Partida Rol por web

En el taller está Flay, tirado en el sofá. Está cubriéndose los ojos con el dorso de la mano y quejándose por lo bajo, su espadón está por el suelo y en mal estado. Está lleno de raspaduras, parece que se ha metido en una gorda y que ahora le duele todo.

El Taller parece relativamente tranquilo, de todos modos.

Adel alza la ceja y suspira. Está de muy mal humor y desea descargarse con cualquiera, pero al ver el estado de Flay se arrepiente un poco. Avanza hacia él rodando los ojos y mira a ver qué le pasa.
-¿Y a ti qué te pasa ahora? -se sienta un poco en el borde del sofá donde él está tirado, mirándole-.

-Rrrh...-, se queja un poco, quitándose la mano de la cara.

-... Que acabo de luchar contra ese Ruko. ¡Le he ganado!-, alza el puño al aire con valentía y luego lo deja caer. -¡... Pero estoy exhausto...!

-... Estás hecho caldo, no exhausto. -Suspira-. -Ve a la enfermería. ...Ve o me encargo de pegarte de tortas esta que estés peor. -cierra los ojos, de mal humor-. -Si quieres te acompaño.

El pelirrojo niega con la cabeza. -¡Nada! ¡De eso nada!-, rápidamente se incorpora, sentado en el borde del sillón. -¡Estaré bien, de sobras!

-¿Y tu qué? Pareces decaída.

-... Nada, nada. No me pasa nada. -muy cansada sí que parece, y molesta. Hace un gesto con la mano para restar importancia del asunto, y después se cruza de brazos, cerrando los ojos-. -Oye. ¿Sabes si en esta academia hay alguna cocina que se pueda usar?

-¿Una cocina?-, pregunta Flay mientras se frota alguna de las raspaduras que tiene en el brazo, sobre su musculoso brazo. Difícil pensar que una persona tan en forma termine tan lleno de golpes... Aún así, ahora que está de pie, se lo ve radiante.

-¡Claro que hay! Pero puedes usar el Caldero del Taller y ya. Si necesitas un horno, puedes ir a la que está cerca del Comedor. Creo que estaba por ahí, sí.

Es entonces cuando Akairaku entra al Taller. Lo primero que hace Flay al verla es acercarse, brazos abiertos como si le diese la bienvenida. -¡Eh! ¡Este es el Taller-Sin-Nombre-Por-Ahora!-, le muestra el pulgar. -¿A que es absolutamente genial, que piensas?

Adel está ahí dentro, parece que ella es una integrante... Uh-oh.

Akairaku habia llegado de buen humor, ya que tenia ganas de ver a Flay. Estaba hasta un poco sonrojadita. Lo tipico de que nunca habia visto a un chico que le llamase la atención. Sonrió al verle, aunque se fijó en la cantidad de golpes y arañazos que tenia y frunció un poco el ceño. 
- ¿Que te ha pasado? Deberias ir a la enfermeria. Parece que has bajado rodando por una colina.- aun asi, no dejaba de sonreir, contenta. Al el mencionar el taller, giró la mirada alrededor, e iba a asentir cuando de golpe se encuentra con la cara de Adel.

- ¿Que? Osea... ¿Que hace ella aqui?- miró a Flay, y luego a ella, ya que parecia que habia interrumpido una conversacion. Empezó a enrojecer un poco y a despedir ligeramente calor. De nuevo, otro plan chafado. Al parecer ella tambien habia llegado al club. Probablemente por las tetas, ya que Flay era un chico adulto. Bufó, con los ojos entrecerrados.
- He cambiado de idea Flay. Gracias por el ofrecimiento. Ya nos veremos.- No sonaba realmente agradecida, sino enfadada. Quizás hasta un pelin celosa. 

El chico soltó una risa animada.

-¡Bah, no es nada, solo he estado en un pequeño duelo con...-, entonces se percata de la expresión de Adel. -¿Ella? ¡Es una de las...!-, queda interrumpido por el cambio de parecer de Akai.

-¿Hm?-, le mira irse, algo confundido. -Que extraño.

Mientras Akairaku se aleja de allí, una chica sale de otro de los talleres. Se queda mirando a Akai unos momentos antes de llamarle la atención: -Disculpa.-, se acerca hacia ella. -Tu eres la chica que hablaba con Windstone ayer, ¿Verdad?-

Agrega: -Flay. Flay Windstone. Chico de cabellos rojos, bastante fuerte.

Ella se cruza de brazos, tiene una actitud bastante relajada pero no le falta firmeza en los ojos. -He escuchado el intercambio. Si él interesado en tí y tu no irás a su Taller, entonces quiero que seas el primer miembro del mío.

-Aún no tengo a nadie más.-, ella cierra los ojos y frunce un poco el ceño. -... He tenido una discusión con mis antiguos compañeros, de cuando yo estaba en Primero. Diferentes... Filosofías, supongo.

