Partida Rol por web

Guerras y sombras

Bajo asedio

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26/03/2012, 18:22
Director

Torintio es una pequeña ciudad amurallada a mitad de camino entre Calinas y Olkau, aunque pequeña siempre ha sido leal al imperio enano. Incluso cuando los ejércitos orcos se acercaron y tomaron Calinas. Los enanos la han utilizado en repetidas ocasiones como base segura para sus tropas durante la guerra pero actualmente estas se encuentran alejadas.

Sus murallas han sido reforzadas hasta llegar a una altura de 4 metros siendo el primer metro una explanada de tierra tomada desde el foso que ayuda a la defensa de la muralla. Este foso tiene un ancho de 4 metros y una profundidad de 2 metros.

La muralla tiene forma de hexágono de 300 metros de lado con pequeñas protecciones con techo, de madera y piedra, cada 20 metros. En cada una de estas guaridas se pueden apostar 2 arqueros o ballesteros simultáneamente mientras otros 2 hombres les sirven de apoyo.

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26/03/2012, 18:49
Director

Los viajes durante época de guerra se hacen cada vez más inseguros. Granjeros y otras gentes desprovistas de recursos por el paso de los ejércitos se ven obligados a acudir al bandidaje, las patrullas de los distintos bandos de la guerra atrapan y a veces matan a cualquiera que crean un posible peligro y los sitios que normalmente serían seguros ahora no aceptan viajeros tan libremente y si los aceptan puede ser tan solo para despojarlos de sus pertenencias y luego degollarlos.

Sin embargo las fuertes medidas de los gobiernos de cada ciudad contra los criminales, en un intento de mantener el orden, obligan a gente solitaria como Belias a mudarse de ciudad cada cierto tiempo. A veces viajar con un grupo de comerciantes suficientemente ricos como para pagar el servicio de guardaespaldas profesionales puede ser una opción, o en otras ocasiones seguir el camino del ejército junto a comerciantes, prostitutas y otras personas que intentan sacar provecho de la guerra. Fue con uno de estos ejército que Belias llegó a Torintio, una pequeña ciudad que se había logrado mantener alejada de la guerra hasta ahora.

Hasta que las campanas de la gobernancia dieron la alarma al notar la llegada del ejército orco. Las puertas seguramente se han cerrado impidiendo la salida y entrada de quien no tenga el permiso de la guardia. Las legiones enanas ya no están en el área, lo último que se supo era que se retiraban para ayudar en el asedio de Minas Alakor.

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26/03/2012, 19:13
Director

Los viajes durante época de guerra se hacen cada vez más inseguros. Granjeros y otras gentes desprovistas de recursos por el paso de los ejércitos se ven obligados a acudir al bandidaje, las patrullas de los distintos bandos de la guerra atrapan y a veces matan a cualquiera que crean un posible peligro y los sitios que normalmente serían seguros ahora no aceptan viajeros tan libremente y si los aceptan puede ser tan solo para despojarlos de sus pertenencias y luego degollarlos. Es por ello que el trabajo de un batidor es cada vez más apreciado y peligroso.

El pasaje por Minas Alakor años atrás, donde Thingol había muerto a manos de un gnomo, dejó a Eldarión a su suerte. Gracias a sus habilidades pudo sobrevivir evitando bandidos y a los diferentes ejércitos, sus servicios fueron comprados por comerciantes en varias ocasiones y fue en el último de estos trabajos cuando llegó a Torintio acompañando a un grupo de humanos venidos desde Ictícola. Los comerciantes aprovecharon el movimiento de las legiones enanas para viajar con ellos y contrataron a Eldarión y un fuerte grupo de guardaespaldas de la ciudad.

El ejército enano se mantuvo allí unos excasos 10 días hasta volver a partir hacia Minas Alakor para ayudar en el asedio que allí se mantenía. Durante este tiempo Eldarión se mantuvo con los comerciantes viajando de un poblado a otro y vuelta a la ciudad, al menos el movimiento constante lo mantenía en actividad y sin necesidad de pasar mucho tiempo en un mismo sitio.

