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La Corte de Toulouse

Trasfondo Histórico

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04/02/2010, 01:01
Director

Lo que hay que saber sobre lo que está ocurriendo en Europa a comienzos del siglo XIII.

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Cortes, Feudos e Intrigas

Los monarcas, señores y príncipes en guerra en la Europa medieval Oscura existen dentro de un complejo sistema de lealtades y juramentos de vasallaje. Aunque muchos de los dominios monárquicos son semejantes a naciones mortales, las cosas son mucho más flexibles noche tras noche.

No todos los príncipes en una región juran vasallaje a un mismo señor o incluso al mismo monarca, por ejemplo. Los siguientes son los dominios monárquicos vampíricos más destacados, pero hay muchos otros extendidos por toda Europa y el resto del mundo conocido.

Los Feudos de la Cruz Negra.

Monarca: Alto señor Hardestadt (Ventrue de 5ª generación)
Vasallos destacados: Herr Jürgen (ventrue de 6ª generación, Magdenburgo), Julia Antasia (Ventrue de 5ª generación, Frankfurt)
Dominios clave: Magdenburgo (y áreas al este), Colonia, Munich, Leipzig y diversos feudos a lo largo del río Rin y los Alpes del norte (principalmente Baviera).

Los Feudos de la Cruz negra han sido durante largo tiempo bastiones del feudalismo Cainita. Aunque vastos bosques (de los que se rumorea que son el hogar de feroces lupinos) separan los feudos, Hardestadt y sus señores mantienen su dominio con mano férrea. A pesar del hecho de que el Sacro Imperio Romano está en declive, sigue siendo próspero. Tampoco escasean los conflictos. Con regularidad predecible, los nobles del Sacro Imperio Romano escaramuzan los unos con los otros y con su emperador, a menudo dejando patente las maquinaciones de la corte de Hardestadt. En los últimos años, el Monarca Negro, como Hardestadt es conocido, ha ordenado a sus vasallos que no se descubran a sí mismos ni su naturaleza entre los mortales, haciendo cumplir el silencio de la sangre con la amenaza de la muerte definitiva. Esta proclama a causado que varios cainitas abandonen las ciudades bajo la bandera de la Cruz Negra, pero aquellos que han permanecido han descubierto que el secreto funciona mejor que el control abierto.

Aunque la corte está firmemente en manos de Hardestadt, Herr Jürgen destaca como el más influyente de sus señores. Sus recientes incursiones en el este (trasladando su corte a Magdenburgo) y sus frecuentes choques con los Vaividas Tzimisce le han convertido a él y sus vasallos en el centro de atención.

Utilizando sus lazos con los Caballeros Teutónicos y la Orden Livonia, se ha embarcado en una campaña para ganar el este a los Demonios. Jürgen sufrió un revés hace cinco años, cuando se vio forzado a retirarse después de la Batalla de Tuzföld en Transilvania contra el Vaivoda Rustovitch. Sin embargo, la llegada de la Cainita bizantina Myca Vykos, ahora un señor bajo el Dracon, limitó la victoria de Rustovitch e hizo terminar el primer choque Ventrue – Tzimiace en tablas.

En la actualidad, los Feudos de la Cruz Negra afrontan numerosos problemas. Los conflictos entre Roma y el sacro Imperio Romano continúan llevando a enfrentamientos entre Hardestadt y los señores Lasombra de Italia.
Al este, Jürgen está avanzando con sus fuerzan en las tierras paganas de Prusia y Livonia, enfrentándose a los Tzimisce y a otros enemigos. Además, la progenie Húngara de los Ventrue conocida como los Arpad ha mantenido tercamente su independencia de la Cruz Negra y tienen sus propios planes en marcha en Transilvana. Bohemia es también una causa de preocupación pues Sarga, un antiguo Tzimisce de gran poder, se mueve en la sombra para avanzar el oeste de Alemania.

Las Baronias de Avalon.

Monarca: Mitras (Ventrue de la 4ª generación, Príncipe de Londres)
Vasallos destacados: Barón Stephen (Ventrue de 5ª generación, Lincoln), Baron John (Ventrue de la 6ª generación, cork), Arzobispo Adrian (Toreador de 8ª generación, Canterbury), Barón Nathaniel (Bujah de 6ª generación, Carlisle), Barón Gerard le Vieux (Toreador de 8ª generación, Burdeos)
Dominios clave: Grandes extensiones de Inglaterra, partes de Escocia y el Ducado de Aquitania.

La isla de Britania está firmemente en manos de Mitras, gobernante de Londres desde las más tempranas noches de los romanos y divinidad de su propia religión (habiendo usurpado el papel de una antigua deidad persa). Sin embargo, el dominio de Mitras está organizado de forma algo diferente al de las otras cortes monárquicas.
Aunque el culto a Mitras y su influencia nunca desaparecieron del todo de la noche británica, permaneció en un profundo letargo durante seis siglos hasta que despertó en torno a la conquista normanda de 1066. Para poder restablecer su poder, Mitras llegó a acuerdos con muchos compañeros de clan normandos y otros vampiros influyentes.

Más que súbditos mansos y vasallos, son pequeños señores independientes, que pueden cambiar el destino de la Britania nocturna actuando juntos.
Reconocen a regañadientes las pretensiones de Mitras sobre Inglaterra a cambio de ciertos derechos y concesiones. La principal entre estas es que Mitras no puede levantar ni reunis ejercitos aparte de un pequeño séquito personal ( esto es un intento restringir el popular mito guerrero del que Mitras se ha revestido). Sólo a los barones les está permitido tener tropas oficiales. A cambio, los barones juran, algunos por medio de juramentos de sangre, defender Londres y a Mitras. Aunque podría parecer que pone a Mitras en una posición comprometida, en realidad es una de sus ventajas:
Ningún barón osaría atacar londres por miedo a las represalias de los otros.
Y en los 170 años que han pasado desde entonces, Mitras ha sido capaz de manipular más el sistema para sacar mayor ventaja. Muchas de las baronías mas pequeñas han caído bajo su domino al haberse unido sus barones al culto de Mitras o al haber hecho un juramento de sangre.

Solo un puñado de barones más poderosos se aproxima a Mitras en posición y pueden presentar exigencias al Monarca.