-Seré sincera: Quiero tener un Taller pero no puedo tenerlo sola. Si consigo dos alumnos más, podré tener un espacio propio en el que trabajar y estudiar.

-... Eso no significa que esto sea algo solo egoísta... También estaría actuando de mentora para mis compañeros. Imagino que Windstone ya te habrá hablado sobre los otros beneficios de formar un Taller...

Adel alza la ceja cuando ve a Akai aparecer. Por un momento piensa que va a tener la mala suerte de tenerla en el mismo grupo, pero cuando se va con esa cara, sabiendo que es por ella, no puede evitar sonreír. Se pone en pie cuando recién se da la vuelta para irse.
-Bueeeno. Ahora que nos quedamos tranquilos y solos, tengo que preguntarte algunas cosas, tú que eres de segundo y seguro que lo sabes todo. -lo hace para picar a Akai, pero no porque sepa que a ella le gusta Flay, si no por dejarle claro que su presencia iba a ser una molestia-. ¿Te importaría enseñarme algunos lugares de la academia? Quisiera hacer algo.

-¿Hm?-, Flay se gira para mirar a Adel. -¿Que tipo de lugares?-, pregunta mientras rueda un poco los hombros.

-...Creo que te lo diré luego, creo que ahora necesito una siesta. -se estira un poco y va a recostarse en el sofá donde Flay estaba, acurrucándose y asegurándose que el brick de leche de fresa estaba a su alcance-. -...Ni se te ocurra tocar esto, es mío. -lo amenaza con la mirada, y después se dispondría a dormir, echa un ovillo, súper mona-.

Realmente estaba rabiosa, y dolida. Para una cosa que realmente le hacia ilusion, Adel se mete en medio, como siempre. No solo le gustaba un poco Flay, sino la idea de ir de aventuras y hacer cosas divertidas. Estaba en las nubes y a la vez escuchando cada vez mas tensa mientras se alejaba de Adel. Casi choca con la chica que se detuvo a hablar con ella, observandola ligeramente confusa. Era una chica seria, decidida... y algo rigida. Le estaba ofreciendo formar parte de su club, es mas... le pedia ayuda. No pensó, nisiquiera razonó.

- Si, claro. Será genial darles algo de competencia.- Realmente la idea de la chica... no le gustaba. Preferia eso de hacer trastadas y cosas poco legales, meterse en sitios oscuros y sucios a investigar, no tener una sala para simplemente estudiar y practicar las cosas de clase. La chica le parecia sosa y aburrida, pero no iba a agachar la cabeza y quedarse de brazos cruzados ante Adel. Iba a ser mejor que ella.  Y que el idiota de Flay, que no se habia dado cuenta de que se habia ido por culpa de la peliazul. No miró a la chica realmente, ni le preguntó su nombre, ni se presentó. Estaba demasiado inestable emocionalmente para ser educada. Tenia la vista baja y desviada a un lado, sin poder ocultar su enfado aun.

La mirada que echó de reojo a Adel, realmente tenia poco de amistosa. Y la temperatura a su alrededor subió cuando le propuso a Flay dar un paseo. Solo le faltaba pegar los codos para enseñar mas canalillo. Gruño por lo bajo y al salir rapidamente, se topó con una chica que empezó a hablar con ella en el pasillo, mientras Akai no hacia mucho caso, pero asentia. Se notaba en su cara la decepcion y el enfado. A leguas.

La chica asintió un poco, más que conforme con el resultado. De todos modos tampoco es que se sienta cómoda viendola tan abatida y enojada, tras unos momentos de deliberación interna optó por dirigirse a Akairaku de nuevo:

-No sé que ha sucedido, pero... Estarás mejor así.-, ella cierra los ojos, asintiendo. -Los alumnos que van con Flay siempre terminan suspendiendo sus exámenes.

Frunce un poco el ceño, negando con la cabeza. -Quizás sea un buen chico. Eso no voy a negarlo, tiene un buen corazón... Pero lleva años en esta Academia, ¿Sabes? A estas alturas debería estar ya en el Tercer Curso, o incluso haciendo clases de especialización o algo... Sin embargo ahí está, en el mismo lugar donde estaba cuando entré a la Academia el año pasado.

La chica relaja un poco la expresión y se pasa la mano por la cabeza, peinando un poco sus orejas conejiles. -Me llamo Kyra.- se presenta ella. -Espero no haberte dado una mala impresión. Los demás suelen decir que soy muy seca.

-Si vamos a formar un Taller juntas es importante que ambas estemos conformes con las condiciones y objetivos.-, ella se cruza de brazos, pensando, -Quizás estaría bien organizar excursiones al Laberinto de tanto en tanto... Siempre viene bien recolectar materiales. ¿Que piensas?

