Partida Rol por web

Esperó con curiosidad a ver con qué recuerdo le saldría su madre porque tenía claro que de eso se trataba. ¿Su vestido de novia? ¿Alguna alianza familiar? Casi, casi. Un anillo con un sello que, curiosamente, nunca utilizaban. Asintió mientras su madre hablaba, intentando mostrar el debido respeto aunque, sinceramente, esas tradiciones le parecían un poco absurdas. Eso como alianza no valía, para empezar, porque era antiguo y recargado y porque Zoey no iba a adoptar su apellido. Y después...

- Mamá - dijo con delicadeza -. Si quieres que lo haga, lo haré, por supuesto y seguiremos con la tradición. Pero...¿no deberías dárselo mejor a la novia de Jeremy cuando llegue el momento? No es que nosotras no vayamos a tener hijos, pero es más seguro que sus hijos mantengan el apellido, ¿no?

Y también estaba el curioso tema de que ella no conocía a sus abuelos. Siempre había pensado que era por desprecio a la condición de licántropos de sus padres pero ahí estaba una sorpresa que despertaba en ella muchas preguntas si pensaba en aquello y no en la tradición. Si su abuela o abuelo le habían dado ese sello a su madre cuando se habían casado, eso quería decir que entonces algo de relación habían tenido.

-Lucas no está involucrado con lo de la boda. Desde hace 3 años que vivimos como muggles y hemos evitado a nuestros amigos magos. 

Se levanta cuando ella se levanta.

-Le daré una respuesta mañana. En caso de que aceptara... ¿debería volver antes a Inglaterra o puedo acabar la temporada de verano? No sería justo para mis compañeros irme en plena campaña de verano.

- Por supuesto. Con que estuvieras el uno de septiembre en Hogwarts valdría. Puedes acabar la temporada aquí y firmaríamos el contrato en cuanto aceptaras formar parte del equipo.

Le comentó con total seguridad. Al fin y al cabo era la directora de Hogwarts. Ella era la que mandaba en aquello, por lo que no había dudas sobre ello.

Sonríe.

-Le daré una respuesta mañana, entonces. Espero que disfrute del hotel.

Aun se pregunta cómo puede ser que todo el mundo sepa donde viven. Bueno... Kegan no parecía saberlo. Y Emily tampoco... Supone que será algo de magia o algo así.

- Muy bien. Hasta mañana entonces, señorita Smith

Satisfecha por la respuesta de Tabatha, la directora Greenbell se marchó sin más dilación, dejando de nuevo a Tabatha a solas en casa con Lucas durmiendo y sin enterarse de nada.

Suspira y mira la hora que es. Puede volver a la cama para estar con Lucas un poco más, pero mejor dejarle descansar y puede preparar un desayuno rico para su novio. Se acerca a la cocina y se pone el delantal para cocinar algo y no mancharse. Podría hacer café con un sandwich de queso a la parrilla.

Nunca le ha gustado el café de sobre así que tiene su propio molinillo y cafetera para prepararlo. Se pone en ello para prepararlo.

Kegan estaba lleno de ira y si Emily no le hubiese petrificado le habría contestado más de una cosa ¿De no utilizar su poder? ¿Acaso había hecho otra cosa desde que habían llegado al hotel y abusar de aquel puesto que había conseguido por tirarse a un profesor? Pero no podía hacer nada, y él ni si quiera quería volverla a ver ¿Le petrificaba para irse? Aquello era una forma muy absurda de llamar la atención, no es como si él le hubiese cortado el paso, si no que era al revés, el petrificarle e irse era literalmente usar su poder… lo raro era el cómo una persona tan inestable había llegado a ser auror, aunque eso le daba sentido al hecho de que hacía unos años estos pidiesen ayuda a estudiantes para una misión en la que habían vidas en juego, tenían que estar faltos de personal.

Poco tiempo después y mientras maldecía a Emily mentalmente y pensaba que él tampoco quería volver a verla ni en pintura, llegó Mía y le despetrificó tras unos intentos fallidos, le había lanzado un buen conjuro, aunque que menos era de esperar de una auror si no fuese capaz de lanzar mejores hechizos que un deportista. Tras aquello se volvieron de nuevo a casa, pero por el camino no hacía más que maldecir, y ni si quiera se pasó a despedirse de la pobre Tabatha, aunque no tenía nada en contra de ella y le parecía buena chica. Al llegar a casa se reunieron con su madre.

