Partida Rol por web

Claro que sí, cabezas de lata... Dejadme un hueco.

Bajo su pañuelo, sonreía. Obtener información siempre tenía un precio, pero era mucho más divertido cuando el confidente se iba de la lengua en un ambiente en el que se sentía seguro.

Llevo el dinero escondido en la manga. No lo saco ahora porque tendría que quitarme una de las protecciones de cuero del brazo, y mira, si gano me ahorro lo aparatoso de sacar las monedas. Pero para que veas que soy solvente, solo una hombrera de mi armadura cubre con creces la apuesta.

No tenía intención de ofrecer mucha guerra. Los victoriosos son más simpáticos y habladores que los perdedores. Debía dejarse ganar. Tomó asiento, apoyó el codo y entrelazó su mano con la del caballero.

A la de tres... Una, dos y... ¡Umpfdhggg...!

Aquel idiota era mejor de lo que Psyches esperaba. Se tuvo que esforzar mucho para que el pulso se prolongara en el tiempo lo suficiente como para ganarse el respeto del cruzado. Cuando el pulso estaba más igualado, Vinie hizo que su brazo dejase de hacer fuerza, y el dorso de su mano tocó la mesa.

Uaaah... Ffff...-desató las correas de su brazalete haciendo ver como si revisase que no le habían roto el brazo-Auch... Eres tremendo, Jefe. Su Majestad del Reino de los Pulsos. Madre mía...

Aprovechó su actuación quitándose el protector del brazo para sacar una pieza de oro y dejarla sobre la mesa. Llegaron los momentos de los halagos.

Pues... No tengo cambio de una pieza de oro, pero te lo has ganado... a pulso, campeón. Aunque la apuesta fuese de dos platas, quédate con mi moneda. Es increíble... ¿Qué comías de pequeño? No entiendo que haces en una posada perdida de la mano de los dioses. Alguien con tu fuerza debería estar realizando alguna proeza... no sé... ¿Extirpándole las amígdalas a un dragón rojo?

Vamos, idiota. Suéltalo. ¿Qué hacéis en este sitio? ¿Qué órdenes tenéis y a dónde os dirigís?

Pues no me importaría estar estirpándole las amígdalas a cierto dragón, pero un dragón dorado de nombre Agress, propiedad del rey de estas tierras. Hace una semana que el rey, el verdadero rey murió en extrañas circunstancias, y su hijo bastardo llegó al poder. Poco después ordenó la disolución de la orden de los caballero Rantanos, a la que los seis pertenecemos, y nos sustituyó con una banda de poco más que bandidos y asaltadores, la Garra Roja. 

Unos cuantos siguieron al capitán Artas y se marcharon para entrar en los Capas Blancas, la orden del conde de Vintal, en Alwin, otros se quedaron para enfrentarse a los Garras Rojas y según rumores, fueron masacrados, y otros, como nosotros, decidimos volver a nuestras casas y en eso estamos.

¿Y cómo está ahora la situación en Nightshade? Quería ir allí, conocer la ciudad, y la torre del Archimago... sobre todo la academia de Magos de guerra - Quería haber esperado e introducido el tema cuando la noche estuviera más abanzada y los caballeros más borrachos, pero la situación le venía que ni pintada. - Supongo que no me recomendarías ir hacia allí ahora.

Los planes de Gârret parecían llendose al traste, desde que salió de la academia, había vagabundeado por los caminos con la esperanza de que sus pasos le condujeran hasta Nightshade, con el fin de ver cómo trabajaban los Hijos del hielo, la organización de Magos de Guerra que los Magos de Nightshade ocultaban con gran recelo en la fortaleza del norte de Nightshade.

No es una buena situación para la ciudad - dice otro-  pero para lo que tu quieres hacer es perfecto. La academia, o mejor dicho, las academias de los Hijos del Hielo, están esparcidas por el continente según cuentan, conectadas por portales, sus adeptos se cuentan por miles, pero con la toma de Nightshade y antes de desaparecer, el mago inmortal Gandalf Vintur los convocó a todos y tomaron la ciudad. Ahora los hijos del hielo controlan la ciudad y en otro lado del reino, en Cuatrocaminos, el rey les ha declarado la guerra, y el nuevo gobierno de magos de la ciudad, ha cogido el guante y ha aceptado el duelo.

Aún no han llegado noticias de la salida del ejército personal del rey, de Cuatrocaminos, pero la guerra es casi inminente, dudo que queden más de dos meses para el conflicto.

Entonces no creo que sea buena idea pasar por la ciudad, no quiero que el jinete de la guerra me encuentre en Nightshade. Las batallas dan menos beneficios que la vida de aventurero, y mientras queden monstruos y malvados en este mundo, seguiré apartado de ella. - Parecía estar hablando consigo mismo y no con los caballeros Rantanos en ese momento, divagando y alejándose mentalmente, poco a poco de la taberna.

Gracias por la información, caballeros, tomaros la penúltima a mi salud - Sacó una moneda de oro y la puso sobre la mesa con dos dedos.

Luego fue hacia el posadero - Reserva una litera para mí, voy afuera, a estirar un poco las piernas.

Despues de recoger  los platos   los dejo en el mostrador   junto con una par de monedas de  oro y tiendo la oreja   para escuchar las conversaciones.¿Esto llegara para pagar el alojamiento y la comida,no?.Cuando se acabe digamelo y tendra mas .

Gârret salió de la posada tranquilamente, sin intentar no hacer ruido ante Maliani, pues no dudaba de las habilidades de Maliani y ser silencioso no era su fuerte. Avanzó hasta cruzar el camino y salir de él por el otro lado, luego sacó su espadón y  lo clavó con fuerza en la tierra entre él y la posición de la luna. Luego se puso de rodillas clavando primero la rodilla derecha en la tierra  y luego la izquierda, sentándose sobre los talones y bajando levemente la cabeza, con los ojos cerrados...

