Partida Rol por web

Mientras estás tomando aire en el pasillo de tu habitación/forja, ves venir caminando lentamente, como dubitativo, a unidad, el miembro uruguayo de la liga. Serio como siempre, se te acerca, saludándote con una inclinación de cabeza.

-Buenos días. ¿Has oído la noticia de la inspección? Carla envió por mensaje personal... Y yo pensé... Bien, sabés que no me gustan las cámaras... Y como se que no te gustan mucho las computadoras... Digo, si no quieres ir, me gustaría... quedarme con vos. Me serviría de excusa, para no ir con todos.

Se lo ve contrariado. Habla pausado, como con duda. Sabés que ha estado recibiendo bastante hostilidad de parte de los medios, pero es la primera vez que lo ves así de afectado. 

(tampoco es que se vean tanto, es un tipo bien seco, pero te llama la atención.)

A punto de hacer una sonora pedorreta, Dolores decidió abstenerse de su comportamiento infantil ahora que tenían público. No demostró su desagrado por el senador, ni por los periodistas, ni por el hecho de tener que estar perdiendo el tiempo ante las cámaras cuando podría estar en el laboratorio trabajando, o mejor aun, encargando ese Sable Laser tan chulo que había encontrado en una tienda online estadounidense.

Con la maldad que caracterizaba algunos de sus actos, y se coloco de nuevo tras la silla de Nate, y le susurro al oído.

Doctor Schneider, su público espera, recuerde que yo solo soy la enfermera.

Una sonrisa traviesa atravesó el rostro de la chica mientras esperaba a ver que hacia la única persona que le importaba mas que ella misma.

Mordiéndose la lengua para no reírse por el comentario de su compañera y amiga, Nathaniel adoptó una pose seria e hizo que Dolores le guiara hasta el senador. Con las manos entrelazadas en el regazo, puso la mejor sonrisa que podía, y que había sido portada en el Nature y el Science, y se dirigió a Costa.

- ¡Senador, qué detalle que venga a visitarnos! - dijo, extendiendo la mano - Perdone que no me levante...

Giro la cabeza y me quedo mirando al uruguayo y con un suspiro contesto:

Está bien quédate. Pero no te quedes  sin hacer nada, ayúdame a terminar esta espada, si lo haces bien te la regalo, no es una espada cualquiera, es más te viene perfecta, esta encantada y su poder es aumentar la fuerza de una energia, tus habilidades tenian relación con eso, ¿no?

El Doctor Murúa da un paso al frente y con una sonrisa estrecha la mano del senador Costas.

- Buen día senador. Hoy estamos tapados de trabajo, optimizando nuestros sistemas de vigilancia postciudadana - Y toda esa mierda de control que tanto le gusta. - Las instalaciones son muy adecuadas aunque sabrá que tuvimos que hacer algunas modificaciones para adaptarlas más a nuestras necesidades.

Otra vez sonrisa.

-Yo no discutiría con alguien que no sólo se cree un dios sino que además puede enterrar en magma a alguien con el chasquido de sus dedos, senador -dijo Parkour con un fuerte acento brasileño, su rostro iluminado con una gran sonrisa blanca y luminosa- Parkour, un placer -añadió, adelantándose hacia el senador y los medios, estrechando distraídamente pero con FUERZA la mano del senador a la vez que sonreía a los medios... y a esa periodista que había entre ellos- Oh, disculpe, no pretendía -dijo soltando la mano al senador al darse cuenta de que había ejercido más presión de la que debiera.

Sasha no tuvo muchos problemas en llegar hasta allí por los pequeños detalles que quitan tiempo como escalinatas y esos rodeos que él sencillamente no tenía que dar. Realizó por el camino en apenas unos minutos el equivalente a veinte en la clase y cortó su conexión, cediendo a Mia su lugar, para que iniciase las charlas sobre psicolocación esencial (levitación básica) a los alumnos. recionoció a los presentes antes de fijarse en ellos siquiera, una torre de puro poder en bruto flotando y las diferentes sutilezas de los demás.

-Senador. Caballeros -dijo Sasha, eternas gafas oscuras, caminando lentamente hasta el lugar- Todos bien, veo.

Se concentró por unos instantes en Vulcano, buscando su huella. No veía ningún problema realmente. Todo parecía ir bien, ninguna sorpresa desagradable o sorpresa en general (todas son desagradables en mayor o menor medida).

Schneider fue el primero en acercarse, y el senador Costas lo interceptó a mitad de camino, como correspondía.

-¡Senador, qué detalle que venga a visitarnos! -dijo desde la silla, extendiendo la mano -Perdone que no me levante...

No podía decirse que el científico no tuviera un aire por lo melodramático. Silla de ruedas tradicional, enfermera bonita, frase políticamente incorrecta... Pero su cara daba la impresión de que algo lo divertía. 

-Oh, no se preocupe doctor. Como todos, estoy al tanto de lo que le ocurrió en Europa. Terrible, terrible... Lo que hacen algunos hombres por poder... ¡Y siendo usted tan joven! Sepa que aquí haremos todo lo posible para que lo ocurrido no obstaculice su carrera, ¡ya que creemos firmemente en la igualdad de oportunidades!

