Partida Rol por web

La Brigada de San Jorge

Expediente 2. Sobre la curiosidad y los felinos

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17/11/2014, 20:14
Director

El establecimiento que estaban buscando, The Princes in the Tower, era un edificio de ladrillo rojo, aunque el salitre, la humedad, y el humo de la industrialización habían pasado factura a su exterior. Encima de la puerta, pintada de verde oscuro, a juego con los marcos de las ventanas, había un cartel con el nombre, y colgando de un mástil, debajo, se balanceaba una placa con una representación de dos niños rubios vestidos de negro, abrazados entre sí.

Dentro, el ambiente era el que se podía esperar de una taberna barata: los habituales parroquianos bebiendo su cena, con el humo de sus pipas haciendo el aire tan denso que se podía mascar, y suelos que necesitaban una palanca para poder despegar los pies.

A la barra estaba el especimen típico que regentaba estos lugares, pasado un trapo por sus vasos con la esperanza de extender las manchas más uniformemente, y de la escalera que subía al piso superior llegaban, de cuando en cuando, exclamaciones demasiado ahogadas para entender nada más que la excitación de sus voces.

Notas de juego

-Describíd como vais vestidos.

-Asumo que os acompaña Thomas Pullman, el guardaespaldas de Lady FireStar. Más que nada, porque a él, vosotros dos le dais igual, pero si la deja entrar a ella sin él en un sitio como este y le pasase algo, tendría muchas explicaciones que dar XD

http://en.wikipedia.org/wiki/Princes_in_the_Tower

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18/11/2014, 10:08
Eugenio Arizmendi

Eugenio sostuvo la puerta para que pasasen los demás, dominando la escena desde la altura, observando a los parroquianos con abierta desconfianza. Conocía esos lugares y nada bueno podía salir de allí; sin embargo no pensaba dejar que una dama fuera sola, su escolta y Pratín no contaban a ojos de Eugenio. 

También era cierto que dudaba que fueran a tener problemas, sabía la estampa que lucía y que pocos de los presentes sería tan insensato de intentar alguna estupidez: botas de montar altas, los pantalones de oficio y una camisa blanca sobre la cual la casaca de faena, azul con repujados en verde y grana. Si bien quedaban ocultos por la pesada capa castellana con la que se cubría del frío de Londres y que también le valía para esconder, en parte, el sable de caballería que siempre portaba en la cadera con el tahalí bien engrasado.

No pudo evitar una leve sonrisa bajo el mostacho a pesar del potencial peligro, o más bien debido a él. La noche prometía interesante.

Notas de juego

No tengo intención de que nadie acabe en el Támesis flotando boca abajo.

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18/11/2014, 15:47
Lady Nemain FireStar

Nemain nunca había estado en un lugar de semejante ralea, y por tanto todo le resultaba nuevo e interesante. Pullman se estaba poniendo nervioso, y eso hacía las cosas aún más divertidas... un guardaespaldas entretenimiento, ¿podía haber algo más delicioso?. Cuando Eugenio la dejó pasar dentro del local  -el hierro de su sable provocándole una irritante incomodidad-, lanzó una mirada inquisitiva a la concurrencia.

Iba vestida con -para ella- un modesto y recatado vestido amarillo dorado, de seda. Como una nota de color discordante en el universo, no sólo su vestido era de ese amarillo imposible de ignorar, sino también el abanico, el parasol con rosas bordadas y el bolso.

¿Qué podría haber encontrado aquí interesante un Príncipe Dragón? Nemain era capaz de responder, aunque jamás lo reconocería en público: la excitación de lo prohibido, de lo inapropiado. La peste del ambiente, el olor a humanidad, a tabaco y a miserias ahogadas en alcohol era algo nuevo para ella. No le resultaba difícil comprender al joven dragón, extasiado por las innovaciones de un mundo tan lejano de su cuna como real.

- Qué lugar más... -pensó en una palabra y finalmente escogió- pintoresco.