Por derecho, estos poderosos barones deberían ser condes y no duques, pero han renunciado a usar esos títulos dado que los compromisos formales de mitras son con las baronías de Britania.

Mitras es también uno de los pocos monarcas que gobiernan personalmente un dominio, recibiendo a enviados visitantes y manteniendo a raya a sus barones desde su palacio en Londres. Se sabe que ha viajado a Las Cortes del Amor en Francia, y que visita regularmente a sus hermanos Ventrue del Sacro Imperio Romano. Aunque sus enemigos son muchos, Mitras es un monarca popular que está feliz de subirse al carro de la prosperidad y estabilidad de la Inglaterra mortal mientras que otras cortes afrontan cuestiones más acuciantes.

La mayor preocupación de Mitras es el auge de los Tremere y apoya de forma extraoficial a los Tzimisce en la Guerra de la Profecía. Al hacer esto se ha enemistado con Hardestadt y Jürgen y sus planes de expansión al este, y ambas costes se han distanciado.

Aunque los Tremere han cruzado el canal de la mancha, Mitras mantiene una atenta vigilancia y sus barones restringen su influencia en cualquier lugar.
Los problemas dinásticos en Francia e Inglaterra y la pérdida de las posesiones en Normandía han vuelto tensas las relaciones antes cordiales entre Mitras y las Cortes del Amor. La situación es inestable en París empeora aún mas las cosas. La Matriarca de Francia ha establecido lazos más fuertes con Hardestadt, probablemente para consolidar su recuperación de la Gran Corte en París. También quedan baronías que albergan a vampiros druídicos llamados los Lhiannan(contra los cuales Mitras ha lichado durante siglos) y otros tipos de bandidos y enemigos.
Los problemas en Francia y el auge de los forajidos son también la raíz del malestar actual entre barones.

Aunque nadie lo dice en voz alta, algunos( es decir, los barones de Cork y Carlisle) susurran que Mitras se esta debilitando y que lleva a la corte de Avalon a la decadencia. Aunque nadie ha mencionado la palabra rebelión, el ambiente en Londres es tenso. Esta no sería la primera vez que Mitras se ha visto con un intento de golpe de estado, y está preparado.

Las Cortes del Amor.

Monarca: Matriarca Salianna (Toreador de 5ª generación)
Vasallos destacados: Isouda de Blaise (toreador de 5ª generación, Reina de Anjou y Chartres), Hélène La Juste (Toreador de 6ª generación, reina de Campaña), Etienne (Toreador de 6ª generación, Rey de Poitou), Geoffoi du Temple (Ventrue de 5ª generación, Principe de París)
Dominios Clave: Francia occidental.

Mientras que los Feudos de la Cruz Negra personifican la esencia más deura del feudalismo, las Cortes del Amor brillan con pompa y lujo. Como muchas cosas influidas por los artesanos, estas cortes funden lo politico, lo social y lo militar en un todo sin costuras. Las cortes del Amor comenzaron como un movimiento social entre Toreadores de Europa occidental inspirados por los conceptos emergentes de la caballería y sus expresiones más poéticas. En Iberia y en tierra santa, evolucionaron hacia órdenes de caballeros con la guerra contra los enemigos islámicos y la enseñanza del Camino de los Reyes. Sin embargo, en Francia se convirtieron en algo más parecido a puntos de encuentro. Se dio la bienvenida a aquellos interesados en aspectos de la caballería y éstos compitieron por la posición y el favor entre sus anfitriones Artesanos. Aquellos que probaron su valía por medio de la destreza con las armas y en la corte ganaron posición y seguidores. Estos afortunados provenían de muchos clanes, de forma más destacada de los de Alta Sangre, pero también incluían a no pocos Ravnos y Malkavian, e incluso algunos otros.
Sin embargo, tratándose de los Hijos de Caín, nada es puramente un ejercicio de sociedad. Los diversos Príncipes de Francia hallaron que los favores de las Reinas del Amor eran de gran utilidad para proteger y asegurar sus dominios y proseguir sus objetivos. Muy pronto, eses ventajas se convirtieron en un requisito necesario y las Cortes del Amor se han convertido en el más importante eje de intrigas entre los vampiros Franceses. Las reinas se habían convertido en señores de la noche, una posición reafirmada cuando Salianna, su Matriarca, se dio a conocer como la promotora de todo el sistema de sus cortes. Una chiquilla del semi-divinizado Toreador Michael Bizancio, proporcionó el centro de poder definitivo que faltaba y se convirtió en la monarca de la región.

Se rumorea que ha estado activa en Francia durante siglos, pero que se había mantenido en la sombra, quizá al estar en tablas con el Matusalén Ventrue Alexander, que gobernaba París. En efecto, poco después de la aparación de Salianna, los Toreador franceses retiraron su apoya a la así llamada Gran Corte de Alexander, aislándole hasta tal punto que se vió obligado a abandonar París en la década de 1220. Si chiquillo, Geoffroi du Temple, gobierna ahora la ciudad y ha establecido una tensa tregua con la Matriarca.

No obstante, las Cortes del Amor no son inmunes al caos de estos tiempos. La Reina Esclarmone de Tolouse, una vez leal al vasallo de la Matriarca, aprovechó la oportunidad producida por la Cruzada Albigense para romper con las Cortes del Amor y establecer su propio feudo independiente; las vez con apoyo de los Lasombre de Iberia. Salianna ve la Guerra de los Príncipes únicamente como el preludio de un conflicto mucho más devastador en el futuro, y está tratando de hacer un frente comun con el Alto señor Hardestadt y otros. A ese fin, ha enviado embajadores por todo Europa y Ultramar para encontrar prícipes dispuestos a cooperar para evitar más derramamiento de sangre.

El Mar de Sombras.

Monarca: Signore Montano (Lasombra de 4ª generación, la voz de su sire)
Vasallos destacados: Silvestre de Ruiz (Lasombra de 6ª generación, Señor de Iberia), Alfonso de Bizanco (Lasombra de 7ª generación, Príncipe de Constantinopla) Miriam bint Aisha (Lasombra de 8ª generación, Emrr de Al-Andalus), Anastasio el Gallego (Ventrue de 7ª generación, General de la Reconquista)
Dominios clave: La península Iberica, Sicilia, las islas del Mediterraneo y regiones costeras, Bizancio.

