Partida Rol por web

 El golpe recibido por Henderch es brutal... antes de caer al suelo el gran trasgo ya estaba muerto.

Con un simple movimiento, Cloud comienza a atacar al Can que se acercó peligrosamente a Henderch, dando buena cuenta de él.

Por su parte, el águila (Porfidius), se centró en los dos seres más al Sur, con una pinta más fiera que el resto, haciendo caer la ira del cielo sobre ellos.

 El can del infierno no puede aguantar las acometidas de Cloud y muere finalmente ante el último ataque del leopardo

El clérigo desaparece, pero no le da tiempo a huir de un tercer rayo lanzado por Porfidius. Cae al suelo,... muerto. 

El espantoso esqueleto con cuerpo entre un oso y un ave, alza un poderoso brazo terminado en garras, y lo descarga sobre el pecho del trasgo que intentó golpearlo.
Las zarpas del muerto viviente, abren profundos surcos en la carne viva, derramando la sangre del humanoide.
El muerto viviente, lanza otro zarpazo, e intenta morder el craneo del gran trasgo sin lograrlo.

Katan, por su parte, retrocede herido de los ataques que le llegan desde su derecha. La sangre, mancha el peto de cuero y los huesos que adornan al ermitaño....

AY! Maldito y apestoso trasgo! Grita dolorido el viejo del pantano.
Katan, se tironea de las largas y trenzadas barbas, al tiempo que comienza a cantar una oscura letanía.
Hammmenger janterhas bargaluth bargandas!...Barbas oscuras...barbas siniestras...púas impuras...barbas y más barbas!

Entonces, las grasosas trenzas que cuelgan todo alrededor de Katan, comienzan a crecer y a alejarse de su rostro. Las barbas se vuelven filosas y giran amenazantes todo a su alrededor!

¡Ostré ostne temnoty! Grita por ultimo el shaman, cuando las oscuras barbas ya se
asemejan más a látigos siniestros que a cabellos.

Uth-lar ruge: esta perdiendo a muchos de sus soldados, pero eso no puede hacerle retroceder. 

¡Matadlos a todos!- grita mientras carga hacia Henderch. La espada corta del Uth-lar hiere un costado del guerrero

 Dos de los grandes trasgos siguen luchando contra el monstruo de Katan pero siguen sin lograr impactarle.

Por el contrario, el gran trasgo que quedaba da un paso al frente y vuelve a intentar herir a Katan, pero esta vez no lo consigue.

Viendo como los trasgos van cayendo uno a uno, Necrull se confia un poco más.

Parece que al final vamos a salir bien parados de todo esto.

Henderch estaba lidiando con el que parecia ser el lider de los seres, y junto a él estaba el jaguar de Porfidius. Pero aun así no se atrevia a dispararle por miedo a darle a sus compañeros. Así que decidió volver a probar suerte con el trasgo que atacaba al muerto viviente de Katán.
El brujo aferró su maza con la mano izquierda mientras murmuraba en un idioma infernal y un rayo violaceo surgió de su diestra e impactó contra el trasgo.

Shadowbeard, viendo que un trasgo se acerca a su posición y la de Katan, pese a sus graves heridas, se reposiciona y comienza a atosigar al trasgo, que tambien esta amenazado por la invocación de katán.

El enano descarga varias estocadas con sus espadas que encuentran huecos en las defensas del trasgo.

 Evea, libre de amenzadas inmediatas, tiene una buena visión del estado de combate, decide concentrar sus esfuerzos contra el que parece ser el líder de los trasgoides, que además, había demostrado su gran valía al herir tanto a Shadow como al diestro Henderch.

 Posicionándose de forma que pueda tomar con la guardia baja al gran trasgo dispara dos flechas. La primera no termina de alcanzar con suficiente fuerza como para traspasar la armadura del enemigo, la segunda, afortunadamente se hunde en el muslo izquierdo el líder enemigo.

 La voz de la Gata seguía alzándose sobre la escaramuza, embriagando las mentes de sus compañeros con heroicas gestas, cantando sobre la glria de la luz sobre la oscuridad.

El oso buho descarga su rápida sucesión de garras y dentelladas osunas contra los dos trasgos que continúan amenazándole.
Detrás, ShadowBeard atraviesa de lado a lado al trasgo que intentaba golpear a Katan a pesar de sus amenazantes barbas afiladas.

El shaman, aprovecha para dejar al enorme esqueleto a cargo de los pocos trasgos que permanecen aun vivo, y retrocede en dirección al gigantesco trasgo que ha aparecido por el lado sur.

Mierda...! Es...es enorme!...Eso si es un buen cuerpo base....Es impresionante.
El viejo del pantano, analiza con ojo critico al diestro trasgoide, mientras lo ve atravesar fácilmente las defensas de Henderch
¡VEN!...Ven aqui maldito! Vení...ven a mi!... Le incita Katan, haciendo señas con su mano libre, como llamándolo.
Evidentemente, el ermitaño sobre-estima la peligrosidad de sus aserradas barbas!

Por mis barbas!...Acércate trasgo sucio!!

Katan, comienza a golpear su escudo de madera repleto de talladuras de calaveras, usando la mano libre y abierta. Al mismo tiempo, da un cántico muy lúgubre...como para un velorio.

Entonces, estira la mano hacia el frente, y un palido rayo surge haciendo erupcion desde su dedo extendido.
Cuando vuela hacia el objetivo, un zumbido agudo, helado, surca el aire llegando casi a darles un escalofrío!

Porfidius sobrevoló los dos soldados, calculando con precisión la caída del relámpago.

Por su parte, el leopardo continuó apoyando al bárbaro, en la defensa del grupo, y golpeó al que parecía el líder de aquellos grandes Trasgos.

Y ante mi, aparece un engendro particularmente feo y hediondo. Me grita con su fétido aliento algo a lo que no le presto demasiada atención, pues no estoy yo para sutilezas, y tiene suerte, pues logra tocarme en un costado.

Miro de arriba a abajo a este pobre imbécil y replico.

No es solo que estés ya muerto no. Es que no sabes el grado de dolor que vas a experimentar.

Y dicho esto, con un sordo gruñido, salto sobre este desgraciado. Silba mi espada cortando el aire y algo mas. De izquierda a derecha, le devuelvo la atención al desgraciado golpeando con fuerza sobre su costado. Y como no es cuestión de parecer mal educado, ya que el ha sido el que se ha tomado la molestia de venir a hacerme una visita, alzo mi espada y descargo un segundo tajo sobre el mal nacido.

Y yo, viendo su mueca de dolor, sonrío y añado.

¿Te gusta?. Pues ya sabes. Por mi, podemos seguir bailando hasta que te canses. ¡O hasta que toda tu sangre solo sea un charco en el suelo!.

Y no, cuando digo esa ultima frase, no estoy sonriendo precisamente.

 El rayo y los golpes del esqueleto son suficientes para terminar con ambos. Por otro lado, ShadowBerch despacha sin dificultades al tercero de los mismos.

 Uth-lar no puede hacer frente a los múltiples ataques que recibe y finalmente muere decapitado por un golpe de Henderch.