Partida Rol por web

La Corte de Toulouse

Preludio de Renné: El nuevo hogar

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27/05/2010, 11:00
Director
Sólo para el director
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31/05/2010, 15:41
Director

Notas de juego

En breve comenzamos...

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02/06/2010, 21:19
François Derbaix

Por fin, llegas a tu destino. Tras un camino largo y difícil, a la par que divertido, subes una loma y divisas al fondo la ciudad de París. Tras continuar un par de horas a lomos de tu caballo, por fin comienzas a dejar atrás las ruinosas casas periféricas de la ciudad, donde los de más baja estofa se amontonan en casas de madera alrededor de pequeñas capillas, buscando refugio cerca de la casa de Dios.

En la última etapa del camino, cogiste prestado un buen corcél de una familia granjera de Montmatre, donde dormiste tras alimentarte a las afueras de una banda de salteadores. Ya saciada y presta para llegar a Paris con las mejores galas, te pusiste uno de los vestidos robados a una dama en una caravana. Con esos y algunas monedas, llegas a Paris a empezar una nueva no-vida.

Con un poco de suerte, tu enemigo no te encontrará entre tanta gente, piensas a medida que te vas acercando a mejores zonas de la ciudad. Las calles ya no son tan estrechas y una pequeña acequia recorre en centro de la embarrada calle para llevar los desechos. Los pocos borrachos y las prostitutas detienen su camino para mirarte, sin duda llamas la atención aunque no quieras. De hecho, a las horas que son es realmente raro ver a una dama bien vestida llegar a caballo, y ademas sola.

De pronto, en un oscuro callejón ves a un hombre apuesto y bien vestido salir de una puerta lateral, donde una mano femenina le despide. Él, con una sonrisa, se despide gentilmente con un toque de su sombrero de ala ancha. Al salir del callejón, los candiles iluminan su blanca piel y sus ojos azules, y te sonrie seductoramente a la vez que inclina levemente la cabeza al pasar a tu lado.

Mademoiselle...

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02/06/2010, 21:54
Renné

La voz me sacó de mis pensamientos, volví a mirarle de pies a cabeza tratando de descubrir algo más en él pero no era el momento; digamos que ya había habido suficientes miradas para esa noche. El clima me agradaba pero la idea de encontrar un lugar donde descansar antes del amanecer, me agradaba más. Hice un gesto con el rostro al hombre y suavemente, anteponiendo la palabra caballero al saludo, le pedí que se acercara.

-Caballero, buenas noches.

Puse mi mejor cara de buena persona, mi mejor actitud y la espalda recta pero la mirada de cansancio. Iba a necesitar ayuda en una ciudad que no conocía, así que aprovechando el propio acercamiento del hombre, tendría que venir de su mano. Sujeté las riendas con fuerza, bastante y el animal relinchó con desagrado.

-Necesito ayuda... Busco un lugar dónde descansar, tuve un problema con mi caravana.

Le sonreí amable, coqueta, casi insinuante y dejé que sopesara lo que acababa de decirle, si me creía o no, algo me daba la impresión de que a pesar de no hacerlo, iba a ayudarme. El caballo se movió nervioso, algo provocado por mí para que aquel hombre no tuviera más remedio que querer ayudarme.

-La perdí, pude escapar pero... Cuento con poco encima, esa es la verdad. Pero, perdón, estoy siendo demasiado comunicativa-nuevamente le sonreí mientras acusaba una falsa vergüenza.

Notas de juego

Wi! :*

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04/06/2010, 20:12
François Derbaix

El hombre te dirige una mirada algo diferente. Sus ojos bien podrían transmitir lujuría, pero su gesto sin duda lo que muestra es curiosidad. Detiene su caballo y lo hace girar, colocándolo perpendicular a ti. Está claro que está mostrando su perfil para que se note su anguloso rostro, a la vez que con la maestría que otorga la experiencia, se pone contra el viento para que éste agite su cuidada melena.

Tras la exposición de la mercancía, vuelve a girar el caballo y lo enfila hacia donde estás tu, para acercarse por tu izquierda. Pero el caballo relincha y parece no querer avanzar cuando está a un par de metros tuyos. Está visiblemente nervioso, y se lo transmite a tu corcel inmediatamente. Ambos se ponen a relinchar, y los dos jinetes tenéis que dedicar un momento a controlarlos. El tipo se aleja un poco, tranqulizándose el animal. Seguramente ese caballo no había estado nunca cerca de un vástago, ya que le ha ocurrido exactamente lo mismo que al principio le ocurrió al tuyo.

