Partida Rol por web

La encrucijada de cuatrocaminos.

Capítulo 1. Una posada en el camino.

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29/12/2012, 23:09
Director

 

Hacía ya años que te habías echo a los caminos, y en ocasiones te preocupaba la forma en la que te habías acostumbrado a las perversiones de los caminos, aunque la mayoría del tiempo, no solo no te importaba, sino que te regocijabas. Te habías convertido en todo un timador, un  buen pillastre en busca de la propia fortuna a cambio de la fortuna de quienes estaban contra la naturaleza. Tu último golpe fue a un joven noble de Alwin, tras “rescatar” a su pequeña hija en los caminos y ahora caminabas de nuevo, rumbo a una pequeña aldea llamada Tonfalia, a festejar con las gentes de la villa las fiestas populares (además de que habías oído hablar muy bien del burdel local).

Viste el humo ascender en el horizonte, el olor a pan recién horneado te entró por las fosas nasales directo a la pituitaria; empezaste a salivar y decidiste que sería razonable parar en aquella posada de los caminos sobre la que ascendía el humo.

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29/12/2012, 23:10
Director

 

Tras algunos trabajos escoltando caravanas en el norte de Aan te labraste un nombre y sobre todo una pequeña fortuna que se fue transformando en un buen equipo de aventurero. Ahora volvías a pisar los caminos en solitario, por alguna razón, las mercancías de Nightshade hacia Alwin habían cesado. Nunca llegaste a estar en las ciudades, sino que escoltabas caravanas entre diferentes villas y aldeas por unas monedas. Un día alcanzaste a oír que iban a empezar las fiestas de Tonfalia, una villa muy próxima a Nightshade, y una feria significaba mercadeo, y el mercadeo significaba trabajo.

Llevabas varios días caminando, sin ver ciudad, villa o aldea alguna hasta que por fin viste un humo que ascendía en el horizonte, el olor a pan recién horneado te entró por las fosas nasales directo a la pituitaria; empezaste a salivar y decidiste que sería razonable parar en aquella posada de los caminos sobre la que ascendía el humo. La promesa de dormir bajo un techo ya te llenaba de placer, una cama caliente al fin.

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29/12/2012, 23:10
Director

 

Pasaste un tiempo en las tierras del norte, más allá del norte de Aan, así como en las montañas del norte de Aan, donde el frío te helaba los pulmones, odiabas la sensación del aire frío entrando por la nariz. Finalmente en tu estancia en una aldea norteña de la que no recuerdas el nombre, oíste hablar de la Garra Roja, una organización de bandidos y asaltantes que habían conseguido el beneplácito del rey de Aan, y tu primer instinto fue viajar hacia Aan, no por liberar medianos esclavos, sino por ayudar a los medianos de esa tierra en lo que pudieras.

Tu descenso de las montañas se te hizo largo, pero conforme bajabas, notabas como el calor comenzaba a envolverte. Llegaste a Aan por un camino que cruza las montañas que llevaba hasta más allá de una Villa llamada Tonfalia, pero sabías que ahora la Garra Roja se quería instaurar en Nightshade, por lo que tu primera parada sería la villa de Tonfalia, para luego llegar a la ciudad montañosa del norte.

Agradecías el calor de las llanuras por las que caminabas hacia Tonfalia, hacía días que dormías en la intemperie, lo que para ti no supone ningún problema, hasta que al fin viste un humo que se elevaba en el horizonte; no era Tonfalia, sino una pequeña posada que había en el camino, pero quizá allí podrías conseguir información más fiable de la situación de la zona.

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29/12/2012, 23:11
Director

 

Habías vivido con tu maestro en una aldea élfica en los bosques del norte de Aan, casi aislado del resto del mundo, y cuando por fin tomasteis los caminos, un grupo de guerreros os asaltaron, guerreros con armaduras rojas y en cuyos cadáveres encontraste una insignia, una gran garra roja de una bestia. Pronto te enteraste de que esa insignia era de una compañía de bandidos llamados la Garra Roja, que se había hecho poderosa en el norte de Aan, y que de hecho había conseguido el beneplácito del nuevo rey de Aan tras la muerte, en extrañas circunstancias, de su padre. Supiste que la Garra Roja tenía intención de asaltar Nightshade, la fortaleza del norte de Aan y sustituir a los Caballeros Rantanos.

