Partida Rol por web

Issaera

[Vísperas de una Nueva Vida] ¡Muerte a la piromana!

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16/12/2014, 18:19

Tan solo ayer fue cuando se provocó el incendio. Fue horrible... Ella estaba tranquila, haciendo sus propias cosas, cuando la emboscaron dos Híbridos de lobo. En condiciones normales seguramente ella habría sido capaz de reaccionar bien y escaparse, pero tomada por sorpresa consiguieron reducirla. Golpes, tirones de la ropa; le estaban asaltando, y parecía que iban a ir incluso a más.

Puede recordar perfectamente sus caras de cabrones regocijandose en su maldad mientras le atacaban. Para bien o para mal, no consiguieron hacer más: Para bien o para mal, ella descubrió algo profundo en su interior; una explosión de fuego los apartó, acompañados por su grito de rabia y frustración.

Con la cola entre las patas, los Híbridos corrieron por sus vidas... Pero ese fue tan solo el primero de los problemas de la pobre Akairaku: El bosque se prendió en llamas, arboles comenzaron a caer, un incendio forestal empezó a crecer de forma descontrolada.

Tuvo la mala suerte de salir del bosque justo en cuanto llegaban las autoridades de la ciudad, acompañados de sus expertos en el manejo del agua cargando con cubos y cubos del liquido, controlándolo con mágia mientras lo lanzaban hacia las llamas a la vez que otros magos parecían estar intentando manipular el fuego para evitar que se esparza.

La vieron no solo los guardias y bomberos arcanos, sino también los curiosos: Vecinos, conocidos, habitantes de La Explanada y el Bajo Mundo, los que tenían el bosque como paisaje cercano más allá de la ciudad, los que ahora tienen sus hogares cubiertos en el humo negro que se escapó del incendio.

No es de extrañar que un día después está Akairaku acorralada en un callejón de La Explanada en el Circulo Inferior, acorralada por matones y vecinos particularmente molestos. No es precisamente el lugar más amistoso donde pasar la tarde...

Notas de juego

Lamento la tardanza y la escasez de este mensaje introductorio a la partida, ¡días complicados! Ya iré compensando.

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16/12/2014, 20:19
Akairaku

Ella tenia miedo de si misma, no sabia como reaccionar, ni que hacer. Todo cuanto pudo hacer tras el incendio fue encogerse en el camastro de su pequeña casa casi destrozada por el daño que ella misma habia causado. Aun sentía en la piel lo agradable del calor, el sonido del chisporroteo al quemarse la madera, el crepitar de las llamas.
Pero tambien recordaba los gritos de panico de los civiles al ver el bosque arder. Eso no habia sido para nada agradable. Tardó un poco en verse capaz de continuar con sus tareas normales. Ir a recoger agua, comprar algo de pan y arroz para cocinar... Las cosas normales.

Pero algo, a saber por que, no queria que sus dias fueran normales. La gente cuando la veia por la calle la insultaba, o le tiraban cosas. No logró hacer ninguno de los recados. No agachó la cabeza, sino que devolvio los insultos y los gritos, escudandose en una falsa dureza que habia aprendido a adquirir con el paso de los años, pero realmente por dentro estaba destrozada, asustada y confusa. Escapó entre las callejuelas con ganas de volver a casa, pero unos empujones y mas gritos lograron hacer que se desviara, hasta chocar con una de las sucias paredes con la espalda. Sus ojos se aguaron un poco al verse rodeada.

- ¡No fue mi culpa! ¡Dejadme en paz! - Se tapó los oidos con las manos, sumamente agobiada al ver la cantidad de gente que la rodeaba y el color de su cabello comenzó a hacerse mas vivo, como si se moviera, como si brillara con vida propia. Su piel enrojeció levemente tambien y la temperatura a su alrededor se fue elevando poco a poco, como si algo estuviera creandose. No tardaron en aparecer pequeñas chispas de fuego en torno a su pelo, como una cerilla intentando ser prendida en varios intentos. ¿Que iban a hacerle? ¿Atacarla de nuevo? ¿Apresarla? Quizás podrian matarla. Sabia que el mundo no era algo agradable donde salir a buscar flores, en las calles se ven cosas crueles a menudo, y no le gustaban. Ella no queria ser una mas, otra que fuera olvidada. Ya mucho era no tener apellido, y quizás nisiquiera nombre. Unicamente la llamaban Akairaku desde que tiene memoria por su caracter y su pelo, pero quizás no fuera ese el nombre que le pusieron sus padres, si es que alguna vez los tuvo.

Jadeó con fuerza y la temperatura se incrementó mas a su alrededor, en un circulo estrecho a ella, sin ir mas alla. Y se sintió segura con ello, pese a no saber que pasaba o como estaba haciendolo, porque retrocedieron todos un poco, guiados por el instinto.

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16/12/2014, 22:24
El Guía

-Eh, escuchad a la cría. Dejadla en paz: ¿Por qué no actuamos con civilización y le preguntamos su versión de los hechos? Después de todo, si le hiciésemos daño estaríamos cometiendo un crimen nosotros también.-

Una voz se alza sobre los insultos de la plebe furiosa. Un hombre juega con su pipa, una sonrisa tranquila adorna su rostro. Es El Guía, una persona algo conocida por el Círculo Inferior como alguien muy atado al Bajo Mundo. Se rumorea que allí habitan terroristas y criminales: Las personas que bajan la voz tras su sugestión no lo hacen porque encuentran lógico su argumento, lo hacen porque esos rumores hacen eco en sus mentes.