Más lejos de lo que él desearía, entabla la conversación.

Buenas noches... La verdad es que no es habitual que una señorita como vos tenga el arrojo y al valentía de aventurarse por la noche en el camino, aún habiendo perdido la caravana en la que viajaba... Sin duda estaréis cansada del camino y querréis dormir. Podría llevaros a una posada que conozco, la comida no es lo buena que pudieráis desear, pero al menos no tendréis que compartir el lecho con las ratas... Y conozco a una camarera, por lo que no habría problemas por daros alojamiento tan tarde. Aunque sin duda ayudaría saber el nombre de tan bella señorita...

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13/06/2010, 03:14
Renné

Una sonrisa se dibujó en mi rostro, al menos era un hombre guapo e interesante, con una melena bien cuidada lo que hablaba de su vanidad y el porte que poseía, sin duda, llamaría la atención de cualquier mujer y él lo sabía. Lo miré fijamente a los ojos, no sabía si era suerte o simplemente una buena oportunidad.

-No olvidaría nunca un favor así-bajé la mirada con cierto grado de provocación.-Y sin duda obtendrá mi nombre, aunque de la tierra de la que vengo, los caballeros suelen presentarse primero...-esbocé una sonrisa, un tanto fría pero sólo para él.-Renné Constantino, ese es mi nombre y espero que no lo olvidé pero que tampoco lo recuerde sólo por ser algo extraña mi llegada a la ciudad...

El caballo seguía levemente molesto pero con las riendas bien sujetas, se movía lo justo. Esperaba que el caballo de él se tranquilizara pronto porque no me gustaba nada su actitud. Volví a mirar a los ojos de aquel hombre, en busca de su nombre y pensando en qué tan amigo sería de la mesera. Podría incluso contarle toda una historia, eso me agradaba pero aún faltaba que él lo deseara.

-No temo a las ratas, ni a otros bicho, mi señor pero ciertamente no me gustaría compartir mi lecho con... En realidad, lo que más me gustaría es comprar una casa en las afueras de la ciudad...-dije en voz alta al final sin darme cuenta.

Notas de juego

Perdón!!! :'(

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14/06/2010, 15:44
François Derbaix

El hombre se yergue sobre la montura cuando le indicas su grosería al no presentarse. Parece que un rubor le sube a la cara, poniéndose algo rojo debido a la vergüenza.

Mademoiselle, os pido disculpas por tamaña grosería, no era mi intención ofenderos. Seréis consciente de lo nebulosa que queda mi alma con la visión de vuestro esbelto rostro. Mi nombre es François Derbaix, ciudadano de Paris a temporadas. Es un placer conoceros, y tengáis por seguro que vuestro nombre se me ha quedado grabado a fuego en mi ánima. Y si me lo permitís, me complacerá añadir a esta primera imagen de vos otras en situaciones más… relajadas.

Cuando continúas, descubres de nuevo esa mirada inquisitiva y curiosa.

Por vuestro acento diríase que no sois de aquí. Sois valiente, sin duda, aunque debéis saber que las ratas no son tan malas como compañeras… hay alimañas peores que querrían introducirse en vuestra alcoba si os descuidáis. Creo que vuestros deseos podrían cumplirse, aunque debo haceros saber que las haciendas en los campos exteriores son cosas de la nobleza, y ésta se lo pondrá difícil a una extranjera. Pero esas preocupaciones podrán esperar hasta mañana, pues la noche es cerrada y el frío recorre las calles sin descanso. Si me lo permitís, os acompañaré hasta la posada… si ése es vuestro deseo.

El hombre finaliza la frase con un brillo en los ojos, y en un acto inconsciente, se pasa la lengua por la comisura de los labios. Sin duda, está impaciente por algo. ¿Deseo carnal, tal vez?

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14/06/2010, 17:31
Renné

-Debo aceptar, dos cosas-dije haciendo que mi caballo se acercara de nuevo al suyo, no me gustaba tener que hablar tan fuerte.-Tenéis un nombre muy interesante y sois terriblemente encantador. Lo de vuestra inteligencia lo voy a dejar para más adelante.

Miré a su caballo a los ojos un instante y luego a él, esperaba que no volviera a encabritarse porque me agradaba cabalgar así.

