Partida Rol por web

La ruina del Hombre

La flor de la luz (Nactas, 2 de Numa del año 471 d.T.)

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02/09/2007, 13:46
Rhiannon de Curyll

Me dejaba llevar a la pista por Lonnegahr observándole sin llegar a contener la curiosidad en las pupilas… Unas pupilas que se desbordaron ante el gesto de sus ojos… un gesto tan breve, tanto… pero tan evidente que provocó que el ambarino de los míos se aguzase, preguntándose a quién podría dirigir aquel hombre una mirada semejante… una advertencia…

Volvió a mí, y sus ojos parecieron sosegados cuando buscaron los míos… y su voz suave, elegante, tan adecuada, me arrancó el rubor en las mejillas de nuevo, mientras con la inclinación leve de cabeza agradecía sus palabras, sintiendo como me ceñía el talle, como sujetaba mi mano en espera del inicio de la música…

El movimiento del resto de parejas desvió mis ojos de los suyos… y observe a las piezas colocarse ordenadas en la cuadricula de aquel suelo elegante, que no dejaba de ser un tablero… un tablero que nunca había querido ver… del que nunca había querido participar… pero del que ahora formaba parte…

Sus ojos negros detuvieron los míos en su recorrido… Meridiar…. y me enredé en su mirada y su gesto con el mío curioso… mientras mis pupilas se afilaban al mirarle… intrigadas…

Meridiar no disimulaba, no bajaba la mirada… bien al contrario… la mantuvo casi cómplice, y su media sonrisa provocó la mía… mientras me hundía un poco más en él, y respondía a su saludo con el leve movimiento de cabeza, mientras las miradas mantenían su duelo…

Seguí sus pupilas señalando como flechas a Lonnegahr, y por primera vez se me hizo evidente su parecido más allá del negro y plata de sus ropas… y les observé… preguntándome qué era aquello que les unía… comprendiendo a quién impelía la mirada de Lonnegahr… y sintiéndome como un peón, descubierto bajo la sonrisa de Meridiar, que insinuaba mucho más que decía… Un peón… que era empujado por una mano invisible…

Afile el gesto, erguida y orgullosa ante esa certeza… y baje los ojos al suelo para ocultar la chispa de desafío que ya brillaba en ellos… La música ya sonaba, los vestidos seguían los giros de sus damas como estelas de estrellas fugaces… y yo me dejaba guiar, porque esa era mi función en aquella jugada… porque si realmente quería aprender aquel juego… primero tenía que observar… y comprender…

Busqué con la mirada y la sonrisa a Lonnegahr para hablarle… yo era un peón… pero debía aprender a moverme sola por el tablero…

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02/09/2007, 18:50
Rhiannon de Curyll

Sois muy amable mi señor… realmente… sabéis como halagar a una dama… dije con la sonrisa en los labios y la voz suave… con el pelo dorado enmarcando la cara y cayendo sobre los hombros cubiertos del verde sencillo del vestido… dejándome guiar en la danza por sus brazos y su cuerpo

Le observaba… intentando adivinar tras sus ojos el motivo verdadero de su compañía… Mi luz había dicho…mi luz que en nada podía compararse con la de Kattya… o la de cualquiera de las damas que danzaban como mariposas en aquel salón… pero si no era por la belleza que decía poseían mis ojos… qué era lo que le traía a mí? lo que provocaba que cambiase a Kattya por Rhiannon… Nadie hace nada porque sí… no confiar en nadie… conocer el tablero… Las palabras de Mydôyrn habían calado hondo, condenándome a jugar… Que juego tan triste…

Decidme, mi señor… si es que os place hacerlo.. las palabras manaban de mi pecho con la forma obligada por el protocolo… pero el brillo de los ojos permanecía rebelde… una chispa que no podía enmudecer… Me dijisteis en el vatinheir que llevabais tan solo unos meses aquí…. Habladme de vuestra tierra mi señor Lonnegahr… y disculpad si os parezco curiosa y poco adecuada…. Apenas salí de las tierras de mi padre y de casi todo desconozco…

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03/09/2007, 10:14
Tryyta de Hysslûd

El tiempo pasaba lento mientras Tryyta recorría la copa con sus labios, regalándolos de vez en cuando con un ligero sorbo de otra copa de la misma bebida que, dicho fuera de paso, al mismo Meridiar le había dejado un agradable regusto amargo y dulce, quizá como la misma mujer que se demoraba.

