Partida Rol por web

La Brigada de San Jorge

Diario de Lady Nemain FireStar

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26/06/2015, 19:42
Lady Nemain FireStar

LIBRO ROJO

[...] circusntancias cada vez más perturbadoras. No puedo sino agradecerle al cielo que Andrei esté a un océano de distancia de esas jaulas, pero la integridad de Charles y Silent cada vez me preocupa más. En menos de una semana he empezado a ver sombras en todas partes, conexiones en [...]

  • ÍTEM: Príncipe Dragón/ Sr Odagiri.
  • ÍTEM: Sauveterre. Al encontrarlo, llevaba un camafeo. Presentaba marcas de ligaduras en las muñecas. Hablaba en inglés perfecto, despertó, pasó al francés y luego al inglés con acento francés.
  • ÍTEM: Camafeo: Asumí que pertenecía al Príncipe, pero quizá Sauv. se la arrancó a su secuestador antes de huir.
  • ÍTEM: Kitaoka. Guarda algún secreto "deshonroso" en relación al Príncipe y a Lady Kamo.
  • ÍTEM Lady Kamo. Arpía oriental. Cuidado con ella.

 

[...]... en The Princess and the Tower. Bigh John quizá no sepa nada, pero Baker aceptó mi tarjeta y se la pasó a terceras personas. Es de esperar que  yo reciba una desagradable visita/ sufra un incidente terrible en unos cuantos días. Con suerte, eso me permitirá llegar hasta el contratante de [...]

  • ÍTEM The Princess and the Tower. Antro, boxeo, apuestas, quizá rameras, alcohol. 
  • ÍTEM Big John, luchador.
  • ÍTEM Harry Baker, manager. Sabe cosas. Implicado.
  • ÍTEM Sadie. Escucha cosas. Conseguí caerle bien. Espero sacar algo de información en un futuro.

 

[Mapa de cómo llegar a TPatT]

[Mapa de cómo llegar a la nave ]

[Ilustración del constructo]

[...]profundas oscuridades de la nave industrial. El hierro, podía notarlo por todas partes, como una marea a punto de caer sobre mí. Me bloqueé. Me costaba pensar ahí dentro. Y cuando bajamos al piso secreto tras la máquina de tener y encontramos todas esa jaulas cubiertas de símbolos religiosos y plantas anti-fae a duras penas aguanté sin salir corriendo. Jaulas hechas para estar ocupadas por otros como yo. Y esa mesa de operaciones, como un espantoso testigo de el Cielo sabe qué... no puedo dejar de pensar en que Pratín habló de que percibía energías de las que implican levantar a los muertos. Y el constructo parecía tan real... ¿y si fue animado con la energía vital arrebatada a un feérico, a uno de los últimos  habitantes de aquel circo de jaulas [...]

ÍTEM: libro de contabilidad. (Localización)

[...] definitivamente, alguien trafica con no humanos. Sus intenciones no pueden ser más oscuras, alimentándolos y encerrándolos como a ganado... ¿qué lana pretenderá sacarse de esas ovejas? Poder, ha de ser poder, ¿qué otra cosa si no? Energía vital. Fuera lo que fuese, ha de ser una Logia, ¡ha de serlo! ¿De qué otra manera [la caligrafía de Nemain se vuelve casi ilegible, escrita con la rapidez imprecisa de quien no consigue plasmar el horror de su mente en palabras. A Poe le hubiera recordado sus propias anotaciones enloquecidas] podrían meros humanos organizar en las sombras semejante crimen a gran escala?  Voy directa al centro del Maelstrom con los ojos vendados y sabiendo hasta qué punto alguien como yo, sin posición social y con un esposo al otro lado del mar, puedo ser deseable para alguien que busca víctimas fáciles entre los feéricos... hacía siglos que no sentía este miedo [...]

Notas de juego

Los datos indicados en Notas serán los aparentemente visibles. Los que pongo en Texto son los que necesitan del cristal rojo para leerse.

Comentarios sobre Turandot. Comentarios sobre la estancia en la ópera, vestidos de rivales, cotilleos, críticas.

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02/07/2015, 19:35
Lady Nemain FireStar

Miró la carta que estaba escribiendo para Andrei. Su tono jovial, ligero, casi divertido, era una mentira. El corazón le latía pesadamente, pensando en aquellos "especímenes". 

Y estaba sola, puesto que confesarle sus miedos a Charles era matarlo. Atada por la promesa de mantenerle al tanto, pensaba aprovecharse de las imprecisiones de esa promesa para mantenerle a salvo, ignorante de la auténtica verdad -la espeluznante Verdad- tanto tiempo como pudiera. Sintiéndose de pronto terriblemente sola, se echó a llorar. Tardó un rato en calmarse, se secó las lágrimas y continuó la carta de Andrei, escribiendo mentiras que harían que nunca supiera hasta qué punto su mujer estaba aterrorizada, que le mantendrían en América, lejos del horror, lejos de la posibilidad de ser capturado.

No se le ocurrió, asustada hasta la náusea como estaba, que la mayor parte de los encargos que llegaban al almacén lo hacían por barco.