- Si… - farfulló, aún enfadado - Nos encontramos a la "Señorita Van Dyck" - dijo con retintín - tras una bronca gratuita decidimos ayudarla y ella aceptó, pero su plan consistía en bailar, dejar que el sospechoso nos viese y se alejase corriendo. Dado que no parecía dispuesta a hacer algo más, atrapé al sospechoso, que ya se alejaba y logramos llevárnoslo de allí, pero le molestó que hiciese su trabajo pues no tuvo mejor que ponerse a lanzar magia en medio de un lugar maggle y dejarme allí en medio bajo un potente encantamiento - suspiró, aun enfadado - en cuanto Mia ha logrado romperlo, hemos vuelto a casa.

A Eileen. Se había vuelto absolutamente loca. Y del miedo al compromiso pasaba a pedir matrimonio y casarse en el mismo día. Tal vez tantos vapores de las pociones que hacía y analizaba todo el día le habían afectado.

- No pongo en duda que una ceremonia oficiada por ti sería entretenida. DE qu€ manera, ya es otro tema. Espero que no sea nada religioso… - añadí con una mueca. Alguien tan racional cómo yo y encima bruja no veía sentido alguno a la religión, de ningún tipo. Coincidí plenamente con Stana cuándo abrió la boca para hablar. LA chica hablaba poco, pero cuando lo hacía, lo hacía con fundamento. Y entonces Bella dijo que Zoey era perfecta y no pude evitar soltar una carcajada enorme. - JA! ¿Cuántas cervezas de mantequilla llevas ya, Bella?

Zoey perfecta. Ya claro. Y yo Diosa de la sabiduría y la belleza entonces. Sean era la única persona en el mundo que rozaba tanto la perfección que podía usar ese adjetivo, ¿pero la caracaballo? Ni en sus mejores sueños. La ceja alzada de Stana me decía que ella pensaba si no lo mismo, parecido. Córcholis, tendría que hacerme mejor amiga de la ex -Slytherin. Parecíamos pensar semejante.

- Entiendo tu escepticismo, pero no voy a cambiar de opinión.- le comentó con dulzura, acompañando las palabras con una sonrisa amable.- Jeremy podría perderla. Y tú eres mucho más responsable.

Volvió a extender la mano con el anillo para que Eileen lo recogiera.

- Vamos, cógelo. Y será mejor que nos demos prisa. Es tarde y hay una boda a la que ir.

Su pequeña Eileen. Le había traído tantas alegrías como sorpresas. Era una chica realmente increíble. No podía estar más orgullosa de la mujer en la que se había convertido. No habría deseado que su hija fuera de otra manera.

Buf. La verdad es que eso del sello ligado al apellido proveniente de unos abuelos que ni se habían preocupado por ellos, no le hacía demasiada gracia, pero no iba a replicárselo a su madre cuando parecía tan dichosa de modo que acabó por encogerse de hombros y añadir con una sonrisa irónica:

- En eso tienes razón; Jeremy es un desastre - con aquello bajaron, guardando el anillo en el bolsillo y dispuesta a dárselo a Zoey cuando tuvieran un momento de intimidad. Igual le hacía ilusión que fuera un regalo de su madre y una muestra de aceptación a la familia pero dudaba que le diera más importancia más allá de eso -. Bueno, me parece que ya está todo... ¿Nos vamos a casa de Bella a buscar a la gente y algo que ponernos y al juzgado? ¿Tu madre ya te ha dicho algo?

Diez minutos más tarde, el olor a café recién hecho despertó a Lucas que tras ponerse una camiseta fue hasta la cocina y abrazó a Tabatha por detrás.

- Buenos días, preciosa. Qué bien huele eso. 

Y le dio un beso en la mejilla.

Vilma se puso a pasear por aquel departamento tal y como había decidido, con la idea de encontrar algo más de información. Si bien, a lo mejor, tras lo de la profecía, ella sabía más que el resto de aurores sobre aquel caso. 

Iba por uno de los pasillos cuando alguien la paró:

- Señorita Williams.

Se trataba de un chico joven, rubio, de pelo corto y ojos claros. Vestía con ropas cómodas y sonreía con amabilidad. Su camiseta marcaba bastante sus bíceps y tríceps.

- ¿Qué le trae por aquí? ¿Algún acosador molesto?

- Aún no. Pero no tardará en contactar conmigo, seguro.

Ambas se levantaron y despidiéndose hasta dentro de un rato, volvieron a irse. ¡Qué locura de noche!

