Partida Rol por web

El pirata asiente con la cabeza con un trozo de pan en una mano y la copa de vino en la otra.

Ah... suena interesante. Aventuras ¿eh? Es un islote perdido, no debería haber nada allí. Aunque esa también es buena razón para que se escondan unos delincuentes... ¿Y decis que puede haber metal estelar? ¿Qué es eso? Nunca he oido hablar de él...

Justo en el momento en que el capitán termina de hablar, aparece la cabecita de Aleena por la puerta.

- ¿El capitán? - luego mira a sus compañeros con cara de mujer impresionada- ¿HAbeis empezado a comer sin esperarme? - habla con rapidez mientras sonríe y estrecha la mano del capitán para luego tomar rápidamente asiento- Soy Aleena, voy con ellos. Ya sabes, de aventuras, y tal, y tal. Para que no se metan en demasiados lios - sonrie de forma encantadora y se toma una copa de vino mientras observa a todos, divertida

Para que no se metan en demasiados lios

- Vaya, hubiera jurado que ese era mi cometido. Siempre es bueno tener algo de ayuda. Y en cuanto al metal estelar ... pues me imagino que se referirá al metal que haya podido caer con el cometa que se estrelló ¿no?

-Efectivamente, ese metal es vendible. Bueno, capitán... muchas gracias por la comida. ¿Cuando zarpamos?

Eleânail lleva ya una botella de vino y no se percata de que El-Rohir na ha dado información que probablemente sepa.

- Adamantina, si señor...eso sería un buen tesoro

Fiu! Eso si que será un tesoro. Puede que merezca la pena ir allí... Por cierto, mañana al alba partimos, no os preocupéis.

-De acuerdo, capitán, estamos ansiosos por partir y ver lo que este magnífico barco puede hacer. ¡Debe deslizarse sobre las olas como un trineo sobre la nieve!

Aleena intentó ser simpática y agradable... además sus compañeros le apoyaban. Pero sencilamente su cabeza estaba en otra parte. La preocupación le hacía alternas la efusividad con las prolongadas ausencias, y aunque era divertida (para Aleena era imposible no serlo) no controlaba bien como solía su lengua viperina.

No, no fue la mejor interlocutora en ese día

- Efectivamente capitán. Si eres la mitad de buen marino que de anfitrión estaremos allí rápidamente y sin percances. Nos ponemos en tus manos.

El barbaro seguia absorto en la cena... y el vino ... incluso tiempo despues de que el resto hubiera terminado.

Los mas que hizo por ayudar al resto fue aguantar un eructo... que por otro lado bastante era.

El capitán sonrie, apartando el plato a un lado, con un vaso de vino en una mano y poniendo los codos sobre la mesa al echarse hacia delante.

Bueno bueno bueno, ¿os parece si nos dejamos de formalismos? Está claro que sois buena gente.

El tono de su voz de vuelve más bajo, a modo de confidencia.

Veréis, la verdad es que me ha picado la curiosidad que vayáis alli. ¿No sabéis que se dice que la isla está maldita? Ummm... pasó hace décadas. Ahora la isla está deshabitada, pero hubo una vez que se quiso crear alli un asentamiento, Witchlight. Un tal Yaris Neraken, un mercader Chelaxiano exiliado, acabó alli tras naufragar su barco en los acantilados que rodean la isla. Fue el único superviviente. El caso es que alli se topó con una extraña criatura con el cuerpo de un ave y la caa de una hermosa mujer, la siren Virashi. Tras meses de contacto, al final pasó algo increible: se enamoraron.

A pesar de todo, Yaris añoraba la civiización. Convenció a Virashi de que si llevaba gente a la isla y creaba una sentamiento, le llenaría de riquezas. La avariciosa Virashi aceptó. Yaris volvió a Magnimar y convenció a varios inversores de que los rumores sobre Virashi no eran más que eso, y de que sería capaz de crear un próspero lugar donde vivir. Al llegar creo un grupo de casas en el centro de la isla desde donde se divisaba todo el golfo de Varisia, y mandó crear varias torres y faros. Pero el pueblo perdió su autosuficiencia y acabó dependiendo demasiado de PuertoEnigma, consumiendo hasta el último penique. Y a medida que la gente se iba volviendo en su contra, la mala suerte de yaris no hacía más que aumentar.

La torre de vigias más occidental ardió hasta los cimientos nada más terminar su construcción, acabando con la vida de mucho trabajadores, incluido el hermano de Yaris. Después uno de los barcos que llevaba grano a la isla se estrelló contra los acantilados, y la isla se infestó de una plaga de cienpiés gigantes. Los susurros llamaron a la mala suerte "la maldición de Virashi", y cada más locales empezaron a hablar de haber visto un pájaro fantasmal con cara de mujer en los bosques y la costa. Yaris se enfrentó a esos rumores, pero no podía ofrecer pruebas sin revelar su secreto. El golpe final fue la llegada de una enfermedad que asoló la isla y se llevó a la tercer aparte de sus habitantes.

Yaris, viendo como se iba al traste su sueño, bajó a reunirse con Virashi. Pero un clérigo le siguió, y con la ayuda de una multitud, acabaron con la siren mientras ambos dormían. Yaris se encontró el cuerpo de Virashi clavado en una pica, sobre un fuego, en mitad de Witchlight. Yaris se tiró al acantilado desde la torre oriental. El resto de habitantes se marchó.

Las últimas décadas ha estado deshabitada. Los viajeros que pasan cerca de la isla dicen que a veces ven luces en las torres de la isla, alentando los rumores sobre que el lugar está encantado. De hecho, en los últimos años hay aventureros que han ido y no han vuelto...

- Parece una historia interesante, veremos cuánto es cierto

Sighvat habia escuchado atentamente la historia. O eso o tenia el gesto muy ensallado. Mentalmente empezo a numerar las cosas que podian resultar un problema y que se podia quitar de encima a golpe de hacha.

- Josper - el barbaro pregunto directamente al capitan - ¿tu o alguno de tus hombres ha pisado la isla alguna vez? ¿alguien ha navegado antes por estas aguas? el lugar tiene todo para tener una bonita maldicion. ¿De que se trataba exactamente la enfermedad? 

- La verdad es que es un sitio perfecto para estar sin que te molesten ¿no creeis?

O no no no... a mi no se me ocurriría pisar la isla. Os llevo porque pagáis bien, y porque me ha picado la curiosidad... Pero yo no me quedaría en la isla. Soy demasiado... supersticioso. Y pasar cerca tapoco es recomendable. Las rocas son muy traicioneras. La enfermedad se dice que fue la Athrakitis, pero no sé nada más, la verdad.

Enfermedades, una tragedia ancestral que seguro ha creado muertos vivientes y aventureros desaparecidos. Nos lo vamos a pasar bien sin duda.

-Hmmm, peligrosa enfermedad, pero creo poder hacer algo para remediarla, se me da bien...

El elfo había acabado la cena y se encontraba pensativo. Con la mirada perdida.