Otros, los que no callaron, responden: "¡Esa criminal ha quemado el bosque!", "¡Lo he visto con mis propios ojos!", "¡Yo estaba ahí!", "¡Mi primo lo ha visto y era ella!", "¡Mi casa está cubierta de humo y olor a quemado por su culpa!". Muchos calumnian, el primo de nadie estaba presente, sin embargo en el cáos y el shock nadie se cuestiona esos asuntos.

Afortunadamente, el calor los mantiene alejados... Pero mientras más gritan y más ponen nerviosa a Akairaku, más rojos se van poniendo los tubos metálicos de desagüe. Eventualmente la muchedumbre empieza a percatarse de lo que esta pasando, después de todo viven en una ciudad de magos: "¡Es una maga!", "¡Deténganla antes de que nos queme a todos!".

Presa del terror, la multitud empieza a avanzar. ¿Pretenden mal, pretenden hacerle daño realmente? No, solo tienen miedo: Muchos le temen a los conjuradores, después de todo nadie de los que vive en los Círculos Inferiores es capaz de comprender la magia, mucho menos diferenciar entre lo accidental y lo intencional: Deben creer que ese incremento de temperatura es cosa suya.

Y entonces, cuando algunos de ellos ya estaban peligrosamente cerca...

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16/12/2014, 22:39
Nero

Una figura pequeña cubierta por una túnica naranja, aparentemente un híbrido felino a juzgar por su cola y prominentes orejas cubiertas por su capucha, cae de un tejado cercano, dando una patada circular al aire un poco antes de llegar al suelo. Una ráfaga de viento surge desde el trayecto de su pie y se expande hacia quienes se acercaban a la joven pelirroja, alejándolos.

Alertados y enfurecidos por el súbito empujón, algunos parecen que van a lanzarse al ataque de nuevo, sin embargo Akairaku consigue ver como la figura sostiene la funda de una espada con una mano y el mango con la otra, mostrándolo hacia la muchedumbre. ¿Magia que crea calor o fuego? Eso quizás no lo comprendan ni lleguen a percibir bien el peligro, ¿Pero una espada? Eso es algo más familiar. Los más hostiles retroceden, quienes en un principio no pretendían mal se dispersan.

El Guía ha desaparecido entre tanto movimiento.


Cuando finalmente se calman un poco las cosas, el felino cuelga el arma enfundada de su espalda y se da la vuelta... ¡Que extraño ser! No es precisamente un Híbrido... Sino que hasta parece más gato que humano. Habrá sido algún error a la hora de intentar hacer uno de esos Híbridos gatos tan monos o algo así. O quizás un gato común y corriente que mutó, a saber. Es el primero de este tipo que Akairaku vio en su vida, aunque personas con detalles de animal no son tan extraños en Issaera, en particular en el Circulo Medio.

-¿Estás bien, niña?- pregunta él, su voz parece calma y de cierta forma amistosa, su preocupación parece genuina.

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16/12/2014, 23:28
Akairaku

Se apretaba cada vez mas la cabeza con las manos y se crearon pequeñas llamas a su alrededor que comenzaban a danzar. Descendió despacio hasta quedar acuclillada, intentando protegerse a si misma. ¿Realmente habia sido ella y la habian visto? ¿Por que eran tan crueles?.

- ¡Me atacaron, yo no queria hacer daño a nadie! - la voz se le quebró, al borde del llanto, pero las lagrimas se evaporaron al apenas tocar sus mejillas, alzandose en un suave vapor. Sus ojos entreabiertos eran el reflejo de una hoguera viva, danzante y violenta, habia algo en ella que resultaba mas natural, o quizas antinatural de la cuenta. Alguna que otra llamita llega hasta las prendas de los mas atrevidos, y el chasquido del metal al crujir y deformarse tras el calor la sobresaltó tanto como al resto, alzandose el vapor y el olor fétido al cielo.

- Parad, por favor...- lo dijo con un susurro, pero al ver como un hombre la defendía. No conocía su rostro, ni tampoco era una enterada de los rumores de la gente, pero sintió un alivio inmenso al saber que no iban a hacerle daño ahi sin mas. El miedo estaba apoderándose de ella. Pero pese a todo, la gente seguía acercándose. En el momento en el que se había calmado, el calor había disminuido notablemente, pero fue solo un instante. Recorrió con la vista su rostro, sus gestos, intentando guardar en su memoria como seria el salvador. Pero la llegada de un segundo salvador un poco mas peludo y pequeño.

Se sobresaltó tanto que una de las llamas danzó peligrosamente cerca de la cola del felino, pero gracias a su movimiento rapido que levanto una onda de viento, consiguió apagarla. Se tapó un poco la boca con la mano al ver la peligrosa espada, que consiguio hacer retroceder a la gente como el fuego no pudo. Pero seguia sin entender todo lo que pasaba a su alrededor. Y se quedó muda, sorprendentemente, cuando la criatura se giró hacia ella, hablando con naturalidad, como si estuvieran en cualquier otro lugar.

- E-eso creo... ¿q-quien eres...?- dudó por un momento entre decir quien o qué, pero si una cosa era, era respetuosa. Al menos con quienes lo merecían. El calor descendió en cuanto la gente se apartó, pero sus cabellos y sus ojos seguían reluciendo de forma amenazante. Lo observó con preguntas en la mirada, intentando que comprendiera todo lo que ella queria entender sin usar las palabras, no delante de los ciudadanos.