Sus ojos claros se posaban aquí y allí, y sus dedos tamborileaban la copa en silencio, manteniéndola con el pulgar y la barbilla en perfecto equilibrio, como si aquella acción tuviera mucho de costumbre.

Su voz silbó un momento en la copa antes de liberarse.

- Seguro que sabrá apreciar un buen vino sin desconfianza. En el Norte lo especian todo - sonrió, como para sí misma -. Pero preparaos para un precio razonable por ello. Ahora adelante, maestro Meridiar, tended vuestra red. Tengo curiosidad por veros tejer.

A estas alturas del momento, el hombre de negro y plata, que no era Meridiar, ya había tomado su puesto en otra cosa, y sus manos y sonrisa rodeaban a Rhiannon al centro mismo de la sala.

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03/09/2007, 11:59
Lonnegahr de Solaayn

El noble sonrió con una hilera de dientes perfectos y blancos. Su peinado a la moda antigua de la corte de las tierras exteriores dejaba un flequillo juguetón que se movía de un ojo a otro otorgando al conjunto un aspecto travieso.

Su voz, sin embargo, guardaba cierto acento y denotaba alguien de mayor edad de la que su físico aparentaba, que no parecía mucho mayor que Rhiannon.

- Oh, la baronía de Solaayn está fuera de los Prados, me temo. Por eso aún mantengo este acento que sin duda notaréis. No quiero aburriros con cuentos comunes de infancia. Provengo de tierras baldías aunque ricas en vino y fiestas. La Holm Menor es una tierra de contrastes, algo que no suele ver el que la visita, pues se le hace lugar de ocio y nada más. Yo ocupo la región del Sur que llamaron Solaayn por su clima más agradable. Y nuestra vida son los cultivos, el baile y las artes que nos regalan de fuera.

Vengo y voy, soy espíritu sin tierra, y anido en las ramas que más me placen. Vengo y voy, y el donner parece interesarse poco por ello, cosa que prefiero.

Su acento le hacía de fuera, sin duda, y su forma de bailar, aunque se parecía mucho a la de Mydôyrn en la forma, distaba algo en la ejecución. Su técnica era aún más depurada, y eso que la del de Nyrr era buena. Rhiannon no tenía ningún problema en intuir el camino, presentado con absoluta elegancia y corrección. Sin embargo, le faltaba la pasión, la emoción, la vida que fluía con aquel, y con otros. Era un baile frío, perfecto, exacto, pero mecánico y vacío como si las notas que dibujaban la belleza en el aire fueran simplemente sonido.

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04/09/2007, 15:44
Meridiar de Loorgyll

Extendió la mano a acercarse a ella, cuando reparó en su presencia. Ahi estaba Meridiar, sonriente, con sus ojos fijos en los suyos y en una postura que era una clara invitación al baile.

- Sólo un necio dejaría pasar la oportunidad, mi señora, de que nuestros pasos vuelvan a cruzarse de nuevo y se muevan esta vez a un son mucho más propicio, dama de Breesel, bella Kattya.

Había sopesado las posibilidades y asentido a la proposición de Tryyta. Alcanzaría a Rhiannon en dos jugadas, pero eso no le impedía mover ficha este turno. Su estilo al moverse ha cambiado, algo más sosegado, lejos de la exuberancia de los primeros compases con su primer acompañantte. Con calma y con precisión comenzó a ejecutar sus primeros pasos. Sólo quería comprobar hasta que punto Kattya se dejaba llevar. Miró hacia aquel otro hombre de negro y plata haciendo que su pareja de baile pudiese seguir su mirada y cuidándose mucho de no desviarla en ningún momento hacia la dama del sencillo vestido verde que bailaba con él.

