Partida Rol por web

Yo se supone que estoy escondido o no he podido al final?

El Uth-lar ese? es amigo o enemigo?

 El rayo impacto en el pecho del gran trasgo, cayendo este al suelo... muerto

Segunda parte del combate y allá vamos de nuevo. Me percato de que Shadow intenta pasar desapercibido para poder saltar por sorpresa sobre nuestros oponentes y para intentar desviar la atención de sus movimientos, digo en voz alta.

¡Escoria!. ¡No busqueis mas!. ¡Solo que quereis es morir, de eso nos encargaremos mi acero y yo!.

Retumba mi voz entre los arboles dsel bosque. Y unos instantes después, no dudo en lanzarme a la carga de nuevo. Pues uno de estos mal nacidos ya ha caído bajo el ataque de mis compañeros. Y otro, ya sangra por una herida.

Y puesto que no es plan de dejar a ese pobre infeliz ahí en medio sufriendo, con cierta sonrisa en mi rostro me abalanzo sobre el y descargo mi acero sobre su cráneo. A pesar de las ramas de un árbol cercano, descargo espada con fuerza tratando de solucionar definitivamente, la situación de ese pobre trasgo.

El aire gira y ralea alrededor de Katan. El arisco shaman agita sus largas y trenzadas barbas, y observa ya a la segunda oleada de trasgoides atacando por dos frentes.
El ermitaño, alza entonces las manos al cielo, y comienza a saltar de una pierna a la otra, como en un extraño baile arcano.
Huk...chaca chaca...huk...huk HUK...chaja chaja, juk!

Las manos, arrugadas y marchitas, se alzan y baten por sobre su cabeza.

Misteriosamente, la magia del gitano funciona, y frente a él la tierra comienza a agitarse. Primero una mano, luego otra, y por ultimo una cabeza!
Un esqueleto muy grande, sin dudas perteneciente a algún humanoide monstruoso, orco o trasgoide, aunque con una gran calavera parecida a la de un oso, se alza frente a Katan. El esqueleto gira su cabeza, y mira al brujo que le ha conjurado. A una señal de las manos de Katan, el muerto viviente -sin olor éste-, se vuelve rápidamente, preparado para desmembrar a los trasgos que se aproximan por el norte!

Llamando un nuevo rayo desde el ciel,o que cayó sobre el can del infierno y su acompañante, el águila continuó volando gracilmente sobre el grupo.

Por su parte, el felino decidió apoyar en su ataque a Henderch, defendiendo al grupo.

ShadowBeard ve a su enemigo próximo y se lanza como una flecha, al tiempo que descarga una oleada de golpes con sus espadas

Uth-lar, corriendo hacia el combate recibe un rayo caído del cielo... No se lo esperaba, sin embargo no tiene tiempo de pensar en ello porque ShadowBerd se le hecha encima. Con un rápido movimiento bloquea su ataque.

¡Tú! ¿te atreves a luchar conmigo?- dice en común mientras mueve sus espadas cortas golpeando por dos veces al enano y provocándole una herida bastante grave

 Zarr murmura unas palabras y desaparece...

 El can del infierno corre y carga sobre intentando, sin éxito, morderle.

 Los grandes trasgos siguen luchando.

El gran trasgo, que se encuentra luchando contra Henderch y el leopardo de Porfidius, logra esquivar el ataque del guerrero pero no del animal... enfurecido intenta golpear a Cloud el cual no le da tiempo a esquivar la espada del enemigo sufriendo una herida en el costado.

Dos de los guerreros atacan con fiereza a la nueva criatura invocada por Katan, pero no logran herirla.

Otro gran trasgo se mueve y ataca a Katan, el cual no tiene tiempo a esquivar el golpe.

El último combatiente gran trasgo intenta golpear a Necrull, pero no lo logra.

 Evea ve con cierta angustia como los numerosos enemigos se van cerniendo sobre ellos, pero lejos de djarse amilanar, continúa plantando cara, en este caso se gira y dispara al rival que está atacando a Necrull y lo ha herido. Su voz se alza por encima de los ruidos de la escaramuza.

 Dos flechas vuelan certeras, hendiendo el cuerpo del gran trasgo, incrédulo ante los ástiles de las flechas que brotan de su cuerpo, mientras su vida se apaga...

 Los disparos de Evea son precisos y abaten al gran trasgo que combatía contra Necrull

La situación se vuelve un poco más peliagudo de lo que parecia en un principió, aparte de los trasgos hay otras figuras por el sur que parecen más poderosas. Necrull tenía intención de moverse hacia ellas pero los trasgos se les avalanzaron, uno de ellos incluso llegó a atacar al brujo, pero afortunadamente falló en su ataque.
Necrull estaba pensando cómo eliminar a su enemigo cuando dos certeras flechas lanzadas por Evea acabaron con él. Agradeciendo el gesto con una inlcunación de cabeza y una sonrisa, se dispuso a eliminar más enemigos. La nueva criatura de Katan tenía dos de esas inmundas bestias con lo que pensó en aligerar su pelea un poco, pero al tratar de no darle al mueto viviente creado por su compañero el rayo falló.

Maldiciendo, Necrull avanzó hasta Evea mientras desenfundaba su maza por si el combate se volvia más personal.

Finalmente, no logro acertar al trasgo que tengo delante pues mi espada se enreda con una ramas. Al tiempo que suelto una maldición, libero mi hoja destrozando la rama. Pero esos instantes, los aprovecha el trasgo para acertar al gatito que valientemente ha acudido a ayudarme. El trasgo muestra sus colmillos putrefactos en una sonrisa orgullosa,  y a mi, solo me faltaba eso esta mañana.

Mis dientes rechinan mientras que mis ojos relampaguean coléricos. Mi mano derecha se cierra con mas fuerza aun sobre la empuñadura de mi arma y, emitiendo un rugido inarticulado que solo gatito parece comprender, me lanzo sobre el puñetero trasgo. Y esta vez, digamos que si que logro borrarle la estupida sonrisa de la cara.

De reojo miro a gatito y digo.

Tu tranquilo que a este le saco yo las tripas en un momento.

ShadowBeard se retira prudencialmente de combate, ante la grave herida que ha recibido, viendose superado por su enemigo se refugia en el grupo.