Girando levemente hacia su izquierda, el senador vio al Doctor Murúa extender la mano hacia él, una sonrisa impecable en el rostro

-Buen día senador. Hoy estamos tapados de trabajo, optimizando nuestros sistemas de vigilancia postciudadana. Las instalaciones son muy adecuadas aunque sabrá que tuvimos que hacer algunas modificaciones para adaptarlas más a nuestras necesidades. 

Otra vez sonrisa. No podía decirse que los miembros de la recién formada liga carecieran de talento diplomático.

-Bueno, comprendo. Era de esperar que individuos tan... singulares como ustedes -dice sin mirar a nadie en particular -tuvieran algunas necesidades específicas. Y con el costo que ha tenido este proyecto, no vamos a estar objetando un cambio de decoración, ¿verdad? -dice divertido.

En ese momento, el senador se percata de que Parkour está también a su lado, como aparecido de la nada; así que le extiende la mano al joven brasileño, que con una gran sonrisa le dice

-Yo no discutiría con alguien que no sólo se cree un dios sino que además puede enterrar en magma a alguien con el chasquido de sus dedos, senador. Parkour, un placer -dijo al estrechar distraídamente pero con fuerza la mano del senador a la vez que sonreía a los medios... y a esa periodista que había entre ellos- Oh, disculpe, no pretendía -dijo soltando la mano al senador al darse cuenta de que había ejercido más presión de la que debiera.

Masajeándose la mano, el senador miró a Parkour con la misma sonrisa con la que todos parecían manejarse hasta el momento, y le dijo

-Oh, pero justamente, ese es el punto de esta "liga"... El poder discutir con gente con habilidades increíbles, sin estar temiendo que cuando escuchen algo que no les guste, nos entierren en un... ¿Cómo fue esa expresión que usó? ¿Mar de lava? Exagerando el masaje, el senador se gira imperceptiblemente hacia las cámaras y continúa. -La fuerza bruta, sin control, no es más que una herramienta burda. Puede incomodar a la sociedad, pero no puede transformarla. No puede cambiar nada. -Por un breve instante, Dolores y Murúa jurarían que miró de reojo al negro y sonrió cínicamente. -Y aun cuando sus poseedores tengan las mejores intenciones, la única certeza es que antes o después, terminarán lastimando a alguien. ¿Cómo era la frase esa del presidente Perón? "...El hombre es bueno, pero si se lo vigila, es mejor"

En ese momento, ingresó Kavanov a la sala.

-Senador. Caballeros. Todos bien, veo.

-No tan bien como usted, joven. Confío esté disfrutando de las instalaciones, que estoy seguro podremos ver juntos. Naturalmente -dice girándose nuevamente hacia las cámaras -habrá un momento en el que les pedirán que se retiren... Después de todo, ¡algunas cosas son secreto de estado! -dice con una amplia sonrisa. -¿Continuamos? Quisiera saludar a Vulcano y Unidad...

-Mientras habla con Sasha, nuevamente, Dolores y Murúa creen percibir por la fracción de segundo más pequeña, sarcasmo y desprecio.

Mientras el senador habla contigo, te sorprende lo calmado que está. Las personas no psíquicas suelen ser bastante ruidosas, no necesariamente transmitiendo sus pensamientos, pero si generando "ruido" a su alrededor. Este tipo no. Si la actividad mental se representara como un aura (que no lo hace, pero ¿Cómo se le explica la vista a un ciego de nacimiento?), mientras las auras de la gente normal tienen largos flecos de colores similares a los de la aurora boreal, la de este tipo tiene apenas llamitas, uniformemente calmas, monótonamente regulares e inexpresivas.

La joven periodista te mirá un buen rato. Es que con el torso desnudo resultás muy fotogénico; pero el senador te roba la función con su discursito sobre la fuerza y bla bla bla que propiciaste con tu apretón. Por otro lado... ¡Quién te quita lo bailado! Se va a estar sobando esa mano hasta la noche...

-Gracias. Con total honestidad, prefiero ocuparme en algo. Me ayuda a no pensar. Me gustaría ver esa espada de la que hablas.

Unidad parece haber recobrado su habitual estado de ánimo neutro.

Murúa se da cuenta que dolores se da cuenta. Pero también se da cuenta que salvo Eke, nadie más lo nota, ni siquiera el psíquico.

La primera vez, Dolores se da cuenta de que Murúa y Eke se dan cuenta. La segunda vez no.

Bueno, para que la puedas ver debes ayudarme a terminarla, ven que te enseño a darle la forma, yo ya la hechizaré.

Hace un gesto a Unidad para que se acerque y empieza a explicarle como darle forma a la espada.

Unidad ingresa a tu habitación. El calor no parece perturbarlo. Agarra el martillo con seguridad, y comienza a trabajar.

En ese momento, sentís un breve contacto mental de Sasha, pero desaparece antes de que puedas ver de que se trata.