- Habeis venido muy bien acompañada. - dijo con inocencia en el rostro y malicia en el corazón.

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04/09/2007, 19:10
Kattya de Breesel

Kattya levantó una mirada que se tornó de hosca a sorprendida, y con poco tiempo para endulzarla con una sonrisa, no hizo mal trabajo después de todo. Supo acomodarse a la situación y recompuso su figura para formar una sutil reverencia que bien dejaba ver su escote engalanado.

Levantó los brazos al intuir los de Meridiar y se ajustó bien a las proporciones del baile. Kattya era ágil a pesar de su aspecto exuberante y lleno de curvas. Una belleza distinta a la de Tryyta, pero sin duda atrayente.

Ante las palabras de Meridiar, ella levantó la cabeza con gracia, siguiendo perfectamente el ritmo, que había cambiado a un tres, cuatro, giro y medio giro más conveniente para la conversación.

- Si lo decís por el que ahora baila con Rhiannon, sí, es buena compañía, aunque vos también lo sois. Incluso, no se lo digáis, os prefiero en el baile. Él se mueve como un viejo. Pero es un hombre fascinante. Es misterioso y no deja que nadie le ocupe demasiado tiempo. Viene y va, siempre está de paso... aunque dice que no ha encontrado mujeres más bellas que aquí, en Colmillo Sur.

Había cierto desprecio en su voz, o más bien una ligera rabia bien contenida.

- Os he visto antes, también con buena compañía. ¿Se ha cansado tan pronto la lánguida Tryyta?

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05/09/2007, 23:45
Meridiar de Loorgyll

Quizá la percepción de Tryyta había sido cierta y Kattya se encontraba en cierto modo contrariada por cómo le iban saliendo las cosas. De hecho a Meridiar se le antojaba bastante distinta a la coqueta mujer que conoció esa misma mañana.

Se mostró gratamente sorprendido por su ligereza en el moverse y la facilidad con la que se dejaba llevar. No obstante no lo suficiente como para intentar ir más allá en los pasos. Prefería dedicar su concentración a otros menesteres.

- No me sorprende que una dama de vuestro gusto tenga la elegancia de mostrar condescendencia con la recién llegada de Curyll. Es un rasgo que admiro en vos y que desde luego no puedo decir que compartais con muchas otras damas de esta corte. - sonrió amable, casi pareciendo sincero.

Las exuberancias de aquella dama la dotaban de una inercia casi hipnótica. Meridiar se dejaba llevar por ellas iniciando el movimiento y dejando que se mantuviese y prolongase por si mismo, como si fuese natural fluir de aquel modo.

- Pese a todo no puedo evitar preguntarme qué puede un hombre que ha encontrado aquí a las mujeres más bellas de Los Prados ver en una dama tan poco agraciada como su nueva pareja de baile. Sinceramente, no lo entiendo querida Kattya. - hizo una pausa en el diálogo, medida, contada, lo justo, y prosiguió - Claro que quizá mis ojos todavía no se han hecho a la luz de Comillo Sur - y era justo en ese momento. La miró a los ojos - Pero si el propio Donner la consideró digna de un emisario extranjero y sobretodo teniendo en cuenta las circunstancias. ¿Quién sería yo para opinar lo contrario?

Había cargado la inflexión en la palabra circunstancias. Quería dejar ver que eran dichas cuestiones las que le rondaban la cabeza.

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24/09/2007, 18:10
Rhiannon de Curyll

Dos hombres… iguales…pero tan distintos… dos fichas del tablero… blanco y negro… y mirando a Lonnegahr, recordando a Mydôyrn, me pregunte si también estaban enfrentados….