Bella miró a Emily con una ceja alzada, más sorprendida que enfadada por aquel último comentario, mientras Stana asentía dando la razón a Emily, cuando la chimenea flameó y aparecieron las novias. 

Eileen pudo ver que su mejor amiga y Sean ya habían llegado y que el traje de novia de Zoey que había pedido estaba colgado allí mismo, de una lámpara para no quedar arrugado. 

Bella:- Todo listo. - anunció mirando a Eileen.

Sonríe.

-Claro... te estoy haciendo el desayuno. Te lo quería llevar a la cama, pero te has adelantado.

Se gira un poco y le da un beso. Vuelve su atención al desayuno y saca los sandwiches de queso en un plato. Sirve dos tazas de café.

-¿Sabes? Ha venido la directora Greenbell. Me ha ofrecido un trabajo en Hogwarts.

Recibió el beso con una sonrisa y agradeció el gesto de llevarle el desayuno a la cama a pesar de haberse levantado antes. De haberlo sabido habría remoloneado en la cama hasta entonces. 

Pero Tabatha tenía noticias. Y además bastante interesantes. La primera reacción de Lucas fue de sorpresa. 

- ¡Vaya!- Desde luego era una gran oportunidad y dudaba que se tratara de algún tipo de trampa hacia él. Tabatha realmente tenía aptitudes para dicho puesto, fuera de la asignatura que fuera. Sus EXTASIS fueron de los mejores y era una chica muy responsable y trabajadora.- Eso es genial, ¿no? Es una gran oportunidad. ¿Qué le has dicho?

-Que tenía que hablarlo contigo, primero. Nos fuimos del Reino Unido por lo que pasó hace 3 años. No sé si quieres volver allí. Además, aquí tienes el sol y la playa. Sufrirás demasiado en un sitio en el que la mayor parte del tiempo está lloviendo.

Coge la bandeja y le indica el sofá. No hace falta ir a la cama. El sofá es perfecto para acurrucarse también.

-Y bueno... no sabía si tenía segundas intenciones. Como el secuestrador también está por aquí, no sabía si piensan que estás involucrado. Me preocupa que te señalen como culpable.

Sentados en el sofá, Lucas acarició el brazo de Tabatha mientras la escuchaba. Entendía sus recelos y probablemente hubiera segundas intenciones, pero él tenía claro que se arrepentiría si no aceptara aquella oportunidad.

- Creo que deberías aceptar. Es lo que siempre has deseado, ¿no? Y además, con nuestro sueldo actual no podríamos vivir holgados. Debemos pensar en Dean y darle todo lo bueno que podamos. Creo que hay más ventajas que desventajas. Me iré a casa de tus padres si no les molesta con Dean y buscaré trabajo en Inglaterra. Y no me meteré en líos. Lo prometo.- le sonrió.- ¿Qué me dices? Sea con segundas intenciones o no es una gran oportunidad para tu carrera.

-¿Estás seguro? Estaba pensando también en Dean. Bueno, en él y en nosotros. Podríamos tener una casa bonita con el sueldo que pagan en Hogwarts.

No es que estén mal en la casa que tienen ahora, pero podrían tener una casa un poco más grande y Dean tendría mucho espacio para jugar. Seguro que lo único que echaría en falta sería la playa y a sus amigos de Hawai.

-El único problema es que nos veríamos solo los fines de semana. Os echaría demasiado de menos. Te echaría de menos.

Mi boca hizo una "O" perfecta al ver a aquel muchacho. Me dieron ganas de gritarle algo así como "¡Pero tápate, hombre!" cuando pensé dónde estaba y qué quería conseguir. 

- No, no... Muchas gracias por la preocupación... tú.- No sabía su nombre. - Estoy buscando a alguien que pueda ayudarme. Un auror o alguien que se encargue del caso de la boda.- Sí, mejor ser directa. Si este tío se había acercado a mi quizás fuera porque estaba dispuesto a ayudarme. Igual él sabe algo que yo todavía no. 

Mis ansias por ir a Hogwarts volvieron y me pregunté cuánto tiempo faltaba en minutos para que estuviera allí. Quizás tendría que avisar a Tabby para que viniera con nosotros, como aquella vez en el Oceans. Y a Killian, le tenía que contar todo a pesar de que me habían pedido que no lo hiciera. Pero él merecía saberlo, lo había sufrido en sus carnes. En cuanto a Aen, sí. Lo mejor sería que no le dijera nada porque ¿Quién sabe? Quizás si vienen a reclutarle, por miedo, acabe diciendo todo.