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17/12/2014, 00:38
Nero

El felino le ofreció una pata, dispuesto a ayudarle a levantarse. Parece de su misma altura, si bien el tono de su voz lo delata como alguien bastante más mayor que ella.

-No se los tomes a cuenta: Solo tienen miedo. Son tiempos difíciles, por más que a veces esta brillante ciudad y verdes prados no lo demuestren.

Su voz suena amable y respetuosa, tiene el brillo de una persona que ha visto mucho, que ha madurado y ha aprendido a apreciar la vida desde una perspectiva más amplia y pacífica, por así expresarlo. Aún así no ha dudado en recurrir a la amenaza para proteger a la pequeña, así que quien sabe si es tan tranquilo como se lo ve ahora mismo.

-Mi nombre es Nero, pequeña.- dice él finalmente, presentandose. Junto sus dos manos (o patas) y se reverenció ante ella con solemnidad, como si fuese ella una noble y no una huérfana sin verdadero hogar ni recursos. -Puedo ver que te encuentras perdida... Ahora mismo me encuentro un poco ocupado, pero conozco a alguien que se encuentra por la zona que podría ayudarte a encontrarte.

El felino tomó su arma enfundada, quitándosela de la espalda. Desenredó un cordel que se encontraba atado a la base del mango, el cual aparentemente terminaba en una especie de talismán de tela, parece haber sido cosido con mucho cariño por manos muy hábiles. Representa algún tipo de runa, o quizás es una letra en otro idioma.

-Es un híbrido. Felino, como yo, pero... Bueno, se parece más a ti que a mí, a decir verdad.- , le ofrece una sonrisa amistosa. -Si le dices que vienes de mi parte y le muestras este amuleto, creerá en tu palabra, y espero sea lo suficientemente sabio como para hacer lo correcto.

-Se llama Kura. Jovenzuelo, delgado, tez morena, orejas y cola de un color café. Creo que está buscando a alguien, seguramente le encuentres cerca de la entrada al Bajo Mundo.

Tras ofrecerle ese amuleto, parece percatarse de algo. -Oh. He recogido esto por el camino. Pensaba regalárselo a alguien, pero... Parece que lo necesitarás tu más que esa persona.- su sonrisa se ensancha un poco mientras mete una mano dentro de su túnica, rebuscando. Suena un cierre, debe tener algún tipo de bolso o bolsillo amplio por dentro.

Eventualmente quita una capa negra simple, completa con capucha. Suficiente para que ella pase desapercibido, quizás. -Lamento no poder acompañarte. Espero la paz te acompañe.

Y dicho esto, el felino vuelve a reverenciarse ante ella.

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17/12/2014, 01:46
Akairaku

Finalmente, viendo que el peligro parecía haber pasado del todo, sus cabellos dejaron de ondular y cayeron lacios sobre su espalda y sus hombros, ya de un tono pelirrojo vivo, pero no ardiente. Y su mirada, volvía a ser normal. Permitió que todo a su alrededor se tomara un respiro, asi como ella podia inhalar aire sin temer que fuera su ultima bocanada. Se levantó con su ayuda, observandole incredula. Poco a poco intentaba asimilar la serenidad que el ser le transmitia. Se sintió como si estuviera hablando con alguien muy sabio, anciano... y el respeto dejo de ser algo que se tuviera que imponer mostrar, fue instintivo. Agachó la cabeza y repitio su reverencia, aunque haciendola mas profusa para marcar la diferencia entre ambos. Su mirada no paraba de rotar de un punto a otro, aun mirando con recelo a los presentes que puedan quedar y que no se hubieran retirado todavia.

No pudo evitar distraerse por la belleza del talisman, aunque no identificara que habia en ella. Sabia leer, no demasiado bien, pero en el orfanato habian intentado que todos tuvieran un minimo de educacion. Pero en cuanto se lo tendio, se puso muy nerviosa.
- Y-yo... señor... no creo que merezca su ayuda... creo que realmente si que pude haber sido yo... tenia miedo y... fue solo. - Agachó la cabeza con duda, observando el colgante. Lo tomó con cuidado, solo para observarlo, ya que al poco, volvio a tenderselo. Y en cuanto sacó la capa, se puso todavia mas nerviosa, incluso algo roja por la verguenza. No podia tolerar la idea de que quisiera darle algo a ella sin conocerla de nada, ademas de haberla salvado y quien sabe que mas estaba ofreciendole al conocer a ese otro gato.

Se le volvieron a aguar un poco los ojos, mas por la emocion de que alguien la ayudara. Se abrazó sin previo aviso al gato y lloró, descargando de una forma menos arriesgada el susto del cuerpo.
- G-gracias... no se como agradecerle esto... yo... yo soy Akairaku. Intentaré no quemar mas cosas, lo prometo. - lo dijo con un hilo de voz, memorizando la localizacion del tal Kura.

Finalmente cerró la mano sobre el talisman, sabiendo que lo necesitaria. Su instinto de supervivencia era muy fuerte, al haberse criado practicamente en las calles. Pero no se veia capaz de aceptar la capa, y menos cuando originalmente tenia otro destinatario.
Le dio un beso en donde seria normalmente la mejilla en una persona, muy fugaz y se retira rapido, inclinandose tambien en una reverencia.