-Ciertamente no soy de por aquí, es la primera vez que estoy en París... Y supongo que las cosas para un extranjero, además mujer, deben ser muy difíciles pero si uno se hace de buenos amigos...-lo miré fijamente, la palabra llevaba dobles intenciones, quizás como aquellos gestos que lograba ver mientras avanzábamos en la penumbrosa calle.-Y me obligáis a preguntaros muchas cosas... ¿Sois un noble acaso? ¿Casado? Imagino que lo segundo no o vuestro galanteo estaría muy fuera de lugar y me decepcionaría mucho. No temo a las ratas, ni a ninguna otra alimaña, vos mismo lo habéis dicho: soy muy valiente. El problema está en saber cuándo detenerse...-le sonreí con descarado coqueteo.-¿Y bien? ¿Sois el hombre que ayudará a una extranjera desvalida y recién llegada a la ciudad?

Detuve mi montura y aguardé por su respuesta con suma paciencia, su juego era interesante.

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16/06/2010, 19:12
François Derbaix

El joven se hace el ofendido, en un gesto claramente seductor, ante tu comentario sobre su inteligencia. Sonríe después, aceptando la pulla como un juego.

Sin duda, tener amigos influye, claro está. Y estoy seguro de que vuestra belleza hará que eso no sea un problema. Y si alguien os pudiera introducir en alguna fiesta y presentaros en sociedad, tanto mejor.

Hace una pausa, haciendo que lo último que ha dicho gane peso.

Si, soy un joven noble de esta hermosa ciudad. Y no, no tengo esposa… aún. Quieren desposarme, pero aún no lo han conseguido. Quizá es que soy muy exigente… o que aún no he encontrado mujer que aprisione mi corazón, ya me entendéis…

Ante tu última frase, él se yergue en la silla y hace una reverencia lo más galante que el equilibrio sobre los estribos le permite.

Por supuesto, si me lo permitís será todo un honor ayudaros a entrar en la vida cortesana de esta ciudad. Aún a riesgo de un nuevo desliz, pero con la esperanza puesta en mi honor como caballero, le ruego me permita acompañaros a mis propiedades. Aunque no estén a la altura del palacio real, seguro que mejor servicio que la posada os harán. Pero no quisiera ofenderos, y si lo deseáis por supuesto me aseguraré de que en la posada no os falte de nada.

François termina la reverencia con un brillo de esperanza en los ojos…

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16/06/2010, 21:26
Renné

-La verdad...-dije ante sus palabras.-Preferiría mil veces aceptar vuestra invitación antes que terminar en una posada donde seguramente las maledicencias estarán a la orden del día, así que... Monsieur Derbaix, agradezco de antemano vuestra hospitalidad y con gusto os acompaño.

El hombre era interesante, sin duda si intentaba algo como hacerme daño, se iba a llevar una sorpresa pero por el momento me interesaba confiar en él, además, debía reconocer que su encanto era atrayente y de un gusto exquisito.

-Estoy rendida y un buen lecho tibio me reanimará por sobre todas las cosas...-dije un poco como provocándolo;-espero no causaros ningún problema y ahora, sé que no es mi asunto pero es tarde para mí y aunque vos seáis de aquí, también lo es. ¿Visitabais acaso a una de esas mujeres que quieren casaros? ¿O debería decir cazaros?

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23/06/2010, 17:22
François Derbaix

Ante tu comentario, solo una risa queda sale de la boca del apuesto joven.

Vos no me causáis ningún problema. Y si así fuera, no dudéis que me encantan los problemas provocados por la belleza, cosa que no hay ninguna duda que os sobra, mademoiselle. Es un placer para mi alojaros en mi humilde morada, y ofreceros todo lo que esté a mi alcance.

Tras esto, echa un vistazo por encima del hombro, hacia el callejón de donde salía justo en el momento de vuestro encuentro.

En cuanto a esas señoritas, no estoy muy seguro de quién caza a quién. - de nuevo esa traviesa sonrisa, con los oyuelos a ambos lados de los carnosos labios, demuestra que le divierten mucho sus salidas nocturnas. - Digamos que nos divertimos juntos, y eso es suficiente aliciente para que la aburrida vida de un noble se endulce un poco. ¿No creéis?

Pero bueno, dejemos de hablar de mi. ¿De donde venis? No logro identificar ese acento...