Habían pasado ya 15 días desde la partida del ejército enano cuando las campanas de la ciudad comenzaron a sonar avisando del avistamiento del ejército orco en las cercanías. Las puertas se cerrarían y no se permitiría a nadie entrar ni salir sin el expreso consentimiento de la autoridad.

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26/03/2012, 19:26
Director

Luego de la caída de Rangterod el ex capitán de la guardia los supervivientes se mantuvieron varios meses unidos hasta que fueron muriendo por la falta de comida o separándose, aquellos aptos para el combate se unieron al ejército enano como tropas auxiliares mientras que los demás se asentaron en pueblos y ciudades donde pudieran sobrevivir.

Por su parte Eltharion llegó a Torintio, donde mientras otros se unían al ejército enano él volvió a prestar sus servicios a la guardia gracias a la ayuda de algunos conocidos.

Estaba almorzando junto con algunos de sus compañeros cuando escucharon las campanas de la ciudad y casi instantáneamente el oficial de turno entró corriendo en la sala.

- Los orcos! Están a tan solo 1 día de aquí, se los ve por todos lados! A las armas y al patio, el capitán dará las órdenes!

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26/03/2012, 19:36
Director

Torintio parecía un sitio tan bueno como cualquier otro para pasar desapercibido. Taithja se encontraba demasiado lejos de las principales ciudades enanas y viajar durante la guerra resultaba demasiado peligroso. En Torintio sin embargo podría prepararse hasta lograr alejarse de la guerra y de la Muerte Negra. Por su parte, la Muerte Negra seguramente no se atrevería a acercarse tanto a una zona donde la guerra era tan cercana o al menos lo haría con más cautela.

Aquí aún no había debido mostrar sus poderes, los habitantes la veían como uno de tantos comerciantes que lo habían perdido todo a causa de la guerra cuando sus caravanas se habían visto en el camino de los ejércitos. Al menos eso habían suponido y ella no lo había desmentido.

En estos meses en Torintio, Taithja había visto como los orcos pasaban de largo sin mostrar interés en la pequeña ciudad mientras que las legiones enanas la utilizaban para descansar y reaprovisionarse. Estas llegadas habían llegado a herir a la ciudad ya que en época de guerra las legiones llegaban y tomaban sin pagar apoyadas por las leyes del imperio. Sin embargo esto era comprensible y sensato ya que estas eran las legiones que se encargaban de defender las diferentes ciudades.

Taithja salía de su morada, una pequeña casa cuyos dueños habían muerto y que ahora el gobernador de la ciudad alquilaba, cuando escuchó las campanas sonar. Segundos después las calles estaban repletas de gente que corría intentando confirmar lo que temían. Ya era la 4ª vez que estas sonaban, siempre cuando se divisaba al ejército enemigo y cada vez el ejército había seguido de largo. Sin embargo el miedo persistía.

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27/03/2012, 17:03
Eltharion
Sólo para el director

Tras oír al guardia me levanto empujando la silla contra el suelo recojo mi espada que tenia apoyada al lado de la mesa y sin pensármelo corro en dirección al patio gritando:¡A las armas! Esto no es un simulacro vamos muchachos con suerte algún orco no vera esta noche.

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27/03/2012, 17:16
Taithja
Sólo para el director

Taithja se sentía a gusto en esa ciudad, no era un mal lugar, sin embargo no era el sitio idóneo para reconstruir su pequeño imperio de comerciante, además la constante presión de los ejércitos enemigos y el expolio consentido de los ejércitos enanos, por lo que tenía pensado marcharse a la primera oportunidad.

Mientras salía a buscarla aquél día, la campana de alarma sonó, nuevamente un ejército orco pasaba cerca de la ciudad, Taithja se apresuró a observar junto al resto de los ciudadanos, si se acercaban demasiado quería estar preparada.