- ¡Gracias señor! ¡Ojala le vaya todo bien, prometo no olvidar esto. Y ojala nos veamos otra vez!- lo dijo con rapidez antes de echar a correr con todas sus fuerzas para alejarse entre las callejuelas rumbo al lugar que el le mencionó, en busca de ese Kura, y buscando dejar muy muy atrás a todos aquellos que pretendian herirla.

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17/12/2014, 16:52
Nero

Viendo como ella se tranquilizaba y su cuerpo se estabilizaba, el felino no pudo sino sonreír un poco, alegrándose de que ella haya conseguido controlarse y retomar una relativa calma. Nero no pareció ni agradado ni disgustado por los educados gestos de Akairaku, posiblemente no le habría molestado ni que falten ni que estén.

-Todos cometemos errores alguna vez.- dijo él ante la duda que la asalta sobre su posible culpabilidad, si bien seguramente él no sabe del todo que ha sucedido. Tampoco parece importarle, parecería que está confiando en que ella hizo lo que consideraba correcto. -Lo importante es aprender de ellos.-

Ante el súbito abrazo de la pelirroja, el gato soltó una suave risa. ¡Su pelaje es un tanto suave! Aunque está en su mayoría cubierto por la túnica esa. El felino le da suaves palmadas en la espalda, después de todo tienen casi la misma altura.

-Estoy seguro de que no quemarás nada si puedes evitar hacerlo. Buena suerte.

Saludando con una pata, le mira irse corriendo. Parece contento.


Así es como Akairaku corre por las calles y callejones. Va tan apurada que incluso quienes la ven y reconocen no llegan a reaccionar, simplemente viéndole escapar de conflictos que aún no han comenzado.

¿Y ese Kura que tanto busca...? Bueno...

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17/12/2014, 16:59
Kura

Akairaku encontraría a un Híbrido Felino que se adapta a la descripción dada por el amable espadachín peludo. Está parado cerca de una de las entradas al Bajo Mundo, lo cual escencialmente significa que está cerca de uno de los accesos al laberinto de túneles que comprende el sistema de desague y alcantarillado de la ciudad.

Está cruzado de brazos, ojos cerrados, su cola ondea de lado a lado. Para cuando Akairaku se está acercando, puede notar que está terminando de hablar con ese hombre que había saltado en su defensa, El Guía, el cual tras encender su pipa se retira en dirección a los túneles.

Una vez Akairaku está no demasiado lejos, mientras El Guía aún no se ha perdido de vista, el Híbrido gira el rostro para mirar tras su hombro, fijándose en Akairaku, casi como si la hubiese sentido. Parece algo extrañado, mira detrás de ella y a los alrededores como si esperase encontrar algo más, pero no parece ver nada que responda sus dudas. Eventualmente se gira del todo hacia ella y espera, notando que se dirigía hacia él.

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17/12/2014, 18:53
Akairaku

Ella se tropezó un par de veces en su apresurada carrera, llenandose las rodillas y las manos de raspones y suciedad, pero seguia corriendo, apretando el talisman en un puño. Respiraba agitada y cuando consiguio llegar a la zona indicada, se habia llevado por delante a un par de caminantes a base de empujones, algunos sin querer y otros queriendo.
Pudo distinguir al muchacho hibrido con facilidad, e incluso se distrajo un poco en plena carrera al ver el movimiento de su cola, volviendose a caer. Rodó y siguio corriendo apresurada. Sus ojos posteriormente, vagaron al hombre que la habia defendido.

- ¡OEEEEEEEEE!¡OJII-SAAAN! ¡Gracias por defendermeee! - Lo gritó, agitando la mano mientras el guia seguia su camino y terminó por detenerse a menos de un metro de Kura, apoyandose en las rodillas, luchando por conseguir algo de aliento. Tenia las mejillas totalmente encendidas, y el flequillo ligeramente humedo se le pegaba en la frente.
- D-discu...disculpa... un señor gato, Nero, me mando aqui... Dijo que tu podrias hacer algo conmigo...- levantó la mano que sostenia el colgante y abrió la mano, dejandolo caer. Siguio sostenido de uno de sus dedos por el hilo, colgando de lado a lado como un pendulo. Sus ojos rojizos se clavaron en el chaval, finalmente recuperando el aliento por completo, sin saber que más tenia que decir. Se le escapó una risa nerviosa, avergonzada.

- Bueno... me llamo Akairaku... y creo que prendo fuego a las cosas.- lo dijo con una mano detras de la nuca, rascandose despacio, vagando la vista a otro lado. Sus ropas estaban bastante echas polvo, algo chamuscadas por el cabreo anterior, y tambien sucias por la carrera. Volvió a observar el lugar por el que El Guia se habia ido, mirando las entradas a las cloacas.

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17/12/2014, 23:59
Kura

Pobre Akairaku, para cuando llegó a la escena ya estaba toda llena de tierra y raspones. Para colmo aún hay algo de humo negro del incendio por La Explanada, algunos magos parecen estar apartándolo con conjuros de viento o algo similar, pero toma su tiempo.

El Guía se giró cuando escuchó el grito y parece esbozar una sonrisa en la distancia. Saludó a Akairaku antes de seguir con su camino, debe ser un hombre ocupado... O tener un objetivo en mente.


El felino, Kura, se la quedó mirando mientras ella recuperaba el aliento, dándole tiempo a que se recupere. Una vez ella consiguió hablar sin entrecortarse con jadeos, el Híbrido se mostró algo sorprendido.