Lo primero que quisiste hacer fue ir a Nightshade a ayudar a los Rantanos contra la Garra Roja, para así vengar a tu maestro, pero aún te queda mucho de camino hacia Nightshade. Sabías que había una villa antes de llegar llamada Tonfalia y decidiste que pasarías por allí para volver a informarte de la situación, sin embargo, antes de que siquiera llegaste a la aldea, encontraste una posada en el camino en la que decidiste parar a descansar y a enterarte de la situación del reino.

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29/12/2012, 23:11
Director

 

Pasaste unas semanas viendo a escondidas a Charlotte antes de que su padre os descubriera juntos y te echara a la guardia de la ciudad encima. Esa noche corriste como no habías corrido en tu vida, con una sonrisa en la boca tras la última noche con Charlotte. Fuiste a otros lugares, conociste otros reinos donde chantajeaste, robaste y extorsionaste tanto como pudiste hasta por fin volver a  tu ciudad natal a ver de nuevo a Charlotte, y no tardaste en verla, pues tuviste la suerte de llegar justo para presenciar su boda. Esa noche irrumpiste en la habitación de Charlotte mientras su nuevo marido no estaba para hablar con ella, una última despedida, la cual acabó con vosotros entre las sábanas.

Por suerte, el marido entró a la habitación borracho como una cuba  y tú fuiste lo suficiente sutil y sigiloso para desaparecer sin ser visto por el mamarracho, haciéndole un último gesto a Charlotte  de despedida.

Saliste de la ciudad en plena noche, con ganas de dejar de nuevo la ciudad y tomar los caminos en busca de más camareras o campesinas  a las que cortejar, otras bolsas que robar y más nobles a los que extorsionar; y, vicisitudes del destino, tu camino te acabó conduciendo hacia Tonfalia, una villa en la que iban a empezar las ferias de primavera, pero aún te quedaban dos días de camino y una posada de caminos se alzaba en el horizonte mientras caía el sol.

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29/12/2012, 23:14
Director

Dejando atrás el reino de Tirbium, y a aquellos a los que Gârret consideraba su família, tomó los caminos que llevaban hacia Nightshade, para conocer la torre del Archimago y la orden militar de lo Hijos del Hielo, no para ingresar con ellos, sino para conocer sus métodos y quizá algún nuevo hechizo. No estabas acostumbrado a los caminos, y aunque estabas advertido, no te hacía gracia el dolor de los pies al caminar, o el hambre al no comer durante varios días seguidos, que hacía que tu estómago se retorciera de mil formas posibles.

Varios días levabas sin dormir a cubierto, ya te habías acostumbrado a dormir a la intemperie, y te habías hecho con un equipo de reserva para subsistir un tiempo fuera de la ciudad, raciones de viaje, un petate y una cantimplora con agua; entre otras cosas. 

Cuando tus pasos comenzaban a pesar, viste un humo que se alzaba en el horizonte, que junto a la promesa de descanso y el olor a pan recién hecho te hacían tener ganas de meterte de cabeza en esa posada. Con el espadón a la espalda y la armadura con algo de polvo decidiste entrar en esa posada que te prometía la primera buena noche en mucho tiempo.

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30/12/2012, 17:47
Director

 

Lo que levanta ahora en el horizonte es una amplia y espaciosa taberna, muy hogareña, con un grupo de seis guardias sentados en una mesa afuera de la taberna. Realmente no protegen de la taberna, sino que en su camino se han encontrado con ella, se trata de un grupo de guerreros con una cruz negra grabada en la armadura, armadura completa, escudo a la espalda y una espada de buen tamaño al cinto.

