros, me pongo a palpar en la minifalda, lo guardé en el bolsillo trasero. No debes demostrar alivio Madi. Lo saco y se lo tiendo. Tome, aquí tiene. Dándoselo mientras escucho a Michael, y además me guiña… este hombre tiene los nervios de acero.

Para sorpresa de Donovan y no menos del resto, el hombre echa un rápido vistazo a los pasaportes y se los entrega a sus legítimos dueños sin parecer tener problema alguno.

- Gracias, caballeros... Señorita... - se inclina hacia Madison. Parece que tras el guiño de Michael a ésta, el caballero ha perdido interés por el joven francés. Señala a algunos de los infectados - Acompañadles. Os llevarán a vuestro helicóptero... Me temo que yo iré con el señor Dryden, su encantadora hija y mi querida hermana... Dale, vamos.

Cogió del brazo a Dale con la intención de llevársela, mientras los infectados por el Ígnea clavaban sus opacos ojos en el resto...

Hasta mas ver... - dijo a modo de despedida siguiendo a los infectados que les haran de guía. No pudo evitar que los ojos se le humedecieran al verlos nuevamente y mas de cerca, sentía lastima por ellos y egoistamente por él mismo...

Vale, era justo como pensaba, y ahora a mover un poco el anzuelo

Vaya, pense que nos pondria al dia con mas cosas, pero bueno, supongo que le veremos pronto y podremos hablar con mas tiempo señor Oz, siempre es interesante conocer mejor a los que vamos a trabajar para ellos Respondo mirandole a los ojos, ensayando una de las miradas de interes que tanta pasta me han hecho ganar en otras ocasiones

Donovan disimuló su sorpresa de una forma extremadamente convincente. Al fin y al cabo, era actor. Parecía que Dale había tenido tiempo para prepararlo todo y la poca delicadeza de no ponerle sobre aviso... Cada vez le ponía mas y mas nervioso la compañía de la australiana. Aunque también despertaba su admiración. Y eso era algo difícil de lograr.
Que bien preparados que vais todos... Tengo que ser el único que se ha dejado los papeles en casa...
Murmura antes de seguir los pasos de los infectados hasta su helicóptero.
Iba a añadir algo mas, algo sobre su familia, pero sería mejor mantener la boca bien cerrada por un tiempo, no fuera que Dale hubiera preparado algo mas a su espalda y lo estropeara... Y ya estaba Michael tratando de ganarse a Oz. Ese tío era un auténtico trepa. Normal que tuviera éxito.

¿YA? Madre mía que mal rato para dos segundos. ¿A un helicóptero? vuelvo a cruzarme de brazos tras guardar el pasaporte.

No puedo evitar alegrarme al saber que nos separamos de Oz, lo malo es que no vayamos con la familia, ni con Dale, pero él, él bien lejos. La intensa mirada de Michael, está relajado, como pez en el agua… no sé nada de la vida de mis compañeros…

No, Donovan, de preparados nada, yo por lo menos…. Me encojo de hombros mirándolo, el azar… Cuando parece que vamos a ponernos en marcha me dispongo a seguirlos, seria, triste, la imagen de estas personas… sí, triste… ¿Cómo les irá a los demás?...

- Los ricos como usted y como Slang es lo que tienen, Pretty Boy... Creen que todo se lo van a dar hecho ya y no van precisamente preparados para el mundo - decía mientras caminaban.

Dos helicópteros militares habían tocado tierra en la campiña inglesa, en uno de ellos fué que acompañaron a los muchachos, dejando entre ellos a tres de los infectados de gravedad.
El viaje de vuelta en aquel entorno cerrado fué horrible... No encendieron luz alguna, la respiración de los tres moribundos era enervante y no hubo parada para comer. El aire, viciado y caluroso, resultaba desquiciante... Pero el peor tramo fué a unas dos horas de llegar a Kiruna después de unas doce horas de claustrofóbico viaje... Pues una de las respiraciones se apagó, y la voz rota de un infectado preguntó al otro:

- ¿Está muerta...?

Un silencio en plena oscuridad, antes de que la jadeante respuesta del compañero se dejara oir:

- Sí... - pesar en la voz... Casi resultaban humanos mientras hablaban...

Hasta que sus respiraciones se aceleraron, cosa de una hora después. Parecían ansiosos... Y empezaron a oirse sonidos viscerales, mascujeos y crujidos violentos... Cuando despertaron a los pasajeros que habían llegado a la duermevela y la inquietud iba a llevarles a preguntar qué demonios ocurría ahí, el helicóptero comenzó su descenso y las puertas se abrieron al tocar tierra. Ya se sentía en la piel el bendito frío de Kiruna, ya se oía el silbido del viento gélido que templaba el insoportable calor... Pero al abrir la puerta los acólitos de Isenhall, la luz iluminó un dantesco escenario: Los dos infectados que seguían vivos estaban devorando las manos de la que había sido vencida por la enfermedad...

Se ha muerto... se ha muerto en mitad del vuelo... estamos volando sabe Dios hacia dónde en un helicóptero con una mujer muerta... se ha muerto al lado nuestra... por la misma enfermedad que tenemos nosotros... Diooossssssss...

Donovan cerró los ojos con fuerza en ese momento y no los volvió a abrir hasta que sintió como el helicóptero tocó tierra.
Durante su secuestro había compartido zulo con un hombre al que le habían disparado en la cabeza... pero eso... no tenía ni punto de comparación con la situación actual.

Se la... se la están comiendo... se la están comiendo... no pienso mirar... no pienso mirar... demasiado es ya sabe que están haciendo... No me voy a arriesgar a tener pesadillas por el resto de mi vida... ¡¡SE LA ESTÁN COMIENDO!!
No solo tenía los ojos cerrados con fuerza, sino que había girado todo el cuerpo, oriéntandolo hacia la salida y tapándose con las manos lo oídos para no escuchar el monstruoso sonido de aquellos zombies deshumanizados alimentándose de su compañera fallecida...

En cuanto la puerta de desembarco se abrió, Donovan se lanzó al exterior sin volver la vista ni un solo segundo, hundiéndose en la nieve hasta las pantorrillas y dejando el helado viento que generaban las aspas del helicóptero le azotara, limpiando el hedor de los infectados.
Su mirada se había tornado mas dura y fría, como el paisaje que los rodeaba, y en sus pupilas todavía podrían verse los vestigios de la oscuridad a la que habían sido sometidos durante el viaje, al horror de ver un poco mas allá, de tener una visión de lo que iban a ser sus futuros... ¿Era parte de la enfermedad el degenerar hasta el punto de comerse a otros humanos?... En lo profundo de su psique... Donovan sabía que así era.

Y estaba aterrorizado.

Con esa sensación y sin girar la cabeza en ningún momento para ver si sus compañeros le seguían, Donovan se encamina hacia el hotel y termina por cruzar sus puertas a paso vivo,perdiéndose en su interior.