Partida Rol por web

El día nublado dio lugar a una noche fría, pronto una tenue lluvia cubrió el horizonte. Con lo alto que se encuentra la Academia, el descender de las pesadas nubes cargadas de agua hizo que el horizonte se tiña de niebla.

Aún así, las ventanas herméticas impidieron que el frío entre, las chimeneas de las grandes habitaciones (o calderos de los Talleres para los que durmieron alí) fueron suficientes para que nadie sufra.

Llega el día siguiente, aún se puede percibir la lluvia pero el clima está definitivamente más cálido que antes. El sol se filtra entre las nubes para dejar fluir su calor sobre casi toda Issaera. La niebla sigue presente pero no parece tan densa como durante la noche.

Algunos se dirigen a sus clases de los sábados, muchos otros se quedan durmiendo hasta tarde pues no han tomado una tercera optativa.

¿Y Kross? Bueno, Kross tiene una cita pendiente. Llegue tarde o llegue temprano, Alma le espera en su pequeño taller que hace las veces de oficina. No es como las salas de los Talleres con mayúscula, es solo una sala con varias herramientas, mesas y materiales, la mayoría de cosas de aspecto robótico o metálico.

-¡Eh, al fin has llegado!-, le dice independientemente de si ha llegado a la hora acordada o no. -Te estaba esperando.-, parece que ella no tiene un muy buen sentido del tiempo tampoco. -¿Estás listo?-, la chica se pone de pie y recoge lo que parece una especie de cañón ligero, quizás algún tipo de arcaico rifle rúnico o algo así. -El clima está algo malo, puede que hayan cosas chungas por el camino. Tengo un aerodeslizador nuevito nuevito que he terminado de reparar hace unos días. ¡Lo he creado yo misma! Está basado en la tecnología de las aeronaves esas tan geniales que hay por el Círculo Superior. Es como un caballo de metal, ¿Sabes? Va rápido pero... Bueno, a veces pierde el control y... ¡Bah, no importa, estarémos bien! ... ¿Esto?-, mira al rifle, -Esto es una ballesta mágica. Dispara virotes de energía. Lo llevo por si las dudas, no creo que haga falta.

Kross parpadea varias veces mientras se rasca la cabeza con cara de muerto recién salido del cementerio. -Qué clase de humanidad está esperando a otro a esta hora? Pero aaah, si es verdad que fui yo quien pedí reunirnos a esta horaaa...- Es lo primero que dice cuando entra en la oficina de Alma, ese es su saludo.

-Mira que chulo. Yo también soy un caballo de metal* así que creo que sincronizaremos bien.- Se acerca hasta donde está ella mirando un poco el lugar y todos los cachivaches allí presentes. -Oh!- Señala la ballesta, momento en el que Alma explica lo que es. -Me gusta eso. Podré tener una yo? Siempre quise hacer eso de la manzana en la cabeza. Fue mi sueño de niño.- Kross tuvo muchos sueños de niño. -Creo que quedaría genial con uno de esos a la espalda, caminaría así como perdonando vidas.- De veras le gusta la ballesta, y él no puede crear armas de proyectiles con su habilidad, ni tampoco sistemas intrincados como una catapulta o un rifle. Mucho menos un aerodeslizador.

Sin esperar más indicaciones, y mientras Alma le habla él ya estaba subido en la parte de atrás del vehículo, cunado mira a Alma le hace gesto de pulgar hacia arriba con su tradicional cara de nada.

El vehículo en sí es largo, recuerda a una motocicleta sin ruedas. Parece bastante burda, hay tubos, cristales y piezas sin ningún tipo de carcasa que las proteja. Por detrás hay algunos tubos, por delante parece haber una palanca que se mueve dos ejes y una que se mueve en uno solo, posiblemente sea para conducir al vehículo.

Alma le pasa el 'rife' a Kross. -Venga, llevala tu. Para disparar tienes que apuntar y tirar del gatillo, intenta meterle algo de energía cuando presiones porque sino no disparará nada de nada, ¿Bien? Y no me apuntes a mi o te suspendo.-

Mientras Kross se acomoda, Alma está abriendo una compuerta de forma manual, da a la zona del bosque como los demás ventanales del piso del Taller. Una vez está todo listo, ella se pone un par de gafas de aviador y sonríe, asintiendo.