Aquel hombre me hablaba de su tierra, y el deje de su voz y sus pupilas me decían más de él que cualquiera de sus palabras… Pero, si algo gritaba diferencias era su tacto y su movimiento… Demasiado estudiado… demasiado perfecto… calculado… Y mientras le oía decir que era un espíritu sin tierra… que hacía aquello que más le placía… yo le miraba con el miel de los ojos afilándose y recorriendo el pozo negro de los suyos… Insondables… Un espejo que solo reflejaba… y Lonnegahr se me antojo cualquier cosa menos libre…una araña tejiendo… sin parar… prisionera de su propia tela…

Venís y vais?... pregunté con la voz suave apenas destacándose sobre la música… Privilegio de hombres.... una leve sonrisa y una chispa en los ojos... Un espíritu sin tierra…. en cambio yo apenas acabo de salir de la mía y nada conozco aún de esta…. Cuánto tiempo lleváis en Colmillo Sur, mi señor?... No pude dejar de notar que vuestra dama para esta noche es Kattya… y, a pesar de que no llevo más de una semana aquí, y algo menos de que la conozco…. es curioso que, hasta ahora, no hayáis sido centro sus nuestras charlas….

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24/09/2007, 19:50
Kattya de Breesel

Kattya, morena y sibilina, jugó con la mirada de Meridiar complacida. A diferencia de Tryyta, ella mostraba sus cartas. Miró a los ojos del joven mientras se encogía de hombros y con el mismo movimiento levantó su mano hasta llegar al hombro negro con filigrana de plata. Dejó posada la otra mano en la palma de la de Meridiar y acercó su cadera.

Sonrió de nuevo, blanca y bastante perfecta. Aún joven, sus ojos oscuros brillaban y eran grandes. Si fueran joyas, tendrían un valor inusitado. Quizá ya lo tuvieran.

- Yo encuentro atractivo en vuestros ojos, señor Meridiar, ya que diría que sabéis manejarlos. Los del Donner son... también atractivos, a su manera, o los del mismo Lonnegarh - añadió señalando con la cabeza muy ligeramente a la nueva pareja de Rhiannon -, pero les falta la delicadeza de apreciar alguna autenticidad. Esa chica, no me entendáis mal, es educada y sin duda virtuosa, pero creo que ha aceptado un papel inadecuado, con poca humildad, a mi parecer, y puede que eso le lleve por caminos tortuosos.

Kattya pasaba de la sonrisa franca al gesto irritado con bastante rapidez, según a qué se refiriera, y sus ojos lo pagaban pareciendo algo más pequeños. Ella comenzó a contonearse muy ligeramente, siguiendo un paso: dos, a cuatro y tres en vuelta, sin darla, claro...en el sitio.

- Da igual, Lonnegahr es una hermosa pieza de bisutería, valiosa en su momento y en su lugar. Se otorga más valía de la que tiene, sin duda, y además sólo habla sobre sus viajes, que hace mucho. Es divertido hasta que te pone al día, luego hay platos más sabrosos que paladear - añadió mirando descaradamente el pecho y los hombros de Meridiar -. Si sabéis guardar un secreto, os diré que ese hombre es como un ariete, aparece y desaparece y siempre parece querer llegar a algo, rompiendo lo que sea que lo obstaculice. Puede que tenga algún tipo de interés en los negocios del Donner con los de Nyrr, aunque no se me ocurre cual...¿y a vos?

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24/09/2007, 19:56
Lonnegahr de Solaayn

- Vengo y voy, mi señora...de la capital, y también de mi queridísima Kattya - sonrió jovial...pero no como un joven divertido, sino como un hombre maduro, muy consciente del efecto de su juego -. Es una bella joven, pero creo que pretende enjaular a un pájaro demasiado esquivo, y las jaulas, aún de oro, no están hechas para mi plumaje, si me entendéis. No sabría hacerla feliz, ni le daría retoños o los cuidaría. Quizá vos entendáis mejor eso. Decidme... ¿qué os trae aquí? ¿Sabéis ya el curioso honor que se os adjudica al haceros bailar con Mydôyrn de Nyrr? Son extraordinarios los hombres del Norte, fuertes en todo momento, incluso tras una desgracia como la que ha sufrido.

Pero todo corazón se quiebra...sí...