Se dice que el progenitor de los Lasombra es el más activo de los de su generación (salvo quizá el usurpador Tremere) y se cree que reside en un castillo de sombras aislado en la costa de Sicilia. Montano, su chiquillo Más antiguo, habla con untorización como uno de los monarcas de la noche Europea, llegando sus tentáculos incluso a Levante, donde su clan se halla sólidamente arraigado. Pero la principal ocupación de Montano parece ser cuidar de su sire, del que de dice que pasa la eternidad contemplando el gran Abismo de Arriman, Súmese a esto la naturaleza ambiciosa de todos los Lasombra y el hecho de que difícilmente pueden evitas que otros clanes y grupos actúen en su territorio Mediterráneo tradicional, y el tal llamado Mar de Sombras es desde luego tempestuoso.

En los últimos siglos, el cisma más grande ha sido la Reconquista en la Sombra, el esfuerzo de los Lasombra cristianos y sus aliados a poner fin al poder musulmán en la península Ibérica, desplazando a sus compañeros de clan musulmanes y sus aliados Assamitas (y otros). Ese esfuerzo no es exclusivamente un asunto Lasombra, los Toreador, Ventrue y otros representan un gran papel en esta lucha, pero se menciona al Castel delle Ombre como la justificación definitiva y el señor de Iberia es el Magíster Silvestre de Ruiz.

Su chiquillo, el Arzobispo Monçada, suma aún más la tendencia cristiana de la corte, haciendo llamamientos a la erradicación de la Herejía Cainita y la expulsión de los musulmanes.

Obviamente, los muchos Lasombras educados en una sociedad musulmana, los cuales llaman a su línea de sangre Qabilat al-Khayad (o Clan de Sombras), no toleran esta política. Ven a Ruiz y a Monçada como sus mayores enemigos y sólo prestan un respeto formal por Montano y su sire. Así que donde una vez la influencia de Sicilia ceñía el Mediterráneo, ahora está principalmente concentrada en Iberia e Italia. Más aún, en Italiana Herejía es muy popular, y muchos otros ven a sus ciudades lo bastante independientes como para fijar condiciones. Hasta el momento, Montano no ha podido o no ha querido reducirlas al orden. Venecia, Génova, Pisa; Milán, Nápoles y Florencia tienen todas señores vampíricos que acatan en teoría al “Viejo Montano” pero que están más que dispuestos a tratar con todos también.

Montano está por encima de todo esto, diciendo que solo es la voz de su padre, y que no está interesado en mezquinas luchas por territorios, o incluso conflictos entre credos. Ruiz está encantado de tomar esa no-interferencia como respaldo, y recabar el prestigio del monarca para su causa. En su mayor parte esto sigue siendo la expulsión de los vampiros musulmanes y de sus rebaños mortales de “su” península. No obstante, un éxito reciente le ha conseguido el vasallaje al príncipe Alfonso de Constantinopla, anteriormente un hereje, que se convirtió en Príncipe después de que la ciudad cayera tras la 4ª Cruzada.

Cuando se vió con la opción de continuar como Obispo hereje de la sociedad (y enfrentándose solo a sus enemigos) o renunciar a su fe para convertirse en un vasallo del monarca de Iberia, Alfonso viola luz de la razón.

Otras Cortes

Las cortes vampíricas de Britania, Francia, Alemania e Iberia son las más representativas de la Guerra de los Príncipes. Son las más claramente feudales y las unidas más estrechamente con los reinos mortales y su suerte. Pero no son las únicas cortes o señores en juego. Algunas de estas son también de naturaleza feudal, otras emplean otros vínculos y descartan por completo a Lexalionis Feudal. Algunas de las más destacadas son:

Las Posesiones Obertus

En otro tiempo una orden exclusiva de Tzimisces Bizantinos y monjes Aparecidos, los Obertus se han extendido por diversas partes de Europa a raíz de la caída de Constantinopla. Actuando en nombre de su monarca oculto, Dracon, los monjes tienen una red de monasterios y contactos diplomáticos en muchos domínios. En Transilvania, el Obertus Myca Vykos ha establecido su dominio sobre partes del Valle de Olt, como un amortiguador entre Hungría y los Cárpatos, pero también hay posesiones en los Balcanes y tan lejanas como Livonia. Aunque los Obertus no sean una fuerza militar poderosa, están enterados de muchos secretos ocultos, y a menudo sirven como enviados diplomáticos para bandos en guerra.

El Vaivodato

Mucho antes del establecimiento de la Lextalionis feudal, los Tzimisce de los Cárpatos gobernaban sobre reinos montañosos y entrevueltos en la niebla. Fundados en el Siglo VII, los vaivodatos aterrorizaron los campos con sus abominaciones inhumanas. Los más estimados y poderosos señores Tzimisce, los oknezi, obtuvieron derechos y privilegios exclusivos a costa del gobernante mortal de la región, allanando el camino para los encarnizados y sangrientos conflictos que han ocurrido en las montañas de Transilvana desde entonces.

Hasta hace poco los vaivodas se contentaban con librar su propias guerras, riñendo unos con otros y solo haciendo alguna correría influyente contra Constantinopla. Sin embargo, la llegada de los Tremere lo cambió todo. Aunque los vaivodas siguen luchando entre sí, ahora tienen a un enemigo común. La Guerra de la Profecía sigue rugiendo hasta esta noche y otras cortes se han visto arrastradas a ella. Por primera vez, los vaivodas están comenzando a mirar más allá de los Cárpatos.

Las Ciudades Estado de Italia

Desde Venecia a Pisa, Milán y Florencia, el sistema de señores se ha roto casi por completo. Aquí, príncipes egocéntricos y poderosos reinan independientemente de señores o monarcas, encantados de hacer gala de su libretad y atrayendo Cainitas de los Altos y Bajos clanes a sus bulliciosas ciudades. Aquí, está emergiendo un nuevo orden cainita, uno que lo tiene más fácil para adaptarse
Al cambiante mundo mortal. Los Cainitas de las ciudades-estado de Italia se ocultan de los mortales, existiendo como benefactores encubiertos de los nacientes gremios, mercaderes y nobles. Tanto las Cortes del Amor como los Feudos de la Cruz Negra lanzan miradas envidiosas a las riquezas de Florencia, Milán y demás.
La temida herejía cainita se esconde dentro de estas ciudades, también, Sólo los antiguos Lasombra del Mar de Sombras pueden ejercer una influencia apreciable aquí en el nombre de los vínculos de clan, pero incluso esta tarea se ve dificultada por la posición de las ciudades.