-Vamos a ver que tal vuela~-

Poco a poco el vehículo empieza a cargarse de energía, parece que Alma le está transmitiendo poder. Finalmente empieza a avanzar, la profesora sostiene firmemente la palanca y la va moviendo hacia adelante. Parece que está estable... Si Kross mira hacia abajo, notaría que el vehículo ya no toca el suelo. Hay una luz intensa que emana por debajo del trasto este, un sonido de baja frecuencia oscila constantemente.

Finalmente empiezan a ir más rápido, algún que otro alumno que estaba por el área de vagancia les ve pasar entre los arboles. No es mucho después que el trasto se está acercando al portón principal de la Academia, abierto de par en par. Parece que no es un vehículo volador, solo levita y acelera.

El viaje continúa en dirección a Las Torres de Marfil y luego cuesta abajo por La Gran Escalera.

-¿Sabes? Debería buscar una forma más rápida de bajar, esto de tener que bajar y subir toooda la montaña es un rollo, incluso si vamos rápido...-

Realmente van un poco más rápido que la velocidad media de un caballo a trote, no pueden ir mucho más rápido sin correr el riesgo de golpear a alguien que esté por allí.

Una vez cruzando el enorme puente de la Gran Entrada, Alma señala en dirección al bosque. Hay una zona algo quemada, parece que hubo un pequeño incendio. No es muy grande, se controló a tiempo. -Por allí está Humnom, vamos a ver que tan rápido podemos llegar~-

Afortunadamente el vehículo no va por ruedas ya que no para de llover. Sí, es tenue pero yendo rápido... Bueno, molesta un poco. -¿Como lo llevas, aguantas ahí?-

-Yess!- Coge el rifle y se lo cuelga a la espalda. -No te preocupes por mi casco si no tienes uno de sobra. Mi cabeza es muy muy dura.

En realidad Kross no se concentra mucho en contemplar el paisaje, ni le molesta la lluvia. Su mente estaba ocupada por un solo pensamiento. -Noo... No tengo... No tengo de dónde sujetarme!!!- Con incontables gotas de sudor en su rostro sus ojos se fijan en la pequeña espalda y cintura de Alma. -Estará bien si la tomo de la cintura?? Se enfadará?!- Titubea con las manos temblorosas. -Más arriba o más abajo está prohibido! Quequequé hago??

En eso el vehículo se sacude cuando cambia la velocidad y Kross se tambalea y casi se cae. Justo a tiempo acaba por sostenerse del lugar menos apropiado. _-...Are?- Dice con un hilo de voz. Un brazo le rodea la cintura a Alma, un poco demasiado arriba, y la palma de la mano del otro está sobre terreno peligroso. _{-Hm, esto está blandito.-} Con los ojos entrecerrados y la mirada perdida en el vacío del infinito Kross se convence a sí mismo de que perderá su mano derecha.

Los dos viajan en esa motocicleta flotante mágica rara a través del silencioso bosque, en medio de una suave llovizna bajo un cielo nublado. Hace un poco de calor de todos modos, el agua se agradece.

El ambiente es muy tranquilo, no hay nada de contaminación por esa zona. Kross se crió y creció por zonas similares, quizás no tan cerca de la ciudad pero seguramente la forma de este bosque le traería algo de nostalgia.

Es entonces cuando, por culpa de un desnivel inesperado, el vehículo da un pequeño salto y Kross termina abrazándose a ella de una manera... Ligeramente inapropiada. La chica primero parpadea confusa antes de soltar un quejido de sorpresa, perdiendo el control del vehículo por el tiempo suficiente como para que aceleren y comiencen a hacer zigzag entre los árboles. -¡Ah, eh! ¡Cuidado!-

Finalmente ella retoma el control y desacelera, dándole un manotazo a su pervertida mano. -¡Quita de ahí, tu, aprovechado! Agarrate de mi cintura o algo.-, parece que le molestó un poco pero tampoco está muy enojada, no es que le cueste darse cuenta de por qué terminó pasando eso.

No demasiado después salen del bosque, quedando en una amplia planicie. Hay algunos campos por aquí y por allá, ningún pueblo a la vista: Nadie vive bajo la bandera de ninguna nación o reino. Buen lugar para anarquistas y rebeldes~

A la distancia se puede observar el pie de la cordillera que rodea Issaera, sí que está lejos... El ratio entre Issaera y las cordilleras es de bastantes kilometros, efectivamente la ciudad está en el centro de todos.

