Partida Rol por web

El camino hacia Menegroth os hace ir por el bosque de Region, una zona de leyendas.

Cabalgais durante todo la tarde hasta que anochece bordeando el bosque de Region y a la vez el rio Nivrin, es entonces cuando acampais.

Cruzais el rio Nivrim por un vado cercano, al otro lado de este se encuentra el comienzo del bosque, y caundo llevais adentrados unos diez metros en este os quedais paralizados como por arte de algun encantamiento.

Al ver que no soy capaz de moverme, y, de que parece que mis compañeros tampoco, solo puedo pensar
-Hijos de.... no puedo moverme!!!!! Mierda, aqui morimos todos....

Por todos los dioses! No puedo moverme! Piensa Arzarin mientras hace grandes esfuerzos por levantar el brazo hacia su martillo, consiguiendo tan solo cansarse con el esfuerzo y ponerse rojo. Mira a sus compañeros y observa que tampoco parece que puedan moverse Nunca me ha gustado la magia.

Escuchas una voz armoniosa de una mujer en tu cabeza, la cual piensas que puede ser de gran belleza, finalmente te das cuenta que esta voz solo puede pertenecer a Melian la Maiar, despues de unos instantes de confusion ante tan encantadora voz haces memoria de lo que te ha ido diciendo- Taurnil de Menegroth, te doy la bienvenida por una parte, pero por otra porque osas traer a un Noldor a los dominios de mi esposo Thingol.-

Despues de haber meditado durante unos instantes sobre las ultimas palabras, te acuerdas que El rey Thingol prohibio a los Noldor entrar en sus dominios bajo posible pena de muerte por La Primera Lucha entre Hermanos.

Pero que demonios... no puedo moverme! Esto no es bueno. Piensa Reran al ver que está completamente paralizado.

Que es esto, que me esta pasando, miro a mis compañeros y veo que están igual, inmoviles. Intento articular palabras pero tampoco consigo nada. Debe ser algún tipo de encantamiento, hemos caido en una trampa.

Melian te lee los pensamientos relacionados con la razon de que querais entrar en los dominios de Thingol y dice- Bueno, si es por eso hare una excepcion esta vez con tu amigo el Noldor, pero recuerdale de que no hable en quenya en Menegroth, otra cosa mas y deshare mi encantamiento, ¿que criatura es esa tan baja, un enano?

Observais que Taurnil tiene una expresion serena y parece estar concentrado en algo.

¿Que le ocurre a Taurnil? Parece no afectarle nuestra situación. Piensa Reran mirando al elfo.

¡Eso es, elfo!, lucha, o haz lo que quiera que estes haciendo que parece que funciona

Melian te vuelve a leer los pensamientos y oyes en tu cabeza - ¿un hobbit?, no sabia de la existencia de esta raza...Bueno, vamos a lo que importa te liberare a ti y luego a tus compañeros. Adios, Taurnil de Menegroth-.

Pasais unos pocos minutos paralizados pero para vosotros han sido como horas por la tension de un posible enemigo, es entonces cuando primero Taurnil y luego el resto notais que todo vuelve a la normalidad o ¿no?; ya que Beren se transforma ante la atenta mirada de todos en un elfo algo mas pequeño, de menor corpulencia y con el pelo negro azabache.

esto... ¿Que?

Despues de la transformacion oyes una voz de una mujer en tu cabeza que dice - noldor, aqui tienes un pequeño regalo, adios-.

Recuerdas que hace tiempo y por causa de la Primera Lucha entre Hermanos, Thingol señor de Doriath decreto unas leyes en contra de los noldor en sus dominios, aunque no sabes de que trataban las leyes si sabes que la pena podria ser incluso la muerte.

Tranquilos, no ocurre nada... Dijo recuperando la movilidad y el habla. Melian la maiar nos ha paralizado y ha hablado conmigo. Observa asombrado la transformación de Beren. Pocas cosas asombraban a un curtido elfo como Taurnil, pero aquello le había dejado sin palabras.

Beren, lamento comunicarte esto.. pero estamos entrando en los dominios del Rey Thingol, y como sabreis, el rey prohibió a los Noldor entrar en Menegroth por la Lucha entre Hermanos. La pena es la muerte, y nos estamos jugando el cuello. Esta es mi tierra natal, y me alegro de volver a verla, pero creo que va  a ser la estancia más triste que he vivido... Debo pedirte que bajo ningún concepto utilices el quenya en la ciudad.

Después dirigió una mirada de soslayo al hobbit. No se esperaba esto... quizá pueda ayudar...

Taurnil realmente echaba de menos todo aquello, estaba deseoso de cruzar el puente de piedra sobre el rio y ver las cavernas esculpidas con arboles, aves y animales de piedra, las fuentes y lámparas de cristal que adornaban aquellas paredes y techos.