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27/03/2012, 18:59
Eldarión
Sólo para el director

Mientras, Eldarión se encontraba dando un paseo por el mercado de Torintio, no era un mercado como los de otras ciudades algo más exóticas, pero no dejaba de ser un enclave perfecto para reponer provisiones, realizar contactos con otras expediciones comerciales y practicar un poco la virtud poliglota con los diversos comerciantes y viajeros de todas partes que se concentran en los mercados diariamente, sin olvidar que un día en un mercado siempre es una oportunidad para estar atento, ya no solo a los rateros que los frecuentan, si no a los posibles rumores y comentarios que pueden ser captados por alguien espabilado, para lugo usarlos en su propio beneficio.

El mercado estaba bastante tranquilo, probablemente esa fuese su actividad comercial, pero no por ello Eldarion bajaría la guardia en lo que respecta a los cortabolsas, pues estos abundan en cualquier sitio y situación, algo que siempre desagradó a Thingol, decía que un mercado es peor que una Jungla, pues en ella puedes percatarte de cualquier amenaza solo con la ausencia total de ruido y con prestar algo de atención, además de que los animales agresivos de los pacíficos se identifican rápido, pero en un mercado todo ser con el que te cruces es susceptible de ser una amenaza, ya que muchos no aparentan lo que son y haya ruido o no haya ruido, nunca es sitoma de nada, bueno, salvo la campanas, decía siempre Thingol, pero claro estas tambien eran confusas para Thingol, ya que mientras en el bosque los ruidos pueden identificar un tipo de amenaza u otro, con las campanas lo único que se puede asegurar es que anuncian algo.

A Eldarion le hacía mucha gracia ese comentario de Thingol, pues no entendía como un elfo con un sentido del oído tan desarrollado no diferenciaba la forma de tocar de las campanas en dependiendo que situaciones, de hecho, siempre pensó que o era algo duro de oído o eso quería Thingol que pensase el resto de el, al fín y al cabo a Thingol le gustaba mucho bromear y si divertía observando como la gente llegaba a conclusiones equivocadas por lo que él aparentaba y expresaba de forma totalmente fingida, al fín y al cabo, Thingol era un maestro del engaño que se divertía y se ganaba la vida con ello.

Recordando aquellos momentos no pudo evitar acordarse de lo burlón que llegó a ser aquel Gnomo y de como Thingol cayó en su propia trampa, costándole la vida, por suerte, Eldarión aprendió demasiado de Thingol y por ello no daba tanta importancia a las primeras apariencias, siendo más supicaz.

Entre tantos recuerdos escuchó las campanas a la vez que sonreía por la casualidad jocosa de la vida, identificándo rápidamente que aquel sonido que no era para dar la hora ni hacer un llamamiento en la plaza principal, se trataba de una llamada de atención para la gente de fuera de la ciudad, para que entrasen rápidamente al resguardo de las murallas, pues algún enemigo había sido detectado por los exploradores.

Eldarión quiso consolarse pensando en que podría ser peor, podrían ser las campanas de su propia boda.

En cualquier caso no le hacía ninguna gracia quedarse en el interior de la ciudad, pues si se producía un asedio se tedría que quedar en el interior de la misma durante mucho tiempo y no era algo que desease, así que rápidamente se dirigio a las puertas de la ciudad con el objeto de intentar salir de la misma ántes de que ésta cerrase las puertas definitivamente, pues fuera, en el bosque estaría más seguro, el contingente énemigo aún no debía de estar a pie de muralla por lo que evadirlo sería sumamente fácil, solamente tenía que internarse en el bosque e ir en dirección contraria a la de éste.

Por suerte, siempre circulaba por el mundo ligero de equipaje, de esa forma podía ir donde quisiese cuando quisiese, sin tener la necesidad de preparar nada ni ir a buscar nada y así fue, Eldarión corrió por las calles de Torintio junto con todo lo poco que cargaba esquivando a la multitud de ciudadanos que estaban empezando a asustarse y a la par que se cruzaba con algunos guardia que corrian hacia sus puestos asignados para estos casos........