El Creciente de Medianoche

Tierra Santa y los reinos islámicos del Mediterráneo son tierra incógnita para la mayoría de los Cainitas europeos. Extraños relatos de cainitas bendecidos divinamente y rumores de guaridas de Antediluvianos mantienen a la mayoría de vampiros europeos alejados de de las tierras del Creciente de Medianoche.
Aquellos que hacen el viaje encuentran una tierra que es exótica y fascinante. Aquí, los clanes han desarrollado una estructura social diferente a la de Europa, escondiéndose entre califas y peregrinos. Las relaciones entre los occidentales y sus contrapartidas árabes, los Asirá, son tensas, y un gran abismo separa a compañeros de clan europeos e islámicos.

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Las Ordenes Militantes y Hospitalarias
Las Cruzadas y su mezcla de guerra y religión inspiraron las nuevas órdenes de caballería. De la necesidad combinada de tomar Jerusalén a la fuerza y mantener la fe y la santidad cristiana surgieron grupos adiestrados de guerreros, entregados tanto al rey como a su Dios.

Las Cruzadas y su mezcla de guerra y religión inspiraron las nuevas órdenes de caballería. De la necesidad combinada de tomar Jerusalén a la fuerza y mantener la fe y la santidad cristiana surgieron grupos adiestrados de guerreros, entregados tanto al rey como a su Dios.

Estos propósitos divididos no siempre se unen con facilidad, especialmente ahora, cuando el clero y los cortesanos conspiran y confabulan para conseguir ventajas. Para esgrimir la espada de la caballería, los candidatos deben ser armados caballeros por un monarca, mientras que para pertenecer al clero, deben recibir la confinación del Papa. Por lo tanto, para alzarse sobre la posición de postulantes advenedizos, una orden de futuros héroes de caballería necesita la aprobación de la Iglesia y del estado... y ni siquiera entonces su supervivencia está garantizada. (Diversas órdenes de caballería fueron apadrinadas por diversos monarcas o por la Iglesia y desaparecieron casi de inmediato.) Las órdenes que consiguen proliferar, obtienen poder militar y económico por toda Europa y Tierra Santa.

Generalmente, las órdenes de caballería más prestigiosas de la actualidad son de dos tipos: las militantes y las hospitalarias. Las primeras tienen un propósito de carácter bélico, mientras que las segundas supuestamente sirven a los enfermos y los débiles. Algunas órdenes combinan los dos aspectos desde el principio, mientras que otras van adoptando papeles distintos de vez en cuando. Diversas órdenes que se iniciaron con el mayor de los principios degeneraron en bandas de mercenarios aprovechados o incluso algo peor, convirtiéndose en poco más que en hordas de asesinos bien equipados.

Caballeros Templarios
Ningún grupo ha llamado más la atención ni ha provocado más controversia en el siglo XII que los Pobres Caballeros del Templo de Salomón, o los Caballeros Templarios. Según sus defensores, la orden personifica la visión completa de la caballería: caballeros como guerreros del Señor, una entidad independiente comprometida con el servicio a Dios. Para los críticos del clero, la orden (al igual que sus rivales) fomenta la insubordinación y la infidelidad a las cortes y los nobles seglares temen que la orden se independice de su control. La vestimenta característica de la orden consiste en un manto blanco con una gran cruz latina de color rojo.

Los orígenes de la orden son oscuros. De hecho, ni siquiera en los registros de la orden consta dónde se estableció. Sobre el año 1118 (aproximadamente), los caballeros franceses Hughes de Payns, Godofredo de Saint Omer y diversos otros hicieron los votos de pobreza, castidad y obediencia ante el Patriarca de Jerusalén y se comprometieron a proteger a los peregrinos de los caminos que llevaban a Tierra Santa. Casi inmediatamente, los Templarios consiguieron el apoyo de escuderos combativos y nobles poderosos. Hughes fue el Conde de Champagne y financió gran parte de los primeros gastos de la orden; Fulk, Conde de Anjou, pronto se unió a él. En 1128, el Concilio de Troyes encomendó a Bernardo de Caraval redactar las reglas de la orden. Bernardo se sumergió en la tarea. Ya era conocido por toda la Cristiandad como miembro influyente de la Orden Cisterciense, un grupo monástico que se esforzaba en reformar la iglesia dentro del armazón de la ortodoxia radical. Los preceptos que elaboró para los Templarios encarnaban el ideal que entonces circulaba sobre la caballería, que afirmaba que era una llamada sagrada. Respaldó estos preceptos con una propaganda extensa; su obra En Alabanza a la Nueva Caballería, que escribió en la década de los 30 del siglo XII, se convirtió en el manifiesto de la cara religiosa de la caballería, pues en él confrontaba la pecaminosa indulgencia de los caballeros seglares con la valerosa y devota pureza de los Templarios. En el año 1197, sus reglas continúan estando en vigor.

