Partida Rol por web

Diablos enemigos invisibles justo lo que faltaba, me empiezo a acercar muy lentamente hacia donde tenían el campamento los dos viajeros, con la guardia en alta, si sirvo de carnada tengo y atacan mis compañeros pueden contraatacar, soy el que mejor armadura tiene.

Templo, ruinas... ¡En fin! Todo depende del ojo con el que se miren las cosas. ¿No creeis? En fin... dijo el gnomo suspirando al darse cuenta de que desaparecía el otro.

A pesar de no verles, no parecen tener muchas ganas de luchar.Dice susurrando a los demás. Y con la varita en mano se dirigió hacia el interior de las ruinas (o templo) sin preocuparse por sus enemigos invisibles. Si no habían atacado ya, era probable que no lo hiciesen.

Los más cercanos al lugar consiguen oír unos murmullos, pero nada más. Mientras, Wiberg se va adelantando y Yandrak entra en las ruinas.

No podía dejar que Yandrak entrase solo, así que me aproximé a la entrada y pasé.

Vamos a explorar esas ruinas. 

Ganzúa se dirigió a sus compañeros. 

Venga no os quedéis atrás.

y comenzó a seguir a Yandrak y Askabal

Y la pregunta ahora que me surge es, ¿a santo de qué hemos venido a este santuario?

Pensadlo bien, aquí no hay nada, hemos visto a esos dos, nos hemos pensado que eran unos terribles enemigos y los pobres solo se han preocupado de esconderse de nosotros. Hemos llegado a estas ruinas, que a juzgar por su aspecto, no dejan de ser exactamente eso, "ruinas".

¿Nuestra misión era llegar a este Santuario? Me parece que no... dice negango con la cabeza y dudando de si habían hecho bien o no con todo aquel viaje.

Adam avanza hasta juntarse con el resto. Aún tiene la cadena en las manos, por si acaso. Se encoje de hombros ante las palabras de Yandrak y da su opinión sobre el asunto.

-Bueno, el santuario aparecía en... ya sabéis dónde. No creo que sea mala idea echar un vistazo por si tiene algo que ver, aunque es probable que apareciese solo como referencia.-Habla en un tono bajo hasta aquí, y entonces alza la voz, intentando que le oigan los invisibles.- No creo que esos valientes aventureros vayan a atacarnos, les superamos en número.

Bien revisemos el lugar y veamos si encontramos lo que venimos a buscar, Wiberg acompaña al resto todavía con espada y escudo en mano, no sabía si era todo una trampa, una pérdida de tiempo o la aventura  de sus vidas.

Al entrar entre las ruinas, no veis nada que no hayáis visto desde fuera. Son unas ruinas circulares de lo que parece fue en antaño una orgullosa estructura de piedra blanca. El interior es una zona empedrada con losas blancas, rodeada por un grueso muro. Hay dispersas columnas, tanto en pie como caídas. Un estrado bajo ocupa el centro del lugar. En la pared, en un nicho, está el fuego encendido de las personas que parece que habéis espantados.

Seguramente habéis espantado a gente que os podía haber dado información privilegiada de la zona.

Ganzúa, qué tal si echas un buen vistazo a la zona para ver si hay algo que se nos pase por alto*. Yo mientras tanto dice haciendo una leve pausa y empezando a mover sus manos con claros movimientos queriendo abarcar todo el santuario, buscaré a mi manera**.

Pero si esto son ruinaaasss... Ganzúa abrió los brazos como queriendo abarcar todo el terreno.

Está bien, echaré un vistazo.

Ganzúa comenzó a husmear por la zona en busca de algo de interés

-Me parece que nos estamos poniendo un poco paranoicos.- Comenta Adam.- Tal vez esos asustadizos cervatillos de ahí fuera no tenían nada que ver con la secta, en cuyo caso a lo mejor habían visto u oído algo de interés. Pero bueno, es tarde para eso.

Mientras Ganzúa y Yandrak examinan el lugar, Adam pasea sin rumbo fijo ni demasiado interés por las ruinas, aprovechando el descanso para echar algún trago de la petaca. En todo momento mantiene la cadena a mano por si ocurre algo.

Me quedo cerca de  por si acaso, todavía no sabemos la verdad del lugar y eso me preocupa, a esta altura ya tendríamos que tener un idea, espero que no sea una búsqueda sin sentido esta que estamos haciendo y que encontremos lo que estamos buscando.

Pues parece que no hay nada de interés por aquí. Deberíamos continuar por el camino que indica el mapa

Exactamente, no hay nada de magia en el lugar, a excepción de la magia de estos dos tipos invisibles. Dijo señalando detrás de él como si supiese el punto exacto donde estaban. Parece que esto ha sido una absoluta pérdida de tiempo, así que lo mejor es que nos marchemos y sigamos nuestro camino. Aquí no parece haber nada de utilidad.

Por si acaso me dediqué a averiguar si había algo que se nos escapase a simple vista.

Adam sonríe cuando Yandrak señala a los invisibles.

-Ya podéis salir cervatillos, ya veis que no mordemos.

Deja su arma en el suelo, aunque mantiene su daga al cinto, y avanza despacio y con las manos en alto hacia la posición que el gnomo ha señalado.

-Nos dirigimos al oeste de aquí y hemos decidido explorar estas ruinas, que pillaban de camino y teníamos razones para pensar que podían pertenecer a un templo. Tal vez un trago de mi petaca y un par de piezas de oro puedan compensar las molestias que os hemos causado.- Aunque no suele portarse de forma diplomática, lo cierto es que han sido algo brutos. Y en el caso de que los dos aventureros tengan que ver con la secta, mejor cazarles con miel.