Alma acelera más, aros de energía se desprenden de la parte trasera del vehículo. Cada tanto la chica de cabellos blancos se fija de donde está agarrandose Kross y le dedica una mirada amenazante. No es que puedan hablar mucho entre el ruido constante que hace el vehículo y el ruido del viento cuando viajan tan rápido, tendrían que alzar bastante el tono.

Finalmente, tras una casi dos horas de viaje (la mitad del tiempo perdido descendiendo la ciudad y yendo más o menos lento por el bosque para no chocarse contra nada), están al pie de Humnom. Parece... Una fortaleza de metal. Hay una enorme rampa que va desde el pie hasta un cuarto de la montaña, la cual es un poco más baja que Issaera. De todos modos es un buen trecho. ¡Todo es enorme en esta región! Parece hecho para gigantes... O para personas con muchas ganas de caminar.

Afortunadamente la subida se acorta mucho pues el deslizador asciende sin problemas. Un portón de metal anuncia la entrada al lugar. La chica de cabellos blancos se baja del vehículo y le da unos golpes a la puerta. -¡Oooooye! ¡Vieja mutante, abre!

Y entonces...

Uno de los lados del portón se abre, suena algún tipo de mecanismo rotar y hacer fuerza. Del otro lado está esperando una Híbrida de gato. Tiene cara de malhumorada, está cruzada de brazos.

-Padre me ha mandado a abrir. Está esperando en su despacho.-, se aparta. Alma y Kross entran con la motocicleta rara esa, estacionándola en un punto de la zona interior de las murallas. El suelo también es metálico, no hay nada a la vista, tan solo una gran cantidad de compuertas por aquí y por allá. Al fondo hay lo que parece la entrada a una mansión, también está reforzada con más y más metal.

La mansión en sí es más bien una fortaleza grandota. No es de extrañar que se le suele llamar "Castillo" a esta cosa, aunque desde donde están Kross y Alma más parece una especie de estación militar. No hay una sola persona a la vista ni se escuchan más sonidos que los de mecanismos girar y moverse. Es tenebrósamente pacífico.

La asistenta que les ha ido a recibir va primero, llevándoles hasta esa mansión y abriendo la puerta. Dentro se encuentran con un recibidor bastante bien pulido. Parece tener bastante lujo, si bien es completamente minimalista: No hay decoraciones ni cosas innecesarias, solo está lo indispensable. Al final del recibidor hay una puerta doble abierta, parece deslizante y metálica. Dentro hay una especie de plataforma flotando sobre un tubo que brilla en un color azulado.

-Adentro, anda.

-No lo hice a propósito! Quién te crees que soy?- Le reprocha Kross a Alma cuando le grita a causa del 'accidente'.

En efecto el paisaje le recordó muchas cosas a Kross, que perdido en sus pensamientos se había quedado con la mirada perdida y la boca ligeramente abierta. Se le vinieron a la mente varias imágenes de antaño, de su madre protegiéndolo con dulzura de los que se burlaban de él y su amiga de la infancia riéndose de las idioteces que hacía.
No era venganza lo que buscaba, pero donde encuentre al cabrón que le hizo todas esas cosas horribles a las personas que quería no va a estar muy contento tampoco.

Al llegar, se pone a caminar con las manos en los bolsillos mirando a su alrededor sin expresar mucha sorpresa, siguiendo a la asistenta y a Alma. -Pues sí que es grande este lugar. Como la esperanza de los pobres.- Comenta mirando al techo. Al entrar al despacho donde habían sido guiados saluda con la mano. -Buenas. 

-Claro, claro.-, la chica del parche niega con la cabeza, refunfuñante. -Seguro que no.-

Mientras están entrando a esa sala cilindro, que resulta que el disco es algún tipo de elevador mágico que los hace subir unas tres o cuatro plantas, salen por un pasillo largo, alfombrado. Las paredes son completamente blancas, hay varias puertas hacia los lados y algú que otro candelabro por el camino. Aquí no se ve tan 'lujoso' como antes, más bien parece un pasillo de hospital o algo así. Al final hay una puerta de madera que da a un despacho. La asistenta, tras dirigirles a la puerta, se retira hacia el ascensor levitante raro ese. Parece que esta zona es mucho más tecnológica que Issaera... Y más solitaria, también.

Antes de entrar, Alma se gira a Kross. -Ñyan es una... Ehm... Persona muy seria y racional. No pareces del tipo que se ofenda fácil pero... Bueno, no te lo tomes personal si te dice algo que suena mal. Venga, vamos dentro.

Y una vez la puerta se abre...

