Partida Rol por web

La digna Corte

8 de Mayo. Año 1622. Amaneciendo.

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11/11/2014, 00:43
Director
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Durmió desconcertada Inés esa noche, rodeada de las miles de sensaciones que tenía a su alrededor: un clima nuevo, una nueva ciudad, el doloroso silencio de quien decía que la amaba, la excitación por encontrarse donde estaba, la vertiginosa responsabilidad de tener el destino de su familia en sus manos y, todo sea dicho, el ligero gusto que sentía de saborear el poder que ahora ostentaba. Estaba en su casa. Su Casa.

El desayuno fue puntual y variado, mucha fruta por petición de su dueña, que lo juzgaba como alimento propicio al despertar, y más cerdo del que podría comer. Había un brillo especial en la mirada de todos sus sirvientes, hoy iba a conocer al Conde de Olivares. De ese encuentro todos los miembros a su servicio hablarían. A decir verdad, todo Madrid.

Ayer las circunstancias del momento no permitieron a Inés darse cuenta de la gran cantidad de pájaros que había en sus terrenos. Su canto por la mañana era refrescante. 

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15/11/2014, 06:32
Doña Inés Mª de Osuna
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La Casa de Osuna había vuelto a España. Ese era el bisbiseo que de boca en boca iba a volar por el mercado de Madrid de buena mañana como pilluelo  poniendo pies en pólvora con lo que no es suyo en los bolsillos, y aunque resultaba conveniente para ciertos menesteres y bajas estimas, también incordiaba a su manera. No obstante, se acostumbraría rápido a las miradas esquivas y los susurros, algo tan común en su vida como los son los mosquitos en verano. Quizá no  fuese tan fácil, sin embargo, cuidarse de con quién hablaba y sobre qué, aunque empezaba a comprender lo pernicioso de estar en el punto de mira de toda una nación.

En sus mejores galas y vistiendo el negro, dándose cierto aire a un cuervo en actitud y secretismo, montó Inés su alazán y abrió marcha hacia donde el Conde. Renegó de usar el carruaje asegurándose a cambio de llevar una buena comitiva tanto a pie como al galope que no apaciguó a su Dueña. Y en esas tintas, con la rígida altivez de los nobles españoles, abandonó la hacienda de su propiedad pronto en la mañana para bordear Madrid hasta las dependencias del Conde-Duque. Nadie sin tratos con lo incierto habría sido capaz de atinar dónde se encontraba Inés en espíritu. Guardaba quedo silencio y ofrecía fría cortesía, y una mirada que daba paso a un abismo de indiferencia. Quien no la conociera podría haber achacado aquello a los asuntos que la aguardaban, pero quien hubiese pasado algo de tiempo a su servicio bien entendía que era algo más profundo, algo más oscuro y singular que escapaba a su percepción como en agua entre los dedos.

Notas de juego

A caballo se va a Madrid una Inés, tralará

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22/11/2014, 10:53
Director
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El Alcazar Real estaba despejado aún, rodeado aun sólo de los guardias y sirvientes pero a esperas de la caterva de nobles, literatos, busca vidas con influencia y demás personalidades poderosas de Madrid, que irían a pasearse, a charlas y a dejar claro que podían estar ahí porque eran alguien, aunque en ese caso siempre sería alguien sin mucho que hacer.

Eso sería aun dentro de unas horas, así que las calles por las que cabalgó Inés estaban libres del ego de los madrileños pero no, con gran novedad, de la sorpresa de los que allí se encontraban. Un sirviente bien puesto salió a recibirla perdiendo por el camino un poco de la compostura que nunca debía dejar de acompañarle. No la esperaban tan pronto, no la esperaban así.

Inés vio en sus ojos la sorpresa antes de que la parte de su cerebro que adora lacabeza donde está tomase el control y le obligase a mostrarse reverencioso y dócil. "Pardiez muchacho, así no se mira a los Grandes de España". 

- Disculpad Grandeza, no la esperábamos tan pronto… Veo que su merced se place de despertarse de buena mañana y aprovechar el día. ¿Querrá tener la amabilidad de seguirme y…?

El sirviente se quedó desconcertado mirando al caballo. Todavía no había allí nadie para encargarse de él. 

