Partida Rol por web

Vais descendiendo por el estrecho y empinado corredor, bastante más seco de lo que podíais imaginar.

Tal y como dijo Aluino, esta red de alcantarillado está desde hace años en desuso, de ahí que cuando lleguéis al final de los escalones, el túnel que se abre hacia la derecha, no tenga más que restos secos de plantas, algas y materia orgánica que crujen bajo vuestras pisadas.

La luces de vuestras lámparas proyectan tétricas sombras sobre las silenciosas paredes.

Tras avanzar un centenar de pasos, llegáis a un antiguo colector del que salen otros 3 túneles al mismo nivel, y un agujero en el suelo, que desciende en vertical. El agujero se encuentra justo en el centro, alineado con  la tapa que hay unos metros más arriba, y por la que se filtran unos débiles rayos del sol. Creéis que es la misma que os señaló el sirviente hace unos minutos.

Desde mi posición ilumino como puedo las tres bocas de los túneles...

Sigo las huellas que he encontrado Haber rastro, reciente, poder ser Aluino. continúo hasta la intersección

¿Por dónde continúan las huellas?

Desde su posición en la retaguardia, va mirando atento cualquier indicio de emboscada.

Aquí. digo con mi parquedad habitual. Parece que dejó señales para poder encontrar el camino de vuelta. 

Me detengo un instante y oteo las otras dos posibilidades. Una alcantarilla no difiere mucho de un pantano y los pantanos están llenos de alimañas. 

Una vez me aseguro de no dejar nada en la retaguardia, continúo.

Mientras localizamos la cruz negra fui iluminando todo a nuestro alrededor.

Yo no hablaba para no distorsionar los sonidos que pudiesen haber dentro de la gruta...

Voy al lado de Ator siguiendo las huellas que se adentran en el túnel... Alumbrando y avanzando con cuidado de no hacer ruido, atento a cualquier posible sonido que no sea nuestro...

Espada en una mano y lámpara en la otra.

Continuáis andando por el oscuro túnel, cuando comenzáis a oír el inconfundible sonido del agua corriendo. A los pocos metros localizáis la fuente del sonido. Por unas grietas en el techo cae un torrente de agua, que corre por la pared hasta llegar al suelo, formando un pequeño caudal de agua que os acompaña durante vuestro camino. Por el olor, este agua debe filtrarse del alcantarillado actual, que debe encontrarse más arriba. Os percatáis que cada cierto número de pasos, túneles más pequeños, pero suficientemente grandes para entrar arrastrándose, desembocan en las paredes del túnel por el que andáis, como a una vara y media de altura. Algunos de ellos tienen una pesada reja medio oxidada por el paso del tiempo. La mayoría están secos, aunque cruzáis alguno que trae agua. Cada vez que pasáis por delante de uno, su oscuridad y silencio acechante os despierta un miedo primigenio a lo desconocido.

No tardáis en llegar a otro colector donde otros 3 túneles se abren en direcciones opuestas, pero una vez más encontráis la cruz negra, marcando el camino. Durante vuestro recorrido, os percatáis de más filtraciones de agua, así como algunas zonas semiderruidas, por las que penetra más agua entre los cascotes. No tardáis en ir chapoteando por el agua sucia, que os llega ya a los tobillos.

En un momento dado, algo cambia, una de las rejas de un túnel menor adyacente, se encuentra forzada. Parece ser que aprovechando el óxido, alguien ha hecho palanca, rompiendo los anclajes con la pared y algún barrote, dejando espacio suficiente para meterse dentro. 

No hay que ser muy observador para detectar restos de óxido en el suelo que delatan que la reja fue rota hace poco. Así como señales en el interior indicando que alguien se arrastró en su interior.

Pues nos tocará arrastrarnos también, digo mientras con cautela alumbro y observo tras las rejas... Si no veo nada sospechoso, me pongo a ello, siempre intentando mojarme lo menos posible. 

Ayudo a Rorik a meterse en el túnel y vuelvo a envolverme con la túnica para cuando llegue mi momento.

En ese sitio tan estrecho sería difícil utilizar armas:

-Rorik, pasa tuprimero y cuando llegues a un sitio donde quepamos mejor avisas, o al menos cuando lleves bastante trecho.. Si hayq ue recular cuantos menos estemos ahí mejor.

Dunkel se apoya de espaldas en la pared, junto a la boca del tunel, juguetea con una daga y vigila que no les cojan por la retaguardia mientras deja pasar delante a sus compañeros.

Mi tamaño no me hace bueno para poder moverme en espacios tan reducidos. Por un momento pienso que lo mejor sería que fuera Dunkel el que pasara por este sitio primero. Parece que las dagas le hacen sentirse cómodo. Me lo quedo mirando y le hago un gesto con las cejas y la cabeza a ver si sale de él meterse en faena. Si no. le digo.

Agujero muy pequeño, yo poder cuidar retaguardia.

Joder, vaya panda!... No habéis visto que Dunkel no es de los que gusta de ir delante?... Así no vamos a avanzar, y el tiempo corre en nuestra contra, por lo que le pueda pasar a Aluino, y por lo que tarden en darse cuenta de por dónde entró y les de por proteger esta entrada. Vamos coño!

Si no he visto nada diferente de esta escena de gallinitas en un corral, se supone que ya había entrado por el agujero, espada en mano. Si ninguno de ellos entra, sigo avanzando con cautela.

Al verse apremiado por sus compañeros, el ladrón le mira el culo a Val –Si, parece que tendré que adelantarme. Más os vale vigilar bien la retaguardia y no hacerle nada a Dunkel por detrás que él no os haría.

Y tras esperar a que Rorik se adelantara unos cuantos metros para poder tener margen de maniobra en el apretado túnel, Dunkel muerde una de sus dagas, coge otra con la diestra y se adentra a lo oscuro gateando.

El túnel por el que os adentráis apenas tiene una vara de altura, y más un menos lo mismo de ancho. Éste en concreto está seco, y aparte de algún insecto perdido, poca vida orgánica hay en el. La inclinación es ascendente, es decir, antaño, cuando todo funcionaba correctamente, el agua correría por este pasadizo en dirección contraria a vuestro avance.

Tras unos interminables minutos, finalmente el angosto túnel viene a salir a ras de suelo de un corredor de sección circular de casi 3 varas de diámetro. A pocos metros a la izquierda se ve que el túnel finaliza en una reja de gruesos barrotes en bastante buen estado. Troncos, ramas, y otros restos de basura llevan amontonados en la parte baja de la reja muchos años, probablemente arrastrados por las antiguas corrientes del alcantarillado.

Después de la reja, hay una caída a plomo. Entre la reja y la luz de vuestras lamparas no alcanzáis a ver el fondo.

A la derecha, el túnel sigue...

La reja a simple vista parecía fija, por lo tanto nadie debería haber pasado por allí, luego me asomé por el agujero iluminándolo y finalmente miré el polvo dentro del otro tunel.

-No lo tengo claro...

No pisar los rastros. Miro a ver si veo las pisadas que he visto anteriormente o una marca como la que fue dejando Aluino (suponiendo que haya sido él). Agua venir de allí, señalo el tunel que sigue Agua ir de la casa hacia bahía. Nosotros tener que ir contra agua.