Partida Rol por web

La Brigada de San Jorge

Diario de Viktor von Callahan

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04/11/2014, 14:00
Ms Smith

-No me cabe duda de eso. Todos hemos tenido nuestros momentillos de debilidad cuando eramos jóvenes. -Ms Smith le dió unas palmaditas comprensivas en la mano, para a continuación volver atrás algunas páginas de la libreta y consultar sus apuntes-Y debió de ser un licor bastante fuerte, teniendo en cuenta que el cocinero no recuerda haberle visto después de terminar de servirle la cena al Sir Wilcox, alrededor de la nueve, y que su madre se quejaba hace un momento de lo mucho que lo hacían trabajar en esa casa, y cómo ayer no pudo llegar antes de la una, y tan cansado que se fue directamente a su habitación. El alcohol debió de perjudicarlo de forma considerable, si le llevó tanto tiempo  encontrar su camino. -Ms Smith parecía haber hecho sus averiguaciones bastante antes, y a pesar de su afirmación de que aquello sólo era una formalidad, a Viktor no le costó imaginar la situación que se habría producido si le hubiese mentido-Por supuesto, no necesitamos decirle a su madre que su hijo se comportó de forma menos sensata de lo que ella espara de él. Los pecadillos de los jóvenes pueden ser perdonados, cuando hacen propósito de enmienda, y usted lo tiene, ¿no es así?-Se puso en pie con dificultad, ayudada de su bastón-Por desgracia, como coartada es bastante pobre. Nadie quiere que vaya a la cárcel por un error desafortunado. Se me ocurre que ayudaría examinar sus cosas, y confirmar que no hay ningún indicio de nada criminal. No le importa, ¿no es así? Después de todo, un muchacho tan bueno como aquel del que su madre presume no puede tener nada que ocultar.

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04/11/2014, 14:33
Viktor von Callahan

Ms. Smith parecía tan razonable...tan demasiado razonable...tan...Estaba claro. No habrá paz para los malvados, y yo tenía que haber sido una persona terrible en otra vida, a juzgar por mis últimos días. Tomas un vaso de licor y ¿donde acabas? Entre rejas. 

- En ese caso, mi habitación está en el primer piso. La segunda a mano derecha de las escaleras. Pero antes...¿Podría pedirle un favor, Ms. Smith? Me llevé la mano a la cara, haciendo fuerza casi como si me la quisiera arrancar. ¿Que diría mi madre de todo esto? Ay, Señor. No podía ir a la cárcel. No podía dejar a mi madre sola. No sabía que me temblaba más, si la voz o las manos. En...en el primer cajón de mi mesilla...Bueno. Hay un cristal coloreado y... Dios mio, que estaba diciendo. Intenté recuperar la compostura malamente, pero el nerviosismo era demasiado para mí. Dudo que sea el rubí del señor Wilcox.

Coloqué la mano en la cabecera del sillón y me levanté, manteniendo por primera vez la mirada de Ms. Smith. No sabía que estaba pasando, pero si que sabía un par de cosas. Eran muchos años viviendo conmigo mismo.

- Me robaban el bocadillo en la escuela, Ms. Smith. Tragué saliva, avergonzado. Acabé encerrado en una caja de herramientas el primer día de universidad. No soy el tipo de gente que podría derribar a un agente de seguridad con perchero y darse a la fuga desde un tercer piso.

Aunque quizás...quizás quisiera serlo.

- Sin embargo y dado que no recuerdo nada al respecto de la noche anterior, es una tontería ocultárselo. Pensé que sería un simple...recuerdo de borracho. Aparté la mirada, encogiéndome de hombros. Pero ahora tenía mis dudas. Podría no serlo. Y...¿entonces? Viktor von Callahan en la cárcel. Sería el cuento más corto de la historia de los cuentos cortos, y no destacaría por un final bonito. De golpe me sentí mareado, y tuve que contener las ganas de llorar. S-Si es solo un cristal, no habrá perdido demasiado tiempo comprobándolo. Si es el rubí...bueno, al menos no les habré molestado en exceso.