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25/09/2007, 09:20
Rhiannon de Curyll

Intentaba descifrar aquel enigma que era Lonnegar… buscando en sus ojos de espejo, en su tela de araña… para tan solo conseguir que mis pupilas se enredaran aún más en las suyas… y para sentir a sus palabras que aquel juego me sobrepasaba… que tenía que aprender rápido… que era un peón… y estaba mal situada en el tablero…

Curiosa expresión mi señor… pero sí.. os comprendo… Nací mujer, y nosotras nacemos ya dentro de esa jaula que vos esquivais…. el brillo en el miel de mi mirada, y la sombra de la sonrisa desafiante en los labios… y el orgullo… que se afianzaba en los hombros, que afilaba el gesto…

Es el deseo de mi padre el que me trajo a Colmillo Sur… y no atribuyo mi presencia aquí a otra razón que la de conseguir la lejanía de mi presencia… mi voz se desvistió de su emoción durante un segundo… para volver a sonar suave un segundo después… Pero mi señor… ya os he dicho que apenas llevo aquí unos pocos días… y poco sé de esta corte y sus usos… pues como vos también habréis comprobado, provengo de casta y tierra mucho más humilde que las que aquí se reúnen… Y sinceramente, mi señor… yo fui la mayor sorprendida al ser elegida como compañía del señor de Nyrr…igual que me sorprende hallarme ahora guiada en esta danza por vuestros brazos… la sonrisa y el gesto entrenado… y el agradecimiento tácito en ellos.. Aunque por el tono de vuestra voz… y vuestras palabras… veo que no os consume la misma curiosidad… ni la sorpresa… y mi mirada se hundió más en la suya, mientras sus brazos seguían guiándome …quizá vos podáis iluminar mi pobre conocimiento…

Aprende a moverte por el tablero… aprende el juego… conoce las piezas…

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25/09/2007, 17:12
Meridiar de Loorgyll

Quizá Kattya fuese la única de aquel salón en hacer de la franqueza un arma. Agotado tras la lucha por mover su pieza una única casilla por un tablero plagado de trampas, Kattya se hacía un buen puerto, generoso y receptivo donde recobrar fuerzas.

Se afianzó a ella y trató de llevar el baile hasta el punto donde ella más pudiese lucirse.

- Está en mi naturaleza, mi señora, el saber guardar los secretos. - miró hacia la pareja que bailaba dejando que su afirmación flotase en el aire - Se diría que el cauce de las negociaciones no pasa desapercibido a nadie, principalmente despues de aquel desgraciado incidente con el menor de los Nyrr. - el joven miró a los ojos de la dama como un berbiquí que entrase en la madera oscura tratando de extraer su contenido - Supongo que todos esos incidentes han debido de trastornar a la corte. Aunque al margen de la propia curiosidad, no se me ocurre que interés podría tener. Yo no le conozco mi señora, sólo se de él por vuestras palabras. Aunque tal y como me habeis hecho la pregunta no puedo evitar pensar que intuís de algún modo el motivo de dicho interés por parte de nuestro Lonnegahr.

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25/09/2007, 18:49
Lonnegahr de Solaayn

El joven Lonnegahr sonrió, complacido de alguna manera. No perdía un sólo paso mientras hablaba. A pesar de no haber pasión alguna en sus gestos, su maestría era absoluta, y Rhiannon sintió que podría seguir con los ojos cerrados, sin miedo alguno a perderse o tropezar.

- Bien, pues ha habido disturbios durante las celebraciones. Fuera...y dentro del palacio, si sabéis guardar el secreto. Como consecuencia de ellos, en una plaza cercana a la muralla de la ciudad baja, en un lugar totalmente impropio donde sólo nobles menores y estufa de la justa se aproxima, su hermano menor ha hallado la muerte. Sé que se ha acusado a alguien de ello, y supongo que su cabeza rodará pronto, pues el mismo Mydôyrn fue a los calabozos para un encuentro. El Donner ha sufrido un duro golpe, ¿entendéis? Ahora mismo, sus tratos con los de Nyrr podrían verse...paralizados, si no algo peor. Llamadme zafio, pero creo que no podría haber regresado en mejor momento. A veces la Corte es tan aburrida...

