Partida Rol por web

Parkour ahora parece más interesado en acompañar al grupo que antes, tal vez por el hecho que una guapa periodista está obligada a hacerlo y él la sigue de buena gana, dándole conversación cuando surge la oportunidad. Probablemente este no será el mejor reportaje de la chica, pero tal vez se convierta en una de sus mejores citas, si todo va bien...

- De acuerdo, yo invito - dijo, bromeando, ya que los productos de la cafetería eran gratuitos para los miembros de la Liga - Vamos con ellos para responder a sus preguntas, que me da que van derechos al Laboratorio.

Dolores, solícita, empujó la silla de ruedas mientras Nathaniel adoptaba la pose de científico frágil y débil, mientras en su interior se partía de risa por todo aquello.

Dolores acepto la figurada invitacion, y con actitud obediente empujo la silla de Nate.

De acuerdo, pero mejor que respondas tu, porque si lo hago yo...

Terminar la frase resultaba innecesario.

Viendo como la tensión de la situación se disipaba tras la sonrisa de la científica, le dijo galante:

-No, no, repito doctora, la descortesía ha sido mía, y no debe achacársela al resto de los hombres del continente, por lo demás, los más seductores del planeta. ¿Continuamos?

No había terminado de pronunciar la sílaba final del "continuamos" cuando Kavanov interrumpió asintiendo, como si lo hubiera estado esperando. Mirándolo desde atrás de sus ubicuas gafas negras, exclamó:-Por supuesto, Senador. ¿Entendería que realizásemos una somera batería de pruebas médicas?; siento la molestia, pero por supuesto sería para su propia seguridad. De más está decir que no está obligado, es algo puramente voluntario. 

Costas lo miró extrañado, al tiempo que los doctores Pearson y Schneider intercambiaban unas palabras, de las que sin prestar atención alcanzó a deducir se trataba de una invitación de algún tipo. Mirando más allá de las gafas del argentino, directamente a sus ojos, dijo:

-Sabe usted cuanto aprecio los protocolos de seguridad, pero preferiría dejarlo para otro momento, dado que los requisitos al respecto ya han sido cumplimentados, y realmente me interesaría ver los laboratorios... Y a Vulcano, y Unidad*, y al Gigante**. Incluso su estudio, Sr. Kavanov. Hay tanto para ver, y el tiempo siempre es tan poco...

Parkour se da cuenta que la joven periodista, (a la que por más que se esfuerza no logra identificar) no puede prestarle la atención que querría porque está trabajando. De todas maneras, cuando se ponen en camino, deja ir al camarógrafo por delante, y dándose vuelta, le pregunta:

-Oye, que tal si tu y yo vamos en la semana a algún café... ¿Y me dás una entrevista exclusiva?

Eke hizo rodar sus ojos hacia arriba ante el intento del senador de congraciarse con Dolores, particularmente al imaginar la "seducción" que el petiso político podría tener... En ese momento, recibió un llamado telefónico. Era Carla, que además de quejarse porque nadie tenía puesto su mastoideo, les ofrecía una manera de desembarazarse del senador y su visita. Contestando discretamente, cortó la comunicación y se aproximó a Kavanov, diciéndole por lo bajo

-¿Te molestaría transmitirle al grupo que tenemos una situación? Cuatro periodistas, secuestrados por la guerrilla colombiana*. No es exactamente lo nuestro, pero sigue estando mal y nos sirve de perfecta excusa para dejar al senador. Digo, porque puedes hacerlo de manera discreta, sin que se entere ni el senador ni las cámaras.

-Senador, ¿ha oido hablar de los metamorfos? Nosotros sí. Insisto en que pase los controles -la sonrisa del alto y musculoso Parkour de repente había desaparecido y una de sus manos estaba posada en el hombro del político (o supuesto político)- además, parece que tenemos una situación... -dijo el joven brasileño mirando a su compatriota ricachón.

Sin mediar más intercambios se giró ignorando al politicucho y buscó con la mirada a la periodista, haciendo unos "cuernos" con los dedos, seña universal de los jóvenes de hoy en día para indicar un "llámame". Y comenzó a caminar hacia sus habitaciones para cambiarse.

El Doctor Murúa pone su mejor cara de seria preocupación mientras lleva la mano a su oreja izquierda.

- Entendido, en un momento estaremos listos. ¿Necesitaremos a todos? Comprendo.

Habla solo, o en realidad a Carla pero sigue siendo una pantomima. Tiende la mano al Senador.

- Siento mucho la interrupción repentina de nuestra hospitalidad. Deberá recorrer el resto con el personal civil. Desde ya insistimos en que venga cuando quiera, no solo por que es su derecho y su deber sino también por que es nuestro invitado.

Luego de despedirse se dirige al hangar en espera de los otros.