Eugenio era un hombre de armas tomar y apostura imponente, pero ella llevaba al cuello razones suficientes como para que alguien pensara que darle una cuchillada al español era un riesgo razonable. Los zafiros amarillos eran gemas gran valor, y los brillantes que los acompañaban tampoco eran una bagatela. Obviamente, ni por un momento a Nemain se le pasó por la cabeza ocultarlos  mientras estuvieran en el puerto.

- Imagino que la etiqueta local sugiere que debamos recompensar al tabernero con una generosa compensación - se giró hacia el español suponiendo que él estaría más versado en estos ambientes. Volvió a mirar a la concurrencia y  frunció la nariz. Después levantó los ojos al techo, tras el cual se escuchaba jaleo, y continuó en susurros-. ¿Tal vez sea ahí donde esté el local de lenocinio? Probablemente las meretrices sí recordarán a un joven tan llamativo como nuestro amigo.

Notas de juego

No tengo intención de que nadie acabe en el Támesis flotando boca abajo.

Qué poco te gusta el riesgo XD. Tranquilo que ya te meto yo en líos.

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18/11/2014, 23:22
Pratín Sukchamroen

Pratín iba vestido con un kimono oscuro, prácticamente negro, de mangas amplias. Su cintura quedaba envuelta por una tela igualmente oscura aunque algo más resistente. Pantalones del mismo color, amplios, que se estrechaban al llegar a unas botas de tela con cordaje que la recorría en zig-zag. A su espalda, llevaba un porta documentos. Una indumentaria que no pasaría desapercibida en aquellos barrios que no tuviesen una población oriental. Al entrar en el local Pratín hizo un rápido escaneo, consciente de que seguramente la primera mirada iría para la dama. Esperaba no tener problemas para pasar por sirviente.

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19/11/2014, 13:21
Tabernero

En casi cualquier otro lugar en Londres, el atuendo de Pratín llamaría la atención, aquí era una mera nota al margen respecto al espectáculo dorado de Nemain, y la mayoría de los clientes habían se habían girado o levantado la vista de sus copas para admirar a la feerica, su porte elegante, su favorecer y cuidado vestido. Sus valiosas joyas.

-¿Se les ofrece algo?-Preguntó el tabernero, probablemente pensando que se les habría roto una rueda del carruaje o algún incidente similar. Estaba claro que no eran el tipo de clientela que solía tener, pero tampoco parecía demasiado impresionado. Quizás ya había visto de todo  en un sitio como ese.

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19/11/2014, 19:32
Lady Nemain FireStar

La falta de reacción excesiva del tabenero no era sino la confirmación de lo que ya suponían: el Príncipe había estado aquí. Alguien extraño había sido un visitante frecuente.

- Sí, gracias. Nos gustaría -Nemain no estaba hecha a la investigación en estos ambientes, así que era probable que cometiera alguna torpeza- intercambiar unas palabras con usted sobre -bajó la voz- un caballero que suele frecuentar este local.

Miró a su alrededor. Atraer miradas podía significar atraer oídos. Quizá pudiera convencerle para hablar en un aparte.

- ¿Tal vez pudiera usted dedicarnos unos discretos minutos de su valioso tiempo?
 

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19/11/2014, 22:26
Tabernero

Impertérrito, el tabernero siguió limpiando vasos y colocándolos en la barra

-No creo que pueda ayudarlos. Tengo una memoria terrible para los nombres. Y para las caras.

-Es cosa de familia, su padre ni lo conoce a él.-Sonó una voz al fondo, seguido de las carcajadas de varios de los parroquianos.

-¡Patt, sólo por eso no vas a oler otra cerveza hasta que pagues la cuenta! ¡Entera!-Gritó el tabernero hacia una de las mesas del fondo-Mire señora, no sé si busca a su marido o su amante, pero si les ha hecho buscarlo aquí, no creo que quiera ser encontrado. Les pongo un licorcito y se marchan, ¿si?

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20/11/2014, 00:11
Thomas Pullman

-Señora, si ya ha visto lo que quería ver, quizás sea hora de volver al coche.-le dijo Pullman a Nemain, no demasiado contento con los ambientes que deseaba frecuentar la señora.

