Partida Rol por web

Edward llegó al despacho y escuchó al profesor.

Miguel llegó al despacho del profesor justo a la vez que él.

-Perdón. Dijo antes de dejar entrar al profesor antes que él.

Sin más que decir se sentó y escuchó las palabras del profesor. Seguidamente sacó su libro y se dispuso a realizar el ejercicio que había mandado.

Al parecer era la última en llegar, aquellas copas, me iban a pasar una mala jugada...

Ya se lo hecharía en cara a Oliver... ahora era tiempo de otra cosa.

Buenas... perdone la tardanza Profesor Thaselhoff...

Me siento en una de las mesas y comienzo con el ejercecio del manual...

Fizban se había quedado dormido con sus piernas largas y delgadas sobre la mesa y las manos entrelazadas sobre el estómago retrepado en su asiento, mientras sus alumnos realizaban las tareas que les había encomendado. Cuando todos hubieron terminado abrió sus inquietantes ojos, en aquella ocasión seguían conservando el azul celeste, retiro los pies de la mesa y se incorporó con una sonrisa indescifrable en sus labios. 

- Bien queridos míos, ahora os toca exponerme vuestro trabajo.

Miguel observó a sus compañeros y se atrevió a dar el prime paso. Se levantó y cogiendo el dossier que había preparado le fue explicando al profesor:

-Hemos planteado el problema que propuso desde el punto de vista que Aleshia tuvo a bien exponer, pero con una variante. Y es no forzar el mapa a nuestra voluntad puesto que creemos,...en este momento su voz sonó algo más débil pues sabía que no era compartido por todos y había sido el tema principal de discusión...que es imposible forzar la voluntad de una persona en una cuestión como aquella, en que la vida depende de tu capacidad de supervivencia.

Tomó aire y continuó:

-Así pues, nos valemos del mapa para poder localizar las zonas peligrosas que queremos evitar, puesto que el mapa las marcará como seguras, nosotros hemos de evitarlas. De esta forma tenemos el camino trazado para poder salir de allí y con las zonas peligrosa marcadas.

Pasando varias hojas llegó a un apéndice, "métodos de camuflaje":

-Le hemos marcado un apartado en que listamos una serie de hierbas, fangos y demás que nos permitirían camuflar nuestro olor, rastros, presencia,...

-Es un listado algo corto pues nos hemos centrado en buscar las que se pudiesen encontrar fácilmente en cualquier entorno boscoso. Al no tener más información de tipo de bosque en que nos encontramos, hemos recurrido a las comunes y fáciles de encontrar. Obviamente conociendo el entono podríamos haber ampliado el listado y los métodos mucho más.

Un nuevo apéndice se mostraba, "supervivencia y utilidades de los elementos proporcionados".

Seguía avanzando en las páginas, pero decidió callar. Esperaba que alguno de sus compañeros tomasen la palabra de nuevo, pues al ser un trabajo en grupo, creía que todos debían colaborar explicando al profesor el trabajo.

Fizban consultó el antiguo reloj de cuerda que llevaba unido a su chaleco, se hacía tarde y aquellos críos debían volver al instituto de una sola pieza. Así que no esperó más para darles el veredicto.

- Bien...- los miró divertido con una inmensa mirada azul reluciendo tras sus cristales violetas- me alegra comprobar que os habéis tomado en serio el problemilla que os he planteado. Habéis centrado vuestra vía de escape en el mapa, que recordemos indica el lado contrario al que queremos ir. Como bien habéis dicho es muy difícil, por no decir imposible controlar lo que realmente nuestra mente quiere... Por lo tanto seguir el mapa es completamente inútil, dado que si lo que pretendemos es que nos señale el lugar malo para seguir el contrario, lo que nos mostrará será precisamente la salida- sonrió malicioso- en este punto si seguimos con vuestro plan ya estaríais muertos, habéis fallado queridos míos pues todo lo demás ya no sirve- su sonrisa lobuna se acentúo y sus ojos se tornaron esmeraldas para volverse azules- La solución es la siguiente- se aclaró la voz.

El mapa sólo sirve para limpiaros el culo o para utilizarlo en otro menester. Los caníbales comen carne, y las albóndigas están caducadas por lo que sazonadas adecuadamente con un poquito de vuestra sangre, que podréis verter gracias a una pequeña herida que podréis hacerlos con el machete mellado, os quedaría un plato lo suficientemente oloroso como para salir por patas y dejar a los caníbales el resto. El mapa lo utilizaríamos entonces para taponarnos la herida en caso de no tener nada mas grande ni resistente. En cuanto a lo de la salida, se supone que está hacia el norte y se supone también que antes de meteros en ninguna puñetera selva debéis saberos el camino y guiaros por una brújula, que las hay baratas, o por el sol... Pero por eso no os preocupéis puede que si sobrevivís unos días más, os enseñe a orientaros- los ojos se le volvieron violetas y le dieron vueltas...

Con respecto a vuestros trabajos tengo que deciros... Edward y Nadia... no habéis dado ni una... ¿como pretendéis hacerme un ejercicio digno si ni siquiera lo habéis leído...? Miguel y Aleshia... bien, habéis conseguido un puntito cada uno, que os lo quito por haber errado el trabajo grupal... Cancerbero guíalos al instituto. La clase ha terminado, os quiero mañana puntuales y con energías, no os desaniméis la clase podría haber ido peor, al menos no os he zampado un negativo... Traeros el equipo que os he pedido, la próxima clase será una agradable práctica en el bosque...- la sonrisa y la mirada esmeralda del lobo volvió a hacerse con el control del profesor.

