Partida Rol por web

Por fin tras las últimas compras* partís en vuestra misión hacia la base de los montes Korthos, donde están las cuevas que debéis explorar según os ha dicho el maestro Shaine. Salís de la gran urbe de Absalom hacia el oeste, por la carretera que lleva a Diobel en el otro extremo de la isla de Korthos.

En cuanto salís Janira os detiene un momento y os dice:

- Esta que pasamos ahora es la puerta oeste, en el barrio de su mismo nombre. Ahora avanzaremos por la carretera que es mucho más segura que caminos alternativos más rápidos, pero menos seguros, y tampoco tenemos prisa si mantenemos un buen ritmo de avance. Así que no os quedéis atrás. ¿Veís aquella arboleda de la que surge una torre? Pues es nuestro primer punto de referencia, hacia allí nos dirigimos y haremos el primer descanso. Unas diez millas. Avancemos.

Cuando al fin la reunión termino, Lola junto sus pertenencias, verifico que estuviese todo y siguió detrás a Janira.
Al fin salimos a explorar. Ya me estaba colocando nerviosa. Pensó en ese momento.
Al escuchar las indicaciones de su lider y guía, la joven pícara tomo notas mentales de lo que le habían dicho para luego poder apuntarlo en el libro que le habían entregado una vez que llegaran a su primer punto de descanso.
Al fin vamos a poder estirar las piernas con una buena caminata. Dijo a sus compañeros.

Al salir por la puerta, la comitiva pasa cerca de uno de los barrios más deprimidos de la ciudad, donde Belven se había obligado a dormir en alguna ocasión, cuando su bolsa estaba aún más flaca que de costumbre. Afortunadamente, al cabo de poco dejaron tras de sí aquellas calles de oscuro recuerdo, cruzaron la imponente muralla y salieron al exterior de la ciudad.

Belven se fijó en la pequeña torre que era su objetivo. Bueno, diez millas... aquello tampoco era tanto. Animado ante la perspectiva de llegar pronto, sacó su Diario Pathfinder, un lápiz, churrepeteó la punta y empezó a tomar notas con desigual caligrafía.

Salimos a eso de media mañana para las cuevas. Hace sol y buen día. Vamos a pie.

Satisfecho con sus primeras notas, Belven se guardó su diario y reanudó la marcha.

Con las manos cruzadas en la cabeza seguía al grupo desde atrás, sobretodo fijándose en las dos féminas del mismo, era curioso las diferencias entre ambas, Lola era fibrada y firme Janira delgada y atletica, sin embargo el solo hecho de ser mas pequeña le hacía parecer una niña, se pregunto si se vería diferente siendo mas grande su atención no tardo en pasar de las divagaciones entre las diferentes razas a la flora que bordeaba el camino, observo las hiervas, las flores y  los matojos, entre ellos siempre había algo útil que vender a herbolarios en ese momento se fijo que el guerrero escribía algo en su cuaderno y una sonrisa asomo a sus labios, viendo que la flora no tenía nada de particular se acerco a  Thoroval oye, ¿en que se han centrado tus estudios?

Mientras avanzábamos por el camino, miraba a mi alrededor  trataba de reconocer lo que había alrededor, de pronto Lotto me pregunta sobre mis conocimientos:

- Bueno.. me he tratado de especializar en la magia arcana, pero para ello uno tiene que aprender otras cosa primero.... como idiomas; pues como tu podrás darte cuenta, los libros de conjuros están en muchos idiomas... también uno debe aprender historia, también debes adquirir conocimientos sobre la naturaleza...-le respondí- sin ambergo, todavía tengo mucho que aprender... me siento aún un novato en todo.- le terminé diciendo.

El sol avanza en su tránsito diario hacia el oeste, cada vez está más alto y casi está llegando a su cenit. En ese momento podéis vislumbrar la torre a unos 200 pies. Janira os mira y sonríe:

- Bueno, parece que toca descanso. Y comer algo para continuar el viaje hacia las montañas. ¿Podéis ver que ahora las montañas ya nos dejan ver alguna de sus características más reconocibles?¿Véis allí el pico de la arpía? Aquella zona que parece una mujer con alas y la nariz picuda. Algunos dicen que esa figura cambiará si alguna vez alguien les quita el dominio a las arpías de las zonas altas de las tierras de los Túmulos. Es más, hay quien asegura tener un antepasado que vio dicho cambio, pero, no está documentado y seguro que tan sólo es un cuento de viejos!!

Arpías... a Belven la idea de encontrarse con aquellos bichejos no le hacía ni pizca de gracia, más que nada porque si empezaban a revolotear a su alrededor con malas intenciones lo tendría difícil para sacudirles con su espada.

Espero que no aparezcan por aquí; estaría bien llegar hasta las cavernas sin tener que empezar a pelear antes, ¿no os parece? - dijo con la boca medio llena de pan y algo de queso duro, comida barata, que era lo poco que había podido permitirse comprar. Entre bocado y bocado, el bárbaro echaba rápidos vistazos hacia el cielo, esperando no ver acercarse ninguna arpía de estas.

No sé mucho de las arpias, dicho sea de paso tampoco de los branquiales, pero si Janira dice que no son beligerantes no creo que tengamos que preocuparnos demasiado aunque claro, puedo equivocarme

Finalmente tras llegar a la torre os quedáis a unas yardas de la misma en un buen lugar para descansar y comer algo antes de seguir con el camino.

- ¡Muy bien, chicos! Ahora seguiremos por una zona más inhóspita, entraremos un poco en los bosques de aquí unas horas, cuando el sol esté a punto de empezar a caer pero aún queden varias horas de luz. Luego buscaremos un lugar y haremos noche allí. Así que en pie y prosigamos. ¿Véis allí donde empieza aquella arboleda a varias millas de camino, justo donde la estatua de la arpía posa su ala derecha como indicador?Pues justo allí nos internaremos en el bosque pues el camino sigue hacia Diobel y nosotros debemos desviarnos.