Entre las palabras, Rhiannon comprobó que alguien de vestimentas parecidas a las de su pareja no estaba lejos. Era de nuevo Meridiar, y bailaba con Kattya con oídos interesados, mientras ella les miraba furtivamente, de vez en cuando, y de nuevo regresaba a atender a Meridiar.

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25/09/2007, 18:59
Kattya de Breesel

- ¿Lonne? - preguntó Kattya como en un espasmo agudo -. No es más que un curioso. Dice aburrirse de vez en cuando, precisamente cuando es él el tedioso las más de las veces. Sólo asoma la cabeza cuando algo sucede. Si regresa y nada pasa, en pocos días vuelve a perderse en sus viajes, saliendo siempre de noche como si no temiera los caminos.

Kattya se mordió entonces un momento los labios, y guardó silencio, tímida de repente, hasta que pasó un instante y Meridiar llegó al lugar de la sala donde quería estar.

- Si encuentra algo interesante, entonces se queda. Permanece el mismo tiempo que continúa la chanza, el misterio, la comidilla. Y luego, después, se aburre y se va. Es así - suspiró -. Pero no penséis que el interés de Lonne es mayor que el de cualquiera por aquí. Las noticias vuelan. La muerte del hijo menor de Dyrderaân no ha sido fácil de ocultar. Además, no es la única cosa que ha ocurrido por aquí.

La joven pareció estremecerse, temblar un poco e incluso perder color a pesar del maquillaje. Su mirada hacia Meridiar fue desamparada y suplicante.

- Dicen que demonios nocturnos se cobran víctimas impías. Los fryllyrr...esos... hombres de fe, dicen que cualquiera que haya pecado con la palabra o con la carne podría ser el siguiente. Han encontrado ya a otro muerto, en sus aposentos, creo, pero no sé quién es...aunque me lo imagino...

Además, los guardias parecen inquietos. Fijaos, señor, que no miran nuestras siluetas más de lo que miran entre las cortinas, tras las sombras...Tengo miedo hoy de dormir a solas...

Notas de juego

Los fryllyrr son prestes menores dedicados a promulgar la voz entre los plebeyos, y a guardar el orden espiritual.

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25/09/2007, 20:20
Meridiar de Loorgyll

Lonne. Meridiar trató de camuflar un gesto divertido al escuchar aquel diminutivo tras una máscara de gravedad ante las palabras de la dama de Breesel. Estuvo a punto de interrumpir, de justificar su propio interes por la dama de verde como si se tratase de algo casual pero el relato sobre otros acontecimientos que ocurriesen en el palacio atrajeron su atención y su ávida curiosidad.

Demonios nocturnos, muertes en silencio. Viniendo de allí donde los fantasmas eran tan reales como imaginados, el joven de Hassped frunció el ceño ante las palabras de la joven y no pudo evitar esbozar una sonrisa ante su temor a dormir sola.

- Mi hermosa Kattya, si alguien no ha de temer a semejantes males sois vos misma. Si es cierto que sólo se cobran víctimas entre impíos y lujuriosos, ¿qué mal os ha de tocar? Sin embargo, mi señora, no me gustaría encontrarme con la muerte ni aunque ésta viniese a visitar a mi vecino. Por mi parte no puedo menos que temer la palabra de los hombres de fe y compartir la rectitud que promulgan. ¿no deberíamos hacer todos lo mismo y más con el peligro que al parecer nos ronda?

No había entendido su manera de referirse a los fryllyr, quizá no demasiado convencida de su virtud.

Notas de juego

Me gustaría tener oportunidad de bailar con Rhiannon, te lo digo por si tienes que adelantar las cosas para que la escena vaya más rápida lo tengas en cuenta ;)

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26/09/2007, 19:05
Director

Kattya permaneció seria ante las palabras de Meridiar, y no se atrevió a abrir más la boca en un buen rato, dejando que su mirada se posara aquí y allí. Meridiar se dio cuenta de que aquí y allí eran, por lo común, lugares cercanos a donde la dama Rhiannon disfrutaba del paso medido e impecable del tal "Lonne".

