Nita se hacerca al grupo y le hace una seña para que se agachen.Realmente me escondo en las oficinas, pero si les da por seguirnos tardarán en darse cuenta que no estamos en la mina, es bastante profunda. - dice en voz baja y soltando una pequeña risilla infantil característica.
-Vamos, vamos, calmemos esos humos - palmaditas amistosas a Nita en el hombro - No creoi que Akka haya querido decir nada hiriente. Si todo transcurre como supongo, opasaremos mucho tiempo hombro con hombro ahí fuera. Es mejor que empecemos a llevarnos bien. - luego en susurros a Akka con una profunda mirada comprensiva- Posiblemente esta mujercita tiene más edad que tú, y me consta que no ha tenido una vida fácil... comienza a verla por lo que es, porque su apariencia no dice de ella ni la mitad de lo que debería. Las nueces no tienen nada que ver por dentro y por fuera - Dyshire termina la frase con una sonrisa, y un apretón de comprensió a la altura del codo. - Dile cualquier disculpa que la alabe, y la harás feliz.
Todos comienzan a advertir que Dyshire es una persona acostumbrada al contacto físico, poco común entre personas, y mucho menos del sexo opuesto. Lo lleva con mucha naturalidad, como si fuera lo más normal del mundo.
Cuando Dyshire se le presenta, Namarth hace una elaborada reverencia, haciendo que sus manos dejen tras de si un halo luminoso.
Encantado de conoceros, dama de los bosques
Al unirse al corrillo de Nita, dice en voz baja:
Buena idea, Nita, en cuanto estemos todos nos largamos hacia allí.
Lo de la luz es el conjuro de prestidigitación que aún me dura.
Contestando a la presentación de Dyshire
mi nombre es Akka
Según me da la espalda Lina, me dirigo a ella con voz triste y sincera
la ira que muestras es un tanto irracional y un día te podría costar un disgusto
no te pido que confies en mí, pero tampoco deberías de dar la espalda a quien te tiende la mano
¡Tú no sabes nada de la ira que guardo! Ya he conocido a alguien como tú demasiado ocupado en salvar el reino para preocuparse por una pequeña y estúpida mediana, pero Dysh tiene razón: vamos a pasar tiempo juntos. Tienes derecho a que no te prejuzgue, por ahora. Y con esta frase tiende la mano hacia Akka.
Yo también lo espero, no me gusta estar enfada todo el día.. Dicho esto, cualquier sombra de furia o enfado en su cara es sustituido por una amplia sonrisa.
A ver si llega el enano. Mientras invito a cenar. ¡Tabernero!¡Cerveza y comida! No quiero que se diga que Nita se porta como sus "amos" - grita tirando un par de piezas de oro sobre la barra.
Me descuento 2 po por la cena, no querréis iros a una mina abandonada sin comer, ¿verdad?
- No, no soy maga. Aprendí del maestro Devon gran parte de las maravillas del equilibrio natural. Es como las matemáticas: la cuenta cambia si sabes dónde poner las comas. Hay gente que nos llama druidas. A mí el termino me da igual; lo que importa es salvaguardar ese peligroso equilibrio. Es lo que hace que al respirar no te mueras y que el dulce te gvuste. Está en todo y en todos, como una entramada red. Pero hazle un agujero, y la red no servirá para nada. Salvaguardarlo es una labor interminable, pero la observación te enseña algunos pequeños trucos como el de antes. - Dyshire pone una sonrisa japonesa de esas en las que aprientan mucho los ojos en las series de manga - como comprenderás, aquello de lo que hablábamos antyes, podría suponer mucho más que un agujero en ese tejido; conviene estar atento.