El despacho es tan simple como la sala: Es una habitación blanca con un escritorio. Hay estanterías repletas de carpetas por todos lados, no parecen haber libros y mucho menos material de entretenimiento en toda la sala. El espacio es amplio y no hay mucho allí más que algunas máquinas extrañas.

Una mujer está sentada en el escritorio. Sus ojos son apagados, ella alza la mirada y se fija en los dos que llegan, no parece reaccionar mucho. Ante el saludo de Kross asiente con la cabeza, dandole a entender que lo recibió.

-Buenos días.-, dice finalmente, bajando la mirada a sus papeles. Parece estar haciendo algún tipo de diagrama, su pulso es casi perfecto.

-Alma. ¿Este es el espécimen del que hablabas?-, pregunta sin apartar la vista de sus papeles. Ante la afrmativa de la chica del parche, se fija nuevamente en Kross.

-Muy bien. La información que poseo en referencia a ti me indica que tienes una capacidad anormal relacionada con la creación de objetos metálicos. Adicionalmente, se me ha informado que las armas creadas no son etereas, por lo tanto la posibilidad de que se trate de una cualidad mágica y/o espiritual  es mínima.

-Asimismo, se me ha informado que el Doctor Reynolds ha sugerido que eras suyo, factor adicional que determina la naturaleza artificial de tu anormalidad.

-Con dos simples pruebas puedo comprobar mi hipótesis y estudiar tu caso. La primera determinará si eres o no una forma de vida artificial y la segunda detectará la presencia de una piedra o fragmento Filosofal dentro de ti. Las pruebas serán no-intrusivas. ¿Alguna pregunta?

-Meh, es más feliz el que sabe reírse de uno mismo.- Le responde Kross a la indicación de Alma. -No hay mucha chance de que me haga sonar mal algo.

Pero lo último que dijo Ñyan no le causó mucha gracia. -Cóooomo que soy artificial!! Tengo los ojitos de mi madre! Más respeto con las demás personas, tú!- Le grita a Ñyan algo molesto. Luego se cruza de brazos con el entrecejo fruncido. -Si son realmente necesarias esas pruebas pues adelante, siempre y cuando no me metan cosas por algún lugar del que se supone que éstas tienen que salir.

La mujer se muestra impacible ante la reacción de Kross. Parece no importarle que se enoje, no le ofrece ninguna más reacción que mantenerse observándole.

-La apariencia física es lo más fácil de replicar.-, explica mientras se pone de pie, archivando el diagrama que estaba dibujando en una carpeta, dejándola sobre la mesa.

Una vez de pie, comienza a caminar hacia una de las estanterías negras, las cuales marcan un claro contraste contra el blanco de las paredes. Toma un artefacto que parece un pequeño radar de bolsillo, tiene un mango que recuerda al de un arma de fuego sin gatillo, un cuerpo rectangular con varias perillas y una pequeña pantalla que parece estar diseñada para mostrar frecuencias y finalmente una pequeña antena en el final, está hecha de algún tipo de cristal y la punta es una gema brillante.

La fría mujer se acerca a Kross, parece haber ignorado su comentario sobre cosas en lugares inapropiados. Comenzó a mover el aparato de arriba a abajo tras encenderlo, la frecuencia no parece subir más que cuando está pasando cerca de su pecho.

-Lo lamento.-, dice mientras levanta la mirada a Kross, -Eres completamente humano.-, niega con la cabeza antes de retirarse de la sala. -Sigueme. Alma, puedes acompañarnos si así lo deseas, el sujeto estará más tranquilo de esa manera.

Ella se lleva una mano a su muñeca tras subirla a la altura de su boca. Parece presionar un reloj o algo así, ¡Que aparatos más raros que tienen por ahí!

-Mía, prepara el Laboratorio de Armas Alquímicas.

Una vez llegan al final de la sala, los tres ingresarían al elevador ese extraño. El vehículo baja y baja, parece estar yendo bajo tierra, considerando que no habían subido tanto como están bajando. En el piso indicado, el grupo entra en un pasillo similar al anterior pero esta vez las paredes son un poco más amplias y están compuestas de lo que parece puro acero. Las puertas a los costados son reforzadas y en vez de ir hasta el final, giran en una de ellas, ya está abierta de par en par.

El Laboratorio es circular y está repleto de maquinaria de diversos tipos, Kross no reconoce nada excepto por una especie de burbuja de vidrio en el centro que encierra una camilla reforzada. Parece perfecta para recostar a alguien y hacerle experimentos extraños o algo por el estilo.