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05/12/2014, 09:12
Doña Inés Mª de Osuna
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Con secreto placer envelado de presunción, la Grande de España descabalgó de su alazán demostrando profesión al hacerlo, algo en extremo inusual. Barrió el patio con la mirada, expectante.

―¿Y…? ―inquirió mirándole directamente a los ojos mientras se deshacía de los guantes con ceremonia, estirando de cada extremo hasta quedar lo suficientemente holgado. Después los dobló con cuidado y los dejó sobre la silla de monta. ―Es un semental andaluz: pura raza ibérica. Fue traído de las Caballerizas Reales de Córdoba de donde nuestra realeza ha obtenido sus yeguadas desde Felipe II. Asumo que alguien en el Alcazar Real sabrá cómo tratarlo.

El caballo resopló paciente, revelando un temperamento firme muy afín al de su amazona. Inés le palmeó el hocico esbozando una media sonrisa. A veces los animales parecían poseer un entendimiento mucho más profundo que el de algunos seres humanos, algo que encontraba extraordinario.

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15/12/2014, 23:32
Director
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El sirviente se dio cuenta de dos cosas con terrible agrado, la primera es que ya venían a socorrerle otros lacayos de la casa, lo que era bueno; la segunda era que igual no terminaba la noche colgado de los pulgares, lo que era mejor.

- Tenga cuidad su grandeza que los caballos serán tratado de la mejor de las formas. Ahora si tiene la amabilidad de  seguirme.

Marcos  había desmontado, con algo de torpeza en su gesto rápido, y se adelantaba a Inés. 

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24/12/2014, 12:59
Gaspar de Guzmán
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Harto ocupado en las complejas e inabarcables tareas del gobierno, Gazpar Guzmán no se tomaba nunca el lujo de atender puntual los ruegos y visitas que con frecuencia venían a palacio. Siempre había que repasar un documento, recabar información, mandar mensajeros. Las espaldas que soportaban los Reinos de España, aquellas que primero admiraría Quevedo para luego despreciarlas por como sostuvieron la tiranía, no se dan prisa.

Con todo Inés fue recibida de inmediato en una de las grandes salas que servían de despacho para el Conde de Olivares, pasando entre salas con toda la rapidez que permitía las buenas formas. Parapetado entre una gran mesa plena de papeles estaba él, de pie, con un pliego den la mano. Alrededor estantes y estantes de libros y en una esquina un pequeño quemador de incienso que desprendía el suave aroma del tabaco de América.

No despegó su mirada del legajo que estaba leyendo, pero su voz sonó fuerte y decidida.

- Buenas mañanas tenga su grandeza de España, así que le gusta su merced de ir a caballo, ¿es habitual de allí donde viene? Las costumbres holandescas a veces me fallan. 

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28/12/2014, 20:32
Doña Inés Mª de Osuna
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―No a mi entender. Es más bien costumbre de la milicia, de esa que abunda de donde vengo pero nunca sobra. Tenga buena mañana su merced también.

La réplica fue directa y concisa sin perder el temple, como si en vez se le estuviese preguntando por el tiempo. Acostumbraba a verlas venir, pero no a callarlas, aunque no había olvidado cómo encajar ciertos dardos con gracia. Aguardó en pie erguida cual espada al otro lado de la mesa, oteando la sala con ojo avizor y curiosidad. Habiéndose criado en tierras extranjeras el Alcázar Real apenas resultaba una sombra nebulosa en su memoria, más un ideal anclado a la nobleza Española que por fin cobraba volumen y texturas, y también un rostro que ponerle a quien realmente llevaba España con mano de hierro.

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29/12/2014, 01:30
Gaspar de Guzmán
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- Si por milicias entiende su persona a soldados y expresa que abundan en aquella zona, he de manifestar que su merced y mi persona no estamos de acuerdo en la cantidad de hombres de armas que se consideran abundantes. Siempre que se refiera a servidores de nuestro Rey, al menos.

Hizo una seña a Inés para que se sentará a la mesa mientras él hacía lo mismo. Permaneció serio y expectante, con las manos entrecerradas en el regazo, aun sosteniendo sus papeles. 

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29/12/2014, 01:33
Doña Inés Mª de Osuna
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Tomó asiento ceremoniosa y asintió levemente en su favor.