-¿Nero? ¿Una especie de hombre-gato? ¿Está él en la ciudad?- pregunta, mirando de lado a lado como si intentase detectarle, pero no lo ve por ningún lugar. Por un momento su expresión muestra desconfianza, se fija en la chica como si no le creyese realmente, al menos hasta que ve el colgante.

El felino se sentó en su cuclillas, observando el talismán de cerca con el ceño fruncido. -... Esto es suyo, sí... Entonces dices la verdad.

Kura duda un poco, poniéndose en pie nuevamente y observando a Akairaku desde arriba, pensando que hacer. Eventualmente vuelve a hablar: -¿Prendes fuego cosas...?- , se fija él en sus ropas, sus leves heridas y luego en el humo negro de esta zona de la ciudad. -... Tsk... Supongo que no hay más remedio... Si Nero te envía, ¿Quien soy yo para llevarle la contraria?

-... ¿Tienes familia? Debería hablar con ellos antes que nada.

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18/12/2014, 00:48
Akairaku

Akai tambien esbozó una sonrisa cuando El Guia le correspondió el saludo, bastando eso para contentarla, sin darle importancia alguna a que no se detuviera o volviera en sus pasos. Su atención volvio por completo al chaval, que la miraba con obvia desconfianza. Ella permaneció con la cabeza medio agachada, pensativa. Claro, era normal que desconfiara.

- Si, estaba bastante ocupado, por eso no me ha acompañado, o eso dijo. Le vi en un callejon cerca de la explanada. - Se lo explicó mientras el se preguntaba sobre el paradero de Nero, moviendo una piedrecita con un puntapie, mandandola camino a la derecha. Al no tomar el colgante, se puso a juguetear con el entre los dedos, hasta que oye el resto de sus palabras,deteniendose para mirarle.

- Oye oye, espera... Para empezar, no tengo padres. Pero, no sé que pasa aqui. Y no me gusta no saber que pasa con mi pellejo. Los idiotas de mis vecinos casi me muelen a palos, y me llamaban cosas feas. Nero me salvó, y me dijo que te buscara pero... No me dijo por qué. - Se quedó mirandolo. Con el parecia ser un poco mas fuerte de caracter que con Nero, cruzandose de brazos y estirandose un poco, para parecer mas imponente aunque el chaval, la superaba en altura. O bueno, chaval por llamarle de alguna forma. Su edad era un tanto dificil de calcular al ser un hibrido. Además, seguia teniendo demasiadas preguntas.

- ¿Quien es Nero? ¿Quién eres tu? ¿Y por qué debes obedecer a Nero?- soltó una pregunta tras otra, quizás mostrando la otra cara del fuego. No solo era destructiva, sino muy viva. No necesitaba estar en un estado limite para tener energia y molestar de un lado a otro, y mas en ese momento, ya que el peligro habia pasado. O eso creia ella.
- Y tampoco las prendo queriendo. Solo me ha pasado una vez, y fue porque me atacaron... aunque hoy tambien casi churrusco cosas... Nisiquiera se como lo hago.- segun iba pensando lo que decia, su tono de voz bajaba, como si pasase de hablar para otros, a hablar para si misma.

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18/12/2014, 12:27
Kura

-Ya veo...- murmura él, entre preocupado y extrañado. Parece que la presencia de ese gato parece incomodarle, como si sospechase que algo va mal. Se le nota en los ojos.

-Lo siento. Me he apresurado un poco, escuchar que Nero está por aquí... Nunca sé si son buenas o malas noticias.- suspira él. -Nunca se queda mucho tiempo en un solo lugar, y lo he visto el día de anterior a año nuevo.- , lo cual fue hace unos tres días, aproximadamente. Los festejos han sido de lo más agradables y pintorescos, como siempre los artistas se valieron de magia para hacer sus espectáculos de lo más sorprendentes.

-... Lamento haberte preguntado por tus padres. Supongo que entiendo por qué Nero se interesó por ti. No sé por qué, siempre se solidariza con los huérfanos.

-Mi nombre es Kura. Soy uno de los Guardianes de la Academia de Magia y Alquimia de Issaera, supongo que Nero quiere que te lleve allí... Él es un, bueno... Un gran espadachín. Me ha ayudado mucho, a mí y a mi familia. En la Academia se lo respeta mucho: No es que deba obedecerle, es que se lo debo.

Finalmente suspira, acuclillándose de nuevo para estar a su altura. -Si no tienes un tutor, la decisión cae sobre ti. ¿Quieres venir a la Academia, como estudiante? No puedo prometer que sea fácil, pero al menos habrá comida y una cama caliente.

-Quizás te puedan ayudar a controlar esas llamas.

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18/12/2014, 14:16
Akairaku

Ella pronto tomó confianzas, riendose un poco al verle tan preocupado. - ¡Nero parece alguien muy sabio, seguro que si está es para ayudar siempre. Y hasta donde se, queria encontrarse con alguien, porque iba a darle una capa.- asintió, cotilleando todo cuanto sabia de Nero con el, para asi ayudarle en la tarea de averiguar si realmente habia un peligro o todo estaba tranquilo.