-¿Sabes lo que es un Arma Alquímica, Silverbach?-, habla Ñyan. Seguramente sabe su apellido por la información brindada por Alma. -O lo que es más importante, ¿Sabes lo que es una Piedra Filosofal?-, pregunta mientras toma una jeringa y la clava dentro de algún tipo de recipiente brillante. El fluido que absorbe es como una especie de metal líquido de color carmesí brillante.

-Bueno, no se si eso sea algo que lamentar...- Responde Kross al diagnóstico de Ñyan. -A decir verdad me siento algo más aliviado al oír eso.

Cuando le hace la pregunta sobre la piedra Kross se lleva los dedos a la frente, como concentrándose. -Hmm... Creo que me hago una idea.- Y se frota los ojos con el índice y el pulgar, pensando. -Uno no puede obtener algo sin primero sacrificar otra cosa del mismo valor... No, creo que estoy llevando el tema para el lugar equivocado. Creo que no... No estoy seguro de lo que sea eso.

Ver esa camilla ahí lo pone un poco nervioso, pero mantiene la compostura, aunque se lo ve algo pálido. -Esto... Tengo que echarme ahí?- Señala la camilla con una mano temblorosa.

-Eso que tu dices se llama termodinámica.-, explica ante la noción de que algo solo puede conseguirse ofreciendo algo equivalente. -Pero técnicamente es cierto. Hay excepciones.

Una vez Kross expresa preocupación ante la camilla, la mujer responde con simpleza: -Esa actividad no está dentro de mi agenda para un futuro cercano.-, lo cual no descarta que eventualmente quiera meterlo ahí dentro.

La investigadora que inyecta el metal líquido dentro de la jeringa dentro de un aparato que parece ser una especie de licuadora para luego vertír algunas gotas de un vial dentro y comenzar a centrifugar. -Mientras la solución se mezcla, aprovecharé para explicarte tu condición: Lo que los humanos ancestralmente llamaban Piedra Filosofal es un concepto que se aplica sobre cualquier artilugio capaz de realizar milagros.

-La definición más reciente surge de una serie de estudios en tierras lejanas que llevó al descubrimiento que la energía del Alma de cada persona puede ser explotada para aplicar amplificaciones exponenciales a otras corrientes de energía, o para ser más específicos: Las corrientes de energía del Velo que residen en la mayoría de los humanos por consecuencia de radiación planar contribuyen a una fuente de poder considerable.

Mirando a Kross de reojo como si dudase de su capacidad de entender esas palabras, explica: -El alma de un humano puede ser usada como una batería que se recarga a sí misma, violando el balance energético del universo.

-Mediante estructuras muy específicas, una gema puede capturar y encerrar estas corrientes de energía. Acumulando suficientes 'almas', es posible que la "Gema de Almas" regenere su energía casi a la vez que es usada, dándole la milagrosa propiedad de tener energía teóricamente infinita dado y haciendo que ganen el apodo de "Piedras Filosofales". Adicionalmente, llamarles así hace que sus usuarios no sientan el cargo de conciencia relacionado.

Finalmente apaga el centrifugado y vuelve a cargar la jeringa, esta vez con el fluido resultante de la mezcla. Parece ser como sangre brillante. La hace gotear sobre su palma y la acerca a Kross, el fluído parece brillar más y va mutando de forma, nunca pasa por nada geométrico o concreto. Cuando la mano de la mujer está cerca del pecho de Kross, el fluido metálico brillante comienza a flotar hacia allí, parece que pretende tocar a Kross pero antes de que eso pueda suceder, la jeringa vuelve a absorberlo por completo.

Es entonces cuando Alma finalmente dice algo:

-Ya, ya, no hace falta que hables como si fuésemos idiotas, ¿Qué pasa? ¿Qué has hecho?-, parece impaciente, el tema la tiene nerviosa y mientras más pruebas y cosas dice Ñyan más se preocupa.

-... Sé que no perderías el tiempo explicando algo si no fuese de provecho... ¡Vamos, escupelo!-

Entonces piensa sobre lo que acaba de decir ella misma y sobre lo que dijo la investigadora con el nombre tan poco respetable. -¿No dirás que...?-, se cubre la boca.