-En términos generales abundan, pero coincidimos en que no tantos como se desean rinden cuentas al Imperio pertinente. Confiemos en que vengan mejores manos en la siguiente baraja. -Le devolvió la mirada acomodándose, guardándose un par de segundos para si. No había cruzado media media Europa para canturrear sobre problemas que ambos ya conocían de sobra, uno por ser el que administraba y ella misma por haberlo visto y vivido en sus propias carnes-. Su excelencia, ignoro las notificaciones que le habrán llegado desde Brujast o cuanto allí sobrevino con su difunto Virrey. Mi persona recibió la orden expresa de nuestro Ilustrísimo Rey en boca de vuestro embajador y yo misma, en ausencia de Don Juan Francisco de Osuna, ordené que los Tercios asentados en Brujast mantuviesen posición y defendiesen la ciudad de la rebelión. Al reestablecer el órden, los soldados partieron de inmediato a atender su deber para con nuestra corona en Flandes. ¿Suficiente? En absoluto. Pero en las circunstancias que acontecieron y que nuestro Rey ignoraba, con Harlemm sangrientamente arrebatada de nuestro poderío y Flandes siendo un nido emponzoñado de víboras, consideré juicioso y primordial asegurar un lugar donde reagrupar y cerciorar la seguridad de nuestras gentes y servidores.

De algún bolsillo oculto entre los pliegues extrajo un fajo de legajos sellados que atestiguaban cuanto había ocurrido por las eminencias a las que Brujast debía la vida, tales como la Madre Carmen o el Capitán Felipe.

-Cuanto data y consta, fechado, sellado y en orden.

Notas de juego

*Inés le parte la cara de un bofetón*
+xp

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02/01/2015, 07:20
Gaspar de Guzmán
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Miro el Conde de Olivares aquellos papeles que esgrimía Inés como la cosa más molesta que le pudiera acontecer, como si tuviera una pila de palabras escritas que atender y hubiera tomado la decisión de que jamás tocaría una letra más y de pronto le vinieran con más trabajo.

Los apartó ligeramente con la mano.

- Creo que ambos podremos ahorrarnos tiempo si convenimos que las decisiones de su grandeza fueron justas y acordes con la necesidad. No hay necesidad de discutir al respecto.

Poso su mirada dura, insensible y fría sobre Inés. Aquella era la mirada de un monstruo, o de alguien que fingía ser uno con tal de salvar las Españas de tal manera que ya no se distinguía donde terminaba la maquinaria que él representaba y la persona que andaba detrás.

 

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02/01/2015, 13:17
Doña Inés Mª de Osuna
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-Encuentro esa decisión sensata y conveniente a lo que nos atiende -concedió de buena gana.

Enfrentó su mirada solamente por el afán que ello conllevaba y porque su posición de Ilustrísima requería de ciertas maneras y haceres. Hubiese resultado harto molesto surcar mares y penurias, y mares de penurias también, para que la citación fuese tan sucínta en palabras y contenido, de modo que se mantuvo a la espera.

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03/01/2015, 14:16
Gaspar de Guzmán
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El Conde de Olivares buscó uno de los papeles durante un momento con la parecida intención de mirar algún dato.

- Además ya no importa, esas tierras ya quedan lejas para su grandeza. Supongo que le esperan nuevos horizontes y objetivos ahora que su familia no tiene una obligación administrativa conforme a su Rey. 

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05/01/2015, 22:44
Doña Inés Mª de Osuna
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-Asumir el cargo como regente de mi familia no es tarea baldía, e innegable es que Madrid ofrece infinidad de oportunidades. Espero que vuesa excelencia tenga ojo avizor para suceder al difunto Virrey. ¿Algún nombre asignado ya? -dijo al descuido.

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08/01/2015, 17:47
Director
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Arqueó una ceja el Conde de Olivares.

- Pardiez que no… Vuestro ilustro padre puso el listón bien alto y esa no es tierra para persona no ducha en la administración. Se necesita alguien de buen criterio, buena cuna, correcta administración y séquito y sobretodo, más como está la situación en Flandés, tenga en cuenta su grandeza que se nos va la piel del imperio en ello, se necesita alguien leal al Rey. Extremadamente leal.

Desvió la mirada a otro montón de papeles, como si la respuesta fuera a encontrarse a ellos.

- Hay candidatos, por supuesto. 