Seguis avanzando por la calle hasta dar a una de las váis principales de Paris, hecho que se evidencia por el ancho de la calle, que permite el paso de dos carros grandes. Después, otra callejuela aún más estrecha os recibe completamente a oscuras, aunque al fondo se adivinan dos faroles en una casa menos destartalada que otras. Una pequeña empalizada a ambos lados de la casa parece indicar que tiene un pequeño jardín, aunque al acercaros ves que una de las empalizadas posee un portón por el que podría entrar un carro. Efectivamente, François se dirige allí, os introducis y el camino da a un pequeño establo.

Bienvenida a mi hogar. No es mucho, pero mi familia pasa poco tiempo aquí y solo yo me preocupo de mantenerla. Pero al menos tengo un techo bajo el que dormir cada noche...

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23/06/2010, 19:15
Renné

Cazaba o se divertía, finalmente era la misma cosa y a mí me agradaba que fuera así. Siempre hay un punto en el que no ser el cazador es agradable claro, que uno siempre tiene que delimitar el área de movimiento de la otra persona. Sonreí ante sus galanteos, ya podía darme por enterada de que él conquistaba así, con aquella sonrisa, con aquellas galantes palabras, no habría mujer humana que se resistiera a ello. Lo seguí en silencio, sopesando los datos que acababa de darme hasta que entramos en el establo, entonces me quedé un instante montada, pensando en responderle pero jugando un poco con los tiempos para finalmente responder.

-Hace mucho tiempo, tanto que no recuerdo, solía ser de Constantinopla casi una princesa pero apuesto...,-sonreí desmontando con grácil movimiento y acercándome a él.-Apuesto que eso os causaría risa si asegurara que esto ha sido así... He vivido un Alemania, en Italia e incluso en Hungría... Os gustaría, estoy casi segura de ello. Mi acento puede ser cualquiera, cuando reconozcáis mi esencia, aprenderéis a reconocer mi acento, milord.

Observé todo al nuestro alrededor, no quería perderme detalle alguno porque no sabía exactamente cuándo iba a ser necesario utilizar aquellos datos y esperé a ser guiada por él, no quería parecer una intrusa o no más de lo que ya parecía.

-Me parece que tener un techo en estos días es una bendición... Si, eso, una bendición. Y el hecho de que vuestra familia venga poco, también lo es...-dejé escapar una sonrisa, si hubiera podido, habría pretendido sonrojarme pero estaba de más, sólo lo miré a los ojos continuando con el descarado coqueteo pero intentando disfrazarlo.-Lo siento, de donde vengo a veces hablamos de más y no sabemos cuándo cerrar la boca.

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28/06/2010, 19:37
François Derbaix

François te mirabna sin pestañear. A la luz de un solo lejano farol que se filtraba por los tablones del establo, sus ojos brillan cuando le prometes que algún día probarás su esencia... Absorto en sus pensamientos, te mira con la boca medio abierta, casi sin respirar.

Cuando se da cuenta, carraspea, pero vuelva a quedarse aún más anonadado cuando te alegras de que su familia no visitase Paris en mucho tiempo.

El relinchar de los caballos es lo que le saca de su sopor, y se retira unos centímetros de ti, mesándose el cabello. Pero no te quita la vista de encima...

De repente, notas como te coge de la mano, en un gesto delicado pero firme, para llevarte al interior de la casa. Subis unos peldaños hacia una puerta lateral. François abre la puerta y te invita a pasar.

Mademoiselle...

La lúgubre estancia se revela como la cocina, que aunque no esté excesivamente limpia, se nota que una mujer se encarga de que esté todo en orden. El joven se acerca a un candil y lo enciende con una ramita encendedora, iluminando un poco la estancia. Otra puerta en el otro extremo por el que habéis entrado da hacia un recibidor, donde se desdibuja en la oscuridad una escalinata hacia el piso superior delimitada por sendas balaustradas.

Seáis bienvenida a mi humilde hogar. Por favor, os ruego no dudéis en informarme de cualquier cosa que necesitéis o que no os guste. Os acompañaré a vuestra habitación, donde podréis dormir plácidamente hasta cuando gustéis. Daré orden a Brigitte que no os moleste bajo ningún concepto.