Las Reglas de los Templarios
Los Templarios renuncian a la propiedad privada. Todos sus bienes pertenecen a la orden y sus superiores pueden reasignar todas las pertenencias materiales como les parezca más apropiado. Los Templarios acatan un rígido código de vestimenta, que prohíbe todo lujo y exquisiteces a favor de unas prendas totalmente blancas, negras o marrones, confeccionadas con telas sencillas. Cada caballero posee un colchón, un petate y una manta. (La regla también hace estipulaciones sobre casos de extremo frío o calor, pero sólo mediante el préstamo temporal de material adicional.) Todos los Templarios que estén en uno de los baluartes de la orden toman juntos sus comidas, acatando el silencio y el decoro monástico. En sus comidas sólo se incluye la carne dos ó tres veces a la semana (y en Navidades, el Día de Todos los Santos, la Asunción y la Festividad de los Doce Apóstoles), y comen de dos en dos para asegurarse de que ningún miembro come mucho o demasiado poco. El señor de cada casa empuña una autoridad casi total sobre sus hermanos: puede asignarles obligaciones específicas, darles o quitarles de todo, desde ropas hasta armas, y permitirles o prohibirles que ofrezcan consejo a otros. Los hermanos que se resisten se enfrentan a las reiteradas advertencias de que el odio hacia un superior va en contra de Dios. Ningún hermano puede poseer un receptáculo cerrado con llave o sellado, y las cartas que recibe son leídas en voz alta, si el señor aprueba el mensaje. Todos los regalos que reciben los hermanos pasan a ser propiedad del hogar y están bajo el control del señor. La prohibición de tener propiedades privadas no impide que los Templarios posean feudos. Es más, pueden poseer y administrar propiedades y criados si ganan la batalla contra los paganos o si estas propiedades permiten que la lucha de los templarios contra los paganos sea más eficaz.

Sus reglas persiguen el objetivo de crear caballeros que no sientan el temor de la muerte en una causa justa, porque conocen con certeza el estado de sus almas y carecen de aquellos enredos mundanos que impiden la osadía. Normalmente, suele funcionar. En Tierra Santa hay menos de 2000 Templarios y en Europa opera un numero similar o menor. Independientemente del número que sean siempre consiguen la victoria, haciendo que los logros de los grandes ejércitos parezcan insignificantes.

Los caballeros pueden hacer un voto de afiliación durante un periodo concreto que puede abarcar años o toda la vida. Muchos se unen a los Templarios durante algunos años y recuerdan todo lo que han aprendido para, después, llevar a cabo profesiones más laicas.

Las Clases de los Templarios
Un señor supervisa cada casa; la mayoría de los miembros son caballeros y están respaldados por una caballería ligera conocida como sargentos. Los campesinos y capellanes no combatientes respaldan a los guerreros. El Gran Maestre de los Caballeros Templarios, actualmente Gilbert Erail, es quien da las órdenes a todos los demás Templarios, y el Senescal y el Mariscal le ayudan. Tradicionalmente, operaban en el exterior de Jerusalén, pero ahora utilizan otros baluartes de Ultramar.

Inmediatamente por debajo de ellos están los oficiales de convento. El Mandatario de la Tierra de Jerusalén mantiene el tesoro de la orden. El Mandatario de la Ciudad de Jerusalén opera en la casa cabildo (o al menos, así fue hasta la conquista de Saladino); y el Mandatario de Acre hace lo mismo en la segunda casa más importante de la orden. El Pañero establece las pautas en el vestuario y el acicalamiento y coordina el abastecimiento de la orden. Los Templarios dividen el resto de sus operaciones en provincias, y cada una de ellas cuenta con un Maestre y un mandatario: Trípoli, Antioquia, Poitiers, Francia, Hungría, Inglaterra, Aragón, Apulia y Portugal.

El Crecimiento de la Orden
En poco tiempo, los señores, reyes y sacerdotes impresionados conceden a la orden una creciente variedad de excepciones a las reglas normales. A mitad del siglo XII, la orden no paga impuestos y disfruta de inmunidad ante toda autoridad, excepto de las órdenes directas del Papa. Ningún príncipe del mundo de la Iglesia puede ordenar a los Templarios que hagan algo: el resto del mundo pregunta a los Templarios; éstos aceptan o no si les parece oportuno. Los miembros de la orden construyen y mantienen castillos por todas las regiones de Tierra Santa que permanecen bajo el control cristiano, desde Cháteau Pélégrin, al sur de Acre, hasta Baghras, al norte de Antioquia. Además, grupos más pequeños de Templarios operan en el exterior de todas las ciudades controladas por los cruzados, escoltando a los viajeros por los caminos y patrullando las fronteras en busca de oportunidades de atacar a los Sarracenos intrusos. La doctrina de los Templarios anima a sus miembros a ser los primeros en avanzar y los últimos en retirarse, lo que significa que muchos Templarios mueren en aquellas batallas en las que otros hubieran huido o que, en todo caso, hubieran evitado. Estas muertes heroicas sólo inspiran más apoyo y admiración, pues la caballería hace poco énfasis en el egoísmo cuidadosamente calculado: los Templarios aquello que el resto de los caballeros no se atreven a hacer.

Los caballeros que sienten que sus vidas son bastante menos que santas, donan tierras y bienes a la orden como una forma de expiación; los mercaderes que desean demostrar la magnitud de su éxito le hacen valiosos presentes; los campesinos que desean mostrar su agradecimiento y ofrecer su apoyo a la causa justa hacen pequeñas donaciones. Todas las clases sociales de Europa contribuyen a las arcas de los Templarios, y estas donaciones han permitido edificar una de las fuerzas beligerantes más efectivas de la Cristiandad. Aunque los Templarios continúan vistiéndose según el estándar de pobreza, los maestres y mandatarios son figuras elegantes y que visten a la moda en las cortes de todo el continente. Durante las cruzadas, los Templarios suelen enfrentarse a los líderes de los ejércitos cruzados. Por orden del Papa, los Templarios deben someterse al liderazgo de los cruzados, pero la antipatía es demasiado fuerte en ambas direcciones. Los Templarios se sienten molestos porque su íntima familiaridad con el terreno y el enemigo pasan inadvertidas, mientras que los cruzados consideran que los Templarios son unos fanáticos y carecen de sensibilidad estratégica. Las afirmaciones de ambos encierran mucha verdad, lo que sólo hace que las cosas empeoren, Los Templarios tienden a brillar con más fuerza entre una cruzada y otra, cuando pueden trabajar por sí solos o con la colaboración de pequeñas fuerzas seleccionadas.

Condiciones Actuales
Aunque los Templarios mantienen extensas posesiones y cuentan con gran apoyo en Europa, en el centro de la orden, en Tierra Santa, reina el caos. En los años 70 y 80 del siglo XII, la conquista de Jerusalén de Saladino y de cada centímetro de Ultramar despojaron a la orden de sus posesiones más importantes, incluido el propio Templo de Salomón. La caída de Jerusalén llegó después de la catastrófica derrota en los Cuernos de Hattin, cuando los consejos tácticos de los Templarios y los Hospitalarios dejaron a los cristianos en una posición insostenible. Ambas órdenes pagaron un fuerte precio cuando Saladino ejecutó a 200 de los suyos. Tal y como dijo el líder de los Sarracenos: “Éstos, más que todos los demás Francos, destruyeron la religión árabe y nos asesinaron”.