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08/01/2015, 18:28
Doña Inés Mª de Osuna
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Inés asintió con un destello de amabilidad y gratitud. Al menos se reconocía el trabajo de un grande de palabra, porque en lo tocante a destino había sido más bien funesto.

-Holanda es como un perro viejo, sarnoso y de malas costumbres. No bastará con doblegarlo, pues morderá incluso la mano del que le dé de comer. Esta emponzoñado hasta el tuétano. Pero eso ya lo sabrá su excelencia de sobra tan bien como mi persona –anotó pesarosa, como si fuese un defecto inherente e irremediable en los herejes, que por algo se les consideraba tal-. Demasiadas batallas a la espalda. En cualquier caso, sepa vuesa excelencia y el afortunado que herede el puesto, que siguen quedando buenas voluntades en aquellas tierras hostiles que guardan lealtad ciega a las Españas. No está todo perdido, y son su mayoría conocedores de lo trascendental  que es Holanda para nuestra política. Dadas las circunstancias en las que quedó el país, cualquier ayuda resulta poca.

Hizo una pausa en la que se advirtió que rumiaba algo.

-A propósito. ¿Sabía su merced que en el entramado para asesinar al Virrey se contaba con herejes de francia y leales a la patria de boquilla?

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12/01/2015, 18:00
Gaspar de Guzmán
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El Dude de Olivares permaneció un instante callado en silencio. Luego algo dentro de él pareció ceder y se masajeo con gesto cansado la sien.  

- Siempre hay un francés metido en el intento por derrumbar este imperio, o un italiano, o un inglés… O lo peor normalmente, otro español. Busque la conjura más necia de este imperio y encontrará detrás a un hereje. Pero no se les puede matar a todos . – Esto fue dicho no como una excusa, sino sonando más a un plan que había sido deliberado durante largas noches antes de ser descartado siempre a última hora.  – Su predecesor deberá ocuparse de investigar todo ello y más y más problemas.

Hizo la pregunta de pasada, como sonando a solo un mero intento de llenar el espacio manteniendo una conversación cordial.

- ¿Y sabe usted mucho de aquellas tierras?

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12/01/2015, 19:08
Doña Inés Mª de Osuna
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La Grande esgrimió una sonrisa cordial. 

-Crecí entre herejes y soldados que se batallaban por nuestro Ilustrísimo Rey, en tierra hostil y castigada, y bajo la tutela de un Virrey. No me corresponde a mí valorar si sé más o menos sobre Brujast, sus gentes, o cómo se ha de gobernar, pero me considero más ducha que alguien que jamás haya puesto una bota en el fango de allá. -Y cierto era, que por mucha política que uno supiese no era lo mismo leer que ejecutar lo aprendido-. Puedo decir que mi persona ha lidiado con revueltas y ataques, ha discutido tanto con Capitanes como con herejes de artes innombrables e Inquisidores, y tiene nombre conocido y sonado. También poseo conocimiento en sus costumbres, parla, y terreno, y todo ello lo dispongo al servicio de la Corona si resulta de utilidad.

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14/01/2015, 17:00
Gaspar de Guzmán
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La mirada del Conde no se movió un ápice.

- Mucho contacto y conocimiento son esos sin duda. Y sin duda útiles. -  Mantuvo un momento el silencio – Supongo que amara esa tierra, ¿no? 

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14/01/2015, 17:13
Doña Inés Mª de Osuna
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-Si me permite su excelencia, yo no me excedería en el significado de la palabra amar. Innegable resulta el hecho de que tengo más sentimiento allí que aquí, pero su valor reside primordialmente en la relevancia que Holanda posee para nuestro Imperio. 

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15/01/2015, 16:36
Gaspar de Guzmán
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- ¿Holanda es relevante? ¿Más que qué? ¿Qué nuestras posesiones en las Indias? ¿Qué la cristiandad de los Reinos? ¿Qué las arcas de la nación? ¿Qué la orden de vuestro Rey? – El duque de Olivares alzo ligeramente la voz.- Nuestro señor Felipe IV, monarca de las Españas y de la cristiandad, y de todo lo que es todavía nuestro aunque todos hurguen en nuestras heridas con el afán pórfido de quitárnoslo, os dio una orden y vuesa grandeza prefirió Holanda.