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27/03/2012, 20:45
Director

Junto contigo el resto de los hombres que se encontraban en la sala toman sus armas y salen al patio. En el camino se encuentran con otros grupos de guardias que corren hacia el llamado. A algunos se los notaba cansados, seguramente fueran del último turno de la noche.

- TENEMOS ORCOS EN LAS CERCANÍAS! - gritaba el capitán mientras tú y tus compañeros se unen a las filas - No cabe en mi el cómo se acercaron tanto sin que les viéramos!

- Que todos los guardias de la noche que estuvieran alojados en la muralla den un paso al frente! - esta vez el segundo al mando dió la orden, si a alguien se le había escapado todo un ejército moviéndose durante la noche seguro la pasaría mal. Por suerte no te había tocado guardia esta noche.

Unos 200 guardias avanzaron, los 2 turnos de la noche.

- Ustedes conmigo! - la orden de Folard, el hombre de confianza del capitán, fue obedecida en seguida y los 200 hombres salieron cabizbajos tras él.

- HOMBRES, PEDAZOS DE MIERDA CON ARMADURA! - el capitán llamaba la atención de todos, aquellos que aún miraban a los guardias nocturnos volvieron su mirada hacia delante. - El segundo, tercero, quinto y séptimo batallón a las murallas! El primero, cuarto y sexto a la ciudad! El resto puede irse, descansen mientras aún pueden, los necesito listos para cuando lleguen los orcos.

Muchas otras veces las campanas habían tocado pero los orcos siempre habían seguido de largo, esta vez por el comportamiento del capitán y el resto de los oficiales era obvio que los orcos se habían acercado demasiado.

Aquellos que podían volver a descansar se fueron del patio desapareciendo por las varias puertas que lo rodeaban. El resto se mantuvo firme esperando más órdenes. El capitán aún no había dado la orden de retirarse.

- Nadie debe salir de la ciudad sin mi explícito permiso! Comprendido? Los campesinos ya deben estar preparándose para entrar a la ciudad y protegerse tras nuestros muros, lo mismo es posible que pase con quienquiera que esté en las cercanías. Déjenles entrar pero si tan solo una mosca se escapa de estos muros quien estuviera cuidando las puertas se las verá conmigo entendido? - una pausa observando los rostros de los allí presentes para asegurarse de que todo estaba claro - Muy bien. Ahora, el segundo batallón se unirá a los guardias de la puerta y muralla sur aún no se han visto enemigos por allí pero es nuestro punto más débil así que los quiero despiertos! El tercer batallón se unirá a los guardias de la puerta norte, tampoco se han visto enemigos allí - y difícilmente se los vería con los bosques que aunque no fueran muy frondosos servían como para ser un obstáculo para un ejército - A los del quinto les va a tocar lo más divertido, el este! Desde allí podrán ver cómo esos hijos de puta deformes se acercan a nuestros muros. Los demás al oeste mierda! Ahora, cada uno con su oficial y a las murallas!

El movimiento comenzó enseguida, cada guardia acercándose al jefe de su batallón y este haciéndoles salir del patio mientras los batallones que seguramente mantendrían el orden en la ciudad recibían sus órdenes. Cada batallón estaba formado por unos 150 hombres por lo que esto era más suficiente para cubrir los 600 metros que le tocaba.

Por tu parte, perteneces al quinto batallón por lo que esta tarde estarías en las murallas observando la llegada del enemigo.

Ya en la muralla tu jefe de batallón te hizo colocar justo sobre la puerta, vigilando la llegada de los campesinos. A lo lejos se ve con claridad el ejército enemigo, no debían de estar a mucho más de un día de camino de la muralla. Entre las murallas y el enemigo las carretas llegaban interminables, bestias y hombres caminan lado a lado buscando el refugio de los muros de la ciudad. En las otras puertas la situación con los refugiados debía de ser similar.