Sasha hizo el equivalente social no-físico a un encogimiento de hombros tácito.

-Como prefiera...

Ver todo aquello no les perjudicaría, en principio, con toda la seguridad que disponían. Y en su cuarto realmente no iba a encontrar nada, no mucho más allá de un estilo plano y minimalista. Su verdadero hogar estaba en el interior... otra clase de interior.

"Caballeros, hemos entrado en situación. Cuatro periodistas, secuestrados por la guerrilla colombiana"

El deje germánicoeficiente del psíquico se posó suavemente en alguna zona de cada uno, menos en el cerebro que en alguna vaga zona alrededor de los oídos, cosa curiosa.

-Parkour no es discreto, pero no está equivocado. Nada personal, se trata de una minimización de riesgos. Ahora, si nos disculpa, Senador.

Las palabras de Sasha llegaron hasta Dolores claras como el agua pese a no haber sido pronunciadas. Aunque no era la primera vez que Sasha usaba su don para comunicarse con ella, igual que con los demás, a ella le resultaba una práctica extremadamente molesta. No le gustaba la idea de tener a alguien hurgando en su cerebro, y aunque confiaba bastante en el psíquico, no podía evitar sentirse observada cuando este contactaba con ella de esta manera.

Por supuesto jamás había expresado su desagrado ni su reticencia hacia estas prácticas, pero lo que más le molestaba era no saber si Sasha lo sabía pese a su silencio. Era una sensación francamente incomoda.

Cuando la sensación desapareció, se volvió hacia Nate con cierto fastidio.

Tendremos que dejar ese té para más tarde.

¿Por qué las emergencias no podían tener horarios marcados? Hay momentos en las que una no quiere enfundarse en un traje y salir por ahí pegando tiros.

Su cerebro comenzó a divagar sobre las posibilidades de crear algún programa capaz de interpretar distintas variables que le permitiesen saber cuándo iba a ocurrir un ataque terrorista, una situación con rehenes, o cualquier otro tipo de amenaza.

No tiene porque ser una cuestión meramente estadística, un poco de investigación, datos medioambientales. Podría crear un programa que recogiese y comparase las distintas variables que confluyen en cada situación, luego un mero análisis comparativo daría con las variables que influyen en…

El hilo de sus pensamientos e vio interrumpido por la mirada de Nate. El joven la conocía lo suficiente como para interrumpirla cuando percibía esa mirada en ella que indicaba que su cerebro trabajaba a varios años luz del lugar donde se encontraba su cuerpo. Le devolvió la sonrisa sabiendo de antemano lo que iba a decirle, como tantas otras veces, y respondió antes de que lo hiciese.

Tienes razón, ya me centro.

Hizo girar la silla, y se dirigió al pasillo que les llevaría de vuelta al laboratorio.

La voz con acento de Shasha de repente resonó en su cabeza y Nathaniel frunció el ceño. Al igual que Dolores, al joven genio no le gustaba lo más mínimo que nadie se metiera ahí dentro, ya que era lo mejor que tenía. En cuanto tuviera la oportunidad, hablaría con Dolores y Murúa para diseñar un sistema que bloqueara las señales telepáticas. No por Shasha, ya que sabía que nunca haría nada peligroso pero, ¿quién sabía qué podía pasar con un tipo perturbado con sus habilidades? De ninguna manera iba a permitir que algún tarado le convirtiera en un vegetal para el resto de sus días.

Asintió a Dolores y se despidió cortésmente del Senador con un leve apretón de manos, dejando que las cámaras volvieran a cubrir esa imagen. Sabía de sobra que los politicuchos se daban de golpes para hacerse fotos con gente como él, y si además iba con la silla de ruedas, mejor que mejor. En cuanto se volvió con un suave giro de la silla para marcharse junto a Dolores, vio aquella familiar expresión en su rostro.

- Y ahí vamos otra vez - musitó el joven - ¿Dónde estás ahora, Dolo? ¿Calculando las distintas variables posibles de dispersión de algún compuesto ficticio? ¿Programando de cabeza sin compilar?

Afortunadamente, la joven percibió la mirada de su amigo y compañero y procedió a marcharse con él hacia el laboratorio.

- Uhhh, eso ha sido claramente una intervención divina - dijo Nate, ya en los pasillos, bromeando - Si llego a tener que soportar un poco más el papel de sufrido investigador, me hubiera sacado la sonda y la habría tirado contra alguien. ¿Cómo pueden ser tan estirados? En fin... guerrilla colombiana, Dolo. Tengo ganas de moverme con el Avatar por selva... 

Ella sonreía mientras escuchaba a Nate, y aunque el, subido en la silla y de espaldas a ella, no la viese, podía imaginárselo.