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07/11/2014, 00:17
Ms Smith

Ms Smith le acompañó a buscar el supuesto rubí, que fue llevado a la mesa de la cocina y examinado.

-No hay duda, es el Corazón de Tigre.- Dictaminó. La gema fue depositada en el bolsos de Ms Smith. Uno podría preguntarse si un rubí supuestamente tan valioso no debería estar custodiado por alguien más, pero ¿qué podría decir Viktor? ¿"No me estoy seguro de que deba confiarle el rubí robado"?

Resuelta la cuestión de la gema, faltaba por saber qué ocurriría con Viktor. ¿Iría a la cárcel, detenido, y pasaría el resto de su vida entre rejas? ¿Se daría cuenta Ms Smith de que alguien tan apocado y patético como aquel ingeniero, que sólo sabía hacer curiosos pequeños cachivaches para las damas, era imposible que fuera el osado ladrón que buscaba? La mujer miraba a Viktor con una expresión dificil de descifrar. Quizás estuviese juzgándolo. Quizás estuviese decidiendo cual debía ser su castigo. Quizás sólo pensase en cómo alguien cómo él podía haber acabado mezclado en algo así.

-No, no es un criminal-Sentenció. Parecía que se veía luz al final del túnel-Y sin embargo, consiguió abrir en pocos minutos con herramientas normales, una caja con la que incluso ladrones expertos utilizando ganzúas tienen problemas. Y planeó su huida con detalle suficiente para que hubiese funcionado si no estuviésemos allí-Ah, parecía que el túnel acababa en un precipicio.-Un talento poco común para un simple ingeniero. Y una aventura poco común para un ingeniero que jamás había hecho nada más atrevido que usar un tipo de engranaje poco habitual-Ms Smith calló, pensativa, su mirada sin apartarse de Viktor.-Creo que no llegó a conocer a su padre. ¿Cuanto le ha contado su madre de él?

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17/11/2014, 16:19
Viktor von Callahan

La presión era agobiante, como estar sumergido a multitud de metros de profundidad: fría, oscura, sin ninguna salida, sin ningún atisbo de luz ni aire que respirar. El corazón me latía tan rápido que me dolía el pecho y podía oír cada constante vital de mi cuerpo, mi respiración torpe y acelerada. ¿Era esto lo que sentían los condenados cuando le ponían la soga al cuello? 

Por suerte, el juez fue benévolo. Inocente. Una inocencia pírrica, realmente, pero la montaña rusa emocional de aquella visita estaba empezando a pasarme factura. La inocencia era inocencia.

- Bueno, en realidad las Swordfall Prime son buenas pero no infalibles. Me encogí de hombros, en una especie de indiferencia relajada causada por el choque de la noticia. Yo había robado el Corazón de Tigre. Borracho. Para una anécdota que tenía en esta vida, y ni siquiera la recordaba...

Pero aquella serie de disparates no había hecho más que comenzar. Ante la mención de Ms. Smith de mi padre, enarqué una ceja. Por una parte, me preguntaba si aquello era una pregunta retórica o una muestra absoluta de mal gusto. ¿Sabía esta señora quién era mi padre? Si fuera así, sabía ya bastante más de mi vida que yo mismo, lo cual no me gustaba absolutamente nada. Por otra parte...

No, no sabía. Si, quería saberlo.

- Nada. respondí, tajante. Nos abandonó a mi madre y a mí antes de que naciese. Como comprenderá no es un tema de conversación agradable para nadie. Y viendo la reacción de mi madre en mis precarios intentos de obtener información, lo había dado por perdido. No había ni excusas: solo un desagradable silencio lleno de miradas dolidas. Pero... Además, sin dudar de su criterio - al fin y al cabo, acababa de descubrir a un ladrón de guante blanco de gama media alta que resultaba ser yo- no alcanzo a comprender que tiene que ver mi padre en esta situación, Ms. Smith.