A su lado hay una ventana que deja salir la luz de dentro de la taberna, una luz que llamaba a los aventureros que pasaban frente a ella, prometiendo calor, comida y descanso. La posada no estaba en buen estado, ya tenía grietas que demostraban el paso del tiempo por ella, pero su estructura es estable y es mejor que la calle. Cerca de la puerta hay un cartel que dice El grajo azul.

Los caballeros entran en la taberna cuando las luces caen por el mismo camino por el que los pasos de un peculiar grupo de aventurero, que aún no se conocen, entrarían...

Notas de juego

Anochecer.

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30/12/2012, 19:12
Gârret Khan

Abrió la puerta lentamente, pisando con sus botas de cuero el suelo de la taberna a la que acababa de entrar, admiró la escasez de detalles que tenía la taberna, y las grietas de las paredes, grietas que le recordaban al edificio contiguo a la academia militar de Ristola. El muchacho era un tipo de una estatura media, más fuerte que un campesino corriente pero no tenía una musculatura excesiva para un guerrero. Su físico era más bien exaltado por una armadura de Mithril de manufactura élfica que brillaba con la luz de las antorchas, en la cual las anillas de las mallas se entrelazaban entre sí creando una maya continua y resistente; sobre la malla había unas hombreras, peto y calzas de éste metal que estaban tallados ricamente de una forma que solo los elfos saben tallar. Se trata de un muchacho realmente apuesto, claramente heredero de de la belleza que caracterizaba a la familia Khan antes de su desaparición.

Se adentró en la posada, dejando la oscuridad de la noche y el polvo del camino atrás, pensando en lo bien que iba a dormir esa noche, por fin una noche en la que descansaría de verdad, sin preocuparse por los males que acosan en los caminos, el frío y el polvo. Había desechado la idea de darse un buen baño al ver la posada por fuera, pero por todo lo demás, había encontrado el sitio ideal.

Buenos días caballeros - dijo al pasar ante el pequeño grupo de guardia que se había hacinado en la taberna, fijándose atentamente en sus atuendos y en sus pesadas armaduras, filosofando en su cabeza si llevar una armadura tan pesada suponía una ventaja o desventaja por dificultar el movimiento. Tras divagar un poco se giró hacia el mostrador - Posadero, sirveme una jarra de cerveza negra y dispense a esos caballeros lo que dispongan, yo pago. - Claramente iba a usar esa invitación para obtener información sobre la situación en el reino, pero hay que coger la fruta cuando está madura y ésta a penas acababa de brotar.

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30/12/2012, 19:44
Director

En el interior de la posada os encontráis con el grupo de caballeros sentados en una mesa al fondo de la taberna. La taberna se encuentra iluminada con antorchas y una chimenea; las paredes son de piedra de color claro que revisten todas las paredes y el techo, mientras que el suelo es de tablas de madera, un tanto resbaladizas pero que al envejecerse se han vuelto más estables. 

A la derecha según os adentráis en la taberna hay un mostrador, tras el que se encuentra un viejo mediano sentado en un taburete, muy pequeño, incluso para ser mediano, con barriles tras de sí, más grandes que él, así como un gran surtido de vinos embotellados. 

Al final hay unas escaleras que bajan a una habitación espaciosa con diez literas y tres camas individuales que casi nunca están llenas, pero le dan mucha rentabilidad a su dueño Totoror.

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30/12/2012, 20:00
Ap Raistebel

  Un lecho blando , comida caliente   , quizas mujeres  y algo mas que el cielo estrellado  por  techo durante la proxima noche.Bueno, al menos sera un cambio  y eso ya es algo bueno. Sacudo el polvo  que el camino ha pegado a   la ropa  usando  el sombrero de ala ancha   de manera  que este un poco más  presentable.¿Como era aquello que decia  mi querido mentor? Un hombre elegante es un hombre constante...

Abro la puerta  con suavidad   y permanezco  unos instantes en el quicio de  la  misma  sin entrar;el tiempo necesario para que la vista se adapte a la iluminacion interior , lo justo para hacerse una idea  del lugar y lo preciso  para dejarse ver  bien  por los parroquianos.La primera impresion es importante  y quiero que tengan una idea clara  de  lo que pueden esperar:Un desconocido con la mano  derecha descansando sobre un estoque que pende  de la  cadera y la izquierda  sujetando el sombero decorado con una pluma.Entre las  ropas  elegantes , más propias  de una reunion cortesana, se  aprecia al moverse  el  brillo del acero de  una cota de  mallas.

