Partida Rol por web

Me vi sorprendida por los modos, luego por lo cambiante de su actitud y finalmente porque me arrastró hasta la alcoba para ser vestida por esas dos. Titubeante no pude menos que aceptar que me vistieran, aunque nunca nadie me había ayudado o quizás si pero de eso habían pasado siglos. Cuando terminaron, yo misma me até el cabello, no quería que esas dos me tocaran más, ya de por sí mi piel pálida había sido motivo de sorpresa para ambas, así que cuando estuve lista y me miré al espejo, comprendí que era una locura, que no podíamos ir así a una fiesta, que yo no quería y unos segundos después, agradecía el detalle. En verdad era un vestido bonito y en verdad él se había esforzado. Indiqué a las dos mujeres que podían irse y que lo llamaran a él.

-Finalmente no es tan mala idea ir a esa fiesta, voy a conocer a las personas que Francois conoce y además, es una excelente oportunidad para hacer mis propias amistades.

Me miraba al espejo mientras pensaba en ello y aguardaba a que él entrara. Cada día era más difícil dudar de él o tener más tiento en cuanto a las cosas que le dejaba saber y yo estaba preparada para tratar con humanos pero él era especial o al menos eso creí, me estaba confiando demasiado y por momentos me preguntaba si es que él ya lo sabía y no se atrevía a decirme nada. Necesitaba de alguien que cuidara mi sueño pero no estaba segura de que él pudiera vivir con eso. Quizás esta noche lo descubriría.