Si, yo también tengo curiosidad, me pregunto si el tecno traje…

Dejo la frase a mitad cuando se dio cuenta de que era mero formalismo. En realidad tenía muy claro que las capacidades del traje funcionaban en condiciones mucho mas adversas que una selva calurosa y húmeda. No lo había probado, pero los datos estaban en su cabeza, y los resultados eran concluyentes.

Cerro la puerta del laboratorio tras de si.

Cuatro periodistas secuestrados. Es poca información para montar un operativo… ¿Cómo los capturaron? ¿Crees que estarían entrevistando a alguno de esos carniceros?

Mientras esperaba la respuesta de Nate se dirigió ha su ordenador, y comenzó a hacer una búsqueda en la base de datos del cuartel, y otra en la propia Internet. Si cuatro periodistas habían desaparecido, sin duda ya debía ser noticia.

- La mayoría de esos impresentables se meten en mitad de la selva buscando la historia que les consiga el Pulitzer, y fíjate cómo acaban - dijo, mientras se dirigía con suaves empujones de la silla de ruedas hacia la aparentemente inofensiva pared tras la cual se ocultaba la armadura de combate, pulsaba un par de botones de su panel de mandos de cristal líquido, y la puerta secreta se abría - Esta gente no es como la organización terrorista que había en España hace años. Son asesinos y están locos, y lo peor de todo es que son mutantes con poderes que pueden hacer mucho daño.

El Avatar esperaba pacientemente a que su ocupante se hiciera cargo de los controles principales y diera vida a aquella monstruosa bestia de combate.

- Los sistemas de camuflaje óptico van a resultar muy útiles contra esos salvajes...

Una vez se decide que están en operación, la iluminación de las áreas no habitacionales del edificio cambia hacia un rojo tenue -la brillante idea de algún asesor para que los ojos se les acostumbren a la penumbra en caso de que tuvieran que salir de noche-. Al mismo tiempo, aunque el senador tenga la habilitación de seguridad apropiada, y haya pasado al ingresar el chequeo genético que lo identifica como tal, las áreas sensibles del cuartel quedan bloqueadas para todo el personal no esencial... y sobre todo, los periodistas van a salir del edificio atropelladamente para filmar el despegue de la Valquiria, más aún teniendo en cuenta que, como bien señaló Dolores, la información rompió primero por los medios y después por las vías oficiales, lo que significa que en este momento hay un frenesí de pantallas divididas entre los móviles en el edificio de la liga y el "en vivo desde colombia", aunque el móvil en dicho país este a cientos de kilómetros de donde ocurrió el secuestro.

Por el intercomunicador, Carla les pide que una vez hayan buscado lo que deseen, se reúnan todos en el hangar -todos saben que en la habitación hay también una mini sala de reuniónes-  En ese momento, ingresó Murúa a la habitación.

-¡Dr. Murúa, que veloz! -dijo Carla, enderezándose en la silla- En la pantalla 1 está el dossier con lo que sabemos hasta ahora, pantallas 2, 3 y 4 combinan la señal satelital de los satélites colombianos y brasileños con... la televisión. Si, lo se... Pero esta vez, por obvias razones, llegaron primero que nosotros. De todas maneras, permítame darle la versión resumida: Antes de ayer, dos periodistas de la CNN, su camarógrafo y un local colombiano que los acompañaba, salieron de Bogotá hacia Cumaribo, a 600 kilómetros de la capital, para luego adentrarse en el parque nacional El Tuparro, cerca de la frontera con Brasil.  Estaban preparando un informe sobre los efectos del Glifosato* en las poblaciones nativas, tratando de demostrar que el químico podía ser la causa del número elevado de posthumanos en mi país... El asunto es que hicieron su último reporte a mitad de camino entre Cumaribo y el parque nacional, pero cuando les tocó el turno de volver a salir al aire, perdieron su ventana con el satélite y no pudieron ubicarlos, por lo que CNN activó los rastreadores dentales en sus empleados. Operaron por 4 minutos 13 segundos, lo que nos hace pensar que fueron interferidos, y su última posición conocida fue 200km más al noreste de lo esperado. De esto hace una hora, y las fotos satelitales del lugar muestran el Jeep de los periodistas abandonado al costado del camino y huellas de otro vehículo que se encontró con ellos.

No encontrás gran cosa en internet... la noticia es aún muy nueva para ser algo más que un titular en los portales de noticias. En Twitter hay algunas repercusiones significativas, pero fundamentalmente relacionadas a ustedes interviniendo más que por los periodistas. De todas maneras el hash #perdidos y desconocidos está trepando rápido en el ranking. 

Respecto a los periodistas, este equipo de CNN era un par de jóvenes nuevos, con trasfondo en periodismo científico, y el cámara era un veterano de varias zonas de guerra. De todas maneras, hay algo raro en esos currículos... Es como si tu parte intuitiva estuviera tratando de decirte algo que se te escapa.