En un par de ocasiones, Kattya pareció querer añadir algo, pero no se decidió, y la canción estuvo pronto a terminar mientras daban vueltas y vueltas y vueltas sobre el entramado de araña que las parejas tejían solas y entre todas.

Meridiar no pudo dejar de ver que el Donner y su esposa seguían como en el primer momento, con ojos únicamente para sus ojos, y una sonrisa regalada como el bien más preciado. Una extraña luz que refulgía en sus rostros y en sus movimientos, como un canto interior de vida y felicidad.

Notas de juego

Es correcto. La canción acaba pronto, puedes decidir lo que quieras, como sabes.

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27/09/2007, 12:47
Rhiannon de Curyll

Sé guardar un secreto… no temáis mi señor… que me haré digna de la confianza que en mi depositáis…

Aquel hombre me guiaba sin duda ni sentimiento por la pista de baile y... llevada por sus brazos, pero sobretodo por sus palabras… le miraba con el destello receloso en las pupilas… Regresar en el mejor momento, había dicho… No… si algo no era aquel hombre era un inculto patán… Era una araña… y me estaba tendiendo los hilos del juego que pugnaba en aquel tablero… un tablero que no era mío, un juego que no quería jugar… Pero ya no era una niña… o pronto dejaría de serlo… Desde que había llegado a aquel lugar, cada minuto, cada segundo… cada bocanada de aire… me gritaba que ahora ya debía ser una mujer… y comportarme como tal….

Aparté los ojos miel del espejo de los suyos para observar por encima de su hombro mientras su mano en mi cintura me guiaba sin titubeos… un giro... otro… y el dorado del pelo y el verde de la falda siguiéndome como una estela. Y justo antes de volver a reflejarme en los ojos sin emoción de Lonnegahr, otra mirada se cruzó con la mía… Kattya y Meridiar no bailaban lejos… aunque el interés de Meridiar por la voz de Kattya, y el de Kattya por el gesto de Lonnegahr casi me arrancan una carcajada que conseguí apenas reprimír en tenue sonrisa… porque la vida no era tan enrevesada… o por lo menos, yo creía firmemente que no debía serlo…

Creo comprenderos, mi señor… pero nada sé de los Nyrr y los “tratos” que realizan con el Donner… Aunque veo que vuestras idas y venidas os han proporcionado un conocimiento profundo de esta corte y sus entresijos… me sorprendí recordando a Mydôyrn, y a la herida de sus ojos… y aquel extraño aroma que desprendía… y pensé que quizá solo era el supurar de una herida que difícilmente había de cerrarse… Conocí a Mydôyrn de Nyrr esta misma noche… en esta misma sala… y tanto él cómo yo misma no llegamos a vislumbrar los motivos por los que el Donner me eligió como su compañía…Creo recordar que el propio Mydôyrn me definió cómo una ”curiosa elección” … solo espero no haber empeorado en algún modo una situación que…por lo que decís… ya parece suficientemente tensa…

Suspiré algo apesadumbrada… Su hermano... Mydôyrn había perdido a su hermano… y aún así… acudía al baile… aún así iba a seguir jugando un juego que estaba segura el Nyrr despreciaba… Y de nuevo, la mirada de Kattya, me devolvió al tablero ya Lonnegahr

Creo… mi señor… que vuestra dama sufre de vuestra ausencia… y de nuevo… espero no perjudicar nada… en modo alguno

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27/09/2007, 16:43
Meridiar de Loorgyll

Prosiguió el baile como prosigue la tarde a la mañana y la noche a la tarde. Los silencios, las miradas y los movimientos acompasados llegaban a decir más que cientos de palabras. Meridiar sonreía complacido ante su pareja, con cierto brillo de satisfacción en su mirada. Se sentía cómodo con ella si bien ella pudiese no estarlo.

Y llegó el momento en el que los últimos compases anunciaban una muerte lenta.