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20/11/2014, 00:17
Lady Nemain FireStar

El beatífico y amable gesto de Nemain se mantuvo hasta ese "no sé si busca a su marido o su amante", momento en que la mujer reaccionó automáticamente abofeteando con todas sus fuerzas al tabernero. Semejante falta de respeto no podía ni debía ser pasada por alto, a pesar de que pudiera afectar a la investigación.

-  Señor Pullman -respondió ácidamente a su guardaespaldas sin apartar la mirada del tabernero-, si no tiene redaños para impedir semejante comentario, al menos cállese.

 

Notas de juego

EN CONSTRUCCIÓN

¿Puedo abofetearle o eso se considera dañarle?

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20/11/2014, 00:29
Pratín Sukchamroen

Pratín se acercó un momento a la barra y le hizo un gesto con la mano al tabernero como para susurrarle algo al oído, esperando que éste accediese. Como siempre, el oriental, parecía calmado.

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20/11/2014, 11:18
Eugenio Arizmendi

Eugenio se acercó a la barra con paso lento y medido, tomando buena cuenta de dónde estaba ubicado todo el mundo, viejos hábitos de veterano. Iba a tomar la palabra pero dejó que Pratín hiciera lo que tuviera que hacer contentándose con que su presencia allí allanase la situación, no tanto por su carisma sino por el potencial violento que destilaba su persona: mirada ceñuda, capa cerrada, andar castrense, mostacho poblado y aplomo de quien se sabe en su ambiente.

Cuando el oriental acabó de decir lo que fuera que hubiera susurrado se dirigió él al camarero. -Un vino.-la mirada taladró al hombre como quien mira una diana-Tinto.-y aguardó paciente tanto su pedido como la respuesta del hombre. Contaba con el apoyo del guardaespaldas de Lady FireStar; si las cosas se ponían feas se encargaría de proteger a la dama mientras que él podría dedicarse a calmar a los parroquianos.

Notas de juego

Vamos a llevarnos todos bien, que sino esto acaba como el rosario de la Aurora. Y luego el papeleo...

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20/11/2014, 20:51
Director

El tabernero sacó una botella de detrás de la barra, le sirvió un vaso a Eugenio y luego se inclinó sobre la barra al lado del tipo oriental, a ver lo que quería ese decirle.

La media docena o así de clientes en el local volvieron a sus cervezas y licores variados, viendo que parecía que el espectáculo tampoco daba mucho más de sí.
 

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20/11/2014, 22:06
Pratín Sukchamroen

Al inclinarse al tabernero, el oriental, menudo y delgado, hizo lo propio y susurró al oído unas palabras.*

-La dama, es extremadamente rica...y generosa. Dos, quizás tres minutos de su tiempo, y podría ser un gran día para usted.** Tras sus palabras, el oriental volvió a su posición inicial para comprobar si la actitud del tabernero había cambiado de algún modo

Notas de juego

* La verdad es que no sé si mis compañeros lo podrían oir. De no ser así, confío en que son jugadores de primera y harán oídos sordos a lo que escribí. ;)

** ¿Sería el caso de sacar unas cartas para carisma o algo así?

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20/11/2014, 23:01
Lady Nemain FireStar

Notas de juego

* La verdad es que no sé si mis compañeros lo podrían oir. De no ser así, confío en que son jugadores de primera y harán oídos sordos a lo que escribí. ;)

Liante! XDD

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25/11/2014, 13:17
Director

Notas de juego

Carisma Bueno+A de Corazones

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25/11/2014, 13:19
Tabernero

El tabernero miró a Nemain, dubitativo. Parecía rica, de eso no había duda. Pero normalmente los ricos no llegaban a ese estado desprendiéndose con facilidad de su dinero. ¿Parecía también dispuesta a pagar por lo que quería?

-¿Cómo de generosa?-Le susurró.

Notas de juego

Juega por Carisma
La verdad es que no sé si mis compañeros lo podrían oir. De no ser así, confío en que son jugadores de primera y harán oídos sordos a lo que escribí. ;)

Como prefieras, los parroquianos están lo bastante lejos, comparados con tus compañeros, que puedes apañarte para que lo oigan sólo ellos sin que lo oigan los clientes.