La Tercera Cruzada consiguió traer cierta prosperidad al recuperar Acre y otras zonas y al emerger un liderazgo Templario más razonable, En 1197, la orden recuperó gran parte de su prestigio, pero continuó permaneciendo ajena a su verdadero propósito: Jerusalén. Como el ímpetu para volver a capturar la Ciudad Santa estaba cada vez más enfocado hacia la política y los conflictos cristianos internos, las atenciones de la orden se centraron cada vez más en Europa y en los asuntos de financiación.

Templarios y Busqueda de Riquezas
Poco después de ser fundada, la orden empezó a implicarse en el préstamo de dinero; el primero, en 1135, se lo concedió a un futuro peregrino a Tierra Santa a cambio del derecho de controlar sus propiedades mientras éste se ausentaba. Durante el siglo XII, los activos de la orden crecieron y diversos maestres y mandatarios tomaron la iniciativa de beneficiarse de esa riqueza. Financiaban los gastos de viajes, ayudaban a los aliados en diversos tipos de necesidad y ofrecían sus servicios como árbitros y representantes. Inevitablemente, se involucraron en asuntos laicos, a menudo en detrimento de la reputación de la orden local. El mayor activo de la orden es su reputación de pureza y devoción; los préstamos perjudican su imagen.

En el mundo del Medievo Oscuro, el compromiso de la orden para las aplicaciones financieras se debate acaloradamente. Algunos de los líderes de la orden están seguros de que pueden realizar los asuntos seglares sin apartarse del camino de la misión de la orden, mientras que otros sienten con la misma fuerza que los maestres no son más libres de la corrupción que otros hermanos. El dinero hace que resulte más sencillo conseguir diversos objetivos deseables: mejor equipo, reservas de suministros extra para las fortalezas de Tierra Santa en caso de asedio, un transporte, de más confianza, etc. El dinero también llama la atención de aquellos que trabajan con él.

Afirman que aunque los regalos no paren de llover a cántaros, seguramente habrá alguna preocupación en el futuro. Paso a paso, los administradores financieros de la orden se centran cada vez más en lo que sería bueno para las inversiones de la orden en vez de en servir a los propósitos de la orden.

Los personajes que pertenecen a la orden pueden (y deben) tomar parte en este debate. No es demasiado tarde para que los miembros de la orden decidan restringir su implicación en los asuntos mundanos, asignando a algunos hermanos que manejen los fondos necesarios y pasen el resto a los beneficiarios no Templarios. Durante toda la vida de la orden hubo muchas voces que exigían la reforma y, aunque en la historia no recibieron respuesta, no debéis negarles a los personajes la oportunidad de ayudar a establecer esta diferencia.

Templarios Cainitas
Ningún Cainita puede realizar las obligaciones caballerescas de los Templarios. Ningún vampiro puede asistir a los servicios diarios de una Iglesia o trabajar como miembro de una unidad militar que libra la mayoría de las batallas durante el día. Es más, los Templarios poseen muchos más creyentes con Verdadera Fe que un grupo de tamaño similar de cruzados o uno mucho mayor de población.

Tratar con la Verdadera Fe presenta enormes problemas. Muchos Cainitas desean sinceramente adoptar los objetivos de la orden y conseguir alguna chispa de favor divino. Un vampiro puede desear proteger a los peregrinos y rechazar las fuerzas del Islam con tanta sinceridad como cualquier mortal; sin embargo, algunos de sus compañeros caballeros y diversos Templarios repelen incluso al vampiro cruzado más ardiente. Algunos Cainitas que en el futuro serán Templarios se hacen cínicos e intentan corromper a los hermanos de una casa particular para eliminar el aura de fe.

Otros Cainitas buscan (conscientemente o no) casas en las que la fe sea fuerte pero no demasiado, intentando encontrar algo intermedio entre la fe que real- mente transforma al mundo y el escepticismo oportunista. Este terreno es más pequeño en el movimiento Templario que en cualquier otro lugar, pero no es imposible de encontrar.

La Ley de los Templarios establece provisiones para que los caballeros heridos y enfermos sirvan en cualquier medida que les permita su discapacidad. Los Templarios tienen alguna experiencia con las maldiciones (véase más adelante) y no rechazan a los caballeros que, por otro lado, son útiles miembros de la orden. Por eso, aunque un Cainita no pueda actuar como miembro regular de la orden, puede adoptar un papel de apoyo: trabajar como comisario, como mensajero o realizar cualquier otra función que no implique cabalgar en la batalla durante el día. Siempre será el segundo mejor ante los ojos de otros Templarios, pero pese a todo, seguirá pareciendo útil.

Los Templarios y los poderes secretos
Los Templarios se encuentran con más seres sobrenaturales que la mayoría de los mortales del medioevo Oscuro. El papel prominente de la orden en las cruzadas la convierte en el objetivo de todo aquel que desea que las cruzadas fracasen, incluyendo vampiros, hombres lobo y magos. Los Templarios no suelen distinguir ni clasificar los monstruos con los que tropiezan, y los engloban como seres de "la prole del Diablo".

Algunos Templarios se especializan en detectar y destruir a las criaturas que frecuentan la noche (y el día) como una parte secreta de la misión de su orden. Los caza-diablos Templarios suelen moverse en grupos pequeños bajo historias tapadera que han sido autorizadas por los niveles superiores de la orden.

Los Cainitas devotos pueden unirse a estas cacerías, y en ocasiones lo hacen. Una buena historia sobre una maldición del diablo u otra desgracia (si es necesario, combinada con la Dominación) permite que un Cainita ponga en práctica su conocimiento de la existencia vampírica para localizar a vampiros que son hostiles con la orden. El vampiro puede o no tener una compresión especial de las circunstancias de otros monstruos, pero la velocidad preternatural, la fuerza y otros poderes son muy convenientes cuando los caza-monstruos están cerca de su presa. Con las Disciplinas correctas, los Cainitas Templarios pueden llegar a lugares inalcanzables por los humanos o tratar con la oposición de un modo que ningún mortal puede conseguir. La orden observa con aprobación a todos estos guerreros secretos y los recompensa generosamente por el trabajo bien hecho.