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27/03/2012, 21:20
Director

Al llegar a la muralla notas como la guardia ya está actuando. Las ya existentes defensas son reforzadas con varios grupos de hombres que suben a los muros. Las puertas (hay 3 puertas, al sur, norte y este) se encuentran abiertas listas para dar entrada a quienes buscaran refugio tras los muros, aún no habían llegado pero seguramente no tardarían demasiado.

Notas como dos hombres intentan salir pero los guardias se lo impiden.

- Nadie sale de la ciudad, salir es muerte segura - fueron las palabras de los guardias que sin duda estaban trabajando bajo órdenes.

Desde allí abajo es imposible llegar a ver los ejércitos y subir a la muralla estaba prohibido. Eso al menos mientras el asedio no comenzara y la ayuda de los habitantes de la ciudad no fuera necesaria. El miedo de los habitantes de Torintio se escuchaba en cada palabra.

- Cuántos son?

- Están cerca?

- Dicen que están a menos de un día de aquí.

- Yo escuché que estaban a dos.

Aunque algunos se mantenían esperanzados

- Seguro siguen de largo como siempre, no valemos tanto y las legiones no están lejos.

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27/03/2012, 21:27
Director

Llegas a la puerta norte de la ciudad tan solo para notar que estas aún estaban cerradas. Seguramente las cerraran al recibir la alerta y no las abrirían hasta no recibir la orden de sus oficiales.

La mayoría de las tierras alrededor de la ciudad son llanuras y tierras de pastoreo, al norte hay un pequeño bosque que dificilmente fuera suficiente para evitar a los orcos. El bosque está demasiado cerca de la ciudad como para que los orcos se instalen frente a este y seguramente cuando el ejército llegara este rodeara la ciudad para evitar que nadie salga a pedir ayuda.

Desde allí abajo es imposible llegar a ver los ejércitos y subir a la muralla estaba prohibido. Eso al menos mientras el asedio no comenzara y la ayuda de los habitantes de la ciudad no fuera necesaria. El miedo de los habitantes de Torintio se escuchaba en cada palabra.

- Cuántos son?

- Están cerca?

- Dicen que están a menos de un día de aquí.

- Yo escuché que estaban a dos.

Aunque algunos se mantenían esperanzados

- Seguro siguen de largo como siempre, no valemos tanto y las legiones no están lejos.

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28/03/2012, 00:48
Taithja
Sólo para el director

Taithja comenzaba a ponerse nerviosa, a pesar de ser una mujer fuerte, el combate nunca se le dió bien, y nunca había pensado utilizar la magia en la batalla, por lo que en su repertorio de conjuros no figuraban demasiados hechizos que le resultaran útiles en un combate, no sabía por qué, pero este avistamiento le daba mala espina.

Rápidamente se le pasó una idea por la cabeza, debía volver a su casa e intentar encontrar algún plano de la ciudad, tal vez con suerte habría algo entre las pocas mercancías que había acumulado para más adelante, y si tenía más suerte aún encontraría algún túnel que saliera de la ciudad si las cosas iban mal, ya que en su arcanomicón si que figuraban unos cuantos hechizos que resultaban bastante útiles para obtener ventaja bajo tierra.

Mientras corría por las calles vacías hacia su casa a buscar paró en seco, se le había ocurrido otro plan, aquella mañana había memorizado un par de conjuros que podrían ayudar a defender la ciudad si las murallas cedían, y podría hacerlo sin que nadie la viera si encontraba un buen sitio donde colocarse, rápidamente dió la vuelta y alargó la mano para que Xril se posara encima.

Xril, alza el vuelo y busca un lugar cerca de la muralla, con una buena cobertura y visibilidad, cuando lo encuentres avísame. El fiel cuervo graznó y emprendió el vuelo de nuevo mientras la enana emprendió una nueva carrera a buscar por su cuenta un lugar que reuniese esas condiciones, tenía que darse prisa, si su presentimiento de antes era cierto, no contaban con mucho tiempo.