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17/11/2014, 18:52
Ms Smith

-Simple curiosidad. Me preguntaba de donde procedían sus habilidades mecánicas. Pero volviendo al asunto que nos ocupa, he dicho que no creo que sea un criminal, pero ha habido un crimen y un culpable. La ley debe ser servida. Y me temo que en este caso, lo que exige es que el culpable vaya a la cárcel. Es una lástima, pero la locura de un día va a terminar con su prometedora carrera como ingeniero y con su libertad. Su madre tendrá que cerrar la tienda y buscar sustento de alguna manera, aunque no creo que le sea fácil, la sociedad no ve con buenos ojos estar asociado con un presidiario.-Ms Smith dejó tiempo a Viktor para que le diera vueltas a la idea, y fuera cocinándose en los jugos de su propia imaginación, hasta estar jugoso, blandito y listo para ser trinchado-Por otra parte, el Corazón ha sido recuperado y Sir Wilcox se sentirá satisfecho. Todo el mundo cree que el culpable es el Gato Negro, el cual tiene que pagar aún por tantos crímenes, que incluso si fuera atrapado, uno más no significaría mucha diferencia. Quizás en este caso la ley fuera mejor mejor servida con un simple..."servicio compensatorio". Un intento, llamémoslo de rehabilitación. Por supuesto, no cumpliría con mi deber si dejara a un ladrón suelto y sin castigo, pero en mi brigada nos vendría bien un ingeniero de talento. Unos cuantos años de servicio a la ley, manteniéndose donde podamos asegurarnos de que no desarrolla malos hábitos, quizás bastasen para compensar lo que hizo y confirmarme que no es un peligro. Por supuesto, esta oferta no se volvería a repetir, y fallar en su deber o una recaída en sus aventuras significaría que su crimen debería ser pagado de la manera habitual. En su totalidad.

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28/11/2014, 22:38
Viktor von Callahan

No es palo de gusto para nadie hablar de estas cosas, pero pasar pasan. Un familiar mio ha fallecido recientemente. Aparte del consecuente ánimo típico de estas cosas, rondando el nivel negativo, el golpe ha afectado bastante a mi familia en general. Esto significa que mal que me pese la cosa no acaba con el duelo y tendré que aguantar la estampida mientras dure. Como no se cuanto va a durar la cosa pero si se que va a ser importante, he decidido declararme OUT de Umbría, exceptuando un par de partidas con las que considero tengo una deuda pendiente.

Durante la próxima semana me pondré en contacto con mis directores para confirmarles mi baja. Son libres, por supuesto, de dar su opinión negativa al carisma si quieren y me disculpo de antemano de los problemas que pueda causar mi ausencia. Me temo que ahora tengo cosas más importantes de las que preocuparme que un negativo por abandono en Umbría.  

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28/11/2014, 22:48
Director

No sé cuando leerás esto, pero lo siento mucho. Ojalá pudiera hacer o decir algo más. No conozco la situación, y tienes ya gente más cerca y que te conocen mejor de lo que te conozco yo, pero si me necesitas para lo que sea, aunque sólo sea para tener a alguien a quien leerle pensar estupideces durante un rato, sabes cómo contactar conmigo.

Gracias por avisarme. Y supongo que ya lo sabes, pero aunque ahora mismo te dá igual, por supuesto que no voy a ponerte ningún negativo.

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29/11/2014, 00:14
Viktor von Callahan

Muchísimas gracias por el apoyo y tu comprensión, Faris. Imagino que poco a poco las aguas volverán a su cauce, como todo, y de momento me basta con esa esperanza. Realmente me gustaría continuar la partida con Viktor, pero en estos momentos estoy un poco saturada y no te confirmo nada hasta tener la cabeza más fría. De momento y al menos durante un par de días, Ravendale tendrá que tirar de ese carro sola.