Entre los enemigos sobrenaturales de la orden, los magos musulmanes son los más problemáticos. La corriente principal de la sociedad musulmana rechaza la magia con tanta vehemencia como la Cristiandad, pero a ambos lados del muro de la creencia, los practicantes de diversas formas de conocimientos arcanos proliferan en las sombras. El tipo de maldición bajo la que puede afirmar estar un Cainita Templario puede ser contundente paran sus hermanos mortales; los magos que se dedican a combatir la orden dominan hechizos que ordenan a la salud, a la suerte e incluso al tiempo. Algunos de los baños de sangre de las ejecuciones en masa de los Templarios van a parar a los rituales del poder oscuro, del mismo modo que algunos nigromantes de la Cristiandad utilizan la sangre de los incrédulos para sus propios fines. Los Cainitas que aprenden la Disciplina de la Taumaturgia (que todavía se está desarrollando) pueden convertirse en formidables activos para los Templarios (aunque posteriormente, la práctica de la magia se convertirá en una eterna de acusación).

Los Clanes y la Orden

Assamitas: Un puñado de Assamitas han trabajado, en diversas ocasiones, encubiertos por la orden, y al menos uno lo sigue haciendo. En general, sirven como hermanos leales y eficaces, mientras esperan el momento de atacar. También contribuyen al empuje para confinar y eliminar Verdadera Fe de la orden, aunque esperan no llamar la atención de otros vampiros al hacerlo.

Brujah: A diversos Brujah, la orden les perturba. Parte de ello se debe al fuerte desagrado que sienten por el insignificante hecho de que los Brujah no inventaron la orden. Cuanto más alejado está un caballero Brujah de la filosofía y la utopía de su clan, más probable es que, como individuo, pueda sentirse atraído por la orden. De este modo, los Brujah Templarios suelen aparecer allí dónde el clan de los Brujah es relativamente débil, especialmente en Italia.

Capadocios: Pocos son los Capadocios que se unen a la orden directamente, pero por Tierra Santa, algunos miembros del clan proporcionan servicios como doctores. En Tierra Santa, el aspecto de los Capadocios realmente les proporciona ciertas ventajas porque, por extraño que parezca, obviamente no son sarracenos. En Europa, donde el enemigo se encuentra muy lejos, los Capadocios son menos aceptados por los Templarios.

Lasombra: Diversos sacerdotes Lasombra atacan la independencia de la orden, temiendo las consecuencias que puede tener una fuerza poderosa que hasta ahora ha estado despojada de la responsabilidad normal. Los caballeros Lasombra suelen preferir servir en los ejércitos existentes y, durante las cruzadas, se enfrentan desagradablemente con la orden. La intervención de los Lasombra contribuye al lento crecimiento de orden en España y Portugal.

Malkavian: Los visionarios Malkavian acuden en bandadas a la orden, sirviéndola como pueden. La visión de Bernardo resuena fuertemente en las mentes de los vampiros que buscan un nuevo acercamiento al problema de la conducta moral en un mundo inmoral. Además, el puro fervor que muchos Templarios dan a su trabajo inspira a los vampiros que buscan algo en lo que obsesionarse... para estas almas trastornadas, cualquier fanatismo es válido.

Ventrue: Ningún clan proporciona más Templarios que los Ventrue; tampoco ningún clan toma una parte más activa en ambos lados del debate sobre el préstamo de dinero. Algunos Ventrue consideran que la inmensa fuerza de la orden radica en la pureza de su enfoque, libre de la corrupción que crea la vida institucional regular, y quieren adoptar cualquier medida necesaria para evitar que la orden se convierta en un racimo de caballeros mundanos. Otros Ventrue consideran que el comercio es una herramienta con la que se pueden menoscabar las instituciones tradicionales enlodadas en el pecado y la decadencia, y consideran que la implicación financiera forma parte de la misión de la orden. Entre los participantes de este debate se incluyen individuos que, en los próximos siglos, serán prominentes en el clan principal y en la antitribu, y ambos bandos evocarán el recuerdo de los Templarios como un experimento que salió mal.
Los Ventrue apenas contribuyen a las innovaciones que hacen los Templarios en contabilidad y administración. Los miembros de este clan suelen proporcionar ejemplos y enseñanzas negativas, nacidos de la experiencia de las muchas cosas que no funcionan cuando se intentan administrar propiedades muy extensas.

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04/02/2010, 01:03
Director

Caballeros Hospitalarios

La Orden del Hospital de San Juan de Jerusalém es la más conocida y duradera de todas las órdenes hospitalarias. A pesar de la angustia que provoca a las autoridades religiosas de Europa, pues no tiene ninguna responsabilidad con ellas, la orden siguen siendo el instrumento que establece la leyenda del cruzado como soldado santo de Cristo que construye el ideal del guerrero espiritualizado.

De hecho, algunos de sus miembros serán canonizados o santificados, como Pedro de Imola y San Gerard. Los miembros son, en su mayoría, franceses e italianos, aunque también hay algunos caballeros españoles. Su símbolo es una cruz de malta blanca sobre negro en tiempos de paz, y sobre rojo en tiempos de guerra. Uno de sus principales baluartes, el Crac Des Chevaliers, es uno de los castillos de los cruzados más grandes y mejor defendidos, y alberga a casi todos aquellos que viajan por Ultramar.

En el año 1142, Guillaume Du Crac donó a la orden este imponente castillo, situado sobre una colina volcánica en Kerak, al sudeste del Mar Muerto. En 1193, la orden lo amplió y lo fortificó, y lo ha defendido con éxito a pesar del decadente destino de los católicos en Tierra Santa. En la actualidad, la fortaleza es tan grande que contiene todo un pueblo en el interior de sus muros, con una iglesia y una capilla, acueductos, aljibes, atrios, establos, animados barrios y grandes pabellones.