Sin responderle a Alma, se dirige a Kross. -Lamento tener que rectificar mi anterior veredicto. La definición más popular de lo que es un ser humano y/o Híbrido se basa en una descripción fisiológica relativamente precisa, sumado a la presencia de exactamente un alma. Todo ser que no posea alma o difiera considerablemente de la descripción física no es considerado humano por los círculos filosóficos y científicos modernos.

La científica deja la jeringa sobre una de las repisas.

-Una 'Gema de Almas' naturalmente tiende a fusionarse con otras.

-Los síntomas son los siguientes: Ausencia de una firma espiritual estable; ausencia de un corazón biológico humano; presencia de un implante artefacto tecnomagico destinado primaria o secundariamente a la purificación y bombeo de sangre; presencia de una Gema de Alma en dicho artefacto.

-El diagnóstico es aparente y doble: Primero, no tienes un alma propia y por lo tanto no eres humano; segundo, tienes una Piedra Filosofal que hace de corazón.

-Eso es todo. La salida está en esa dirección.-, señala hacia donde se encontraría el ascensor si uno ignorase las paredes.

-O... ¡Oye! ¡No puedes decir algo así y luego echarnos sin más! ¡Vamos, explicate un poco más! ¿Quien hizo eso, cómo es posible, qué pasó?- , parece anonadada, algo sobre el tema le golpéa en un punto muy personal, una herida profunda.

-Es lógico asumir que no tengo información al respecto.

-De lo contrario, ¿No habría considerado oportuno compartir tal información?

-Lo máximo que puedo ofrecer es investigar el artefacto para sacarle provecho a la Gema de Alma.

Mientras Alma y Ñyan se quedan discutiendo entre ellas, bueno, más bien es Alma sola la que discute, Kross está como si le hubieran dicho que la Shonen Jump no existe en este mundo (y eso también es verdad).

-Momentito...- Le pone una mano en el hombro a Ñyan. -Si esta alma que tengo no es mía... Entonces de quién es...?- Se frota el brazo derecho como para comprobar algo. -No, no soy de acero, tampoco he intentado revivir a nadie como para perder mis pedazos.
-Y si no soy humano, entonces qué soy?- Se rasca la cabeza confundido. -O es entonces que tengo muchas almas dentro mío... Si una piedra filosofal es mi corazón, entonces soy uno de esos homúnculos raros?

-Y qué me dices de mis sensibles emociones?! Me gustan mucho los dulces y las siestas! Eso entonces corresponde a los gustos de otra persona? O a la combinación de personas que hay en mi fabuloso ser??!- No es que esté enfadado ni nada, solo está confuso, y cuando está confuso se pone así, nada más. -N-no es que esté enfadado ni nada, solo estoy confundido, nada más!- Bueno... -No, si este capítulo debería llamarse "Preguntas" y no "Respuestas".

Con despreocupación y mientras ordena el equipo que utilizó para las pruebas, responde a las preguntas:

-Has nacido de un humano y una humana, probablemente, pero ahora no entras dentro de la definición formal de humanidad. Tu identidad y personalidad puede seguir siendo lo suficientemente humana para que te consideres como tal, si eso te hace sentir mejor.

-¿Tu, un homúnculo? Poco probable, no eres artificial. De todos modos, no he conocido a ningún homúnculo que no haya implosionado a los pocos segundos de su creación.-, le mira de reojo, -... Eran tiempos diferentes.-, y vuelve a observar sus cosas, no parece darle mucha importancia al asunto de Kross. Se lo dice por deporte, no tiene nada mejor que hacer mientras organiza el laboratorio para cerrarlo cuando salgan todos.

-Tus emociones posiblemente vienen de tu cerebro. El alma contiene factores que influyen en la personalidad pero no la determina, tú seguirás siendo 'tú' sin importar de qué tipo de energía o ser espiritual tengas dentro de tu cuerpo.

La chica del parche se frota la nuca, parece tan confundida como Kross.

-¿Pero quien le hizo eso? ¡Vamos, seguro sabes algo!

-Quizás el Doctor Reynolds.

-No sabe cuando rendirse. Hace años que hemos dejado estas investigaciones.

-¿Quizás su obsesión por el asunto lo llevó a algún descubrimiento interesante?

-Y ya nos sales de nuevo con el rarito ese.- Continúa quejándose Kross. -Pero ahora que lo recuerdo, no solo quería llevarme a mí. También dijo que esa chica, Victoria, era de su propiedad.- Y luego mira a Alma y la señala con el dedo. -Creo que habló de ti también, pero ahora no estoy muy seguro.
-Tú también tienes un alma plateada?