Al llegar a la torre, Lola saca el cuaderno que le regalo Janira y empieza a hacer un boceto de cuando salio de la gran puerta hasta su posición actual. También dibujo la las montañas que se mostraban a lo lejos colocando las referencias que les proporciono su guía. Era cuestión de tiempo para que el cuaderno se completara con dibujos, notas y acotaciones de sus viajes.
Al escuchar las palabras de sus compañeros, la picara no puede evitar observar al cielo en busca de una arpía, pues no las conoce y no le gustaría conocerlas ya que los cuentos que hablan sobre ellas atemorizaban a los pequeños.
Después dice..
- Si quieres ver algo peor que una arpía hazme enojar y veras lo que es bueno. Con un tono serio y una mirada fuerte a sus compañeros.
Luego de unos segundos lanza una carcajada diciendo..
 -No se preocupen, que si me enojo va a ser para la perdición de nuestros enemigos...
Después escucho las palabras de Janira, guardo sus cosas, se coloco la mochila en la espalda y se preparo para seguir caminando.
Estoy lista, cuando quieran...

Belven se alegró al oír el comentario de la chica.

- Bueno, está bien esto de saber que no soy el único del grupo que tiene "mal pronto". Yo, cuando me cabreo, es como si de repente lo viera todo de color rojo y tuviera que destripar a alguien para calmarme - comentó con una sonrisa. - Por suerte esto no me pasa muy a menudo, y estoy aprendiendo a controlarme. Pero que yo también gasto malas pulgas, vaya.

Belven asintió ante la observación de Janira. - Conozco la ruta hacia Niobel, alguna vez he trabajado como guardia de una caravana de comerciantes; pero lo que nos espera tras el desvío, ya no me lo conozco. Esperemos tener un viaje tranquilito, ¿no?

Janira mira al hombretón y sonríe mientras le dice:

- Esperemos, esperemos querido Belven. Y recordad que tener carácter es bueno, pero mal carácter no es lo mismo que carácter. Así que cuenta que tener en consideración a nuestros compañeros y llevarnos bien con ellos puede ser nuestra mejor arma en cualquier situación que nos encontremos.

Seguís el camino sin contratiempos importantes, Janira os explica que es todo aquello que váis viendo y os va señalando puntos de referencia por si queréis memorizar el camino o apuntarlo en vuestro diario. De vez en cuando se detiene y os obliga a apuntar cosas del viaje en el diario que os ha regalado.

Empieza a caer la luz del sol y entonces llegáis al punto indicado por Janira como el desvío hacia el bosque.

- Parece que aquí es, ¿podéis ver ese gran árbol partido de ahí? Se dice que quizá fue el árbol de Aroden y Nethys, que se disputaron con una gran discusión filosófica y que finalmente Pharasma le lanzó un rayo que lo partió en dos mitades iguales una para cada uno y que acabara la ridícula disputa entre los dioses. Otros dicen que es el árbol dónde Nethys ascendió a su divinidad tras pasar el test de la Piedra Estelar, de ahí sus dos caras o mitades, como siempre es representado, fijaros que la parte izquierda parece un poco viva y verde, en cambio la derecha parece muy muerto y desgastado...aunque podría ser por su orientación hacia el fuerte viento del este. No se. ¿Todos listos para internarse en el bosque? Estad muy atentos a cualquier cosa que os parezca extraña.

Belven, obediente, va tomando notas en su bloc. El proceso le obliga a estar muy concentrado, y la parte inferior de su lápiz empieza a estar ligeramente mordisqueada como muestra de esfuerzo.

Montaña con forma de arpía... árbol de dioses... cosas así.

Ante la advertencia de Janira, Belven guarda su libreta y empieza a prestar atención a todo lo que les rodea, atento a posibles peligros o emboscadas.

Adelante, pues.

Después del paseo amenizado por la escueta charla se fijo en el árbol que indicaba Janira acercándose mas para poder saber cual era la causa de su dispar aspecto, empezó examinando el tronco por si el rayo no había partido el arbol exactamente por la mitad, observando el suelo por si la humedad variaba de una zona a otra e incluso observando las sombras por si una mitad recibía menos sol

Tus conocimientos no te permiten descubrir mucho. Parece que la vegetación circundante goza de buena salud, y que efectivamente ese tronco no tiene ni vegetación por encima y parece duro al tacto como fosilizado. Es verdad que la vegetación de la zona del árbol vivo está mejor, pero no sabes por qué.

Al llegar a la derivación, Lola analiza bien el camino para no olvidarselo y cuando tuviese un poco de tiempo anotarlo en su libro al igual que las palabras que dijo su guía.
La condición del árbol le parecía extraña, pues un rayo no podría haberlo partido como lo hizo, si no fuera por la intervención de algún ser mayor. Ademas le llama la atención el camino, pues en uno de los lados parece que abunda la vida mientras en la otra parte escasea.
Ahora solo tenían que entrar y prestar mayor atención de lo normal, pues parecía mas peligroso del que habían transitado anteriormente.
En marcha. Yo estoy preparada. Les dice a sus compañeros.

Venía atento a anotar las instrucciones de nuestra joven guía, anotando además al margen mis impresiones personales; cuando nos explicó lo del árbol, me quedé pensativo un momento.

- si hay algo que he aprendido, es que los mitos y leyendas, siempre tienen algo de verdad...- me dije a mi mismo, mientras lo anotaba y también la historia.

luego cerré el diario y asentí a las últimas palabras de Janira:

-ya estoy listo... vamos...- dije con un aire de solemnidad.