Akairaku suspiró y finalmente alzó la cabeza hacia Kyra, fijandose en sus orejitas mientras hablaba. Tan seria y a la vez... tan graciosa. Terminó por sonreir, con ganas de tocarselas a ver si eran suaves. Pero se contuvo e intentó comportarse bien, observandola a los ojos y asintiendo ante lo que le decia. 
- Si, bueno, eres un poco seria... Espero no darte dolores de cabeza, normalmente soy todo lo contrario. Y muy ruidosa.- se encogió un poco de hombros. Intentaria no molestarla mientras estuviese estudiando. Lo del laberinto le hizo mas gracia, pero con alguien tan soso casi que era un aburrimiento la simple idea.

- Por mi parte estará bien algo de aventura, es lo que mas me suele gustar. Y a veces, los examenes no lo son todo, volviendo al tema de Flay. Lo considero un buen chico y alguien que parece inteligente.- Pese a la putada de que no le avisó de quien estaba en el grupo, seguia queriendo defenderlo. Y seguia gustandole un poquito, asi que no pudo evitar intentar mejorar su imagen. 
- Soy Akairaku, encantada, por cierto.- Sacudió la cabeza, al olvidarse de presentarse.

Al escuchar que le dice que es seria, se lleva la mano a los labios, asintiendo un poco. -... Me lo han dicho, sí...-, ella aparta un poco la mirada antes de volverse a fijar en Akairaku.

-No, los examenes no lo son todo... Pero es bueno esforzarse para conseguir cosas buenas. Flay...-, se gira a mirar la puerta de la cual salió, parece que el lugar está bastante vacío pero perfectamente limpio. Es casi idéntico al Taller donde estaba Flay: Una sala amplia con sillones en un lado, ventanales que dan al patio al frente (se puede ver la naranja luz del atardecer filtrarse hacia el salón de suelo de madera) y bastantes equipos diversos del otro lado, tales como calderos, mesas de trabajo, herramientas...

Tras un largo silencio, Kyra suspira y retoma su frase. -Flay es un buen chico y tiene talento... Pero no se esfuerza por nada que no le haga feliz inmediatamente, nada que no le sea grato a corto plazo. Tampoco está mal, la verdad es que no soy quien para juzgarle por buscar pasar buenos momentos, a mi me faltan bastantes de ellos...-, aparta de nuevo la mirada y entra a lo que ella espera que pronto sea su propio espacio. -Pero yo creo que es importante ponerse metas y esforzarse por alcanzarlas, incluso si eso significa que a veces no te la pasas tan bien como podrías.

Kyra se gira y mira a Akairaku, asintiendo. -Si Flay estaba interesado en tí, significa que tienes el talento para ser más. Pero... A veces me pregunto si sus métodos para ayudar a los demás no terminan haciendo más daño a largo plazo...

Finalmente aparta de nuevo la mirada. -Lo siento. No pretendo hablar mal de él, comprendo que te cae bien, solo... Solo veo las cosas un poco diferentes y... Quiero que quede claro que no estoy en contra de él, solo de su filosofía de vida y que no estoy en contra de disfrutar o de hacer cosas divertidas, solo estoy en contra de solo hacer eso y poco más.

-Prometo intentar no ser tan aburrida como parezco... O como sueno.-, la chica conejo esboza una pequeña sonrisa.

Cuando Adel le dijo que no le robe el brick, Flay ya estaba casi a punto de recogerlo. Inmediatamente retira la mano.

-¡Claro!- asiente él, animado. -Tu descansa, yo prepararé algo para ir mejorando más rápido.-, y dicho esto se dirige al caldero, disponiéndose a preparar unas fórmulas.

Así pasaría la tarde y se acercaría la noche...

Sí. En resumen, iría a la enfermería de nuevo para preguntar a Haibara si hay alguna forma de quitarse los sarpullidos de inmediato, o como mucho en algunas horas, ya que tiene miedo de que Eizen la vea de esa forma. Tras eso se iría a arreglar para el día siguiente, (depilarse, etc...), e intenta ingeniar alguna treta para no tener que bajarse las bragas ante él sin que se enfade. La escuda de "no me siento preparada o me duele la cabeza" ya no iba a colar demasiado... Podría pedir ayuda a alguien para que les joda indirectamente la velada o... ¿qué tal si hace algo que lo ponga malo a él y le quite las ganas? La idea le gusta, así que tendría que pensar detenidamente en ello. Eso sí... antes de la cena tiene que sacar el mayor provecho de su encuentro...
Recuerda que Haibara dijo que si la poción que hicieron en clase salía mal podría sentar fatal... ¿De qué manera? Tenía que averiguarlo, se creía perfectamente capaz de sonsacar algo así a una profesora como ella sin que se entere o sospeche.