Le volvió a observar con gesto jovial, pero su rostro pasó a ser de total incredulidad a medida que le escuchaba. Si, algo de magia suponía que tenia, ya que no era normal crear fuego de la nada y todos la confundieron con una maga, pero ella nunca aprendio ninguna de esas cosas que decian los magos del festejo, ni a moverse. Nisiquiera era por voluntad. Lo primero que soltó fue una risa, como si Kura y Nero estuviesen locos.
- ¿Yo? ¿Ir a la Academia? Pero si eso es de ricachones, yo ahi no pinto nada. Tardo un siglo para leer una página, y mi letra es horrible, yo...- de nuevo, el tono con el que hablaba iba cambiando. Era consecuencia de decir lo primero que le pasaba por la cabeza, y a medida de que se iba escuchando, las ideas cambiaban. Pasó de burla a verguenza. Ella nunca estaria a la altura. Desvió sus ojos rojizos a un lado, bajando un poco la cabeza y se cruzó de brazos.

Le tentaba la idea de tener un lugar a donde ir, poder dejar atrás la vida que tenia, poder salir de ahi. Temia que incluso intentaran matarla en el orfanato, o que volvieran a golpearla por el incidente. Y no siempre habría alguien para protegerla. Se mordió el labio y suspiró. Nunca estaria a la altura.
- No creo que pueda... Eso de salir de aqui es genial pero... Si meto la pata pondría en mal lugar a Nero y a ti.- carraspeó un poco, bajando la cabeza de nuevo tras hablar. En el fondo, pese a ser tan alocada, no es mala persona. Pero no podía dejar de pensar en qué seria de ella si conseguia adaptarse a la academia. Dejaria de ser pobre cuando saliera, podría cambiar, tener una vida diferente. Y quizás asi no pasaran mas accidentes. Se notaba su angustia en el rostro entre querer y no querer.

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18/12/2014, 17:16
Kura

-Sí, supongo que sí.- dice él, aunque no está del todo seguro. Se plantea la posibilidad de que algo malo pueda suceder, pero de momento parece que opta por concentrarse en ella. Espera con paciencia mientras ella se burla de la idea, observándole mientras su expresión muta y cambia, mientras las ideas, deseos y miedos empiezan a enredarse y mezclarse entre sí.

-Si Nero ha visto en potencial en ti, no dudo de que lo harás hasta mejor que la mayoría de los demás alumnos. No tengas miedo, no hay nada que puedas hacer que le causaría problemas a él.

-... ¿A mí? No creo que pase nada. Pareces una buena chica.- . Y dicho eso, le ofrece la mano, poniéndose en pie y esperando a que ella tome su decisión. -¿Vendrás?

Notas de juego

¡A propósito! Necesitaría que accedas a este link y mires el cuarto post. ¡Es sobre la creación de fichas!

Cuando puedas envíame esos datos por mensaje privado.

Por cierto, puedes quitar si quieres la historia del apartado "Historia" y dejarlo en cualquier otro lugar privado si así lo prefieres, para mí es lo mismo. ¡Depende de cuanto de tu personaje quieras exponer a los otros jugadores!

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19/12/2014, 02:17
Akairaku

Ella solo pudo suspirar, y como siempre, llevandose por la intensidad de su caracter le da la mano con una sonrisa. Cambió rapidamente de idea, moviendose por impulsos. Le miró a los ojos de Kura y asintió.
- Yo... intentaré todo lo posible para no defraudaros... No quiero quemar mas cosas.- lo dijo por lo bajo, demostrando algo de inseguridad ademas del apretón de manos. Le liberó pronto de la mano y le dejó en esta el cogante que le habia dado Nero, ya que no encontraba motivos para quedarselo ella.

Despues se alejó un pasito y sin previo aviso comenzó a saltar y a dar vueltas. - ¡¡¡Wiiiiii, voy a salir de aquiiiiiiiiiiii!!! - Dio un par de grititos agudos, dejandose llevar por la euforia y sorprendentemente salen tambien algunas chispitas de su pelo. No solo el enfado lo causaba, sino cualquier estado animico fuera de control.

- ¡Gracias, gracias, graciaas! - despues esbozó una sonrisa de oreja a oreja y se quedó quietecita de nuevo, como si nada pasara.

Notas de juego

No se si estoy ciega, pero no veo ningun link >_<

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19/12/2014, 15:16
Kura

El híbrido felino asintió ante ella cuando escuchó sus palabras, aunque definitivamente no se esperaba el exabrupto de energía y alegría que surgió de ella, viéndole botar y moverse con felicidad. Él sonrió ténuemente antes de comenzar su camino hacia el Circulo Superior.

-Andando, entonces.


Usualmente el umbral que separa el Circulo Inferior y el Circulo Medio Medio está abierto, el paso siendo libre y sin restricciones. De tanto en tanto, sin embargo, se aplican controles más rigurosos, la guardia postrándose allí y pidiendo documentación a cualquiera que se mueva de un lado a otro, negando el paso a todo quien no tenga los permisos necesarios o no tenga un buen motivo para salir. Esto usualmente se debe a operaciones de la Guardia o eventos que requieren de más control y seguridad.

Este día en particular parece que el control es bastante estricto, sin embargo a Kura y Akairaku no les piden nada, simplemente les abren el paso: Sin preguntas, sin mucho más que un saludo y una apertura del paso.


El Híbrido y la chica de los cabellos rojos suben por La Gran Escalera, recorriendo uno de los distritos más bonitos de toda la ciudad, sin contar los del Circulo Superior: Es la zona más turística y la más transitada, conecta con todas las zonas de la ciudad y está adornada de hogares y tiendas de clase media o media-alta.