- Mi dulce Kattya - dijo Meridiar una vez acabó la pieza y olas de movimiento y murmullo de olas la inundaron - Habeis sido la pareja de baile más inolvidable de cuantas habré de tener esta noche. No dejeis que lo que acontece en otras alcobas perturbe vuestro sueño. Mañana volveremos a vernos y sonreiremos juntos a la misma tarde.

Una graciosa reverencia, besamanos y paso atrás. La mirada permanecía en aquellos ojos, oscuras joyas de valor incalculable, sonrió y se retiró. Como la araña que vuelve a su refugio, fondo negro e hilos de plata había tejido el joven su propia telaraña entorno a la joven dama de Curyll. Sujetó con su presencia el último embiste del ariete de Lonnegahr.

- Lonne... - le llamó, pues así le llamaba Kattya, esperó a que se girase para fingir un carraspeo pidiendo disculpas alzando la mano y completando su llamada correctamente - Lonnegahr, sois alguien cuya reputación llega antes que su propia presencia. Me gustaría tener la oportunidad de compartir quizá una copa de vino con vos si me lo permitis. - sonrió confiando en que aceptase más luego reparó en Rhiannon que permanecía aún entre ambos - Mi señora, Rhiannon de Curyll, estais tan bella como la primera vez que os ví esta mañana.

Admiró con verdadero y sincero aprecio el mismo sencillo vestido con el que la había visto durante todo el día. Hizo una cortés inclinación con la cabeza antes de retomar la atención hacia Lonnegahr.

- Me pregunto si me concedereis el honor de bailar con vuestra pareja - dijo fingiendo ignorancia obligándole a reconocer no ser su pareja - Un último baile y vos y yo, mi señor, podremos tener la conversación que tenemos pendiente. - sonrió con educación y ofreció la palma de su mano a Rhiannon de Curyll mientras mantenía la mirada en su acompañante.

Notas de juego

No pongo copia a Rhiannon, cuando lo consideres adecuado describe la escena intercalando mis frases con las respuestas de Lonne con copia a mí y ya continuamos juntos.

Gracias, tío ;)

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27/09/2007, 17:59
Director

Al morir la canción, el suspiro y la sonrisa retomaron su protagonismo. Que fueran o no sinceras era lo de menos.

Allí vio Rhiannon cómo otro de negro y plata se acercaba, y reparó en un gesto serio del joven Lonnegahr y sus ojos viejos, serios.

- Lonne... - pronunció Meridiar, que era quien se acercaba, y esperó a que se el aludido girase para fingir un carraspeo pidiendo disculpas alzando la mano y completando su llamada correctamente - Lonnegahr, sois alguien cuya reputación llega antes que su propia presencia. Me gustaría tener la oportunidad de compartir quizá una copa de vino con vos si me lo permitis - sonrió confiando en que aceptase más luego reparó en Rhiannon que permanecía aún entre ambos -. Mi señora, Rhiannon de Curyll, estais tan bella como la primera vez que os ví esta mañana.

Admiró con verdadero y sincero aprecio el mismo sencillo vestido con el que la había visto durante todo el día. Hizo una cortés inclinación con la cabeza antes de retomar la atención hacia Lonnegahr.

- Me pregunto si me concedereis el honor de bailar con vuestra pareja. Un último baile y vos y yo, mi señor, podremos tener la conversación que tenemos pendiente. - sonrió con educación y ofreció la palma de su mano a Rhiannon de Curyll mientras mantenía la mirada en su acompañante.

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27/09/2007, 18:02
Director

Algo en la mirada de Lonnegahr hace que Meridiar se detenga un momento, como si el aire de repente se ausentase y algo amenazador rondase silencioso y esperase su momento, acechando. Después la sombra en sus sentidos se va y todo vuelve a ser normal. Lonnegahr vuelve a los brazos de Kattya, cuyo rostro parece decir que no ha dejado de pensar en él durante su breve ausencia.

Los músicos comienzan una nueva composición, algo más animada.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d10+8
Motivo: Atención
Dificultad: 15
Resultado: 5+8=13