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29/11/2014, 00:24
Director

De todas formas, no pensaba sustituirte inmediatamente. Se me hace dificil la idea de que otra persona lleve a Viktor, es un personaje que necesita sutileza y una buena mano para llevarlo. Probablemente hubiera preferido mandarlo de vacaciones una temporada. Así que si decides volver o si no, cuando sea, Viktor estará para tí si lo quieres. Y si no quieres o no puedes, tampoco pasa nada.

Pero ahora tienes otras cosas más importantes. Muchísimos abrazos.

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07/12/2014, 19:49
Viktor von Callahan

Faris, me pasaba solo para decirte que me gustaría seguir con tu partida pero, que si no te es mucha molestia, me incorporaré después de todo el trajín de Navidades. ¿Te viene bien?

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07/12/2014, 21:29
Director

Me parece perfecto :)
 

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29/07/2015, 18:33
Director

El día había empezado con la investigación sobre la desaparición de un príncipe japonés, y había terminado con sospechas de que aquello sólo era la punta del iceberg de planes más macabros. Y la mañana siguiente, tendría que tomar un tren para involucrarse en otra investigación que prometía ser igualmente problemática. No era de extrañar que estuviera agotado, y con la mente nublada por el cansancio y la oscuridad de la noche que tendía a difuminar los detalles, incluso con la iluminación de gas de las calles, era normal que hubiera creido equivocarse de casa cuando, al dirigirse a la entrada de la vivienda que compartía con su madre, vio salir de ella a un hombre desconocido. A aquella hora, no era normal recibir a una visita, a no ser que se tratase de alguna emergencia.

El hombre tenía pelo y barba cano y portaba un brazo vendado en un cabestrillo hecho con un pañuelo de seda. Su vestuario era impecable, desde el sombrero de copa de seda hasta los relucientes zapatos sin una sola mota de polvo. Los cuellos altos y almidonados a la moda de la época, adornados con un corbatín color vino que se veía asomar por encima del cuello de un bien planchado largo abrigo de lana gris. En la mano llevaba un bastón negro, con empuñadura de marfil. En conjunto, quizás era alguien que podría acercarse en algún momento a alguna de las tiendas de la barriada, aunque era más probable que mandase a un secretario o a alguien del servicio a conseguir lo que requería, pero no alguien que pudiese vivir o tener amistades en aquella zona de clase media. Y sin embargo allí estaba. Y detrás de él, salió la propia madre de Viktor.

Viktor, que había detenido sus pasos a una cierta distancia debido a lo inesperado de la aparición, espió sin ser su intención la despedida entre su madre y el desconocido. Fue una despedida corta y sin palabras, y sin embargo en sus gestos y miradas, en la forma en que el hombre tomó la mano de su mano de su madre y la retuvo en la suya durante un instante, antes de darse la vuelta y marcharse, había una extraña sensación de intimidad, la sensación de estar viendo no a dos conocidos, o incluso a dos amantes, sino algo más fuerte y profundo.

Al darse la vuelta para marcharse, el hombre se dio cuenta de la presencia de Viktor, y tras un instante de indecisión, le dedicó una sonrisa y lo saludó alzando su sombrero, antes de irse. Su madre, azorada, entró en casa rápidamente.

Esa noche Viktor, de forma desacostumbrada, cenó solo y en silencio, sin nadie que lo acompañara ni le preguntara cómo había sido su día. Su madre se limitó a indicarle que tenía la cena en la cocina y a retirarse rápidamente a su habitación con la excusa de que le dolía la cabeza, era muy tarde y estaba cansada, respondiendo a sus preguntas con evasivas.

En su habitación, vio que su madre había dejado una nota que había sido recibida para él. En un papel crema, con un leve toque a un perfume simple y delicado y unas pequenas manchas de aceite de lubricación en una esquina, Elisabeth Foster le comunicaba que aceptaba su invitación.