Notas de juego

Le he puesto nombre al libro de conjuros para que no suene tan genérico, si no te gusta cámbialo y ya está.

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28/03/2012, 01:33
Eldarión
Sólo para el director

Y ahí se quedo Eldarión, enfrente de esas enormes puertas rodeadas de piedras, inmovil y en silencio, mientras a su alrededor, el pueblo que en contraste a su actitud se encontraba agitado y con gran bullicio motivado por la preocupacion.

Penso que Thingol a estas alturas ya habría encontrado una solución, pero él ya no estaba allí, es una pena que no se hubiese podido despedir de él, pero despues de acabar con aquel gnomo no podía ariesgarse, por lo que tubo que marcharse del lugar y alejarse lo más que pudo, pues quien sabe quienes y cuantos más sabían de su existencia y misión.

Pero ahora Thingol ya no e encontraba entre los vivos y pr tanto debía ser él y no Thingol, quien encontrase la solución, pues caso de no lograrlo podría pasar mucho tiempo en su interior.

Mientras se alejaba lentamente de la puerta con suma tranquilidad y en contraste con la celeridad con la que se movian los ciudadanos por un justificado temor de lo que pudiese suceder, Eldarión pensó que tal vez debería localizar y dirigirse a algún responsable de la seguridad de la ciudad para ofrecerle sus servicios como mensajero y comunicar al contingente aliado más cercano el estado de sitio en el que se encontraría la ciudad en breve. Era evidente que no le importaba mucho lo que le sucediese a esa ciudad, pues llevaban con la guerra demasiado tiempo como para creer en ella, pero debía presentarse ante la Guardia de la ciudad y los responsables adecuados, no como alguien a quien le importa poco lo que suceda alli, sino como alguien exepcionalmente motivado por la causa, con conocimientos, aptitudes y experiencia para trabajar más allá de las murallas. Solo así podría lograr que le permitiesen salir de la ciudad, aunque dichas intenciones no debía mostrarlas, Thingol le enseñó que la verdad no agrada demasiado a la mayoría de las personas, viven más felices en la mentira.

Donde encontraría a alguien con la suficiente grauación para tomar esas decisiones? pensó en ello mientras divisaba la torre central de la ciudad y decidió dirigirse a ella, allí podría encontrar a la persona adecuada......

Notas de juego

Eldarión se dirigirá a alguien responsable de la defensa de la ciudad para informarle de su disponibilidad y capacidad para realizar todo tipo de misiones tras las lineas, que sepan que pueden contar con el y sus conociminetos, ya sea de exporador, mensajero, o cuaquier ayuda para sacar provecho del terreno.

Tal vez le tenga que mencionar la necesidad de que se envíen muchos mensajeros para solicitar ayuda, que Eldarión podría ser uno de ellos.

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28/03/2012, 14:11
Eltharion
Sólo para el director

Con los nervios de ver al enemigo tan cerca y no poder hacer nada intento distraerme con otras cosas. 

Preparo los carcajes de flechas, reviso mi equipo, y me pongo a vigilar a los refugiados en busca de cualquier posible espía,

Hasta recibir nuevas ordenes de mi sargento.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He supuesto que mi oficial al mando sera un sargento

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28/03/2012, 23:20
Belias
Sólo para el director

-...Dita sea-Digo maldiciendo al enterarme de que nos han encerrado como a animales. Miro a mi burra, Talakia, comenzando a acariciarle una oreja.- Tranquila, pequeña. Primero encontremos un techo donde dormir la noche y ya improvisaremos algo.-

Me dispongo a buscar una taberna o posada donde pueda confiar mi animal y reunir algo de información sobre la situación. Preguntaré a alguien para pedir indicaciones.

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29/03/2012, 20:17
Eltharion
Sólo para el director

Asqueado de estar viendo a los refugiados entrar en la ciudad, observo a los orcos y como forman intentando encontrar una coherencia a su formación de ataque.