NACIMIENTO DE LA ORDEN
El Hospital de San Juan ha existido desde la época de Cristo, pero en aquella época sólo servía como un lugar de curación para los peregrinos. En 1099, Gerard (conocido como el Bendito y quien puso en marcha el hospital) permitió el posterior desarrollo de la orden al ayudar a los cruzados a sitiar la Ciudad Santa.
Los Hospitalarios y otros fieles explican una historia casi milagrosa sobre el cometido de Gerard durante el sitio de 1099. Al oír que la ciudad estaba siendo atacada por los cristianos, se apresuró hacia sus muros y se unió a los defensores de la ciudad... aunque en vez de lanzarles piedras, les tiró barras de pan para rellenar las reservas de los cruzados. Las autoridades musulmanas le arrestaron inmediatamente y lo llevaron, encadenado y a rastras, a la corte, pero los testigos de su crimen se quedaron perplejos cuando las barras de pan que habían guardado como prueba se convirtieron en piedras en cuanto fueron presentadas ante el gobernador. Los Cainitas de Tierra Santa hablan sobre la implicación que tuvieron los Malkavian o los Ravnos en esta transformación, pero como la fe y las simples mentiras son demasiado fuertes en Jerusalén, esta leyenda se puede justificar sin la sangre de Caín.
Los esfuerzos de Gerard le concedieron la gratitud de los cruzados además de sus fuertes contribuciones financieras. Ya sea debido a su influencia personal o al entusiasmo generalizado de Europa por las Cruzadas, la nueva orden consiguió un sorprendente despliegue de propiedades en muy pocos años. En 1114, Gerard recibió una provincia entera en Portugal y poco después, territorios en diversos países de Europa Occidental. Además, durante los primeros años del siglo XII, el poder religioso de la orden se incremento gracias a una serie de aprobaciones y privilegios papales que les conferían tal autoridad que los obispos no pudieron continuar prohibiendo las iglesias Hospitalarias.

Hacia el año 1130, el hospicio/enfermería de Jerusalén era tan grande y próspero que tuvo que contratar mercenarios para proteger a los pacientes de los bandidos. En unos años, el sucesor de Gerard, Raymond Du Puy, militarizó el hospital hasta el punto que participó en el deprimente y fallido ataque de Damasco en 1148 y en la consiguiente captura triunfal de Ascalón en 1153. Los Caballeros Hospitalarios destacaron luchando en ambas batallas. Pronto, estos caballeros se hicieron tan militantes y famosos como los Templarios.

LA REGLA HOSPITALARIA
Los Caballeros Hospitalarios, muchos de los cuales entran en la holgada categoría de "seglares santos", al principio seguían una variante de la Regla de San Agustín, pero han empezado a acatar su propia regla. Raymond du Puy y Roger des Moulins, que fueron unos de los primeros Grandes Maestres de la orden, redactaron una regla exclusiva que, con el tiempo, consiguió la influencia necesaria para ser adoptada por una serie de hospitales religiosos. Una adaptación ligeramente tardía de la regla original divide a los miembros en tres categorías: caballeros (fratres mílites), capellanes (fratres capellini) y sargentos (fratres servientes armigeri). Otros se asocian a la orden como sirvientes de las casas que pertenecen a la orden o para trabajar en sus granjas.
En su forma final, la Regla de los Hospitalarios es similar a la de los Templarios, aunque no tan extrema. Los caballeros y otros miembros de la orden hacen el triple voto de castidad, pobreza y obediencia y no pueden tener pertenencias personales diferentes al pan, al agua y la ropa... y esta última debe ser de baja calidad. Sin embargo, a diferencia de los Templarios, los Caballeros de San Juan han decidido afiliarse con órdenes de hermanas hospitalarias, muchas de las cuales trabajan directamente con pacientes. En ocasiones, se afirma que estas asociaciones apadrinan a mujeres guerreras, aunque estas afirmaciones son negadas vigorosamente por las abadesas y las hermanas de las órdenes implicadas.

IMPLICACIÓN CAINITA
La orden mantiene estrechos vínculos con algunos Toreador. Sin que lo sepa nadie, excepto algunos mortales elegidos, el poderoso Toreador Alfonso des Rosiers apadrina una suborden secreta en el interior de la Orden de los Hospitalarios: Los Caballeros del Sable Rosa. Un grupo de ghouls muy competentes constituyen este círculo interno; están holgadamente vinculados a una Hermandad totalmente vampírica del Sable Rosa que tiene su sede en Flandes. Carel vanden Driessche, actual Maestre de la Hermandad, está llevando a cabo, paciente y silenciosamente, una campaña para unir a ambas fuerzas... aunque hasta ahora ha tenido poco éxito.
Lo que han conseguido los caballeros del Sable Rosa es proteger cuidadosamente a toda la orden de las persecuciones sobrenaturales que realizan los Templarios. Vanden Driessche, político y guerrero experimentado, ha forjado prudentes alianzas con algunos Toreador islámicos y, a través de ellos, con miembros del castillo del visir de los Assamitas. Esto apenas ha conseguido mantener la paz entre musulmanes y Hospitalarios, pero ha ayudado a evitar que los Assamitas más beligerantes centren su atención en la Hermandad o en la orden en su conjunto. Si los Hospitalarios descubren en qué medida han alterado el curso de sus batallas los caballeros secretos que hay entre ellos, es difícil predecir si se mostrarán complacidos o enfurecidos. Los protectores Toreador de la Orden de San Juan temen que otros Cainitas estén interesados por los Hospitalarios. De hecho, en 1158, el talentoso de Puy desapareció misteriosamente de Verona, durante un viaje por Europa en el que fue recibido calurosamente por diversos jefes de estado y agasajado con presentes. Des Rosiers utilizó todos sus recursos para encontrar al Gran Maestre desaparecido, convencido de que la Herejía Cainita respaldada por los Lasombra le había "reclutado", pero jamás le encontró. Dos años después, los humanos de la orden perdieron todas sus esperanzas y nombraron a Auger de Baiben su nuevo Gran Maestre.
Además, últimamente, diversos cristianos que viven cerca del Crac des Chevaliers han afirmado haber visto, durante la noche, a una deforme figura gris por las rocas que rodean al torreón. Muchas más personas están extendiendo este rumor, aunque insinuando que el monstruo se encuentra bajo el control de los Hospitalarios y que no está atacando las defensas de la orden.