Partida Rol por web

Tras el tsunami, la mayoría de las embarcaciones atracadas en PuertoEnigma acabaron como mínimo muy afectadas, sino encalladas, hundidas o volteadas. Pero algunas llegaron tras los acontecimientos, y la Nube Voladora es una de esas naves. Que sepáis ha habido algún movimiento de barcos en el puerto, restablecida la normalidad teniendo en cuenta lo ocurrido, claro.

Os acercáis al puerto al anochecer y divisáis la embarcación, un navío de 4 mástiles diseñado para ser veloz. En el palo mayor ondea la bandera de Puerto Enigma. Un hombre se encuentra a bordo, encaramado como aburrido en la barandilla de babor. Cuando os acercáis a la tarima que sube al barco, el grumete grita que ya habéis llegado, y agarrándose a un cabo, salta al muelle y echa a correr hacia el puerto.

Sighvat hizo un aparte con Aleena y la susurro "..... que tal si te mueves un poco por el puerto? a ver que han oido del barco..." miro indiferente al muchacho... dejo el la mochila cargada en el suelo y sintio el peso del hacha a la espalda... por si habia problemas....

-Es un barco muy grande para un viaje muy corto.-Comentó El-Rohir.-Pero supongo que no nos hará daño ir en un vehículo decente.

-¿Hola? Un amigo nuestro reservó pasaje para nosotros cinco en el barco. Nos gustaría partir lo antes posible.-dijo el elfo subiendo a bordo.

Eleânail mira sospechoso cómo el muchacho sale corriendo y revisa el barco buscando una posible trampa.

- ¡Cuatro mástiles! No se mucho de barcos, pero parece muy grande.

Sigo a El-Rohir con mi petate al hombro y subo al barco (si nos dejan, claro).

Veis como el muchacho corre hacia un grupo de otros de su edad, con pinta de marineros y jarras de cerveza en las manos, que se están descojonando de él.

Una vez en cubierta ois un grito desde unas escaleras que bajan a la cubierta inferior.

¡Aquí abajo!

Aleena asiente a la frase del bárbaro y deja la mula junto a él, y entonces se da una palmada en la frente

- Chicos, ¿alguien ha visto mi mochila? No, esta no - dice rápidoy con tono preocupado- La otra, la que llevaba... vaya por los dioses, ¿donde estará? Vuelvo en seguida, esperadme

Y dicho esto sale corriendo...

Y una vez fuera de la línea de visión de los marineros empieza a preguntar sobre el barco, su gente, y su tripulación

El-Rohir pisó con gusto las tablas de cubierta y se balanceó a un lado y a otro, y luego adelante y atrás, sintiendo el mar debajo de la estructura, empezar un viaje siempre le hacía sentirse bien.

Se estiró y dejó su mochila apoyada contra un palo; con su fino estoque, su starknife y sus ropas de calidad, parecía un dandy, sobre todo por la hermosa capa que le complementaba y que ondeaba finísima al aire. Y si ya te fijabas podrías ver los pergaminos y pequeñas redomas que se encontraban en su cinturón,

-¡Vamos abajo!- gritó con algo más de fuerza de lo habitual. Para luego volverse a sus compañeros.

-¿Cómo de idiotan se creen que somos?-dijo en voz bajísima.-¿Un barco sin vigilancia...? ¡En Puertoenigma! Es una trampa fijo, puede ser de Ziphras, el aliado de Saúl. Ya me extrañaba a mí que Kwava hubiera conseguido un barco así como así cuando era tán difícil.

Y si es de los jefes de Kwava, juro que ese primitivo sureño me va a escuchar.

-Evanisco.-murmuró tocando el hombro de Sighvat y el bárbaro desapareció.-Vamos, no te verán durante medio minuto.-

Al barbaro le pillo por sorpresa. Un cosquilleo le recorio su cuerpo de arriba a abajo y de repente habia desaparecido. Sus compañeros no sabian donde mirar. "una ocasion asi no se debe desaprovechar", asi que comenzo a curiosear por el barco sin alejarse  (de momento) demasiado de sus compañeros....

En guardia antes las palabras de El-Rohir, me ajusto las correas de la mochila y embrazo el escudo.

- Abajo entonces El-Rohir. Bajaré detrás de tí. Si ves algo raro, hazte a un lado y déjame pasar delante para bloquear lo que venga con el escudo.

Bajáis con cuidado y ois ruidos de copas y botellas tintineando a vuestras espaldas. Os giráis y véis luz que sale de una habitación en la proa del barco. Al frente teníais una pared con dos puertas cerradas. La sala tiene bancos situados contra el casco del barco, y en la zona central hay un par de mesas sujetas al suelo de forma que se puedan desatornillar y quitar, donde seguramente comerán los marineros y podrán esparcirse jugando a las cartas o lo que sea. Además están las dos zonas de acceso a la bodega, por donde se pueden bajar con cuerdas mercancias.

En las tabernas te comentan que el capitán de La Nube Voladora es un bobalicón llamado Josper Creesy. Se cree muy rápido y quiere batir el record de velocidad en toda la costa Arcadiana, y labrarse un nombre de esa forma. Por lo que parece no es ningún pirata. Y estaba fuera cuando cayó el meteorito, y al llegar pues es uno de los pocos barcos enteros que quedan. Había más pero ya partieron.

- ¿Y ahora qué?

-¿Quien nos ha llamado? ¿Quién está aquí?

¡Pasad, pasad! Ya está preparada la cena.

Un tipo aparece en el dintel de la puerta de proa, de donde se oian los tintineos. Vamos, el capitán sin duda, por su aspecto.

Él os mira de uno en uno.

Vaya, pensaba que eráis cinco, me habían dicho que eráis un grupo de cinco que quería ir a la isla. Pero solo sois tres. ¿Y los demás?