Avanzo  hacia  la barra   haciendo crujir las tablas  bajo las costosas  botas de cuero sin cruzar  la mirada con ninguno de los presentes pero sin apartar la vista de nadie .Buenas noches  Maese tabernero,¿ seria posible disfrutar de alojamiento  , cena y algo que limpie el polvo qe se acumula en mi garganta?

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30/12/2012, 22:43
Malinali
Sólo para el director

Las estrellas empezaban a tiritar en el cielo a medida que oscurecía, y la pequeña jinete detuvo a su nerviosa montura cerca del porche.
El hermoso hasky jadeaba, y su lengua llegaba hasta el suelo. La menuda figura saltó del lomo del cánido de ojos azules, y este, al verse libre de la jinete, se balanceó a izquierda y derecha con brío, sacudiéndose así la tierra del camino de su abundante pelaje.
La jinete se cubrió el rostro, intentando salvarse de las salpicaduras.
- ¡¡Para!! ¡¡Para, Ohtonqui*!!-

El perro se detuvo al momento, y la mediana miró con gesto de reproche al perro, que le devolvió una mirada boba pero atenta, con la lengua colgándole a un lado.
-Ohtonqui malo. Ahora: ¡¡Tzi-Na**, Ohtonqui!! -
El perro se sentó sobre sus patas traseras. La mediana mostró entonces un gesto conforme ante la obediencia de su montura, y se giró en dirección a la entrada de la posada.
Ohtonqui el husky no dejó de mirarla mientras la pequeña mediana empujaba la gran puerta sin apenas esfuerzo, entrando así al interior de la agrietada posada.

Notas de juego

(Ohtonqui) * "Caminante"
(Tzi Na) ** Espera aquí.

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30/12/2012, 23:02
Malinali

La puerta se abrió, pero pocos vieron entrar en la sala a la pequeña figura que sobresalía apenas un metro del suelo.
La mediana tenía un aspecto horrible. El barro, el polvo y ramas sucias salpicaban el pelaje de su abrigo de pieles. Un tocado de vistosas plumas, colgantes tanto en cuello como en orejas, pinturas tribales en su rostro, y un conjunto de armas y utensilios propios del neolítico colgando de correas le daban, en general, un aspecto reálmente primitivo y salvaje. Desentonaba totálmente con el lugar.

Se detuvo tras pasar la entrada, y sus enormes ojos se abrieron como platos, mientras miraba a los lados de manera bastante llamativa, como buscando algo. Detuvo un segundo su movimiento de cabeza, fijándose en los caballeros armados del fondo, pero pareció descartarlos. Entrecerró los ojos, y siguió buscando (aunque sin perder de vista a aquél grupo de hombres armados) hasta que su mirada se detuvo ante el individuo con el sombrero emplumado.
Avanza hacia él de manera repentina y rápida. Se detiene sus pies, y entonces dice:
-Saludos, miembro de tribu humanooo. Pluma sagrada buena señal. - Dice señalando al sombrero. - No reconocer plumas ¿Qué tribu ser tú? ¿Humanos también tribus?-

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31/12/2012, 11:04
Ap Raistebel

El pequeño ser que surge  casi de repente  a  mi lado es como una aparicion de pesadilla y suciedad pero sigue siendo una mujer  asi que reprimo mi  primer impulso de   saltar hacia atras y poner tierra de  por medio.Mi pequeña dama , creo que  errais .Muestro el sombrero con la pluma .Que  yo sepa  no tiene nada de sagrada  ya que no es mas que un simple adorno.Encuentro que da un toque de elegancia al sombrero y combina  bien con el color de mis ojos   ,eso dijo  tambien el tendero que me lo vendio.Saco un  elegante pañuelo perfumado   de la manga y aprovecho para ponermelo delante de la nariz de manera  disimulada .En cuanto a lo de la tribu pues supongo que si que habra  pero no es mi caso desde luego al menos no en el  sentido que vos entendeis.Realizo una  elegante reverencia    con  el  sombrero . Ap Raistebel  a vuestro servicion mi pequeña dama. Por vuestro aspecto   deduzco que venis de muy lejos  y que el camino no ha sido  una sendero de rosas .