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25/11/2014, 20:53
Pratín Sukchamroen

Pratín ladeó ligeramente la cabeza encogiéndose de hombros. -Bueno, supongo que eso depende en cierta medida de lo que pueda contarle a la dama. Usted ya sabe cómo funciona esto...yo lo sé, y la dama lo sabe, probablemente igual de bien, o mejor que nosotros. Pero en cualquier caso, seguro que al menos una buena propina por las molestias y distraerle de sus quehaceres.- El asiático desvió la vista hacia Lady FireStar. -¿por qué no va a ver a la dama y charla con ella? Estoy convencido de que podrán llegar a un acuerdo...-

Notas de juego

-Sí, prefiero que pueda ser escuchado por mis compañeros.
-Cartas: Rey de corazones+10 de corazones+carisma normal=27

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25/11/2014, 23:45
Tabernero

Entre la desconfianza y la codicia, el tabernero sólo lo dudó un momento.

-Dentro de cinco minutos, en el callejón de atrás. La propina por adelantado.

Notas de juego

Por ahora no os digo el resultado.

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26/11/2014, 09:47
Eugenio Arizmendi

Eugenio escuchó la conversación de Pratín con el tabernero. No le hacía ni pizca de gracia que el catayano estuviera decidiendo alegremente qué tendría que hacer la señorita FireStar. Que incluyera callejones y poca luz no ayudaban precisamente a mejorar su gesto. 

Sin embargo, en su experiencia, sería peor el remedio que la enfermedad si ahora desautorizase a su compañero, por lo que se acabó el vino -infame por otra parte- echando vistazos de reojo hacia la puerta. Atento por si alguno de los parroquianos estuviera conchabado con el posadero y les fueran a meter en una encerrona; si bien aquello no le atemorizaba a él prefería que no ocurriera nada que pudiera implicar que una dama se viera expuesta al peligro.

Pagó la cantidad establecida pero no pudo evitar dirigirse con frialdad al tabernero-Si sigues sirviendo vinagre diciendo que es vino aquí puede acabar habiendo problemas-sabía que aquellos anglicanos herejes eran más amigos de ese pis de asno que llamaban cerveza y de vinos dulces, pero esperaba algo mejor en el puerto.

Notas de juego

Percepción para andar ojo avizor desde ahora hasta que salgamos. ¿Ven algo mis ojos de navarro?

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27/11/2014, 19:48
Tabernero

Algunos de los clientes de la taberna miraron curiosos el intercambio entre Pratín y el tabernero, a pesar de que, siendo entre susurros,  nada podían oir a la distancia a la que estaban; la mayoría de ellos habían vuelto a sus conversaciones y sus cervezas, y si algo tramaban, nadie parecía tener mucha prisa por ponerlo en práctica en ese momento. Los sonidos de arriba llegaron a un punto especialmente álgido, subiendo en volumen y emoción, y poco después unos cuantos empezaron a bajar por las escaleras, bien para tomar una cerveza en la barra o para marcharse, algunos con expresión de mal humor, aunque los más de buen ánimo.

Los cuatro recibieron unas cuantas miradas curiosas de los recién llegados, especialmente Nemain, pero nadie les hizo ninguna pregunta directamente. Aunque no era dificil adivinar lo que algunos le estaban preguntando al tabernero al traerles su pedido.

El callejón detrá de la taberna, como era de esperar en esa zona, donde poco iba a querer nadie gastar dinero en adecentar e iluminar las calles, era oscuro y no demasiado limpio. Probablemente Lady FireStar tuviera que comprarse unos zapatos nuevos después de la aventura de aquella noche. No era más que un paso estrecho entre edificios, con algunas latas para la basura, y donde acababa una escalera de metal que subía hasta el segundo piso de la taberna.

Poco después de los cinco minutos que había dicho, vieron al tabernero salir por una puerta de madera, baja y estrecha. Se acercó a ellos y los saludó con la cabeza.

-Veamos esa generosidad y respondo a lo que quieran.

Notas de juego

Percepción para andar ojo avizor desde ahora hasta que salgamos. ¿Ven algo mis ojos de navarro?

No confiarías tu vida en que los que hay allí sean gente honesta y cumplidora de la ley, pero no ves ningún movimiento especialmente extraño mientras estais dentro.