Mientras limpio mis heridas y descanso uno momento voy vigilando a nuestro alrededor a la vez que comento:
-Hemos de conseguir ropas para ocultar las heridas y las armas. Incluso no iría mal que desapareciésemos de la escena. Somos un grupo demasiado llamativo.
Limpio la sangre de la espada para que no llame tanto la atención.
Motivo: vigilando
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso)
Creo que lo mejor es seguir juntos. Coincido contigo en que hay que intentar pasar desapercibidos, pero la única opción que tenemos es dirigirnos hacia donde dijo Ator, a la casa de Berat, el cambista. Pues parece tener algún tipo de conexión con nuestro rubio amigo.
Alguno de nosotros conoce esta ciudad como para poder separarnos y llegar a reunirnos sin perdernos por sus calles?
Hay forma de conseguir algunas túnicas o ropas sucias para disimular la sangre de los heridos?
Intento no parecer sorprendido por el comentario de Rorick, mientras pienso en silencio dónde puede haber cabras a las que darles de comer el resultado de la visita...
A la sombra de uno de los muelles, limpiáis vuestras heridas, y armas. No tardáis en agenciaros unas largas capas de alguna ventana donde se estarían secando al sol, para ocultar vuestros tajos, y sobre todo las manchas de sangre, ahora seca, que hay en vuestra ropa.
De vez en cuando, pasa alguna pareja de guardas por la zona, pero os mantenéis apartados de su vista.
Ator propone visitar a un tal Berat, personaje que no conocéis de nada.
Pues nada, chicos en cuanto estemos más o menos recuperados, pongámonos en marcha para localizar al tal Berat.
Ator, podrías guiarnos tú?... Pues parece que ninguno conocemos a nadie en esta ciudad...
Hay posibilidad de conseguir alguna otra cosa más, en plan, daga, flechas, vainas... O eso ya va a requerir de tiradas y riesgo para el grupo?
Siempre hay alguna manera, mi querido Rorick. Pero si nos pillan, ahora no nos salva ni dios. Yo propondría entrar entrar en una taberna, tomarnos una cervecita rápida y preguntrar por la casa de Aulo. Al fin y al cabo, no fue lo que dijo? No me parece mal ir a ver al amigo de Ator, pero bueno, el rubio nos indicó que preguntasemos por su casa. Quién soy yo para negarle ese placer? Suelto el discurso alternando mi mirada entre el grupo y los viandantes, fijándome muy bien en sus bolsas. El plan de Val me gusta. Podríamos separarnos y encontrarnos en casa de Aulo. Buscan a cuatro fugitivos, tres hombres y una mujer... No hace falta decir que ahora mismo tenemos todas las papeletas para que nos pillen.
Dicho esto, me desplazo como si mirase algo en los muelles. Una bolsa me ha llamado la atención, y eso, a Dunkel Olten, le atrae demasiado...
Motivo: Robar bolsa
Tirada: 2d6
Resultado: 12(+4)=16
Con un éxito asombroso en una habilidad qué pasa? Le robo los calzoncillos?
Me envuelvo en la túnica mientras continuo vigilando nerviosa y les digo:
-Vamos de dos en dos, será lo mejor. Incluso una pareja puede preguntar por esa casa y la otra seguirla sin que nadie sospeche, así si nos tienden una trampa estaremos mas o menos a la par. Por ahora hemos hecho lo que nos propusieron, escapar de aquel sitio. Si van a pagar yo necesito dinero, no tengo nada ahora mismo y necesito equipo si nos van a dar un trabajo.
Antes de otra cosa, aprovechando que estamos en los muelles, busco una zona de acceso al mar que esté limpia y me tiro al agua para quitarme las manchas de sangre, atusarme el pelazo y que la sal y el yodo a parte de escocer hagan de cicatrizante.
Poder ir por parejas a distancia de vista.
Gracias Dunkel, entonces mejor evitemos meternos en líos...
Pues venga, vamos por parejas y a buscar primero al rubio.
Cuando sale del mar, Ator huele a una mezcla de salitre y brea. Y aunque consiguió eliminar los restos de sangre seca de su cuerpo, algunos restos de comida, largo tiempo digerida, adornan ahora su pelo. Sin duda las gélidas aguas del deshielo, allá en las montañas de Cimmeria, eran mucho más claras y limpias que las del puerto de Kordava.
Debidamente ataviados con las capas, y algo repuestos del pesado combate en la arena, comenzáis a andar separados por parejas. Dunkel y Val, que parecen estar dotados de mejor disposición para las relaciones civilizadas, preguntan a un par de tenderos por Aluino Barantes, y no tardan en conseguir información de donde encontrar su mansión.
Por favor, una tirada de Carisma + alguna ocupación adecuada, para averiguar algo más sobre el joven Aluino.
Paso el dedo índice por debajo de la barbilla de aquel tipo mientras le guiño un ojo y le digo:
-Háblanos mas sobre Aluino, parece ser una persona rica y poderosa en esta ciudad...
Motivo: preguntando sobre Aluino
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 4(+4)=8 (Exito)
Carisma 2 meretriz 2
llevo dos tiradas que saco 4 ¬¬
Parece ser que el rubio Aluino, es un Conde al servicio del Gobernador de la ciudad, Montego de Kordava.
Se le conoce por ser un joven muy dado al derroche y la fiesta. Popular en algunas posadas del Pozo, y en numerosos burdeles de la ciudad.
Su casa queda al nor-este de la ciudad.
Pues allá que vamos, a ver qué tiene para nosotros...
Seguimos hacia al dirección de la casa y les hago un gesto a los otros compañeros para que nos sigan. Una vez allí les cuestiono:
-¿Nos esperará? ¿entramos por la puerta o buscamos alguna forma para colarnos en el interior? No se si será de su gusto que vean los vecinos ocmo entran cuatro foragidos a su mansión.
Norl!!!
Si el querer vernos nos buscará. Si llamar su atención querer, mejor ir al Pozo.
Perdona Ator, y qué es el Pozo? Alguna taberna?...
Les miro a los dos sin acabar de entender mucho aquello del pozo.
El Pozo (The Pit), antiguo distrito portuario que, años atrás, quedó semi enterrado después de un súbito movimiento de tierras. Actualmente es un intrincado laberinto de calles, la mayor parte subterráneas, donde se esconde la peor calaña de la ciudad, ladrones, cortagargantas, o piratas se encuentran relativamente cómodos en esta zona, puesto que es raro encontrar una patrulla de la guardia. Los peores (o mejores, según se mire) tugurios de la ciudad, se encuentran aquí.
Pues parece un buen sitio para que no nos encuentre la guardia.
Vayamos para allá, e intentemos pasar desapercibidos.
Me embocé aun mas en la túnica cuando estábamos llegando a ese lugar nuevo para mi.
-La concentración de asesinos y violadores en esta zona es muy alta -siempre conla espada empuñada bajo la túnica me coloqué entre los tres con la cabeza mas bien baja y oculta entre las telas-