Partida Rol por web

-No se si me equivoco, pero eres un intruso en casa de mi amiga, asi que de momento hablaremos asi. Quien eres, que haces aqui y quien te envia?-mantengo inmovilizado al intruso hasta que sepamos algo.

Intento ayudar a Bruno a inmovilizar al sujeto

- Dinoslo todo, somos muchos y creeme, podemos contigo.

Miro de soslayo a ver que estaba fotografiando el tipo este y de paso si falta algo en la casa.

Si mirad veras que fotografia unas fotos de tu abuelo de joven, un amuleto de adorno decorativo que era de tus padres y una tunica que tu abuelo ponia en la puerta de su cuarto cuando tenia compañia y no queria ser interrumpido...si, el maestro era un viejo verde.

No falta nada en la casa.

Cojo la camara de fotos y la rompo, rebusco las fotos que ya ha sacado y las guardo.

- Venga, dilo antes de que te hagamos daño de verdad

Escuchadme, puede que se vuestro unico amigo en todo este juego- Se movio lentamente, soltandose sin hacer apenas esfuerzo.- Mi nombre es Juan Nuboso, al menos para vosotros, asi que podeis llamadme Señor Nuboso.

Se encaminó hacia una silla de enea y se sento placidamente

Os puedo explicar todo, absolutamente todo, lo que esta pasando- Sacó una pitillera de su gabardina, encendió un cigarro y empezó a furmar placidamente- Solo teneis que hacerme las preguntas adecuadas.

Miro al tipo. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? En fin, entremos en su juego de las preguntas.

¿Sabes quiénes son esos tipos que nos quiere matar? ¿Por qué?

El Señor Nuboso, pacientemente, dió una nueva calada a su cigarrillo.

Son Yakuzas, mafiosos...como quieras llamarlos- Dijo mientras exhalaba humo- Estos en concreto estan relacionados con la trata de blancas, drogas, vehículos robados y el mercado de las antigüedades...en concreto las relacionadas con la era de los tres reinos.

Saco de su gabardina un sobre con fotos.

-Restos de una daga de Liu Bei, ceramicas del Reino de Wu...y lo mas codiciado, El Dragon de Jade de los Jin...Creo que tu abuelo- dijo señalando a Kim-tenia alguna antigüedad que les interesaba, quizás no quiso venderla o...bueno ¿Quien sabe?

Mafiosos Yakuza? Pues estamos apañados.
Y que vamos ha hacer?

Miro al hombre a los ojos...

- Y usted... ¿donde encaja en todo esto?

Vale, es muy sencillo- dijo el Señor Nuboso- Yo soy un enemigo de vuestro enemigo, asi que soy vuestro aliado en este asunto. Respecto a lo que podais hacer...

Tomo aire y dió una nueva calada inunando la habitación de humo espeso y de fuerte olor.

-Digamos que estais en un callejón sin salida- dijo mirando hacía la ventana- No sabeis nada, no teneis nada pero ellos piensan que sí y no se van a rendir, ni aceptaran excusas...asi que ya os podeis ir imaginando vuestras expectativas.

Una idea empieza a instalarse en  mi cabeza. Parecía que ese extraño personaje sabía mś de lo que nos contaba.

¿Sabes dónde podemos encontrar alguna de esas antigüedades?

No se que pretende Poli, que encontremos una antigüedad de esas para entregarsela ha los Yakuza?
-Yo creo que lo primordial seria armarse, yo tengo mi katana, Luz de Oriente y mis shurikens, en casa-

Los dos llevan razón, hay que encontrar esas antigüedades, pero no podemos ir desarmados, porque si nos encuentran nos matarán

- Creo que estoy con Poli en esto.... hay que buscar lo que quieran que estén buscando. Y Bruno también lleva razón, hay que estar preparados. Venga, responde a nuestras preguntas

Dudo mucho que os sean "accesibles" pero algo se- Dijo con sorna el Señor Nuboso- Respecto a armas...bueno algo os podría conseguir

Dicho estó saco de su bolsillo una tarjeta de visita y se levantó dirigiendose hacia la puerta. Dejó la tarjeta sobre la mesita que había junto a la salida

-Aqui sabreis como localizarme, ya os diré algo al respecto de las armas- dijo asomando la cabeza en el dintel- ¡Ah, se me olvidaba!....cuidado con los monos.

Pues tampoco nos ha servido de mucho el tipo extraño.
-Menuda ayuda el seño Nuboso...
Bueno, yo en casa tengo mi katana y unos shurikens, se q no es mucho pero menos da una piedra. ¿Que decis, vamos?-

Kim revisó uno de los armarios del abuelo, lo habían vaciado. Luego miró en la despensa pero tampoco había nada.

No queda nada, el abuelo guardaba armas ceremoniales...pero no están.- dijo encogiendose a hombros- Quizás deberiamos probar a recoger las armas de Bruno y ver que podemos hacer a continuación.