Subir hasta arriba de todo es una buena hora de caminata, pero ellos tardaron un poco más pues por el camino Kura se detuvo para comprar algo de beber y ofrecerselo a Akairaku, esperando a que ella beba y recupere el aliento antes de seguir el camino. Afortunadamente no es demasiado empinado, pero sí que es largo... Después de todo están subiendo la montaña desde la base hasta casi la cima. De no ser por las convenientes escaleras se tardaría bastante más.


Una vez llegan al umbral que separa el Circulo Medio del Superior, Kura se detiene frente a los guardias y saca una identificación.

-La chica viene conmigo.- sentencia, los guardias verifican que los documentos de Kura están en orden y le permiten el paso. Que extraño... Akairaku nunca tuvo el placer de ver guardias que le traten bien. Parecen bastante más educados y mejor equipados los de aquí arriba. Normal: Issaera es una especie de meritocracia, los más talentosos y los más afortunados viven en la cima, mientras que los demás son relegados las sobras... No es de extrañar que en el Circulo Inferior haya tanto recelo y frustración acumulada: La sociedad les dice que son menos y por eso merecen estar allí debajo.

... Pero Akairaku está subiendo hasta casi el cenit mismo. Es mucha presión, sí, pero es una nueva oportunidad. La posible víspera de una nueva vida.


El primer distrito del Circulo Superior se llama Las Torres de Marfil. Se trata del tramo final de la Gran Escalera, esta vez más adornado por hogares de clases un poco más acomodadas y torres que en su mayoría actúan como edificios de viviendas, los cuales cuentan con un hogar por piso (¡o algunos cada dos pisos!), elegantes y con preciosas vistas. Después de todo, la altura a la que uno vive en Issaera es señal de virtud, normal que algunos adoren vivir en torres y lujosos apartamentos.

Akairaku y Kura caminan bordeando El Gran Parque, una zona de un verde oscuro precioso, bañado por la luz del atardecer que cae en el horizonte. A estas horas el Circulo Inferior ya está sumido en la noche, pero al Circulo Superior le quedan algunas horas de bello sol. Parece estar nublándose un poco el cielo, así que hoy en particular será menos brillante que de costumbre.

Cerca de la entrada al Barrio Alto es donde está la entrada a la Academia, la cual posee una gran muralla que la separa del resto de la ciudad. Parece que ya están en casi el punto más alto de la montaña, físicamente hablando: Aún hay torres y edificaciones que llegan más arriba, pero ya no hay montaña que circular; la geografía parece como si estuviesen en un pueblo grande montado sobre colinas.


Kura y Akairaku entran a la Academia, el gran portón se abre solo cuando él alza un pendiente que tenía bajo sus ropas. Una vez pasan, las puertas se cierran: Han llegado a la Academia. A primera vista se puede ver un largo camino de piedra rodeado de arbustos y flores, una preciosa fuente con cuatro estatuas flotando sobre ella, representando los cuatro elementos más básicos: Fuego, Aire, Tierra, Agua.

Más atrás hay otra escalinata, muy amplia pero esta vez subiendo tan solo unos cuatro o seis metros de altura más. ¿Más allá de la escalera? Un puente de piedra y finalmente un enorme castillo, debe tener al menos unas siete plantas hacia arriba, cada una de quizás cinco o siete metros de altura.

Hacia abajo parece que también hay castillo, y de hecho parece que están sobre una colina (incluso antes de subir esas escaleras): Unos diez metros hacia abajo se puede apreciar un bosque, una playa al lado de un lago, un jardín de flores... La luz del ocaso ayuda a darle ese ambiente tan bonito.

Notas de juego

Mea culpa, no lo he puesto al final xD Me equivoqué. Es aquí: http://www.comunidadumbria.com/partida/issaera/fuera-de-rol-dudas-y-consultas?__Pg=1 , el tercer post.

Y también le di "Cancelar" a este post mientras lo escribía, y tuve que volver a escribirlo, jo.

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19/12/2014, 19:08
Akairaku

Ella asintió ante la idea de subir, aunque no tenia ni idea de cuanto iba a destrozarla la caminata. Era una chica energica, en buena forma ya que estaba acostumbrada a hacer trabajos, cargar peso, correr por el bosque, pero era subir una montaña. Era muchisimo. Pero empezaron poco a poco. Y fue quedandose con todo detalle de cuanto la rodeaba. Los guardias, la asombraron. Nisiquiera les pidieron nada, y en mas de una ocasion habia oido que daban golpes a la gente necesitada que intentaba acceder al circulo superior. En cuanto pasaron de largo, les hizo una pedorreta con la lengua, burlandose de ellos.

Y se quedó asombrada al ver el lujo del circulo medio. Gente bien vestida, edificios altos, bien construidos, colores, olores, tiendas. Casi no sentia el cansancio mientras caminaba por aquel lugar. Mas de una vez corrió de un lado a otro de las aceras, adelantandose al tranquilo paso de el, para poder inspeccionar mas. Y se fijó en como la miraba la gente, hasta que veian a Kura y se retiraban.
Dejo de emocionarle tanto el lugar, cogiendo algo de molestia por las gentes. Acomodadas en su lugar de oro no se molestaban en ser empáticos con los que estaban mas abajo.