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31/12/2012, 11:40
Samuel

Samuel se hallaba en el fondo de la sala cuando al menos tres personas fueron entrando, uno a uno, en la cálida taberna. Los tres primeros parecían humanos normales. Ambos armados hasta los dientes, con armas y armaduras brillantes que recogían la poca luz que el fuego de la chimenea emitía, haciendo que el resto de la estancia estuviese en penumbra. Pero si algo sorprendió a Samuel fue la tercera figura que entró en la posada.

De poco más de un metro de alto y con un aspecto de lo más extraño, Samuel se revolvió de forma casi imperceptible en su silla para poder mirar mejor a quella figura. Tras unos segundos, decidió que tenía que ser un mediano, aunque por el tono de su voz parecía quedar claro que era una mujer. Una mujer de una tribu o algo así a juzgar por sus palabras. Desde luego, aspecto salvaje ya tiene. Piensa Samuel desde su asiento.

Había llegado apenas unas horas antes a aquel lugar. El calor interior se apreciaba, pero la luz era ténue, trémula incluso. Lo cierto, es que queriendo pasar desapercibido, Samuel lo agradeció. Pidió una jarra de cerveza tostada y se fue a una esquina oscura que había visto nada más cruzar el umbral de la puerta. Con paso firme, como adjudicándose ese puesto antes que nadie, se plantó en apenas unos pasos en dicho lugar.

Si bien Samuel no era demasiado alto, era poderoso físicamente y eso se notaba a través de su coraza. No se la había quitado casi en ningún momento desde su partida en dirección al norte y decidió que podría estar así un rato más. 

Finalmente solicitó algo para comer. Ave. Un buen trozo de faisán asado, con patatitas y cebolla asadas y una espesa salsa. Apenas había terminado su improvisado agape cuando la puerta se abrió y dió paso a los tres forasteros. Por el momento se mantendría quieto, pensó. Quería saber algo más de estos extranjeros, quizás sacase algo que le sirviese para su investigación.

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31/12/2012, 13:16
Gârret Khan

Echó un vistazo a los recién llegados, sobre todo al variopinto espadachín; un hombre de modales, seguramente de noble cuna, no muy diferente a lo que hubiera sido él mismo si su familia no hubieras sido masacrada el mismo día de su nacimiento. Hacía diecinueve años de eso, era muy joven para guardar rencor a los Orsiri por ello, pero no olvida de dónde proviene y de que sus antepasados fueron de la más alta cuna de Tirbium. Su mirada se detuvo de nuevo en la mediana, - Menuda pieza - pensó - Hace dos días que ha salido de los bosques y ya está llamando la atención - Esbozó una sonrisa y se giró en su taburete para mirar al final del habitáculo, justo para ver a un hombre en la penumbra, al que no había visto antes y que le llamó la atención. Le miró unos instantes a los ojos, sin apartar la mirada de los ojos del otro individuo, para acabar esbozando una sonrisa y girándose hacia el mostrador otra vez, a esperar su cerveza.

 

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31/12/2012, 13:40
Samuel

Samuel no pasa por alto como el caballero que iba más protegido por una brillante armadura le ve y se le queda mirando. Si bien la mirada no dura lo suficiente, había cierto desafío en esa mirada que no gusta en absoluto al guerrero de la penumbra. Se revuelve de nuevo, incómodo, en su taburete. Era poco probable, pero ¿y si le había reconocido? En ese caso, su vida podría correr peligro. Quizás era uno de esos asesinos que querrían acabar con lo que habían empezado. ¿Sería así? Me mantendré atento. Piensa Samuel mientras acariciaba el mango de su arma. Si era necesario luchar para mantenerse con vida, lo haría, pero, por el momento, prefería mantener la calma y ver qué pasaba.