- Tiradas (1)
Cargando editor
30/03/2012, 17:59
Director

Desde sobre la muralla todo parece estar relativamente bajo control en la puerta. Abajo los guardias se aseguran de que nadie salga mientras hacen entrar en orden a quienes van llegando en busca de refugio.

Los orcos aún están lejos aunque avanzando, es imposible reconocer aún una formación de ataque ya que todavía están avanzando. Seguramente al acercarse más levantarán un campamento manteniéndose lejos del alcance de las flechas e intentando rodear toda la ciudad para que nadie escape.

Calculas que el ejército orco cuenta de unos 5.000 efectivos y por la polvadera levantada por su avance unos 500 deben de ser tropas de caballería. Aunque desde lejos crees reconocer algún estandarte como parte de Los Lobos aunque no crees que hayan más de 500  u 800 soldados mercenarios. Mucho más atrás crees reconocer otra columna de tierra que por su altura y ancho seguramente sean carros aunque está demasiado lejos como para estar seguro.

Algo más adelante del ejército reconoces al menos dos grupos de caballería de unos 10 hombres cada uno, exploradores seguramente y por experiencia apostarías a que son de sangre orca.

Notas de juego

Los Lobos, ver ambientación.

Cargando editor
30/03/2012, 18:08
Director

Encuentras un sitio sin problema y al ver el movimiento en la ciudad entiendes que no faltará mucho para que ya no haya lugar donde quedarse, los primeros campesinos buscando refugio están llegando y seguramente el alojamiento no baste para todos. El gobernador deberá hacer algo con ello.

Luego de dejar a tu burro a buen recaudo y con las llaves de una habitación de precio razonable (1pp por día más 1pc para cuidar al burro) sales a recorrer la ciudad en busca de información sobre la situación

Notas de juego

Haz una tirada de reunir información

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30/03/2012, 18:12
Director

La guardia de la ciudad parece bastante ocupada y te resulta complicado dar con alguien que te preste atención. Sin embargo luego de un buen rato yendo y viniendo y hablando con diferentes oficiales encuentras a uno que te presta oído.

- Un explorador eh? Y dices que conoces los caminos... quizás sirva. Le haré saber al capitán que te prestas de voluntario, llegado el momento toda la ciudad deberá prestar sus servicios para defendernos. Por ahora ya se han enviado mensajeros hacia las legiones en busca de apoyo así que no se cuánto pueda llegar a servirse el capitán de ti. Sin embargo, dime dónde se te pueda encontrar y apenas el capitán se interese te lo haré saber.

Un fuerte golpe y el sonido de la madera que cruje a las espaldas del guardia le sobresalta y hace que se gire sobre si mismo.

- Mierda de niñas que resultaron ser! - insulta a los guardias que trabajando intentan reforzar una de las puertas de la ciudad, aparentemente un mal golpe había reventado una gruesa tabla que intentaban clavar a la puerta como refuerzo - Sostengan eso derecho mierda y no desperdicien más la madera que tenemos!

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30/03/2012, 18:23
Director

El movimiento en la ciudad comenzaba a hacerse algo caótico. Los habitantes corrían de un sitio a otro intentando hacerse con tantos víveres como pudieran, los guardias estaban reforzando las puertas y ello confirmaba que no creían que los orcos siguieran de largo esta vez. Varios grupos de guardias intentaban controlar a aquellos que llevados por el miedo pretendían robar la comida que pudieran, parecía que todo el miedo acumulado durante la guerra se hubiera desatado en aquel momento. Si la guardia no lograba controlar a su ciudad las cosas se pondrían más que imposibles durante el asedio.

Algún tiempo más tarde de la partida de Xril ves como este se posa sobre un tejado frente a ti, al ver que le has notado emprende un vuelo bajo con claras pretensiones de que le sigas.

Cuando le alcanzas Xril se encuentra posado sobre unos leños apilados junto a la muralla. A unos pocos pasos de allí hay un pequeño cobertizo de madera cerrado con un oxidado candado. Notas que no está en las mejores condiciones y hay varias ranuras entre tabla y tabla.