Pronto le dolieron las piernas de tantas escaleras, y como si fuera un regalo del cielo, Kura quiso descansar un poco y le ofrecio algo de comer y beber, que ella acepto muy agradecida.
Comió tranquila a su lado, sentada en un escalon, asombrada por lo rico que le sabia todo. Y terminó bastante rapido. - ¿Por que la gente esta asi separada? Si a los de abajo les dieran oportunidades, podrian llegar aqui...- era ingenua, e inocente.
No se quejó cuando iniciaron de nuevo la marcha, pese a que ya estaba muy cansada. Esta vez si se sorprendio cuando le pidieron los papeles, pero aun asi, estaba demasiado alucinada por todo lo nuevo, esplendoroso, y excesivo a su parecer. ¿De veras necesitaban tanto?
Pero cuando llegó al Circulo Superior, se quedo totalmente boquiabierta. Comparando los esbeltos y engalanados edificios con las casuchas construidas con esfuerzo entre las que solia correr, habia una diferencia abismal. Tanta belleza y exceso hacia que se sintiera abrumada, como si ese nunca pudiera ser su sitio, como si estar ahi, fuera un error para ella.

Si casi la matan por quemar un par de chabolas, ¿que harian con ella si por accidente quemara algo de todo eso que parecia tan caro? Se estremeció con algo de miedo y cogió a Kura de la mano para continuar caminando. La zona natural, fue lo que mas bello le parecio, mas alla de los edificios o lo artificial, los arboles, la hierba... esa era la verdadera naturaleza que habian ocupado y en algunos casos estropeado. Pero otra vez, se mantuvo en silencio, guardandose las alabanzas y los desprecios. Camino con el hacia arriba, subiendo mas escalones. Empezaba a odiarlos. Para bajar, improvisaria algun tipo de tabla para lanzarse haciendo surf por ellos. Se echó a reir sola.

Pero algo le quitó el aliento. Las altas torres detrás de la muralla, los jardines... Todo iluminado con el fulgor dorado del atardecer, desde las hojas hasta el agua del lago, hasta las piedras de las construcciones.
- Es... increible...- lo dice casi en voz alta, pese a que era un pensamiento. No pudo ocultar el asombro por mucho que lo intentara, nisiquiera en sueños habia alcanzado a ver algo asi, no tenia ni idea de en que habia decidido meterse. Tardó unos cuantos minutos en reaccionar, pero terminó por correr detrás de Kura para acortar la distancia, tropezandose sin llegar a caerse, varias veces por el camino. No podia cerrar la boca.

Por el calor del esfuerzo de tanto subir, se recogió el pelo en un moño algo desordenado y sacudió sus ropas, quitandose algo el polvo de encima, intentando parecer algo mas decente.
- ¿Estás seguro de que merezco estar aqui...?- lo dijo por lo bajo, con mucha timidez e inseguridad al ver la belleza de todo, cuando se detuvieron.

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20/12/2014, 22:37
Kura

La pregunta que Akairaku le hizo a Kura durante el ascenso fue respondida mientras caminaban por La Gran Escalera:

-Eso no es cosa mía. Son problemas de los nobles, los magos y los demás habitantes de esta ciudad.

Parece distanciarse del dilema político que asalta a la ciudad, de esa segregación por castas determinadas por algo tan difícil de definir como el mérito o el talento. ¿No será cierto lo que dice Akairaku, que con igualdad de oportunidades todos podrían llegar a acceder a esa zona tan bonita?


-Tiene su belleza, supongo. La Academia es más agradable que las afueras, de todos modos.

Mientras suben las ultimas escalinatas, la tarde va cayendo y el Ocaso se acerca poco a poco. Poco a poco van llegando a un gran arco que hace las veces de entrada al castillo, las puertas de madera abiertas de par en par.

-¿Yo, saber si mereces estar aquí...? No lo sé. Pero Nero estaba convencido, sino no te habría dado ese talismán. Debe confiar en tu potencial.

-Te acompañaré hasta el despacho de la Directora. Debo irme luego.


Piso tras piso, van subiendo por el castillo. Por el camino puede ella ver a una gran variedad de personas de su edad, algunos algo más jóvenes y otros ligeramente más mayores.

Llegando a la séptima planta, tras un pasillo largo repleto de cuadros, estatuas y bustos y alfombrado en carmesí, se encuentra el despacho de los Directores tras una puerta doble de madera, semi-abierta.

La habitación en sí tiene forma de trapezoide, decreciendo desde la entrada hasta el escritorio y balcón con vistas a gran parte de la ciudad. Se pueden ver estanterías repletas de libros, artefactos y otros elementos útiles para el estudio, además de sillones y más cuadros. ¡Incluso hay un piano de pared en un rincón!

-Luna, traigo a una posible nueva alumna. Deberías prestarle atención, Nero nos lo envía. Hablamos más tarde.- , y sin esperar respuesta se retira, dejando a Akairaku con...

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20/12/2014, 23:07
Lunaire Fey'Aiyin

... Una mujer de cabellos casi tan rojos como los de la joven. Viste con una elegante túnica carmesí y observa a Akairaku con intriga. A estas alturas Kura ya se retiró.

-Pasa, pasa. Siéntate.- dice la directora, ella está sentada tras un escritorio, al fondo de la habitación. Del otro lado de dicho escritorio hay dos sillas de aspecto bastante cómodo.

-Mi nombre es Lunaire. Soy la Directora de la Academia. ¿Podrías contarme un poco más como fue que Nero te ha recomendado? No es que lo recuerde como alguien que se fija en cualquiera.- , parece genuinamente interesada en Akairaku.