Seguidamente se dirige hacia la escalera que habías discernido y subis al piso superior. Varias habitaciones se presentan a ambos lados de un largo pasillo, cuya alfombra algo raída aún conserva algo del glamour que tuvo en su día. Cuadros y espejos se intercalan entre las recias puertas que guardan las habitaciones, y un enorme ventanal con una roseta en la parte superior da por finalizado el pasillo. Por los cristales que le faltan, diríase que tuvo tiempos mejores. Algo de mobiliario adorna algunas zonas, y una de las puertas se abre a una estancia donde hay una bañera de metal y varias palanganas. Sin duda aquí se lavaría la señora de la casa, en caso se existir tal.

François abre una puerta que da a una lujosa habitación dominada por una cama con dosel, una cómoda con 3 espejos, otro espejo de cuerpo entero y un enorme bául sobre una fina alfombra a los pies de la cama. Sin duda, esta estancia ha sido mejor cuidada que el resto de la casa, ya que aparte de una fina capa de polvo todo está en perfectas condiciones, como si el tiempo no hubiera pasado para ella.

A pesar de todo esto, no puedes evitar fijarte en el enorme ventanal que posee la habitación en uno de los laterales, cuando François acude a correr los enormes cortinajes para cerrar el paso de la luz de la luna al interior.

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29/06/2010, 21:06
Renné

Me dediqué a mirar con detalle todo lo que había a nuestro alrededor, era como entrar en la foto de la casa de alguien y eso me gustaba, pues el ambiente era propicio casi para cualquier persona. Sólo esperaba poder conseguir mantener mi identidad a buen resguardo. Cuando me tomó de la mano, si bien no lo esperaba, no me molestó y le seguí sin quitar mis ojos de cara rincón, su casa me gustaba. Cuando llegamos a aquella habitación, luego de pasar por el lugar de aseo, me sentí aún más tranquila y mejor aún cuando vi que aquel baúl podía servirme y mucho. Me acerqué hasta él cuando corrió la cortina y apreté su mano aún sobre la cortina.*

-Hay dos cosas que quiero pediros...

Apreté su mano suavemente, no quería lastimarle o que sintiera que estaba haciendo algo que no le gustara. Suavemente volví a mover su mano junto a la cortina, dejándonos en la semi obscuridad. Respiré profundo sin apartar mis ojos de los suyos, dejando que asimilara mis palabras y luego continué, consciente de que podía parecerle algo muy extraño lo que iba a decirle.

-Me gusta descansar en la obscuridad y estamos por amanecer, agradecería que mis cortinas sólo se corrieran de noche y cuando yo no esté y la otra, quisiera pediros que sólo vos tengáis acceso a esta habitación.

Solté su mano lentamente pero no me aparté de su lado, de algún modo tenía que convencerle de concederme aquellos caprichos y si no podía, me vería en la necesidad de irme de su lado lo más pronto que pudiera o bien, de convertirlo en algo así como mi esclavo, cosa que no quería hacerle aunque quizás si lo deseaba.

Notas de juego

*Si su mano ya no estaba allí, me avisas y lo cambio.

Y otra cosa: Había escrito un post buenísimo y se me cerró el chrome, lo odio :'(

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30/06/2010, 11:16
François Derbaix

François se estremece cuando te acercas y ante el contacto físico contigo. En su mirada puedes ver que anhela tocarte, pero sería indecoroso por su parte hacerlo en esas circunstancias y notas cómo lucha en su interior por no caer en una ofensa contra ti.

Cuando le dices que le vas a pedir algo, no tarda ni un suspiro en asentir, lentamente. Pero ante tus peticiones, su mirada cambia del anhelo a la extrañeza, a la curiosidad por tus deseos.

Por supuesto, mademoiselle, no hay ningún problema. En esta habitación no entra nadie desde hace tiempo. Y ahora solo está Brigitte, por lo que le haré saber de vuestra presencia y de vuestros deseos. Aunque si me lo permitís, debo advertiros de que Paris se ve muy bonito desde el ventanal que queréis ocultar, sobre todo de día. Entiendo que queráis descansar del viaje por hoy, pero mañana deberíais disfrutar de la belleza de esta hermosa ciudad…

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30/06/2010, 17:55
Renné

Tras escucharlo, tras sentirlo nervioso, supe que podía aprovechar aquello y sin soltar su mano, bajé la vista intentando aparentar tristeza y dejando que el cansancio del viaje me ayudara en ello. Luego volví a mirarlo pero desde abajo, intentando pelear también un poco con el deseo que él provocaba en mí, tanto por su belleza como por lo que me transmitía.