Da otro trago a su cerveza, ya casi apunto de terminarse. Un último trago para apurarla y su jarra quedaría vacía. La cerveza era fuerte, gruesa, con cuerpo, como a Samuel le gustaba. Se mantuvo en las sombras. Algo le decía que no era casual que tantos foráneos apareciesen en ese momento, incluido él mismo, si no que era seguro que más aparecerían por la puerta de esa taberna. Los juegos de los dioses. ¿Qué nos depararán? piensa melancólico.

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31/12/2012, 13:51
Totoror

Tranquilos, tranquilos, os serviré a vuestro debido tiempo - Se mantuvo quieto unos instantes de incertidumbre, luego miró a Gârret a los ojos durante unos segundos y se puso a servir cerveza. Aquel tipo era incluso más bajo que la recién llegada, y no se le vería tras la barra si no fuera porque se sube a un enorme taburete. Sirvió a Gârret una cerveza negra rebosante en un baso de cristal, puso una jarra de cerveza rubia de un enorme barril a Ap Raistebel y luego salió con otra cerveza, esta vez tostada hacia la mesa del hombre que se ocultaba entre las sombras de la taberna. - No tengo faisán, si quieres pájaro, tengo algunos pollos que te puedo asar, con patatas y salsa de tomillo.

Luego volvió a la barra, con un estrés perpetuo encima y se fué hacia Ap Raistebel - Si quieres cama cuesta una moneda de plata en litera y dos la cama individual.

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31/12/2012, 14:04
Ap Raistebel

Entonces maese tabernero  quisiera una cama para mi solo , si no hay habitaciones  individuales, y tambien  me apuntaria a un pollo como el que habeis  descrito.Digo antes de  catar la cerveza  que me habia puesto delante.Y para acompañar las viandas  preferiria  una botella de vino ya que la cerveza solo  esta bien para   refrescarse  y quitarse el polvo de la garganta .Me giro hacia la mediana.¿Pequeña dama  compartireis  una mesa conmigo?

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31/12/2012, 14:22
Malinali

Malinali mostró un claro gesto de decepción cuando Raistebel le explicó que no era de ninguna tribu, y que las plumas en su sombrero eran un mero ornamento decorativo.
Cuando Raistebel empezó a presentarse, Malinali dejó de prestarle mucha atención, para descubrie asombrada al tabernero mediano que acababa de salir de detrás de la barra. Empezó a seguirle con la mirada mientras el mediano servía sudoro a los humanos. Cuando, casuálmente el mediano se dirigió hacia ellos para responder a Raistebel.
Malinali se quedó estupefacta escuchando la conversación entre Raistebel y el mediano:
- Humanooo Raistebel mostrar gran respeto a Malinali. Humanooo simempre desprecia Malinali, pero humanooo Raistebel gran corazón. Yo pagar. - Malinali se desata una sucia bolsa del costado y la vacía por completo, mostrando en su palma varias chucherías (huesecillos y demás) y dos miserables monedas de plata: -Malinali paga todo. Muchaplata de humanooo.- Y muestra orgullosa las dos monedas. - Malinali paga cama Raistebel amigo, y pollo. Y malinali tambien pollo. Y Pollo para Ohtonqui fuera. Él también hambriento. Y también pajar para dormir. Muy bueno y caliente con animales. Mejor que cama dura. ¡¡Toma!! ¡¡Toma!!... - T acerca a la cara del otro mediano las monedas.

En ese momento, Malinali se aproxima mucho al mediano, y claramente le susurra algo al oído en voz baja...

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31/12/2012, 14:38
Malinali
Sólo para el director

(susurros): - Escuchar, compañero de tribu. ¿Ser tú un esclavo? Si ser así, Malinali ayudar. Ahora mucho humanooo. Mucho guerrero con espada. Pero si tú querer, esperar noche, y Malinali sacar a tí con oscuridad. No preocupar. Malinali sacar y tu ser libre para volver casa. Si hacer falta, Malinali matar mucho humanooo por tí. Gran guerrera. -