Partida Rol por web

-Si eso es lo que piensan hacer, daré orden de que esta misma noche algunos agentes acudan a custodiar dicho almacén, Señor Sukchamroem.-Dijo la directora de la brigada, levantándose de su silla, para a continuación dirigirse a la feérica-Como ya le dije a Ms. Ravensdale y al señor von Callahan, Lady FireStar, Willikins hará los preparativos para su viaje. Descansen esta noche y preparen su equipaje, mañana por la mañana enviaré un carruaje a recogerlos y llevarlos a la estación de tren. Y con eso, señor Quayle, creo que sólo queda por pronunciarse usted sobre cuales son sus intenciones respecto a esta investigación. ¿Va a acompañar a alguno de sus nuevos compañeros o ha decidido investigar alguna pista por su cuenta?

Ms. Ravensdale meditó las palabras de la feeérica. A pesar de su fascinación científica por los seres del mundo sobrenatural, a ella nunca se le había pasado por la cabeza el pensar en torturas, secuestros o incluso experimentos para obtener el poder de estos seres. La humanidad y su ambición no tenían límite y si bien ya lo sabía, aún se topaba con situaciones como estas, que la sorprendían amargamente.

-Muy bien, si todo se ha dicho, me retiro. Hay cosas personales que debo atender antes del viaje y la jornada casi ha llegado a su fin. Señoras, caballeros -hizo un breve gesto con su cabeza a modo de saludo- será hasta mañana.

Nemain asintió e hizo una inclinación de cabeza a los presentes, despidiéndose. Al salir se retocó el pelo en un espejo; llamó un carruaje y se dirigió a su casa. El día siguiente tenía mucho trabajo que hacer.

Creo que iré a ver a Harry dijo despues de despedirse de Ms Ravendale y Lady FireStar Estoy con el señor Sukchamroen le hizo un pequeño gesto de saludo con la cabeza en que debe saber algo más de lo que afirma sobre el asunto de la nave. Si lo cree conveniente podriamos elaborar un plan para abordar al representante... las amenazas no estaban dentro de sus mejores competencias ni de lejos pero había otras formas en las que se podía obtener información de alguien. Formas mucho más sutiles y esas eran la especialidad del señor Quayle