-No dudo que será hermoso, quizás alguna vez podamos compartir juntos esa vista pero...-solté su mano y le di la espalda sin apartarme de él, quedándome unos minutos en silencio, me costaba mucho hacer ese papel pero curiosamente no me interesaba atacarle, quería conservarlo.-Mi piel es demasiado blanca y sufre daño si la expongo al sol, durante toda mi vida... Mis padres cuidaron de mí, siempre he vivido de noche, es algo con lo que tengo que lidiar y sé que es extraño y difícil de entender pero terminaréis entendiéndolo o... Lo siento, recordar esas tardes en el castillo de mis padres, rodeada de médicos y de brujos, de cuanto ser del que podían echar mano para intentar curarme es por lo menos una nota con fuerte carga de melancolía...

Esperaba que eso sirviera, una terrible enfermedad que me podía matar si me exponía al sol, era una mentira a medias pero no podía no darle una explicación y ahora debía darle tiempo a que lo asimilara, eso era lo único que podía hacer; lo otro no estaba aún en consideración, no quería presentarme en París con un ghoul sin saber cómo se manejaban las cosas allí, aunque ardía en deseos de hacerlo.

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06/07/2010, 13:44
François Derbaix

De una zancada, François se te acerca por detrás. Suavemente, con delicadeza, te coge de los hombros. Percibes su calor, su nerviosismo.

Mademoiselle, siento muchísimo lo que os sucedió. Debió ser duro para una niña vivir así. Os perdisteis gran parte de vuestra infancia, y es desolador comprobar que una dama como vos haya sufrido tanto y no conozca ni siquiera el roce de los cálidos rayos del sol sobre su piel. Pero no desfallezcáis. Estoy seguro de que algún día alguien encontrará un remedio a vuestro mal. Y como bien decís, quizá algún día podríamos disfrutar de un hermoso amanecer…

Te aprieta levemente los hombros, dándote ánimos. Después te suelta y camina hacia la cortina. Se asegura de que ésta se encuentra bien cerrada, que no queda ningún resquicio que el sol penetre.

Bien mademoiselle, os deseo un dulce sueño. Descansad, pues lo necesitáis tras el largo viaje. Mañana si os parece podremos charlar más tranquilamente y os podría llevar a… Pensándolo bien, mejor os daré una sorpresa. Confiad en mí, os gustará.

El joven sonríe. Tras el momento triste, le da la vuelta a la situación y termina con un momento alegre.

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06/07/2010, 20:24
Renné

Di media vuelta tras sentir como se aleja, si se hubiera quedado un poco más habría sido mucho más difícil contenerme a él. Lo miré, sonreí y me ofrecía una sorpresa y no podía negarme a ella.

-Pues descansaré tanto como pueda y será gracias a vos. Ahora, creo que vos también necesitáis descansar o no podrás darme esa sorpresa.

Me acerqué a él y me colgué de su brazo, acompañándolo hasta la puerta y abriéndola sin soltarme de su brazo.

-Gracias, señor Derbaix, sois muy amable no sólo por recibir a una extraña en vuestra morada, sino por ser tan comprensivo...-abrí la puerta lentamente sin dejar de mirarlo a los ojos.-Espero poder pagaros esto algún día... Buenas noches...

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19/07/2010, 18:15
François Derbaix

No hay nada que agradecer, mademoisselle. Todo caballero que quiera denominarse como tal haría todo lo posible por atender a una dama, tanto más si ésta es tan bella como vos...

Con esas palabras y una sonrisa, François cierra la puerta de la habitación. Antes de marcharse, ha prendido una vela de un candelabro en la pared cercano a la cama con su propia vela para que no te quedes a oscuras. Él no sabe que no lo necesitas...

Te vas acomodando en la habitación. Pronto llegará el amanecer, sientes que el sueño se acerca...

Notas de juego

Siento la tardanza. Es que me quedo sin el tiempo necesario para hacer post en condiciones, y hoy tampoco es que esté muy inspirado... Bueno, dime como vas a dormir, ya que queda poco para el amanecer. ¿Dormirás en la cama?

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20/07/2010, 19:16
Renné

Notas de juego

No te preocupes. Voy a dormir en el baúl y espero que él no me encuentra, porque no quiero comermelo, aún.

La verdad es que no te posteo nada ahora porque estoy enferma y no me da la cabeza para mucho. Besos.