Profesor estuve esperando su respuesta a un privado e iba a postear, pero no recibí respuesta y además ya no me sirve de nada pero lo que iba a postear era lo siguiente:

Edward se levantó de sopetón y se aproximó al profesor, veras como ya hablamos todos
Yo me centrare en la parte más práctica de los objetos, el mapa realmente no nos sirve como tal porque no nos lleva al sitio al que queremos si no al contrario, yo en mi caso sería el único objeto que no usaría o en todo caso para limpiarme. Dado que somos exploradores, deberíamos ser capaces de evitar las zonas peligrosas y poder salir sin necesidad de él.

Además de las cosas ya mencionadas por mi personaje anteriormente que dice que no colaboró, dando utilidad a todos los objetos y ahora con la solución que ya señalé en el privado y que iba a poner.

Parece que habíamos centrado nuestra atención en aquel dichoso mapa, cuando la respuesta era más sencilla de lo que creiamos... envenenar a los canivales.... y salir usando una única dirección.

Nuestro punto fuerte, el mapa, más bien lo había usado el profesor como venda o como papel higienico... aquella idea, me hizo sonreir... pues era cuanto menos gracioso, que quisieramos enrrebesar tanto el problema, cuando lo más fácil era guiarse por la intuición y los instinstos básicos...

No pude evitar reir, ante la idea de usar un mapa, manchado de sangre... y otras cosas. Me apoyo en Miguel y digo: Creo que la hemos pifiado esta vez chicos...

Quito mis algunas lágrimas que la risa había ocasionado y digo: Al menos, seguimos de una pieza... ¿verdad Cancerbero?

Al parecer aquello había terminado así que miré a Nadia y le dije: Nadia, creo que anoche quedamos en buscar algo de trabajo... si te ves con ganas podíamos ir a buscar algo en el campus.

Mi querido padawa no pude contestar el privado porque una Esfinge Carroñera con malas pulgas me obstaculizó el acceso a mi correo y cuando pude hacerlo las setas MOTEM SUBITEM hicieron un efecto extraño en mi soberbio organismo, y tuve que ir a la enfermería para que al encantadora Red Lady me curara... y bien que lo ha echo... ejem... De todas formas consuélate con saber que hubierais hecho lo que hubierais hecho habríais suspendido TODOS - comienza reírse con los ojos chispeantes en verde y unos afilados incisivos tras los estrafalarios bigotes. 

Ante el anuncio del altavoz voy al salón de actos...

Miguel fue a buscar al profesor a su despacho tal y como habían quedado para comenzar la exploración. Aún iba medio dormido por lo que no se dió cuenta y aterrizó en una de las trampas del profesor.

Sí, mejor queden en el despacho de Fizban. Pare evitar líos de permitir y después quitar otros personajes.

Miguel había intentado llegar al despacho de Fizban por su propia cuenta, era un chico joven y prometedor pero aquella parte del instituto había sido catalogada como peligrosa por una muy buena razón. El bosque donde se situaba el despacho del estrafalario profesor estaba infestado de criaturas extrañas por ello Fizban Thaselhoff había puesto especial cuidado en proteger su morada y con ello proteger al resto de los estudiantes del instituto, inundando cada centímetro cuadrado con trampas a cada cual más esperpéntica y peligrosa. Afortunadamente para Miguel, Fizban siempre sabía todo lo que pasaba en su bosque.

Cuando el muchacho trato de saltar una piedra que se le interpuso en su camino accionó la trampa "Atrapa Mosquitos Maximus" que consistía en un elaborado artilugio similar a una catapulta, oculta entre varios árboles y arbustos. Antes de que Miguel se diera cuenta se encontró volando por los aires y yendo a parar a una enorme red parecida a un gigantesco matamoscas. Para mayor desagrado de la presa dicho matamoscas estaba rociado por un líquido pegajoso que hacía que cuanto más se moviera más difícil le resultaba soltarse.

- Vaya,vaya,vaya... mira que mosquito tan encantador tenemos aquí- sonrió divertido con mirada celeste- la próxima vez espera  a que te mande a mi lobo, si llegas a caer en mi "Carne picada express" no se si habría llegado a tiempo para salvarte.

Fizban liberó a su alumno realizando varios cortes con un machete en la red y esperó a que se recuperara

- Vamos a los terrenos del Instituto puede que encontremos algo. 

Miguel salió por los aires disparado antes de que pudiese darse cuenta. Maldijo sus suerte. Pensaba que estaba preparado ya para afrontar las dificultades pero se dio cuenta que se había confiado. El pasar por un entorno no del todo desconocido le hizo confiarse e irremediablemente salir volando.

Cuando el profesor fue en su búsqueda Miguel se revolvía entre aquella resina e intentaba salir pero cada vez se pegaba más.

Cuando el profesor le liberó Miguel tenía cara de pocos amigos. Maldito idiota, que ridículo acabas de hacer.

De pronto sonrió hacia adentro, pues sabía que esta sería la primera de muchas intentonas. Estaba en quinto de carrera, casi terminando. Se juró que antes de que el curso terminase, sería capaz de sortear las trampas del profesor y ser merecedor de poder llamarse explorador.

Miguel asintiendo siguió al profesor sin decir mucho.