Con ésto te sobra muchacho, pero gracias por la propina. Si quieres algo más dímelo, las camas están preparadas desde esta mañana si quieres descansar ya.

Vinie no podía creer el morro que le echaba Gârret a la hora de acoplarse a la mesa de de los Rantanos. Se los estaba trabajando él, eran sus informadores y ocho son multitud...

¿Quién le dió vela en este entierro a ese magucho de guerra?

Alistarse en los Garras Rojas sería muy atractivo dentro de unos años, cuando el rey bastardo hubiese asentado su poder. Pero apuntarse en la actualidad solo hacía que el señor Psyches se tuviese que medir con un montón de conjuradores intentando matarle. Mal negocio. ¿Y unirse a la resistencia en Nightshade? Nah... ¿Qué clase de nombre es Gandalf para un mago? Que ese tal Vintur no cuente con la ayuda de este pelirrojo.

Cambiando de tema...-dijo a los Rantanos-Imagino que con esas armaduras pesadas que lleváis, no iréis a pie todo el camino, ¿no? Si alguno de vosotros tiene caballo, ¿por cuánto me lo vendería? Llevo tanto tiempo caminando que mis callos van a eclosionar en cientos de larvas de gusano púrpura.

No, pelirrojo, si solo hubiéramos salido nosotros de Nightshade, hubieramos tenido caballos los seis, pero decidimos que los que más lejos tenían que ir, se quedaran los caballos, y nosotros a penas teníamos una semana de camino... y si no tenemos caballos para nosotros, menos los íbamos a tener para vendértelo a ti.

Siguió con la mirada a Gârret Khan hasta que saliera de la taberna - A ese tipo le debe sobrar el dinero, ya nos ha invitado dos veces esta noche sin que le pidiéramos, o siquiera insinuásemos nada. Algo querrá...

Gârret escucha claramente como unos pasos se acercan sigilosamente, tratando de rodear la posada, entre los matorrales, la luz de la luna te permite que al mirar en dirección a los matorrales veas unas siluetas más grandes que un humano, con cuerpo de humanoide y cabeza de lobo.

El husky había detectado algo, ya fuera en el aire o por el oído, algo le inquietaba y se acercó a su dueña, advirtiéndole de un peligro inminente.

Disimuladamente saca el espadón de la tierra pero no lo envaina, y retrocede hacia la posada, de rodillas, hasta la posición de Maliani para advertirle de la situación.

- Se acercan Gnolls - dice en una fluida lengua mediana para que la pequeña guerrera le entendiera lo mejor posible - no se cuantos son, pero no creo que vengan a compartir una cerveza con nosotros... en guardia.

Gárret abre la puerta de la posada, lentamente, evitando con su cuerpo que la luz saliera por la puerta e introduciendo la cabeza. 

- Despertad a los dormidos y coged vuestras armas, se acerca un grupo de Gnolls.

Luego volvió a salir de la posada para unirse de nuevo a Maliani.

Despertada por Ohtonqui, y luego avisada por Gârret, Malinali hizo un gesto para que Ohronqui permaneciera en silencio. Gârret se movió, entrando y saliendo de la "Gran choza".

Malinali, en cambio, se encogió despacio bajo la manta, escondiéndose entre las sombras de la noche. Simplemente vigilaba, atenta. Preparó una de sus lanzas y permaneció al acecho.

Malinali no podía creer lo que veía: El humanooo Gârret tenía buena intención, pero no sabía nada. Nadie en su sano juicio se pasea ante posibles cazadores enemigos, entrando y saliendo. Tampoco se habla, si uno no desea ser oído. Simplemente se hacen gestos. Y además, a Malinali le hizo gracia que Gârret confundiese la cabeza de un lobo con la de una hiena. Recordó también que Gârret había intentado dar huesos a Ohtonqui, cuando bien es sabido que a un perro le gusta tanto la carne como a tí. ¿Qué clase de costumbre humana era esa? Huesos a un perro... Si lo contase en su tribu, se reirían.

Todos aquellos humanooos eran graciosos, y tontos. No sabían nada de los espíritus, o de la naturaleza. ¿Cómo era posible que lograran sobrevivir? Debido a su "magia" y sus dioses, suponía. Eran como niños pequeños, salvo quizás Tío-Agly. Había visto algo diferente en él.

Pensó en esos otros seres con cabeza de lobo. Quizás fueran enemigos, quizás simplemente curiosos hambrientos. Sea como fuese, ella no se alzaría en armas contra ellos, si ellos no lo hacían antes contra ella o amenazaban la gran cabaña del mediano.

Salió de la posada, consciente de que había llamado la atención de los gnolls, pero era necesario para avisar a quienes estaban dentro de la taberna, que no les pillara por sorpresa una banda de gnolls hambrientos. Se percató de que Maliani se había escondido y no se molestó en buscarla, esto le haría perder la ventaja que le había dado, por lo que evitó descubrirla.

Con su espadón siendo iluminado por la luz de la luna llena se acercó al camino, quería alejar al enemigo todo lo que pudiera de la taberna para dar a quienes estaban dentro una oportunidad de salir de ella y a atacar antes de ser atacados. Mientras caminaba sacó una una antorcha encendida de su mochila y la echó a la mitad del camino... la cuestión era llamar la atención y alejar a los asaltantes de la taberna, y que estos supieran que alguien les esperaba, que salieran de su escondrijo.

Susurró algo mientras estaba en el camino, esperando a que la luz de la luna revelara a los asaltantes, y por un momento sus manos parecieron convertirse en piedra, para volver a tornarse en normales.